Oct 28_10 Por fin llegaré Yo a poner Paz en las naciones y Mi Amor Reinará.

Rosario vespertino

Temas:

  • Os pido por favor que cuidéis a vuestros hijos, para que satanás no os los arrebate tan pronto.
  • Vuestro corazón se ha vuelto insensible, Yo no os di ése corazón, Mis pequeños, Yo os di un corazón que amara, un corazón que se uniera en solidaridad con el hermano necesitado.
  • Con Mi Amor en vuestro corazón, saldréis sin duda de las pruebas que tendréis, os lo aseguro.
  • Cuando vosotros sintáis Mi Amor, viviréis un éxtasis profundo y éste será eterno en el Reino de los Cielos.
  • Cuando vosotros sintáis Mi Amor, viviréis un éxtasis profundo y éste será eterno en el Reino de los Cielos.

 

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo, a J. V.

Primer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,  
Sobre: Os pido por favor que cuidéis a vuestros hijos, para que satanás no os los arrebate tan pronto.
Hijitos Míos, cuando Yo le decía a Mis apóstoles, “dejad que los niños vengan a Mí”, lo hacía también para deleitarMe Yo, al ver sus almitas limpias, puras. Ciertamente, algunos de ellos traviesos y que ya pudieran empezar a tener alguna suciedad en su almita, pero ésa sencillez, ése amor, es algo muy especial en los niños y, cómo quisiera que también los adultos pudieran tener ésta almita de niños, que Yo pudiera ver en vosotros, Mis pequeños, Mis hermanos, ésa sencillez del niño, ésa pureza, ésa docilidad y que Yo Me deleitara en vosotros, como Me deleito al ver el alma de los niños, de los pequeñitos.

Por cierto, en estos tiempos que satanás se ha introducido ya tan fuertemente en el mundo, Mis pequeñitos pierden muy pronto la inocencia y ésa pureza, que antes les duraba más tiempo. No os imagináis cuánto Me duele esto, Mis pequeños, ver cómo vuestros hijos pierden tan rápido la inocencia, por tanto mal que les rodea, pero también porque vosotros no les cuidáis su vista y su oído y ellos se van llenando, desde muy temprana edad, de suciedad y esto, ciertamente, va afectando a su vida de relación, tanto con sus hermanos como para Conmigo, desde ahí y toda su vida.

Si vosotros hicierais lo posible para que vuestros hijos se mantuvieran, por el mayor tiempo posible, en inocencia, en pureza, buscándoMe a través de vuestro ejemplo, a través de las oraciones en que les acompañarais, si ellos tuvieran ésa compañía continua de vosotros y protegiéndoles de todo lo adverso que les llega del mundo, vuestros pequeñitos todavía podrían tener ésa alma tan bella con la que Yo Me deleito.

Os pido por favor que cuidéis a vuestros hijos, para que satanás no os los arrebate tan pronto, porque cuando no dais buenos cimientos en Fe y en amor a Mí, satanás fácilmente los hace caer en tentación y en pecado y luego es muy difícil regresarlos a lo bueno, en donde ellos deben vivir. Se pierden tantas almas y mucha de ésa culpa la tenéis vosotros, padres de familia, que no dais las bases a vuestros hijos para que se defiendan contra los ataques de satanás a través de sus mismos amiguitos, compañeros de escuela, amigos, vecinos. Vosotros debéis cuidarles para que ellos vivan más tiempo cerca de Mí, porque tan pronto crecen, ellos van cambiando de intereses, pero si vosotros les disteis bases buenas, nunca se apartarán de Mí.

Ciertamente el hombre siempre está buscando nuevas cosas por conocer, y eso es natural, porque os he dado mucho, pero no es lo mismo que se embeban en ésas cosas nuevas, que aprendan, aún estando solos, a que Me tengan a Mí junto a ellos, que Me compartan y, así nunca Nos separemos, que eso es algo que también os he pedido a vosotros continuamente, que Me llevéis a todas vuestras labores a donde vayáis, que no os apartéis de Mí en vuestros pensamientos, en toda vuestra vida y a la hora del sueño, Me la ofrezcáis y Yo velaré también junto con vosotros.

