Mayo 24_10 Os pido, Mis pequeños, que os dejéis, con docilidad, que Yo os transforme.

Rosario vespertino

Temas:

  • Os pido, Mis pequeños, que os dejéis, con docilidad, que Yo os transforme.
  • Vuestro premio, cerca está, Mis pequeños, solamente falta un poco más, algunos dolores que os purificarán y después entraréis a ése Nuevo Reino.
  • Aunque veáis que todo se vuelve cada vez más obscuro, porque así será, no desfallezcáis, Mis pequeños.
  • Cuando vosotros elucubráis, os mantenéis en el temor, veis nada más la maldad, no veis Mi Voluntad atrás de todo ello.
  • Vuestra cruz de cada día unida en la Comunión de los Santos y todo éste ofrecimiento de la Comunión de los Santos unida a los Méritos de Mi Hijo, salvará innumerables almas.
  • Mi Amor se va a manifestar en vuestra vida y es pronto, Mis pequeños, muy pronto, hablando en vuestro tiempo.

 

Mensaje de Dios Padre y Dios Espíritu Santo a J. V.

Ofrecimiento, Habla Dios Espíritu Santo,
Sobre: Os pido, Mis pequeños, que os dejéis, con docilidad, que Yo os transforme.
Hijitos Míos, ciertamente no tenéis idea de lo que Yo, vuestro Dios Espíritu Santo puedo hacer con vosotros. Se os ha dicho que estáis en el período de recuperación de los dones que tenían vuestros Primeros Padres y, ahora mismo, vosotros no os imagináis siquiera las capacidades tremendas que tenían vuestros Primeros Padres, la perfección que Nuestro Padre Dios dio de regalo a vuestros Primeros Padres.

Vosotros, vuestros hijos, descendientes de vosotros, del género humano, estáis entrando a una renovación total de cuerpo y alma y, ciertamente, no os imagináis las bellezas que veréis algunos de vosotros o vuestros descendientes, en ésta renovación, en donde previamente vendrá la purificación que estáis viendo y que estáis esperando.

Cuando erais pequeños, y vuestros padres os decían que estabais invitados a una fiesta, como niños no teníais idea cómo debíais ir a ésa fiesta, pero vuestros padres os arreglaban, os peinaban para que estuvierais bien presentados para ir a la fiesta a la cual os habían invitado, de hecho vosotros no teníais idea cómo os iban a presentar vuestros padres para que quedarais bien ante vuestros amiguitos o parientes.

Este cambio que también tendréis, será como llegar a ésa fiesta, en la cual no tenéis idea, Mis pequeños, cómo deberéis llegar y por eso se os va a dar la purificación previamente, para que podáis llegar a ésa fiesta lo mejor presentados que podéis estar. Y para eso Yo actuaré en todos los hombres, os cambiaré vuestra manera de pensar, vuestra manera de ser, vuestra manera de ver las cosas y para eso estoy Yo, vuestro Dios Espíritu Santo, para dar un vuelco en vuestro vida, para que empecéis a ver las cosas a lo Divino, no a lo humano, como ahora lo veis.

Estáis siendo preparados para una gran fiesta universal que será bellísima, porque todo lo que Nosotros os damos, es bellísimo, porque es perfecto. Ciertamente ahora estáis viviendo vida imperfecta, porque estáis afectados por el Pecado Original y además no estáis dando mucho de vuestra parte para mejorar en vuestros actos, en vuestros pensamientos, en vuestra actitud ante vuestros hermanos, pero principalmente ante Nosotros, vuestro Dios. Vivís de una manera muy mediocre, en lo espiritual y también en lo humano, debéis ver vuestra alma, el estado en el que está ella. ¿Cómo la habéis tratado?, ¿realmente la estáis alimentando correctamente?, ¿le estáis dando lo necesario para que crezca y esté fuerte ante los acontecimientos? Si sois honestos con vosotros mismos, ya conocéis la respuesta. Ciertamente que no estáis dando vuestro cien por ciento para ser mejores, para ser ésos hijos de los cuáles los padres se sientan orgullosos, porque son hijos aplicados, porque son hijos que se dan por completo a la obligación que tienen que llevar a cabo.

