Feb 10_11 Debéis respetar, ministros Míos, lo enseñado por Mí, vuestro Dios.

Rosario vespertino.

 

Temas:

  • Ningún alma entra al Cielo si no está santificada y os santificáis en la Tierra u os santificáis en el Purgatorio.
  • Mi Santo Espíritu descenderá sobre cada uno de vosotros y os veréis internamente.
  • Tenéis que levantar ya vuestra cara hacia el Cielo y empezar a prepararos para éste encuentro Divino.
  • Aún queda tiempo, aprovechadlo, Mis pequeños, para salvar a tantos de vuestros hermanos que están viviendo en el mundo y para el mundo.
  • Esto os lo digo a vosotros, Mis hijos escogidos para ser ministros en la Iglesia, en la Iglesia de Mi Hijo. (Mensaje a los Sacerdotes)
  •  

    Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

    Primer Misterio, Habla Dios Padre,
    Sobre: Ningún alma entra al Cielo si no está santificada y os santificáis en la Tierra u os santificáis en el Purgatorio.
    Hijitos Míos, todos vosotros habéis sido llamados a amar, fuisteis creados para amar y ser amados por Mí, vuestro Dios.

    Hay almas que comprenden su misión desde que son pequeños, estas almas dan un ejemplo santo ante sus hermanos y ellas también regresan pronto al Reino de los Cielos porque estas almas aprendieron rápidamente cuál es la lección que debe todo ser humano aprender, que es la de amar, antes de entrar al Reino de los Cielos.

    El Purgatorio es un lugar en donde se santifican las almas. Sí, Mis pequeños, ningún alma entra al Cielo si no está santificada y os santificáis en la Tierra u os santificáis en el Purgatorio.

    Debéis pues, Mis pequeños, aprender a amaros los unos a los otros, que esta fue la lección de toda una vida de Mi Hijo sobre la Tierra, que vosotros aprendierais a amaros los unos a los otros. Y para esto, Mis pequeños, Yo pongo siempre cerca de vosotros a alguna persona que os va a enseñar a amar, a amarse mutuamente y amarMe a Mí, vuestro Dios.

    Ya sean matrimonios, ya sean amistades, ya sean hermanos o parientes, pero siempre habrá alguien que os enseñe lo que es el Verdadero Amor, Mi Amor, el Amor Celeste y vosotros debéis aprender de ellos y para eso Yo pongo siempre almas que os vayan enseñando el camino para regresar a Mí.

    El regresar a Mí, es haber llenado vuestra alma de Amor, porque nadie, como os dije antes, nadie va a entrar al Reino de los Cielos si no ha aprendido a amar y amarMe a Mí, vuestro Dios y Creador, a quien Me debéis todo lo que tenéis, todo lo que sois y todo lo que tendréis.

    Os pido pues, Mis pequeños, como os dijo Mi Hijo: “amaos los unos a los otros como Yo os he amado”
    Gracias, Mis pequeños.

    Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
    Sobre: Mi Santo Espíritu descenderá sobre cada uno de vosotros y os veréis internamente.
    (Lenguas…) Hijitos Míos, os pido que os mantengáis en estado de Gracia, ya desde ahora, Mis pequeños, porque pronto un rayo de Luz vendrá a cada uno de vosotros a aclarar vuestra mente, a aclarar vuestro corazón, Mi Santo Espíritu descenderá sobre cada uno de vosotros y os veréis internamente, veréis vuestro pasado, vuestro presente, veréis el dolor que Me habéis causado con vuestros pecados y lloraréis vuestros pecados cometidos, porque Me habéis hecho llorar a Mí, vuestro Dios, que vine a salvaros.

    Yo lloré en el Huerto, pero también lloré muchas veces durante Mi Vida pública, al ver tanto pecado, presente, pasado y futuro. Yo, vuestro Dios, no Me merecía esto, ni Me sigo mereciendo la ingratitud de los hombres y Me seguís atormentando con vuestros pecados. Me seguís causando tanto mal en Mi Santísima Trinidad.

    ¿Hasta dónde queréis llegar, oh humanidad perversa? Si no hubierais tenido Mi Evangelización, comprendería vuestro error, y tendríais un paliativo para vuestro castigo, pero no ha sido así, Mis pequeños. Yo bajé desde los Cielos a convivir entre los hombres y vine a ser Maestro de la humanidad. Os di conocimiento Divino, para que conocierais las Verdades, el Amor, la vida que se vive en el Reino de los Cielos, por lo tanto no tenéis pretexto alguno de que no sabéis qué hacer y qué es lo que va a pasar con vosotros al final de vuestra existencia.

