Feb 23_10 Vosotros deberéis estar muy atentos, Mis pequeños, en lo que estáis orando.

Rosario vespertino.

Temas:

  • Antes de empezar éste Santo Rosario, Mis pequeños, he querido Bendecir el lugar.
  • Gozaréis inmensamente, cuando Yo habite plenamente en vuestro corazón y éste será vuestro Cielo en la Tierra.
  • Cuando vosotros Me sentís a Mí en pleno, de ninguna manera envidiáis las riquezas materiales.
  • En las tentaciones del desierto, vosotros, la humanidad entera, está reflejada.
  • El amor que pongáis vosotros para salvar las almas de vuestros hermanos, será retribuido hacia vosotros y hacia los vuestros.
  • Soltaos totalmente a Mi Divina Voluntad, sed niños y dejadMe a Mí pensar lo que se debe hacer y, simplemente, sed obedientes y gozad de Mis bienes para que todo vuelva a ser como en el Principio.

 

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

Ofrecimiento, Habla Dios Padre,
Sobre:
(Lenguas…) Hijitos Míos, estoy aquí con vosotros, Soy vuestro Dios, antes de empezar  éste Santo Rosario, Mis pequeños, he querido Bendecir el lugar, he querido Bendecirles a cada uno de vosotros, sois almas de oración, sois almas que habéis entendido lo que vale Mi Amor y Mi Oración, la oración que os une a Mí, vuestro Dios.

Mis pequeños, protejo éste lugar, queda aquí Mi Bendición, queda Mi Presencia Divina con vosotros y queda en éste lugar.

Mis pequeños, pedid en éste Santo Rosario todo aquello que esté en vuestro corazón y en vuestra mente, serán bendecidas todas las personas, todas las necesidades de cada uno de vosotros, todo por aquellos por quien vosotros pidáis en el Cielo, en el Purgatorio y en la Tierra, que no se desperdicie vuestra oración pero para esto, vosotros deberéis estar muy atentos, Mis pequeños, en lo que estáis orando, en lo que estáis pidiendo y las necesidades de cada uno de vuestros hermanos. Son tantas las necesidades, Mis pequeños, alrededor del mundo, que por eso cuento con almas fervorosas y orantes como vosotros.

Mis pequeños, necesito oración para tantas y tantas almas que necesitan de su salvación eterna y de conversión para seguir todavía aquí en la Tierra sirviéndoMe, sirviendoMe, vuestro Dios.

Mi Amor caiga sobre vosotros, Mi Santo Espíritu os llene y el Amor y la Sangre Preciosa de Mi Hijo os purifique, Amén.

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Gozaréis inmensamente, cuando Yo habite plenamente en vuestro corazón y éste será vuestro Cielo en la Tierra.
Hijitos Míos, ya os he dicho que una oración o un acto Divino obligado, no llega a Mi Corazón como debiera. Recordad cuando vosotros teníais que hacer la tarea, la hacíais obligadamente y no os salía bien muchas veces.

Cuando vosotros actuáis en el Amor, lo debéis hacer libremente y con gusto, Mis pequeños. Hay tantas oraciones que se dicen alrededor del mundo que no llegan a Mi Corazón, que no actúan como debieran actuar, porque las estáis haciendo por presión, por obligación, no estáis haciendo que salgan de vuestro corazón.

Algunos de vuestros hermanos os dirán que ellos respetan Mi Santo Nombre, respetan el día domingo, asisten a Misa, que de vez en cuando oran, pero ¿todo esto realmente lo están haciendo por amor o por obligación?

Muchas almas se acercan a Mí solamente cuando necesitan algo, ciertamente las escucho porque son Mis hijos, un padre nunca va a dejar de escuchar a un hijo que necesita de su ayuda y, ciertamente les ayudo, porque Soy vuestro Padre, pero ¿cuántas de éstas almas regresaron a agradecerMe lo que Yo les di? Y así se pasa toda una vida, Mis pequeños, almas que creen estar sirviéndoMe, cuando realmente están siendo como niños caprichudos, consentidos, que quieren todo el tiempo estar contentos, sin tener ningún tipo de obligación y menos de dolor. Hacen las cosas porque tienen que hacerlas, o para que vean los demás que las están haciendo, pero es tan superficial esto, Mis pequeños, que estos actos amorosos no llegan a Mi Corazón.