Por eso os pido, Mis pequeños, que os dejéis, con docilidad, que Yo os transforme. Ciertamente pensaréis que os voy a despojar de todo lo que tenéis y en muchos casos así será, porque con lo que os habéis llenado no podríais pasar al Reino de los Cielos o a los Nuevos Tiempos a los que estáis llamado. Os tengo que despojar del mundo, de toda aquella materialidad con la que os habéis contaminado. Habéis dejado en vuestra vida, que actúe satanás y eso os ha llevado a vicios, a maldades, a situaciones que no son buenas para vosotros ni para vuestro desarrollo espiritual.

Por eso os pido, Mis pequeños, que en humildad y en conocimiento de todo esto que os estoy diciendo, Me dejéis que os transforme, para que vayáis adquiriendo ésa pureza de cuerpo y alma para la que vino vuestro Dios Jesucristo a la Tierra, Él os dio el ejemplo y la forma para que vosotros pudierais alcanzar ésa pureza de cuerpo y alma.

Yo estoy ahora entre vosotros, en éste tiempo, tiempo de purificación, junto con Mi Esposa, la Siempre Virgen María, para llevar a la humanidad escogida a éstos Cielos Nuevos y Tierras Nuevas, donde gozaréis inmensamente lo que Nuestro Padre Dios ha creado para vosotros.

Empezaréis a conocer lo que tuvieron vuestros Primeros Padres, comprenderéis la situación que vivieron ellos, mantendréis una posición de mejora en vuestra vida y todo será bellísimo a vuestro alrededor, porque viviréis fraternalmente con vuestros hermanos, teniendo todos un solo Dios.

Agradeced pues, Mis pequeños, lo que esté sucediendo en vuestra propia vida y en lo que estará sucediendo a vuestro alrededor para ése cambio que se tiene que dar y será benéfico para todos aquellos que han mantenido la Fe, la Esperanza ante las Palabras de Nuestra Santísima Trinidad.

No desfallezcáis, ciertamente será difícil el cambio, pero valdrá la pena, porque de todo trabajo difícil, luego se aprecia grandemente el regalo y será muy grande, Mis pequeños, será muy grande para aquellos que se mantengan en ésa idea de servir a Nuestro Dios, servir a la Santísima Trinidad, porque Nosotros continuamente os estamos sirviendo para vuestra mejora y para vuestra vida eterna.
Gracias, Mis pequeños.

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Vuestro premio, cerca está, Mis pequeños, solamente falta un poco más, algunos dolores que os purificarán y después entraréis a ése Nuevo Reino.
Hijitos Míos, estáis esperando ésa gran Luz que descenderá de los Cielos para transformaros, pero deberéis desearla, Mis pequeños, porque nada se impone, nada se os da por obligación y por eso se os ha dado todo éste conocimiento, para que vosotros estéis perfectamente consientes de lo que va a suceder en ésta transformación. Si estáis consientes y aceptáis, entonces deberéis pedir de corazón que se venga ya ésta gran Luz para vosotros y para vuestros hermanos, a los cuales también se les ha pedido que acepten en su vida el gran cambio que se tiene que dar para vosotros, para ésa parte del género humano que va a ser preservada para empezar un Nuevo Mundo.

Mis pequeños, tuvisteis el ejemplo, primero, en el Diluvio Universal, prácticamente se tuvo que eliminar a toda la población mundial, porque los pecados ya eran muy graves, y no se podía ver más la Gracia en el hombre. Ciertamente no habían tenido el conocimiento que ahora tenéis y que os vino a dar vuestro Dios Jesucristo.

Ahora hay muchas almas buenas, ciertamente contaminadas todavía por el pecado, pero almas buenas que desean un cambio para preservar el Tesoro tan grande que os vino a dar vuestro Dios Jesucristo a todos los hombres. Pero éste conocimiento, éstas Leyes y el Amor que os mostró, no es bien aceptado por muchas almas y, para los Planes del Cielo, éstas almas no sirven para preservar las Bondades Divinas que se os vinieron a regalar.