Ésa es la vida que deben llevar los hijos Míos, Mis hermanos, siempre unidos, siempre compartiendo que, cuando se sufra, suframos juntos, que cuando os alegréis, Nos alegremos juntos, que cuando haya un problema, lo resolvamos juntos, pero nunca apartados, Mis pequeños y os lo pido nuevamente, manteneos siempre Conmigo, unidos y vosotros unidos a vuestros hijos, para que Me los traigáis en todo momento y ellos aprendan, desde pequeñitos, lo que vosotros ya debéis tener en vuestra vida, o sea, una unión total Conmigo, con vuestro Hermano, Cristo Jesús.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Vuestro corazón se ha vuelto insensible, Yo no os di ése corazón, Mis pequeños, Yo os di un corazón que amara, un corazón que se uniera en solidaridad con el hermano necesitado.
Hijitos, Me duele tanto ver cómo vuestro corazón se ha endurecido. Estáis viendo ya tanto mal a vuestro alrededor, que vuestro corazón se va acostumbrando a ver todo ello y ya no se conmueve para pedir ayuda por vuestros hermanos necesitados. Pasáis junto al pobre y vuestro corazón no se duele con su pobreza, con su dolor. Ya no vais a visitar al enfermo, ya no vestís al desnudo, ¿dónde están las obras de Misericordia que Yo pedí que vosotros las cumplierais, para que de ésta forma vuestro corazón siempre se mantuviera en amor y así vuestro paso al Reino de los Cielos fuera fácil? Porque es Amor en el que viviréis y, si no aprendéis desde ahora, mucho tiempo tendréis que pasar para purificar antes de entrar al Reino de los Cielos.

Vuestro corazón se ha vuelto insensible, Yo no os di ése corazón, Mis pequeños, Yo os di un corazón que amara, un corazón que se uniera en solidaridad con el hermano necesitado, cualquiera que fuera su necesidad. Pero vuestro corazón, ya no ama. Ponéis tantos pretextos para no ayudar al que pide vuestra ayuda. Os hacéis a un lado, volteáis al otro lado para no ver al hermano necesitado. Cerráis, no solamente vuestros bolsillos por ayudar al necesitado, sino estáis cerrando lo más importante, vuestro corazón, para que el amor que debiera haber ahí, creciera, y ya no está creciendo.

Vuestro corazón ya no sabe amar como ama el Mío. Mi Hijo bajó a enseñaros a amarse los unos a los otros pero, vosotros, no queréis hacer caso a ésta orden Divina y vuestra salvación y gozo eterno dependen en gran parte de ésta orden Divina, de que “os améis los unos a los otros como Yo os he amado”.

Por eso el morir para muchos hermanos vuestros, se vuelve muy difícil, sufren tanto en su agonía, porque se dan cuenta que se van a presentar ante Mí con las manos vacías y no solamente eso, sino con una falta más grave, haber rechazado al hermano necesitado y, a veces, hasta haberlo blasfemado para que no os molestara.

Meditad en todo esto, Mis pequeños, porque vuestro Juicio, os he dicho, será en el Amor. Si vosotros disteis amor a vuestros hermanos y os compadecisteis de ellos, estad seguros, Mis pequeños, que Yo haré lo mismo por vosotros, cuando lleguéis a Mí, a vuestro Juicio particular. Tanto os he dicho también que veais a vuestro prójimo y en él Me veáis a Mí, pero se os olvida todo esto, porque no queréis dar y, no solamente no dais de lo material, sino que tampoco dais de lo espiritual. No dais amistad, no dais apoyo moral o espiritual, ya no hay compañerismo, ya no hay amistad profunda, ya hay tantos intereses creados, que estáis esperando que el otro os dé, para que vosotros también deis y, entonces sí estáis jugando con un negocio y no estáis realmente viviendo en Caridad, porque en la Caridad dais sin esperar recibir, porque estáis viendo la necesidad en el hermano y, también conocéis su pobreza, sabiendo que no os podrá dar de regreso lo que vosotros estáis dando y a la mejor hasta os está costando vuestros últimos centavitos.