Os he avisado de cambios fuertes sobre la Tierra, de cambios fuertes que se han de venir, éstos debieran darse suavemente, sin dolor, y debieran darse para bien de todos, esto es vivir en el Amor. Pero cuando es obligado, toda vuestra vida, vuestras oraciones, no hay amor en vuestros actos, es más, vivís en lo superficial, entonces os tengo que llamar la atención, porque conozco vuestro corazón y sé que, en vuestro interior, realmente no habito Yo, estáis haciendo las cosas para quedar bien con vuestros hermanos, pero no lo estáis haciendo para agradarMe a Mí, vuestro Dios y es cuando pasan cosas indeseables en vuestra vida o en la vida de los pueblos o en la vida del mundo.

Entended, Mis pequeños, que Yo os quiero llevar a un cambio favorable, a que vuestra vida sea un ejemplo de santidad, como Mi Hijo se mostró ante vosotros cuando estuvo en la Tierra, todos reconocieron Su Santidad, Mi Presencia en Él. Los malos no Lo soportaron, los buenos Lo gozaron, pero muchos se aprovecharon de Él y no agradecieron Sus Bondades y todo el Amor que derramó sobre ése pueblo.

¿Qué estáis haciendo ahora vosotros, Mis pequeños, realmente estáis viviendo para agradaMe?, ¿estáis viviendo, internamente, una vida espiritual profunda o solamente estáis manteniendo un estatus social, para que se os señale como buena persona cuando, en realidad, internamente, no lo sois?

Sí, Mis pequeños, os lo tengo que decir, porque muchos, muchos de vosotros lleváis una doble vida, y Me estoy refiriendo a la vida espiritual. Aparentáis llevar una vida espiritual profunda y buena, cuando realmente vivís en lo superficial.

Ahora os quiero hablar sobre la vida espiritual, más que de la humana, porque vais a pasar a una vida espiritual profunda. Para esto es el cambio que se va a dar en poco tiempo en la Tierra y es el vivir Conmigo continuamente es vivir para Mí, ser Yo lo primero en vuestra vida. Vosotros deberéis preparar el terreno de vuestra alma, para que Yo pueda vivir plenamente en vosotros. ¿Cómo lo estáis haciendo Mis pequeños?, ¿estáis pensando más en lo Mío que en lo del mundo?, ¿realmente os intereso lo suficiente, como para que vosotros tengáis ése cambio que necesito en vuestro interior, para que Yo pueda vivir plenamente, como vivía Yo con vuestros Primeros Padres?, A eso os quiero llevar, Mis pequeños, a ése inicio de la Creación, vais a retomar nuevamente la vida de vuestros Primeros Padres, cuando Yo vivía plenamente en su interior, cuando el Paraíso Terrenal, realmente era su corazón y Yo Me gozaba en ése Paraíso Terrenal, que era su alma, su corazón, su vida interior. ¿Estáis ya preparados, Mis pequeños, para regalarMe el trono de vuestro corazón?

Os pido, Mis pequeños, que acudáis a Mí, que acudáis a Mi Santo Espíritu, para que renueve vuestro interior, que vaya eliminando todo aquello que no conviene para vuestra alma y que Me molestaría a Mí, si Yo bajara y entrara a vuestro corazón. Si vosotros invitáis a un personaje muy importante a vuestro hogar, alguien se va a acercar antes, alguien que lo conoce bien y le va a decir al dueño del hogar, “esto no le gusta a mi señor, quítenlo por favor”. Vosotros deberéis tener la suficiente humildad para que lo que se os indique en vuestro corazón, lo vayáis eliminando, para que Yo pueda habitar en vuestro corazón plenamente, sin ningún tipo de molestia y Yo Me goce estar plenamente en vuestro corazón y en vuestra vida.

Si eso es lo que deseáis, pedídMelo, pedídselo a Mi Hija, la Siempre Virgen María, para que seáis renovados, para que gocéis plenamente de Mis bienes, de Mi Presencia, de Mi Amor en vosotros. ¡Tengo tanto que daros, Mis pequeños!, os quiero regalar con tantas cosas, sois Mis consentidos, porque Me buscáis, porque Me amáis de corazón, pero vuestra humanidad todavía está afectada por el Pecado Original y os tengo que decir esto, para que os valláis perfeccionando y esto solamente se puede dar a través de la humildad, reconociéndoos todavía necesitados de Mi ayuda, la cual os quiero dar plenamente.