Este cambio, que tendrá la Tierra, será un cambio espiritual, un cambio en el Amor, un deseo unánime en éstas almas que quedarán por buscar cosas bellas, por eliminar lo malo de sus vidas, porque ya han convivido con el mal a su alrededor y se han mantenido apartadas de ése mal. Tuvisteis el libre albedrío de vivir en el mal o vivir en la Verdad, escogisteis la Verdad y tratáis de quitar de vuestra vida, todo aquello malo que no os ayude a crecer en Virtudes y en Amor y, por ése hecho, Mis pequeños, seréis las almas escogidas de éstos tiempos por venir, porque estáis añorando las bellezas que se os enseñaron y se os han prometido, estáis buscando paz en vuestra vida y en la de vuestros hermanos, estáis buscando una fraternidad de Amor, en donde os ayudéis y os améis los unos a los otros, estáis añorando volver al Paraíso que tenían vuestros Primeros Padres, que era una vida espiritual muy íntima entre Dios y el hombre. Ése era el verdadero Paraíso, tener plenamente a vuestro Dios en vuestro corazón, vivir para Él, darle gusto a Él, vivir como Él quiere y ése es el gran gusto que Le dais a vuestro Dios, porque Él se da plenamente por vosotros.

Ciertamente el triunfo se gana con trabajo, con dolor, con el sudor de vuestra frente y, por eso, las almas escogidas para éstos Nuevos Tiempos, serán almas que se han forjado en el dolor, en la lucha y que no han querido enlodarse con las cosas del mundo, con las cosas malas con que satanás hizo caer y ha hecho caer a tantas almas, hermanos vuestros.

Por eso os pido, Mis pequeños, os mantengáis así, con ése ideal que ya habéis escogido, que no os salgáis del camino ya trazado en vuestra voluntad, porque vuestra voluntad la pusisteis a Nuestros Pies y ahora es Nuestra Voluntad actuando en vuestra voluntad. Ya no sois vosotros viviendo en vosotros mismos, ahora Somos Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad viviendo en vosotros y así es como empezáis a ver lo que se va preparando para todos vosotros, bellezas inimaginables, pero es porque vosotros perseverasteis, no escogisteis el camino torcido y malo, fuisteis por el camino correcto, pero difícil, porque cuando estáis viviendo para el Bien, ciertamente es un camino recto, pero lleno de dificultades, porque satanás os ataca y aún el mismo mundo os ataca, porque envidia vuestra fortaleza, vuestra decisión, envidia que vosotros no os hayáis enlodado y caído como ellos han caído y que, además, no tienen la intención de levantarse. Vuestro premio cerca está, Mis pequeños, solamente falta un poco más, algunos dolores que os purificarán y después entraréis a ése Nuevo Reino preparado para las almas que entendieron la lección y que desearon vivir en la perfección.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Aunque veáis que todo se vuelve cada vez más obscuro, porque así será, no desfallezcáis, Mis pequeños.
Hijitos Míos, se os ha dicho que satanás ya está juzgado, que ya éstos son los últimos tiempos y que su poder terminará por un tiempo.

Pero, por otro lado, cuando vosotros habéis decidido ya no orar ni manteneros bajo Mis Leyes y Decretos y, por otro lado, hasta buscar a satanás para seguirle a él, le habéis dado una fuerza descomunal.

Os he explicado ya, anteriormente cómo se le describe a satanás en el Principio del tiempo con Adán y Eva, es una serpiente. En éstos tiempos, se le describe como un dragón de siete cabezas y ése es el poderío de satanás en éste tiempo. Su soberbia no acepta que ya esté vencido, porque ya Mi Hijo vino a vencerlo, el Amor lo vencerá, el Amor ya está entre los hombres, la Luz ya se dio en el mundo, aunque él trate de evitar que la Luz se propague con las tinieblas que ha producido alrededor del mundo y que, ciertamente, están cubriendo al mundo, la Luz permanece en los corazones de los hombres, y la Luz saldrá, Mis pequeños, y acabará con éste mal que habéis tenido por siglos, que es satanás.

