Abr 28_06 No es un juego el Sacramento Matrimonial.

Rosario.

 

Temas:

  • Son muy pocos los que vienen a pedirMe curación de alma antes que la del cuerpo.
  • Lo Mío, no es obligado nunca, para eso tenéis el libre albedrío, no hagáis por obligación lo que tengáis que hacer para Mí.
  • Os ponéis las barreras con los pretextos y lo que Yo os pido, inmediatamente el pretexto hace que se elimine Mi pedimento.
  • Sed congruentes con lo que enseñéis, con lo que viváis y así lograréis que vuestros hijos vivan en la verdad, sin dobleces, sed uno con ellos, en vuestra palabra y en vuestra acción.
  • Tened cuidado con lo que hagáis en vuestro Matrimonio y con los hijos que tengáis.

 

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

 

Primer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Son muy pocos los que vienen a pedirMe curación de alma antes que la del cuerpo.
Hijitos Míos, ved en las Sagradas Escrituras todo el ejemplo que Yo os di, la donación que tuve para con los hombres, ved Mis Milagros, ved Mi Vida íntima con Mi Padre, para obtener de Él fuerza, fuerza para vivir en el mundo, rodeado de maldad y fuerza para servirle, sirviéndoos a todos vosotros.

VedMe a Mí, todo un Dios Creador del Universo entero, sirviéndoos a vosotros, pequeñitas creaturas, siempre atento a lo que necesitáis y así Me la pasé haciendo Milagros entre vosotros para que confiarais en Mi Poder, pero muchos, muchos os habéis quedado nada más a nivel humano, como en aquellos tiempos, que se acercaban porque tenían dolores ó enfermedades en su cuerpo, acudían a Mi, para que fueran curados de ésos dolores externos, de sus lepras, de todo aquello que les impedía ser seres humanos normales, como el no poder caminar, no poder hablar, no poder ver, no poder oír, Yo les devolvía su salud, pero nadie se acercaba a pedir ésa purificación interior. Realmente no sabían lo que es el valor del alma y la afectación que produce el estar enfermos del alma.

Mis pequeños, junto con la curación que Yo les hacía en el cuerpo, les dejaba ésa semillita de Fe, para que ésta llegara al alma y que tuvieran su conversión, pero muy pocos, muy pocos de ellos hicieron crecer ésa semillita en su corazón y lo veis en el momento de Mi juicio, cuando prácticamente el pueblo entero gritaba “¡crucifícale, crucifícale!”, vinieron nada más para su curación externa, pero no hubo cambio interior, vinieron a alimentarse de Mí, pero solamente en su cuerpo, más no en su alma.

Podríais decir, ¿de qué sirvió todo el tiempo de Evangelización, los Milagros, Mi Vida entre ellos?, ciertamente sembré y ahora lo veis alrededor del mundo, Mi Palabra se difundió, pero aún así, son muy pocos los que vienen a pedirMe curación de alma antes que la del cuerpo, no le dais el valor que tiene el alma, que es infinita. Alimentáis el cuerpo, pero como os he dicho, vuestra alma es la que va a trascender, se va a unir con otras almas cuando dejéis el cuerpo y es cuando veréis vuestra realidad, qué tanto alimentasteis a vuestra alma y compararéis vuestra alma con la de vuestros hermanos cuando estéis ya a ése nivel espiritual.  Veréis el desperdicio de vuestra vida, el desperdicio de las oportunidades que tuvisteis para que vuestra alma creciera y se pudiera presentar ante Mi y ante vuestros hermanos, crecidos en Fe, en Amor, en Virtudes, que podáis estar orgullosos ante Nosotros, ante la Santísima Trinidad y ante vuestros hermanos, que os vean crecidos en vuestra alma por todos los méritos que aprovechasteis  hacer en la Tierra.

