Dic 20_06 Tratad de entender al Cielo entero, postrados ante Mi Presencia orando por todos vosotros.

Rosario.

 

Temas:

  • Al Yo enviar a Mi Hijo, les di lo mejor que Yo podía darles, les di el Cielo en la Tierra, les di Mi propia Vida.
  • Veréis mucha maldad, Mis pequeños y vuestra oración, unida a la Mía, porque Yo vi ésa maldad antes que vosotros, es la que ayudará a muchos.

 

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

 

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Al Yo enviar a Mi Hijo, les di lo mejor que Yo podía darles, les di el Cielo en la Tierra, les di Mi propia Vida.

Hijitos Míos, Yo como Padre amoroso de todos Mis hijos, Yo no permito que todo se dé, como creéis, casualmente en vuestra vida, todo va guiado de acuerdo a Mi Voluntad, pero respetando vuestro libre albedrío.

Un padre, una madre en la Tierra, también enseñan a sus hijos y tratan de enseñar lo mejor para que ése hijo, ésa hija puedan ser gente de bien en el mundo. Tratan de dar lo mejor, mejorando en sus errores, mejorando en todo aquello en lo cual ellos fallaron, para que sus hijos suban un peldaño más en su vida, tanto espiritual, como en el trabajo, como en su vida de relación con sus hermanos.

Aquellos que Me llevan dentro de su corazón, siempre buscarán, tanto su propia mejora, como la mejora de sus hijos y de todos aquellos que les rodean.

Al Yo enviar a Mi Hijo, les di lo mejor que Yo podía darles, les di el Cielo en la Tierra, les di Mi propia Vida, en la Vida de Mi Hijo, les di Mi Amor por completo. Él vino a traer el Amor, la paz, la concordia a todos los hombres, pero el hombre, en su libre albedrío, aparta de su persona, de su crecimiento espiritual, todo aquello que sienta que no le va a dar libertad, cayendo en un libertinaje realmente pecaminoso. El hombre ha despreciado a Mi Hijo, a Su Persona entre vosotros, pero también hay almas que aprovecharon Mis Bondades a través de Mi Hijo y en ésas almas son en las que Yo Me apoyo.

Os pido, Mis pequeños, que seáis ése apoyo espiritual, ése apoyo de vida, ése apoyo Divino en quienes Yo Me pueda manifestar para ir mejorando al mundo. Que seáis Mis hijos, Mis hijos verdaderos, Mis cristos en la Tierra, en los cuales Yo pueda confiar, en los cuales Yo Me pueda dar, con los cuales Yo pueda transmitir Mis Verdades y Mi Amor.

Poco comprendéis todavía, como os he dicho, lo que es verdaderamente Mi Amor y Mi Presencia en las almas, porque no Me dejáis entrar en pleno en vuestro corazón, en todo vuestro ser. Cuando vosotros os deis cuenta del regalo que es Mi Hijo, entonces Me daréis gracias de rodillas o postrados totalmente ante Mí, porque fue un regalo Divino, un regalo inconmensurable para la vida de los hombres.

Tratad de comprender todo esto pidiendo la Luz del Espíritu, porque es un misterio, del cual el hombre es muy pequeño para entender en totalidad, si no es con la ayuda del Espíritu Santo. Tratad de entender, Mis pequeños, el cuidado que tengo para cada uno de vosotros. Tratad de entender, Mis pequeños, ésta Luz que fue enviada para disipar las tinieblas en las cuales vivía el hombre. Tratad de entender, Mis pequeños, cuánto os amo y cuánto también he tenido que sufrir por ver al hombre despreciar a Mi Hijo y hasta asesinarlo en una Cruz por no querer aceptar Mi Amor y Mis regalos para con todos vosotros. Tratad de entender el Misterio que empezó con el “Fiat” de Mi Hija, la Siempre Virgen María quien, aceptando Mi voluntad, se dio en totalidad al Amor. Tratad de entender a ésa Familia de Nazaret, que protegió al Amor de los Amores, una vida santísima, una vida purísima, una vida de ejemplo, una vida en la cual realmente se llenaban con las riquezas espirituales y no buscaban las materiales, sino para poder tener lo necesario para poder proteger su cuerpo, sus bienes, pero sobretodo el Bien mayor, a Mi Hijo. Tratad de entender, ésa Vida Divina de Mi Hijo sobre la Tierra, Sus pasos, Sus Palabras, Sus pensamientos, Su donación total por cada uno de vosotros. Tratad de entender al Cielo entero, postrados ante Mi Presencia orando por todos vosotros.

Entrad en vuestro corazón, Mis pequeños y pedidle nuevamente a vuestro Dios Espíritu Santo que os ayude a entender tanto Amor, tanto Misterio de Amor, tanta vida de Amor que se ha dado por todos vosotros y se sigue dando, pero que vosotros, no permitís que entre a vuestro corazón.