Aunque veáis que todo se vuelve cada vez más obscuro, porque así será, no desfallezcáis, Mis pequeños. Son tiempos difíciles los que tendréis, porque satanás actuará muy fuertemente contra vosotros, Mis pequeños, porque os tiene envidia, porque vosotros sí podéis regresar al Reino de los Cielos y él ya no. Él es muy sutil y todavía tratará de engañar a las almas con tantos engaños que él tiene, porque es el rey de la mentira, pero pedid la Luz del Espíritu Santo, para que os mantengáis seguros en vuestro interior, seguros en la vida que se os ha prometido y que estamos preservando para las almas elegidas.

Cada vez se mostrará más descarado satanás, y cuando el mundo lo apoye, porque vendrá ése momento, en que el anticristo aparecerá ante todos vosotros, que será la figura satánica por excelencia, el mismo mundo, una gran mayoría de los hombres de la Tierra, le apoyarán y eso todavía le dará más poder, pero recordad, que el Amor lo vencerá, porque la maldad es finita, y el Amor es Infinito.

Ya ha tenido su tiempo, se le ha concedido el tiempo para probar a las almas y las almas que han decidido seguirle, le seguirán eternamente. Todos tuvisteis la oportunidad de manteneros en el Bien o en el mal, el premio será para los que no quisieron seguirle en ésa maldad.

Seguid adelante, Mis pequeños, vosotros, los escogidos de Mi Corazón, seguid adelante, el dolor de la purificación todavía será fuerte pero, ciertamente, también os he dicho que será menos doloroso para vosotros los elegidos, que para aquellos que Me han dado la espalda.

El actuar bien, como siempre os he pedido, os da regalos inmensos. Ciertamente, si ya habéis llenado vuestro corazón de Mi Amor, deberéis sufrir también como Yo sufro al ver a tantas almas y hasta de conocidos vuestros, que se quieren mantener en el mal o que no quieren responder al Bien que debieran aceptar en su vida. Es un gran dolor en Mi Corazón ver a tantas almas que no Me aman, a pesar de todo lo Bueno que he derramado sobre ellas. Es una ingratitud tremenda del género humano contra Mí, vuestro Dios. Pero éste dolor será apagado por el amor que vosotros Me tenéis y tendréis en un futuro, cuando se os dé éste Nuevo Mundo, Mundo de bellezas, porque el Amor será lo que os alimente a todos vosotros, lo buscaréis y lo encontraréis fácilmente y a la vez, lo daréis fácilmente, porque vuestros hermanos lo agradecerán cuando lo reciban.

Vais a gozar momentos bellísimos y Yo os los doy con todo Mi Corazón, porque habéis sufrido por mantener Mi Amor en vuestro corazón y éste va a ser el regalo a vuestras lágrimas y a vuestro dolor por haber luchado por Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Cuando vosotros elucubráis, os mantenéis en el temor, veis nada más la maldad, no veis Mi Voluntad atrás de todo ello.
Hijitos Míos, cuando os he pedido que no elucubréis en los acontecimientos que se vienen, es porque vosotros no tenéis el control sobre ello. Yo estoy buscando el Bien dentro del mal que vosotros tendréis. Es un mal real, pero también es un mal aparente. Un mal real porque sufriréis y lo padeceréis, pero un mal aparente, porque Yo siempre de un mal que permito, salgo ganando almas.

Os he dicho que vuestra obligación es la de orar, porque con la oración, se os ha enseñado también, podéis disminuir los acontecimientos de la purificación y podéis salvar infinidad de almas. Todo en Mí es positivo, Mis pequeños, todo en Mí es Salvación, todo en Mí es Amor.