Meditad esto, Mis pequeños, porque todos llegaréis a ése momento y desde ahora, haced ése examen de conciencia íntimo Conmigo y honesto, para que veáis de qué estatura está vuestra alma y cómo se va a presentar en el mundo espiritual cuando lleguéis a el.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Lo Mío, no es obligado nunca, para eso tenéis el libre albedrío, no hagáis por obligación lo que tengáis que hacer para Mí.
Hijitos Míos, cuando os he pedido por vuestro perfeccionamiento en el alma, y que eso se traduce en actos humanos, os digo que sigáis Mi ejemplo. Ciertamente no podréis igualar Mi ejemplo, Mis pequeños, vivís en un mundo que os exige infinidad de cosas, tenéis compromisos por todos lados, debéis cumplir con lo Mío, con la Iglesia, con vuestra familia, con la sociedad, pero el hecho de pediros ser otros Cristos y que deis ejemplo de una vida santa, no necesariamente tiene que ser tal y como Yo lo hice, Yo lo que os pido, es que todo lo que hagáis, en donde estéis ó vuestras obligaciones que debéis llevar a cabo, lo hagáis con donación total, con amor y en perfección.

Se os dice en las Escrituras, que a lo que es “sí”, o sea verdadero, que sea un “sí” y a lo que sea falso, decir “no”. Así pues, si vuestra vida está normada en la veracidad, en la virtud y en el amor, estaréis haciendo Mi Voluntad ciertamente y seréis otros Cristos. Deberéis vivir en ésa pulcritud espiritual, no dejándoos llevar por todo aquello que pueda dañar vuestra alma, que ponga en entredicho vuestros actos, que vuestro ejemplo sea pecaminoso. Cuando vosotros vivís en la Luz y con esto quiero decir en la Verdad, actuando como Yo actuaría en la situación en la que estéis, entonces estaréis actuando santamente y eso es lo que deseo que viváis, que lo que actuéis, lo viváis santamente, dando ejemplo de perfección por la santidad, por lo bien hecho que hagáis todo lo que tengáis que hacer, en todo lo que estéis y que lo hagáis con amor, con donación. No que se os vea obligados a hacer las cosas, porque cuando vuestros hermanos, os vean en ésa actitud de obligación, no les gustará hacer lo que vosotros estáis haciendo. Cuando vosotros hacéis las cosas con gusto, entonces impregnaréis ése deseo en su alma, ellos verán que lo que estáis haciendo lo estáis haciendo para que los que estén con vosotros y los que hagan lo que tengan que hacer, va a traerles un bien, porque lo estáis haciendo con gusto.

Lo Mío, no es obligado nunca, para eso tenéis el libre albedrío, no hagáis por obligación lo que tengáis que hacer para Mí, no vengáis por obligación a la Santa Misa, no recéis por obligación el Santo Rosario, no hagáis por obligación las obras buenas, porque lo único que lograréis con ello, es que aquéllos que os vean, simplemente no querrán hacerlo, porque la obligación se nota y el amor, también se nota.

Haced lo que tengáis que hacer con gusto y de ésta forma haréis que vuestro hermanos también vivan haciendo lo que tienen que hacer con gusto, ofreciéndoMe cada minuto, cada segundo de su vida con gusto y así, viviremos en familia a gusto y no con un amor obligado que no nos llevará a nada.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Os ponéis las barreras con los pretextos y lo que Yo os pido, inmediatamente el pretexto hace que se elimine Mi pedimento.
Hijitos Míos, muchos de vosotros, en la actualidad viven en la incongruencia, como vivían muchos de los que Me seguían en aquél tiempo, escuchaban Mis Palabras, se les daba el conocimiento directamente de Mi Boca, como Dios, su corazón era movido al cambio, pero tan pronto se separaban de Mí, volvían a su vida antigua, a su vida de pecado, a sus costumbres, a su mal vivir.