    Algunos de vuestros hermanos siguen tonteando, al decir, con tal de desviar, porque se han vuelto instrumentos de satanás, que el alma no existe y que la vida del hombre termina tan pronto muere, pero es una realidad que cada uno de vosotros vive por el alma que tenéis dentro de vosotros y esta alma nunca muere, porque es eterna. Aunque tratéis de negar esta Verdad, es una realidad y tarde o temprano os vais a enfrentar ante Mí, vuestro Dios, para ser juzgados por lo que hicisteis y por lo que dejasteis de hacer, también, sobre la Tierra, por todo el mal que causasteis, pero también veréis todo el bien que hicisteis, también a lo largo de vuestra vida.

    Todo esto lo conoceréis, Mis pequeños, en unos cuantos momentos, que serán para vuestra ayuda espiritual y para que retoméis el buen camino, si así lo deseáis, y si no lo deseáis así, por lo menos sabréis que existe un Cielo, un Purgatorio y un Infierno y que vuestra alma va a trascender y que va a llegar a cualquiera de ésos lugares.

    Tomad pues ya vuestra responsabilidad, Mis pequeños, y no queráis haceros los ingenuos, haciendo creer que no sabéis lo que os pasará después de vuestra vida aquí en la Tierra. Es una realidad de la cual no os vais a escapar, ya que tarde o temprano os enfrentaréis ante Mí, vuestro Dios y seréis juzgados, buenos y malos.

    Por eso, nuevamente, os pido, Mis pequeños, que preparéis éste encuentro, que os mantengáis en estado de Gracia, que luchéis por manteneros en la bondad, actuando en ella, viviendo para ella, y preparándoos para morir en ella, porque la bondad de vuestros actos y de vuestra vida, es la que os va a asegurar vuestra vida eterna en el Reino de los Cielos.

    Tened cuidado si habéis obrado mal por mucho tiempo y no os ha importado llevar una vida recta. Si sois de aquellos que no creéis lo que vaya a suceder en un futuro cercano, empezad ya a creerlo, Mis pequeños, porque ya estáis viendo a vuestro alrededor cómo vuestro mundo se está derrumbando y recordad que, cuando algo se derrumba y cae, después viene un resurgimiento más bello que todo aquello que se derrumbó y así va a ser con éste mundo, pronto.

    Se va a derrumbar todo aquello que conocéis, será quemado, eliminado, el fuego devorará todo lo que conocéis para que empiece una renovación bella, sana y santa para todos vosotros. Bella, porque ya lo veréis todo a través de Mis Ojos, porque aún no conocéis lo que es verdaderamente bello ante Mis Ojos. Sano, porque ya no tendréis lo que ahora tenéis y que habéis buscado, habéis buscado la maldad y ésta desaparecerá por algún tiempo, para que vuestra alma se expanda, se purifique, crezca y lleguéis a lo santo, porque todos habéis sido llamados a ser santos, como Mi Padre es Santo y todo será Santificado, para que así se cumpla lo que está profetizado.

    Poned todo de vuestra parte, Mis pequeños, para que podáis llegar a tener todo lo que se os ha prometido y es cuando Me daréis la razón de por qué tanto os anunciaba que os mantuvierais en el Bien, porque se os iba a dar un gran regalo en esta nueva Tierra que habitaréis los que seréis escogidos.

    Conoceréis el dolor que Me causasteis con vuestros pecados y es cuando vosotros mismos trataréis de aliviar Mis Heridas, las Heridas causadas por vuestros pecados en Mi Cuerpo, en todo Mi Ser.

    AmadMe, Mis pequeños, como Yo os amo, cuidadMe como Yo os cuido, llevadMe siempre en vuestro corazón, como Yo siempre os llevo. No os separéis nunca de Mí, porque Yo nunca Me separo de vosotros. Actuad y vivid correctamente para que seáis llamados hijos de Dios y tengáis derecho a los Bienes prometidos.
    Gracias, Mis pequeños.