PedidMe lo que necesitéis, porque esto os lo hará saber Mi Santo Espíritu que habita en vuestro interior. Sed valientes, Mis pequeños y esto os lo digo porque deberéis luchar contra vosotros mismos, eliminando todo aquello que no Me gusta, que tenéis en vuestro corazón. Os repito, vais a entrar a un Reino Perfecto, que ésa es la plenitud que Yo os voy a dar en éste tiempo que viene. ¿Qué más queréis, Mis pequeños?, va a ser un gozo tremendo y para que vosotros no os sintáis mal de que tenéis algunas cosillas todavía que podrían molestarMe, por eso os estoy preparando desde ahora, para que las eliminéis y así, se pueda dar ése momento, ése momento bellísimo, santísimo, que gozaréis inmensamente, cuando Yo habite plenamente en vuestro corazón y éste será vuestro Cielo en la Tierra. Gozaréis plenamente Mi Presencia en vuestro corazón, pero la podréis tocar, podríamos decirlo así, podréis sentir plenamente Mi Presencia en vuestro interior y la gozaréis, y la gozaréis inmensamente.

Dejaos pues purificar y dadMe desde ahora las gracias, Mis pequeños, porque os estoy dando una Bendición inmensa, grandísima, porque sois Mis hijos y os amo.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Cuando vosotros Me sentís a Mí en pleno, de ninguna manera envidiáis las riquezas materiales.
Hijitos Míos, satanás sabe perfectamente lo que es una familia santa, una familia que busca su bienestar espiritual. Vosotros habréis conocido, alguna vez, a lo largo de vuestra vida, familias que no tenían mucho de lo material, pero sí tenían lo espiritual y os sentíais felices estando con ellos, compartiendo su tiempo, viviendo momentos con ellos. El alma siempre está buscando su alimento y hay familias con las que vosotros os sentís a gusto, porque os estáis llenando de ése alimento. En cambio hay otras familias que, sí, ciertamente están llenas de cosas de mundo, que están buscando tener más y más de lo del mundo y así os presumen de muchos coches, casas inmensas con todos los servicios. Tienen mucho, mucho de lo material, pero están vacíos espiritualmente y aunque ellos no lo quieran aceptar, viven en soledad, sienten que algo les falta, a pesar de que tienen una inmensidad de las cosas del mundo.

Vosotros habéis sido ya cambiados en vuestro corazón y ahora estáis viviendo vida espiritual profunda y cuando vosotros Me sentís a Mí en pleno, de ninguna manera envidiáis las riquezas materiales de aquellos que quieren presumir de ellas. Vosotros mismos ahora os dais cuenta de que lo material nunca os va a satisfacer en lo espiritual.

Aquellos que tienen mucho de lo material, tendrán fiestas o reuniones en donde dan a sus invitados de las mejores viandas y con eso quieren ganarse a sus amistades y, además, llenar ése hueco que tienen en su corazón y que no saben cómo llenarlo. Se rodean de mucha gente para ver si ésa soledad, que tienen en su interior, puede ser compensada con tanta gente que les rodea y les agradecen ésas fiestas suntuosas, pero no, tan pronto como se va la última persona, el último invitado, ésa soledad nuevamente les agobia.

Orad, Mis pequeños, en ésta decena de Rosario, por ésos hermanos vuestros que se han llenado tanto de las cosas del mundo y tratan con ellas de llenar ése hueco espiritual que  tienen. Oren por ellos, para que la Luz de Mi Santo Espíritu, que ellos no han querido dejar entrar en su corazón pero, por el amor que pongan ustedes en su oración, pueda entrar y les toque su corazón y empiecen a sentir lo que es Mi Amor dentro de ellos, que no lo han sentido quizá nunca o si alguna vez lo sintieron, lo desecharon porque prefirieron las cosas del mundo. Ahora que han pasado ya muchos años en sus vidas vacías, les quiero dar la oportunidad, nuevamente, de ser tocados por Mi Amor y que se den cuenta de que, sin Mi Amor, el alma siempre estará vacía y se va a desesperar siempre, porque no saben con qué llenar ése hueco interno que ellos tienen y es porque falto Yo en su vida. Orad por ellos, Mis pequeños, os lo pido.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: En las tentaciones del desierto, vosotros, la humanidad entera, está reflejada.
Hijitos Míos, Soy Jesús, vuestro Hermano. En las tentaciones del desierto, vosotros, la humanidad entera, está reflejada. Os he pedido a todos ser Cristos, y el ser Cristo, es tener perfección en vuestra misión aquí en la Tierra.

Ni el mismo satanás Me respetó a Mí, siendo su Dios, vosotros, pequeñitos, Mis creaturas, tampoco sois respetados, pero estáis concientes en que no tenéis la fuerza espiritual que Yo, vuestro Dios Jesucristo, tengo y, con la cual, lo pude vencer.