Cuando vosotros elucubráis, os mantenéis en el temor, veis nada más la maldad, no veis Mi Voluntad atrás de todo ello, porque no sabéis cómo voy a actuar Yo, vuestro Dios, porque son Mis Misterios y todavía Yo Soy un Misterio para vosotros. Conocéis Mi Amor, pero no conocéis Su profundidad y, por eso, os pido que solamente os mantengáis en la oración y actuando en el Bien, porque ésa es la parte sencilla que se le deja a los niños y vosotros sois niños. Esa es una tarea fácil que vosotros debéis hacer, la parte difícil la llevo Yo, vuestro Dios y digo difícil, relativamente, porque para vosotros, satanás tiene mucho poder, pero ante Mí, no es nada y Yo puedo volver a regresar todo al Principio y hacer todo nuevamente bellísimo para todos vosotros, cosa que ni el mismo satanás puede hacer. Él siempre irá destruyendo Mi Obra y todo lo Bueno que Yo quiera para vosotros, pero Yo puedo rehacer todo, Mis pequeños, entendedlo bien, no lo comprenderéis, pero sabéis que Yo Soy Omnipotente y puedo hacer eso y más.

Por eso, sed sencillos, ayudadMe con vuestra oración, con vuestra docilidad, con ser buenos niños, y eso Me basta, Yo haré el resto. Os voy a consentir, simplemente gozad con ésta Mi Promesa.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Vuestra cruz de cada día unida en la Comunión de los Santos y todo éste ofrecimiento de la Comunión de los Santos unida a los Méritos de Mi Hijo, salvará innumerables almas.
Hijitos Míos, alguna vez os expliqué sobre la penitencia y que ésta puede ser inducida por Mí, para vuestro beneficio o vosotros mismos os la podéis imponer y que también va a ser para vuestro beneficio y para el de muchas almas.

Os pido que en éste tiempo aceptéis, como Mi Hijo aceptó, Mi Voluntad, con humildad y con mucho Amor, vuestra cruz de cada día, vuestra cruz de cada día unida en la Comunión de los Santos y todo éste ofrecimiento de la Comunión de los Santos unida a los Méritos de Mi Hijo, salvará innumerables almas en éstos tiempos que estáis padeciendo, y en los que se vienen.

Mucho dolor habrá, Mis pequeños, pero deberéis aceptar la tribulación particular que tendréis cada uno de vosotros, porque os he explicado que vuestra purificación será diferente, porque habéis tenido cada uno de vosotros diferente vida. Habéis amado en forma diferente, os habéis entregado a Mí en forma diferente y lo que Yo permita en vuestra vida, en éste tiempo, ofrecédMelo de corazón, porque muchas almas necesitan de ése ofrecimiento que vosotros daréis, como Mi Hijo lo dio, para vuestra salvación. Por eso os he dicho que sois corredentores, junto con Mi Hijo, para la salvación de las almas. Pero Mi Hijo, siempre en docilidad, aceptaba lo que Yo Le pedía y así deberéis actuar vosotros, aceptando a veces lo inevitable. Trataréis quizá, en algún momento, de evitar vuestra cruz dolorosa, pero no lo lograréis, Mis pequeños, porque es algo que se tiene que dar en  vuestra vida y que os dará un crecimiento espiritual grande y por ofrecer ése dolor y ésa prueba, también daréis crecimiento a muchas otras almas alrededor del mundo.

Ya os he dicho, y os vuelvo a repetir, que satanás os atacará de muchas formas, pero de su ataque Yo siempre saco un Bien y deberéis tener confianza en Mis Palabras, aceptando Mi Voluntad en vuestra vida, aceptando que lo que está sucediendo en vuestra vida y a vuestro alrededor, será para que muchas almas puedan gozar eternamente Conmigo.

Quizá no podáis entender perfectamente todo esto, porque la naturaleza humana rechaza el dolor, rechaza todo aquello que le produzca un malestar físico o espiritual, pero así os lo vino a enseñar Mi Hijo. Él os enseñó que se puede obedecer Mi Palabra, Él Me pidió en un momento dado que Le quitara el Cáliz que Yo le había dicho que debiera tomar, pero inmediatamente, recapacitó y dijo que se hiciera Mi Voluntad y no la de Él, y es la posición que vosotros deberéis tomar en éstos momentos. Sois Mis pequeños cristos en éstos momentos no tendréis los sufrimientos de Mi Hijo, los sufrimientos estarán de acuerdo a vuestras capacidades de dolor y de respuesta y no deberéis temer a ello, por eso os digo que, de vuestro dolor, cosas bellas saldrán para muchas, muchas almas.