    Tercer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
    Sobre: Tenéis que levantar ya vuestra cara hacia el Cielo y empezar a prepararos para éste encuentro Divino.
    Hijitos Míos, os he pedido que os llenéis de Mí, que os protejáis con Mi Persona en vosotros, porque satanás quiere destruir a toda la humanidad, quiere destruir todo lo que Yo he creado y, principalmente, vuestra persona, como hijos Míos.

    No os imagináis Mis pequeños, todo lo malo que él está tramando hacer para atacaros y destruiros. Pero, ciertamente, conozco sus planes y no dejaré que él actúe plenamente, como él quiere hacerlo, porque entonces sí os destruiría.

    Si vosotros estáis revestidos de Mi Gracia y de Mi Amor, si vosotros sois almas crecidas en el Amor y en las Virtudes, difícilmente os destruirá.

    Muchos de vosotros habéis sido ya acrisolados por años. He permitido dolores, penas tribulaciones, ataques hacia lo Mío, que guardáis en vuestro corazón y os habéis mantenido Conmigo. Habéis sido acrisolados, os repito, para recibir el ataque fuerte de satanás en estos tiempos y no caigáis en sus tentaciones ni en sus engaños.

    La humanidad pronto va a sufrir una tribulación tremenda, como nunca la ha sufrido y será la prueba final, en Fe, que tendréis, antes de pasar a los Cielos Nuevos y Tierras Nuevas. Os tratará de apartar de Mí con sus mentiras, nuevamente, pero vosotros, estando Conmigo, difícilmente caeréis ante su embate.

    Pero os pido, Mis pequeños, que oréis por aquellos hermanos vuestros que no están preparados para este ataque tan fuerte. Unos, porque no han crecido en Fe ni en Amor, otros, porque se han vuelto instrumentos del mismos satanás.

    Se habla de que la prueba es fuerte y, vosotros os atemorizáis, pero ¿qué sucede cuando vosotros vais a la escuela? Cuando vosotros estudiáis vuestras lecciones y os vais preparando día a día, al momento en que llega el examen que tenéis que pasar, éste no se os va a hacer tan difícil, como para aquellos que sólo estudian uno o dos días antes y, así será aquí, Mis pequeños. Aquellas almas que han tratado de mantenerse en Mí, aún a pesar de los ataques del mundo y de vuestros mismos hermanos que os rodean, si vosotros estáis Conmigo difícilmente caeréis en los engaños y ataques de satanás. Pero veréis muchos de vuestros hermanos caer, gritaréis, para que no vayan hacia donde los está llevando satanás y no os harán caso. Van a ser momentos de dolor, porque veréis caer a muchas almas de conocidos vuestros, que quisierais que se salvaran, pero no lo lograrán, porque no se han preparado día a día, como debieron haberse preparado.

    Todos habéis recibido Mi Mensaje en algún tiempo. Se os está dando, en estos momentos, a lo largo del mundo entero, lo que va a suceder en breve, para que se preparen en todas las naciones de la Tierra, pero muchos, muchos poblados, países, muchos hermanos vuestros no quieren entender.

    Orad, orad, mucho por estos hermanos que perderán su vida espiritual y esto fue uno de los grandes dolores de Mi Vida sobre la Tierra y la causa de muchas lágrimas que derramé, por ése dolor tan grande de perder a tantas almas y eternamente.

    Ahora no os imagináis, Mis pequeños, lo que es el Sufrimiento Espiritual de todo un Dios.

    Yo estoy con vosotros, pero ¡cómo quisiera que todos vosotros estuvierais Conmigo! Tenéis que levantar ya vuestra cara hacia el Cielo y empezar a prepararos para éste encuentro Divino.

    Que el poco tiempo que tengáis, todavía sobre la Tierra, sea para quitarMe dolor por vuestros pecados y los pecados de vuestros hermanos. DadMe ésa alegría, Mis pequeños, por tantas alegrías que Yo os he dado a lo largo de vuestra vida.
    Gracias, Mis pequeños.

    Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
    Sobre: Aún queda tiempo, aprovechadlo, Mis pequeños, para salvar a tantos de vuestros hermanos que están viviendo en el mundo y para el mundo.
    Hijitos Míos, dejaos mover por Mi Santo Espíritu, para que Él os dé ésa vida espiritual verdadera que cada uno de vosotros necesitáis tener, para que podáis entrar, primeramente, a los cielos Nuevos y Tierras Nuevas y luego, eternamente, al Reino de los Cielos.