El que verdaderamente ama, se da por el hermano, pero ahora vosotros dais esperando recibir y, además, una gran retribución.

No, Mis pequeños, ya no estáis viviendo en Amor, es puro interés y si veis que el hermano no
os va a poder compartir de lo que tiene, no le ayudáis, para que no os quedéis sin lo que le estáis dando.

Tened cuidado pues, Mis pequeños, os lo repito, lo que hayáis hecho con vuestros hermanos Me lo estáis haciendo a Mí y, en vuestro Juicio, todo esto se os mostrará y ya no habrá tiempo de arrepentimiento. Preved pues ésos momentos, para que cuando seáis juzgados, podáis gozar un Juicio a vuestro favor y así no solamente os alegréis vosotros, sino que se alegre el Cielo entero junto con vosotros y podáis entrar alegremente a vuestra Casa Eterna.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Con Mi Amor en vuestro corazón, saldréis sin duda de las pruebas que tendréis, os lo aseguro.
(Lenguas…) Hijitos Míos, Soy vuestro Padre y vuestro Dios. Todo lo creado proviene de Mí, todo lo que conocéis y aún aquello que no conocéis ha sido creado por Mí.

Tendréis un momento, pronto, en vuestras vidas, en que os haré ver y vivir de Mis Misterios de Amor, para que Me comprendáis desde lo más profundo de vuestro ser.

Vuestros sentidos serán iluminados por Mi Gracia, conoceréis muchas cosas, ahora desconocidas por el hombre, os haré vivir momentos bellísimos, pero también os haré ver vuestras faltas personales. No tendréis a dónde ir ni dónde esconderos, estaréis frente a Mí, vuestro Dios, veréis vuestra realidad ante Mí y la realidad de vuestra vida, por vuestros actos, buenos y malos.

Son momentos próximos a venir, para que el hombre se dé cuenta de su pobreza espiritual, para que os deis cuenta de tanto que pudisteis haber hecho por Mi Reino y no lo hicisteis. Os daréis cuenta el desperdicio de vuestra vida y cómo aún a pesar de que os lo recuerdo continuamente, seguís embebidos en tantas cosas que no os van a redituar un Bien espiritual que os defienda ante vuestro propio Juicio. Lloraréis con amargura vuestra tontería, vuestra negligencia, vuestro desamor, tanto contra Mí, como contra vuestros hermanos. Os daréis cuenta de tantas veces que fuisteis causa de pecado para con vuestros hermanos. Conoceréis también el bien que hicisteis, pero que ya puesto en la balanza, no os ayudará mucho para que ésta se vuelva en favor vuestro. Mi Misericordia es Infinita y Yo os puedo ayudar en cualquier momento en que Me lo pidáis aquí en la Tierra, en la misión que debéis completar para el bien de vuestros hermanos y para vuestro propio bien.

¿Cómo estaréis en ésos momentos, en donde, desnudos estaréis ante Mí, vuestro Dios? No os podréis esconder ante Mi Mirada, vuestra alma la conozco perfectamente, no podréis esconder las faltas que guardáis en vuestra alma y en vuestro corazón. Cuánto dolor tendréis, pero esto os ayudará a que recapacitéis y os volquéis hacia Mí y así muchos de vosotros trataréis de reparar vuestro mal.

Meditad ya en ésos momentos que os presentaréis ante Mí. ¿Cómo estaréis? ¿Estará vuestra alma limpia y preparada para regresar a Mí, si Yo os lo pidiera en ése momento?