Yo os pregunto, ¿de qué os sirve estar Conmigo, buscarMe, escucharMe, orar, porque cuando dejáis de hacerlo volvéis a vuestra vida de pecado, de vicio, de maldad, de mal ejemplo? Sí, muchos de vosotros Me pedís un cambio, pero entended que Yo no os puedo forzar a ése cambio, Yo os doy la Fuerza espiritual necesaria para que vosotros logréis ése cambio, ése avance espiritual, ésa vida íntima Conmigo, pero debéis poner de vuestra parte, debéis luchar contra vuestra carnalidad, contra vuestros vicios, contra vuestra vida que habéis llevado mal, debéis dejar todo eso aparte y tomar lo nuevo, lo santo. Pero la gran mayoría de vosotros tienen el pretexto siempre en su boca, en su mente y con los pretextos no avanzáis.

Mis pequeños, el pretexto es una barrera para el avance espiritual y aún intelectual. Vosotros, vosotros mismos os ponéis las barreras con los pretextos y lo que Yo os pido, inmediatamente el pretexto hace que se elimine Mi pedimento, inventáis infinidad de cosas para no hacer lo que Yo os pido, pero seguís insistiendo que necesitáis el cambio, pero no ponéis nada de vuestra parte.

Os digo nuevamente, entre el pretexto y el que Yo no puedo obligaros a nada, no se puede dar el avance espiritual para que vosotros podáis tener un avance fuerte espiritualmente hablando.

Primeramente debéis ser humildes, sinceros con vosotros mismos, ver vuestros defectos, luchar contra ellos, eliminar todas las barreras que os puedan evitar el crecimiento y hacer a una lado toda vuestra maldad, vicios, defectos y ésa es la tarea que debéis tener todos vosotros. Es una lucha fuerte, en la cual, los que saldrán victoriosos obtendrán todos Mis bienes.

Nuevamente os repito, si vais a seguir teniendo pretextos en vuestra vida y no tomáis lo que Yo os pido, que nunca va a ser superior a vuestras capacidades, no avanzaréis.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Sed congruentes con lo que enseñéis, con lo que viváis y así lograréis que vuestros hijos vivan en la verdad, sin dobleces, sed uno con ellos, en vuestra palabra y en vuestra acción.
Hijitos Míos, cuando contraéis matrimonio y tenéis la intención de procrear y darMe hijos, lleváis una idea en cuanto la educación que daréis a vuestros hijos, ciertamente será teórico todo ello, porque cuando entráis en la práctica, cuando empezáis a tratar a vuestros pequeñitos y vais viendo la forma de actuar de cada uno de ellos, vosotros mismos, si tenéis ésa sensibilidad y ése amor necesarios para la enseñanza, os iréis acoplando a la forma de ser de ellos, para que vuestras enseñanzas caigan en buena tierra y puedan dar fruto. Si sois buenos educadores, no impondréis, sino enseñaréis con amor, con respeto, con humildad y con paciencia. Veréis las reacciones de vuestro pequeño, lo llevaréis de la mano y haréis que todo lo que estéis enseñando vaya creciendo en su corazón, como a la plantita que se le va guiando para que crezca derecha. Vosotros sois ése palito que se pone junto a la plantita que va creciendo, para que vaya creciendo derecha, porque vosotros mismos deberéis estar ya derechos, rectos en cuanto a la espiritualidad que enseñaréis a vuestros hijos. La educación que deis tiene que ser vivida  primeramente por vosotros para que ellos mismos vean que lo que estáis enseñando, lo estáis viviendo y así tendrá un doble influjo en ellos.

La educación se les marcará más fuertemente en su vida cuando, por la palabra y el ejemplo, se enseñe. Cuando hay incongruencia causáis un gran problema en vuestros hijos, ciertamente queréis lo mejor para vuestros hijos, dais, dais mucho, dais en lo económico, dais en consejos, dais en amistad, dais viajes, dais regalos, pero en la gran mayoría de las veces, no os dais a vosotros mismos y esto solamente se da con el tiempo que paséis con ellos, con el tiempo que les dediquéis a vuestros pequeñitos. Dejad que ellos os conozcan, porque seréis el prójimo inmediato del cual aprenderán y lo que vean en vosotros serán las bases para toda su vida.