Agradeced, aunque no entendáis, agradeced de antemano lo que Yo os daré, agradeced por tantas bendiciones que recibís todos los días. Hay tanto, tanto que Yo hago por vosotros y vosotros, ni os dais cuenta de cómo os consiento.

Aquél que entiende o trata al menos de entender y agradece y da de lo que tiene, recibe más, Mis pequeños. No os aisléis, no mantengáis una vida apartada de lo que es Mi Presencia en vosotros, dad de lo que habéis recibido, dad, hasta que os quedéis prácticamente sin nada, porque así podré Yo entrar perfectamente en vosotros y llenaros nuevamente y aún más de lo que teníais antes.

Que ése sea Mi regalo para vosotros en éstas Navidades, Mis pequeños, Mi Amor en pleno en vosotros. TenedMe confianza, Mis pequeños, abrid vuestro corazón en totalidad para que Yo Me derrame en vosotros y es cuando sentiréis, sabréis y agradeceréis lo que es un Padre amorosísimo para con Sus hijos.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Veréis mucha maldad, Mis pequeños y vuestra oración, unida a la Mía, porque Yo vi ésa maldad antes que vosotros, es la que ayudará a muchos.

(Lenguas…) Hijitos Míos, (Lenguas…), así como tendréis momentos Divinos, momentos preciosos, en los cuales Me manifestaré Yo ante los hombres, de diversas formas, también tendréis momentos difíciles, momentos tremendos, en los cuales veréis el ataque a vuestro Dios, a Mi Persona, a la Persona de Mi Madre, al Cielo entero. Satanás ha ido adquiriendo más adeptos a su causa, causa de destrucción, causa de maldad.

Poco a poco el mal ha ido cubriendo la Tierra, Yo os he dicho que ahora las tinieblas os cubren totalmente, pero Mi Luz nunca permitirá que las tinieblas destruyan a aquellos que ya llevan ésa Luz interior, aquellos que son Míos. Yo vine a disipar las tinieblas, Yo os vine a dar Luz,  Luz Divina, Luz Celestial, la Luz del Amor.

Sí, pequeños, desgraciadamente la maldad se ha ido entronizando en el corazón de muchos hombres y ha ido destruyendo todo cuanto toca, pero no a los que son Míos. A los que están Conmigo, podrán caer, porque la naturaleza espiritual y humana del hombre, de Mis pequeños, de Mis seguidores, todavía es débil, deberéis pedirMe todavía más, más alimento de vida, más donación, para que ya no caigáis en las tentaciones de satanás. Yo lo vencí, Yo os di el ejemplo de vida para que satanás no os pudiera vencer. Los que estáis Conmigo podréis vencer sus ataques, su fuerza, su maldad, la muerte espiritual a donde él os lleva, pero sí veréis cosas muy desagradables alrededor del mundo y muy cerca de vosotros, aún dentro de vuestra propia familia.

Veréis cosas tremendas dentro de Mi Iglesia, destrucción, separación, maldad. Veréis cosas tremendas en los gobiernos de la Tierra, llevando a vuestros hermanos hacia una depravación total, apoyándose en supuestas leyes humanas, pero que realmente es la maldad de satanás en ellas.

Veréis mucha maldad, Mis pequeños y vuestra oración, unida a la Mía, porque Yo vi ésa maldad antes que vosotros, es la que ayudará a muchos, muchos de vuestros hermanos a recuperar la salud espiritual y su salvación eterna.

Estad pues preparados, Mis pequeños, a sufrir junto Conmigo, porque Yo sufrí a lo largo de Mi Vida al ver todas éstas cosas y también en el Huerto de los Olivos, viendo que todo lo que Yo os había enseñado, para muchas, muchas almas, no iba a servir para nada, sino para burlarse todavía más de Mi Persona Divina. Yo vi lo que iríais a sufrir en el futuro, pero por otro lado, también os vi apoyándoos en Mí, vuestro Dios, de vuestro Salvador.

Estad pues Conmigo, no temáis a los acontecimientos, no temáis a los ataques de satanás, Yo Soy infinitamente más poderoso que él, él os podrá asustar, pero nunca os podrá obligar a que vosotros pequéis y estéis en contra Mía si Yo reino en vuestro corazón y si vosotros estáis apoyados en Mi Ley, en Mis Preceptos, en Mis Enseñanzas. Si os apoyáis en Mí, no temáis, Mis pequeños, venceremos. Ayudad a vuestros hermanos que no están apoyados en el Amor, ni en las Virtudes, ni en la Pureza, ni en la Santidad, por ellos sí hay que orar mucho, porque ellos sí podrán caer y quedar muertos eternamente. Orad, Mis pequeños, orad, os lo pido de corazón.
Gracias, Mis pequeños.