¡Cuánto dolor Me causáis cuando os veo con las manos vacías! ¡Cuánto dolor Me causáis y son pocas las almas que reparan por sus propios pecados y por los de todos vosotros! Bendecidles, orad intensamente por éstas almas que, quizá, gracias a sus oraciones, que llegan a la Comunión de los Santos, muchos de vosotros os salvaréis. Orad por ellas, porque muchas almas pueden entrar al Reino de los Cielos por su donación total hacia Mí.

Os amo a todos vosotros, porque sois Mis hijos y Yo quisiera que todos vosotros entrarais de regreso a Mi Reino, a vuestro Hogar Eterno, pero sé que hay muchos de vosotros que no apreciáis el que Yo viva, el que Yo os nutra, el que Yo os cuide, el que Yo vea en todo momento por vosotros. Estáis tan alejados de la realidad Divina que solamente buscáis lo humano, que es una irrealidad para vuestra alma. Satanás os engaña fácilmente, os lleva por caminos de mentira haciéndoos creer que es lo que debéis hacer en estos momentos.

Mis pequeños, busco vuestro bien y vuestro regreso a Mi Reino, debéis prepararos para los momentos que se acercan. En cierta forma vuestra alma os defenderá si ella está llena de Mi Amor. Cuando tenéis amor y lo tenéis en abundancia, Mi Amor lo transpiráis, satanás lo ve y no puede contra vosotros, pero si estáis alejados del Amor, ¿con qué os defenderéis?

Aunque conozcáis las Escrituras y os las sepáis de memoria, ¿de qué sirven si no las ponéis en práctica?

Cuidad pues vuestra alma, Mis pequeños, los momentos se acercan, preparaos para que podáis salir victoriosos de la prueba. Con Mi Amor en vuestro corazón, saldréis sin duda de las pruebas que tendréis, os lo aseguro. Os Bendigo, Mis pequeños, os dejo Mi Corazón, os dejo todo en Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Cuando vosotros sintáis Mi Amor, viviréis un éxtasis profundo y éste será eterno en el Reino de los Cielos.
Hijitos Míos, cuando os he dicho que en el Reino de los Cielos viviréis eternamente jóvenes, con esto os estoy diciendo, que viviréis en vuestras potencias máximas, porque cuando sois jóvenes, vosotros os sentís victoriosos, os sentís fuertes, sentís que todo lo podéis y, así, os aventuráis a hacer tantas cosas, porque tenéis fuerza para hacerlo. El hecho de que viváis jóvenes, es para que siempre estéis buscando el Amor, Mi Amor eternamente.

Son tantas las facetas de Mi Amor, que ni aún eternamente viviendo, las alcanzaréis a vivir todas y no os aburriréis en ello, siempre habrá más que aprender de Mí y gozar de Mí, de vuestro Dios. Ahora no podéis apreciar bien lo que os estoy diciendo, porque la humanidad ha tergiversado tanto la palabra “amor”, que ésta solamente se queda en vuestros sentidos carnales, pero cuando vosotros sintáis Mi Amor, viviréis un éxtasis profundo y éste será eterno en el Reino de los Cielos.

Imaginad un gozo al máximo continuo y eterno y ésa va a ser vuestra tarea, Mis pequeños, ¡gozarMe! Es algo grande para el alma, gozar a su Dios, gozar al Amor.

Manteneos pues, Mis pequeños, jóvenes, pidiéndoMe ésa Gracia, que vuestro exterior, aunque esté ya débil y avejentado, no os impida sentir ésa juventud que siempre tenéis en vuestro interior y, vosotros, los que habéis llegado a una cierta edad madura, en donde el cuerpo empieza a decaer, ciertamente sentís que vuestra alma sigue siendo joven y, ésas son las potencias que se quedarán eternamente en vuestro ser.