    Y os recuerdo, continuamente, que os dejéis mover por Mi Santo Espíritu porque, por un lado el olvido del hombre es continuo, os olvidáis de Mi Presencia en vuestro corazón, os olvidáis de vuestras obligaciones espirituales que tenéis para Conmigo y para con vuestros hermanos. Os olvidáis de que en algún tiempo entraréis a una nueva vida que no conocéis plenamente, pero que ya se os ha dado algún conocimiento sobre ello y que debéis respetar y luchar por conseguir.

    Ciertamente, vivir en el bien es difícil, porque el mundo quiere vuestra destrucción, pero ¿de qué otra forma os podréis ganar el Reino de los Cielos si no es luchando por él?

    Vosotros decís que el que persevera alcanza y, vosotros debéis perseverar en la lucha, en la lucha diaria que tenéis contra los ataques del mal. Ya sean éstos ataques directamente de satanás hacia vosotros o indirectamente a través de algún hermano vuestro. De cualquier manera, Mis pequeños, no estáis a salvo si no os unís a Mí.
    Mucho se os da, pero poco respondéis. Grandes bellezas os están esperando, os he dicho, pero os falta mucha Fe, porque estáis como aquellos que están ciegos, que se mantienen solamente en lo que pueden ver y tocar, que están ciegos al mundo, que están ciegos a las bellezas que Yo os quiero dar.

    Ciertamente, en el mundo tenéis cosas bellas, pero no las queréis ver, preferís el mundo que habéis construido vosotros con vuestro pecado y con vuestra maldad. Por eso os había ya dado otro Mensaje en donde veíais que estaba el mundo dividido, una parte el bien y otra parte el mal, ¿de qué lado estáis cada uno de vosotros?

    Ciertamente el mundo es para todos, pero cómo habéis hecho vuestro mundo, en lo particular, cada uno de vosotros. Tuvisteis las mismas oportunidades, pero algunos de vosotros preferisteis el mal y así, vuestro mundo personal, os destruyó espiritualmente. No tomasteis del mundo lo que os podía llevar hacia el bien y santificaros, en cambio, otros hermanos vuestros tomaron del mundo todo aquello que los podía santificar que, ciertamente, es la parte más difícil, porque la gran mayoría prefiere gozar, vivir sin molestias, procurando gozar de todo aquello que os rodea y, desgraciadamente, mucho de aquello que os rodea, os lleva al pecado y a la pérdida de los valores espirituales.

    En cambio, la parte del mundo en donde veis a vuestros hermanos que viven Conmigo, han sido acrisolados en el dolor, mucho ataque de satanás, en diferentes formas. Han atacado a hermanos vuestros a lo largo de su vida y, en lugar de escoger el vivir en ésa falta de valores, en ésa vida de pecado, han rechazado ésa vida que Me causa tanto dolor.

    Por eso, se os dice en las Escrituras, que aquellos que vivieron para el mundo, ya tuvieron su premio, porque eso es lo que buscaron, pero tendrán una tristeza eterna. En cambio aquellos que no quisieron ser del mundo, que sufrieron, pero que su sufrimiento fue ofrecido para la salvación de las almas, éstas almas vivirán Conmigo eternamente, porque el mundo atacó a Mi Hijo y ataca a todos aquellos que están Conmigo.

    Por eso, os vuelvo a decir, si sois del mundo y el mundo está con vosotros, tened cuidado, arrepentíos y regresad al Bien, porque vuestra condenación es segura si seguís así con ésa vida, en donde Me estáis dando la espalda, y que estáis viviendo para satanás y no para Mí. En cambio, aquellos que han vivido en el mundo, pero no para el mundo, y el mundo los ha rechazado, como rechazó a Mi Hijo, éstas almas están asegurando su bien eterno y Me estáis dando una gran alegría, porque sois ejemplo ante vuestros hermanos.

    Yo Me congratulo con vosotros, porque sabéis que cuando sufrís y cuando se os ataca por defender Mi Santo Nombre, Yo estoy con vosotros y estáis asegurando vuestro regreso eterno al Reino de los Cielos.

    DadMe más alegrías, Mis pequeños, trayéndoMe almas a su salvación eterna, aún queda tiempo, aprovechadlo, Mis pequeños, para salvar a tantos de vuestros hermanos que están viviendo en el mundo y para el mundo.
    Gracias, Mis pequeños.

    Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
    Sobre: Esto os lo digo a vosotros, Mis hijos escogidos para ser ministros en la Iglesia, en la Iglesia de Mi Hijo.
    Ciertamente, Mis pequeños, la vida sacerdotal y religiosa, es una vida de entrega, una vida de donación, de olvido a sí mismo.

    Mis pequeños, os mandé a Mi Hijo para que vierais en Él, ése ejemplo sacerdotal, y esto os lo digo a vosotros, Mis hijos escogidos para ser ministros en la Iglesia, en la Iglesia de Mi Hijo. Estáis llamados a una posición altísima ante los hombres, que es el Sacerdocio, pero que vosotros no sabéis valorar.

    No os dais perfectamente cuenta de lo que significa ser un sacerdote, habéis perdido ya ésa sensibilidad y la gran mayoría, de los actuales sacerdotes y ministros de Mi Iglesia, no buscan dar ése buen ejemplo, que es el de mantenerse en las Verdades que os enseñó Mi Hijo y que tenéis en las Sagradas Escrituras. Os preguntó: ¿entonces de qué sirvió que Mi Hijo viniera a la Tierra y os diera el Ejemplo que vosotros debéis seguir, si ahora estáis inventando formas en que os debéis conducir, haciéndole creer a los fieles que lo enseñado por Mi Hijo ya es antiguo y obsoleto, cuando Mis Palabras y Enseñanzas son eternas?

    Vosotros, si crecéis, llegáis a la ancianidad y morís, pero lo que os dio Mi Hijo, es siempre joven, es siempre presente y día a día podéis tomar lecciones nuevas de las Palabras dadas desde antiguo y, esto quiere decir que todo lo que viene de Mí, vuestro Dios, siempre es presente para todas las almas.

    Estáis desperdiciando vuestro Sacerdocio, vuestro llamado, satanás ha sabido introducirse dentro de la Iglesia y, con sus manipulaciones y vuestra tontería, ha sabido ir destruyendo lo que debisteis haber mantenido y defendido aún a costa de vuestra propia vida y por eso habéis desperdiciado demasiado de lo que se os había dado, pero pronto reconoceréis todo el error cometido y, aquellos que Me amáis, lloraréis vuestros errores y lloraréis por los errores de vuestros hermanos y esto ayudará al cambio y a la purificación de Mi Iglesia, para que la conozca el mundo como primeramente fue creada.

    Debéis respetar, ministros Míos, lo enseñado por Mí, vuestro Dios, ¿o acaso hay algo más perfecto que lo Mío?, ¿acaso aquello que estáis inventando es más sabio y mejor que lo que Yo os di? No seáis tontos, Yo Soy vuestro Dios, vosotros sois creaturas, creaturas manipuladas fácilmente por las mentiras de satanás y queréis cambiar lo que Yo, vuestro Dios, os di, con Mi Sabiduría Infinita y le creéis más a la serpiente, a satanás, que está destruyendo todo lo que viene de Mí y os está destruyendo a cada uno de vosotros, Mis ministros y al mundo entero. ¿Por qué estáis tan ciegos? ¿Por qué sois tan tontos y no defendéis lo que viene de Mí y que se os hace más fácil decir que es obsoleto y pasado lo que Yo os di, cuando sigue siendo Perfecto?

    Satanás no tiene Mi Sabiduría, satanás no os ama como Yo os amo, satanás no os ha dado un hijo, como Yo os di el Mío, para que muriera por vosotros, por vuestros pecados y os diera una nueva vida. Satanás solamente quiere vuestra destrucción y todo lo creado.

    Es tiempo de que abráis ya los ojos y defendáis lo Mío y, si no sois vosotros, Mis ministros, los que defenderéis Mi Iglesia, lo serán los fieles que he escogido para estos tiempos, que están llevando mejor su Sacerdocio Bautismal, que vosotros, con vuestro Sacerdocio Sacramental.

    Tened cuidado, porque Mi Juicio va a ser severo, muy severo contra vosotros, Sacerdotes Sacramentales, que Me habéis dado la espalda y Me habéis traicionado y estáis traicionando a vuestros hermanos al llevarlos por caminos errados.

    Y vosotros, Mis pequeños, fieles a Mí, os Bendigo y os pido que no os separéis de Mí ni de lo enseñado por Mi Hijo, porque esto es lo que os va a asegurar la vida eterna y ése gozo inmenso de conocer lo que todo un Dios tiene para vosotros.
    Gracias, Mis pequeños.