Si habláis de cosas bonitas, pero no las actuáis, tendrán problemas ellos, porque no sabrán qué hacer, si tomar las palabras ó tomar el ejemplo y desgraciadamente el ejemplo vencerá y si estáis dando mal ejemplo a pesar de las palabras bonitas, destrozaréis su alma y los principios que tendrán para toda su vida.

Sed congruentes con lo que enseñéis, con lo que viváis y así lograréis que vuestros hijos vivan en la verdad, sin dobleces. Sed uno con ellos, en vuestra palabra y en vuestra acción.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,

Sobre: Tened cuidado con lo que hagáis en vuestro Matrimonio y con los hijos que tengáis.
Hijitos Míos, Mis pequeños, actualmente habéis perdido lo que es la realidad del Sacramento del Matrimonio.

Mis pequeños, hablar de Matrimonio es hablar de vida, es hablar de transmisión de la vida que vosotros ya debéis tener en vuestra alma para transmitirla a vuestros descendientes.

Hablar de Matrimonio es hablar de donación, de humildad, de respeto, de crecimiento, de ayuda, de sacrificio.

Hablar de Matrimonio es procrear hijos, hijos para Mí, para el Cielo.

Cuando vosotros os unís en Matrimonio, hacéis un compromiso primeramente Conmigo, es una unión de por vida y ésa unión dará frutos.

Cuando vosotros Me pedís un hijo, os he dicho, que Yo no os estoy dando un hijo, os estoy dando un alma, es un alma nueva que va a bajar a la Tierra a servirMe y vosotros seréis maestros de ésa alma.

Entended bien ése concepto, Mis pequeños, vosotros seréis maestros y deberéis enseñar lo que ya debéis haber aprendido vosotros, Mi espiritualidad, la vida en la Gracia, en las virtudes, en el amor, en el respeto a vuestros hermanos, en el crecimiento de vida espiritual, en la donación hacia vuestros hermanos, en la transmisión del conocimiento que vosotros daréis y que luego recibirán vuestros hermanos.

Si vosotros no estáis preparados a transmitir vida espiritual, no os unáis todavía, porque no estáis preparados a ello. No solamente es vida física la que daréis, lo más importante que daréis a ése pequeñito es la vida espiritual y se os va a juzgar por lo que pongáis en ésa almita, será vuestro hijo, Me cuidaréis una almita, la haréis crecer en el amor, en la virtud, para que cuando crezca, ella pueda trasmitir también éstos valores a sus hermanos, ésa ayuda a crecer espiritualmente y por los méritos que ésta almita haga, podrá regresar fácilmente al Reino de los Cielos, al Reino del Amor, de donde primeramente salió.

Cuando Me estáis pidiendo un hijo, es un hijo para vosotros, no es un hijo para la sirvienta, no es un hijo para la guardería, no es un hijo para algún pariente, es un hijo de vosotros, porque vosotros transmitiréis la vida en la unión que habéis realizado.

Es un compromiso grande, os vuelvo a repetir, porque a ésa almita también la podréis matar, espiritualmente hablando ó le podréis dar un conocimiento falso, con el cual la destruiréis y ella destruirá a muchos posteriormente.

Os vuelvo a repetir, se os juzgará por cada una de las almas que vosotros habéis obtenido porque Me las pedisteis y de acuerdo a cómo las hayáis alimentado obtendréis premio ó castigo.

Es toda una cadena la que se va dando a través de lo que vosotros tenéis. Cadena de conocimiento, cadena de Verdad, cadena de Amor, vosotros daréis lo que tengáis en vuestro corazón, en vuestra mente, en vuestra espiritualidad.

Yo he confiado en vosotros, confío en que a ésas almitas, con las que Yo os regalo, las hagáis crecer verdaderamente para Mí, para vuestro Dios y no las dejéis crecer en la maldad, para el enemigo, porque entonces tendréis un Juicio severo para vosotros y les atraeréis a ellas también un Juicio severo.

Así pues, tened cuidado con lo que hagáis en vuestro Matrimonio y con los hijos que tengáis.

No es un juego el Sacramento Matrimonial, es una responsabilidad muy grande Conmigo, para con vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.