OfrecedMe pues vuestra juventud espiritual, para que Yo la Bendiga eternamente. No desviéis el camino, Yo os he dado éstas bellezas para que las cuidarais. Os he dado un alma bella, para que vosotros, con vuestros actos la santificarais, tenéis una noble tarea que llevar a cabo, que es buscar la santidad, no solamente para vosotros, sino para vuestros hermanos. Os Bendigo, Mis pequeños y os quiero jóvenes y santos para siempre.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Gobernantes de todas las naciones: Yo, vuestro Dios, Juez, Juez Divino que conoce vuestras acciones, os anuncio vuestro próximo Juicio, el cual será severo.
Hijitos Míos, como Ley natural y Divina, sabéis que todo aquello que vosotros hayáis hecho en la maldad, en el error, en el pecado, tarde o temprano se os va a revertir y lo mismo, lo que hayáis hecho en el Bien, también tarde o temprano os llegara a vosotros y a los vuestros.

Y esto os lo digo, Mis pequeños, principalmente por aquellos que han gobernado a los pueblos de la Tierra, que no han gobernado con justicia, con amor, que no se han dejado guiar por Mi Sabiduría Divina. Aquellos que se han aprovechado de sus conciudadanos y solamente viendo por su propio bien, ¡cuánto dolor tendrán!, porque ellos no tuvieron Caridad hacia sus hermanos cuando los vieron con dolor. Pedirán justicia y no la tendrán, porque ellos no actuaron con ella. Llorarán por obtener misericordia, pero se les negará, porque ellos no la tuvieron para con los suyos.

El gobierno de los pueblos es una misión muy importante, con la cual los gobernantes pueden alcanzar su santidad, al actuar en el Bien, en la justicia, al vivir el amor. Pero si actuaron en forma contraria, cuánto dolor tendrán, porque lo que gozaron en vida y lo gozaron en base al dolor de sus hermanos, al quitarles lo que ellos necesitaban y sin importarle su dolor, éste dolor se les volverá a ellos y no podrán pedir misericordia, porque su corazón no se dolió en ello cuando sus hermanos la pidieron.

Gobernantes de todas las naciones: Yo, vuestro Dios, Juez, Juez Divino que conoce vuestras acciones, os anuncio vuestro próximo Juicio, el cual será severo, porque vosotros no actuasteis como debisteis haber actuado, no ayudasteis a vuestros hermanos, los despreciasteis, os aprovechasteis de ellos y no os dolisteis con el dolor en los que los dejasteis. Lloraréis amargamente, tendréis un tiempo para reflexionar y si no os arrepentís antes de vuestro Juicio Eterno, vuestro dolor será muy grande y este será eterno para vosotros y para los que actuaron como vosotros. Soy el Justo Juez, os di la oportunidad de actuar en justicia, en amor, con virtudes y despreciasteis todo esto por gozar el mundo a costa de vuestros hermanos. No utilizasteis los bienes debidamente y los malgastasteis en pecado, en fiestas satánicas, en vicios, en corrupción, en degradación espiritual. Vivisteis orgías satánicas en vuestra vida y si no os arrepentís a tiempo, éstas las tendréis eternamente, pero ahora con sufrimiento y dolor y, un dolor intenso, porque despreciasteis Mi Amor y no visteis por el bien del necesitado. Mi Vista está sobre vosotros, Mi Justicia pronto caerá sobre los pueblos de la Tierra y especialmente sobre vosotros, gobernantes de los pueblos. Empezad a temblar, porque seré Severo contra vosotros, os lo aseguro.

Mientras vosotros, Mis pequeños, los que buscasteis la Justicia, vosotros que sufristeis los dolores de las injusticias, vosotros que clamasteis por el Bien, os aseguro que gozaréis lo que Mi Justicia Divina haga sobre aquellos que os aplastaban, por aquellos que os denigraban, por aquellos que os hicieron pasar hambre y dolor.

Pocos gobernantes podrán entrar al Reino de los Cielos, muy pocos.

Os acompaño, Mis pequeños, en vuestra felicidad, porque ya pronto tendréis la libertad que tanto ansiáis, por la que tanto rogabais. Por fin llegaré Yo a poner Paz en las naciones y Mi Amor Reinará. Gozaréis, Mis pequeños, gozaréis con Mi Amor entre los pueblos.
Gracias, Mis pequeños.