Manteneos así, Mis pequeños, en lo que Yo os pido y os pediré y luego gozaréis cuando estéis ante Mí. Cuando regreséis al Reino de los Cielos, gozaréis, porque veréis lo que vuestra obra hizo por vuestros hermanos, lo que vuestra aceptación, lo que vuestra voluntad, totalmente doblegada a Mi Voluntad por amor, hizo para la salvación de muchas almas.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Mi Amor se va a manifestar en vuestra vida y es pronto, Mis pequeños, muy pronto, hablando en vuestro tiempo.
Hijitos Míos, os he dicho que ya el tiempo es corto para el gran cambio que se acerca, por eso os pido que ya no os involucréis en el mundo ni hagáis cosas a futuro, planes que os puedan llevar meses o años, porque no cumpliríais con ellos.

Ahora vuestro tiempo lo debéis de utilizar para la oración, para la salvación de vuestra propia alma y para la de los vuestros, para ir preparando un nuevo mundo en el Amor.

Es tiempo en que os venzáis a vosotros mismos y dejéis ya a un lado la maldad de vuestro corazón y todo aquello que os ponga en contra de Mi Amor.

Vuestro futuro, el futuro que debéis vosotros buscar en vuestra vida, ya no es un futuro material al que estáis acostumbrados, es un futuro espiritual, al que aún no conocéis.

Pedid Sabiduría Santa, a Mi Santo Espíritu de Amor, para que aprendáis a conduciros en éstos momentos de la humanidad.

Habéis conocido a hermanos vuestros que hablan de un fin de la humanidad, pero vosotros debéis explicarles que, al contrario, es el Principio de una verdadera humanidad.

Imaginad en lo particular que estuvierais viviendo en ciudades como Sodoma y Gomorra, ciudades de maldad y de gran pecado, muy similar a lo que estáis viviendo actualmente, pero quizá con más descaro.

Con lo que conocéis de Mi Amor, de las Virtudes que debéis buscar, vosotros mismos desearíais salir de allí, porque no es el ambiente que vosotros gustáis tener y menos dejar ahí a vuestros hijos. Yo os estoy dando una nueva opción de vida, os estoy dando Mi Promesa de Dios y Creador, de llevaros, podríamos decir así, a un mundo ideal, según vuestra forma de pensar, pero vuestra forma de pensar todavía se queda corta a lo que Yo os voy a dar.

Por eso os pido, Mis pequeños, que viváis confiados en lo que Yo os quiera dar, porque sobrepasa, por mucho, vuestras expectativas y Yo lo único que os estoy pidiendo, es vivir en pureza y santidad, vivir totalmente sueltos a Mi Voluntad, vivir buscando paz, armonía, amor en vuestra vida y en la de vuestros hermanos. Al estar buscando esto, Mis pequeños, ya estáis deseando y estáis viviendo los Nuevos Tiempos.

Que nada ni nadie os saque de ésta idea que ya tenéis en vuestro corazón y en vuestra mente. Os amo tanto, Mis pequeños, veo cómo el dolor y los ataques de satanás han dañado vuestra vida y eso Me duele mucho, porque fuisteis creados para el Amor y no para el sufrimiento que habéis padecido en vuestra vida. Yo nunca quise eso para vosotros y esta es la oportunidad que tendréis una gran mayoría de vosotros, los que estáis Conmigo, los que buscáis el Amor, para que viváis ésos momentos bellos deseados en vuestro corazón.

DadMe las gracias, Mis pequeños, porque Mi Amor se va a manifestar en vuestra vida y es pronto, Mis pequeños, muy pronto, hablando en vuestro tiempo. Gozad, gozad Mi Promesa, gozad Mi Amor que os cubrirá y os protegerá contra todo lo que os atacará, desde ahí empezaréis a ver Mi Poder de Dios sobre las fuerzas de satanás, que no dejaré que os toque, que no dejaré que sufráis más, porque ya habéis sufrido por el error del pecado de la humanidad.
Gracias, Mis pequeños.