Os he enseñado un camino de perfección, os he dado enseñanzas de vida para que podáis vencer a satanás, os he pedido una unión íntima Conmigo, para que vuestra misión aquí en la Tierra sea muy provechosa para la salvación de las almas y la restauración de Mi Reino sobre la Tierra.

Satanás Me propone, al verMe como Hombre, que Yo convierta ésas piedras en pan. Si vosotros os dais cuenta, las piedras significan lo material, lo del mundo, él Me está diciendo “aliméntate de lo del mundo, yo te puedo dar alimento del mundo”, y lo rechacé, y le digo “no sólo del pan vive el hombre, sino de la Palabra que sale de la Boca de Dios” y ahí os estoy dando la respuesta, Mis pequeños, vosotros debéis buscar alimento espiritual antes que tener lo del mundo, lo cual no debéis buscar. Ciertamente vuestro cuerpo necesita alimento, pero no es el alimento al que se refiere satanás cuando os dice que toméis de lo del mundo, que son perversidades, maldades, pecado, destrucción para vuestro cuerpo. Vuestro cuerpo necesita vida, ciertamente, pero con un alimento bueno, un alimento sano, que os dé fuerza para que podáis seguir yendo de un lado a otro, llevando Mi Palabra, Mi Amor, Mi Presencia ante vuestros hermanos, pero porque os habéis alimentado de Mi Palabra. Debéis estar llenos de Mi Vida y no de las piedras del mundo, que os dan pereza espiritual.

Me propone también que Yo le adore y Me enseña los reinos de la Tierra. Nuevamente Me está queriendo dar todo lo que es del mundo y lo que muchos de vosotros buscáis, bienes, bienes del mundo, que os llenéis de todo aquello de lo que vais a gozar en vuestro cuerpo solamente. Ciertamente hay muchos bienes y cosas en el mundo que os hacen gozar en vuestro cuerpo, no necesariamente son malas éstas cosas que se os dan, pero como gozáis tanto y las buscáis, os vais olvidando de las necesarias, que son las espirituales, para poder crecer y vivir Conmigo, con vuestro Dios.

Desaprovecháis tanto, tanto tiempo, desaprovecháis vuestras fuerzas para buscar lo que realmente vale y os cansáis y hasta os agotáis por encontrar las del mundo y hasta lucháis por ellas, por tener más. Y no es así, Mis pequeños, debéis buscarMe a Mí, por eso vine a caminar entre vosotros, os vine a enseñar tantas cosas bellas que se viven en el Reino de los Cielos y que vosotros estáis llamados también a vivir.

Vosotros, ciertamente camináis por el mundo, pero no fuisteis invitados a ser del mundo, vosotros estáis siendo invitados por Mí, por vuestro Dios, para caminar por el mundo y llevar a las almas a Mí mundo, que es el Reino de los Cielos. En ningún momento debéis pensar en que habitaréis eternamente aquí, en éste mundo, ciertamente sabéis que  algún día, en algún momento dejaréis éste mundo y, simplemente, por ése hecho, debierais utilizar Sabiduría Santa, para entrar en vuestro corazón y preguntarMe, a Mí, vuestro Dios, qué habrá después y que si realmente tendréis derecho a ése “después”, a ése Cielo, a ése lugar que Yo os he preparado y al que estáis llamados todos vosotros.

Luego satanás Me tienta nuevamente, Me lleva a lo más alto del templo y Me dice que Me arroje y que Me suelte totalmente, para que Mis ángeles Me tomen y Yo no tenga ningún rasguño. Está pidiendo una prueba de poder, y ahora os está tentando con eso, Mis pequeños, a buscar “poderes”, el poder que os hará más grandes ante vuestros hermanos. Buscáis poderes de diferente índole, poderes políticos, poderes sociales, poderes satánicos, buscar lo del mundo, que os sintáis grandes, que os sintáis protegidos por el mundo, que no se os toque, porque tenéis poderes que os están protegiendo de cualquier problema que tengáis aquí en el mundo, que tengáis derecho a hacer lo que queráis, porque os están protegiendo los poderes civiles, políticos, todos comprados por el mal.

Y ahora, la humanidad buscando los poderes satánicos, la magia, la hechicería, la brujería, todo aquellos con lo cual os sentís mejores que los demás, poderes que podéis utilizar para estar por sobre vuestros hermanos. Ciertamente os aparta con esto totalmente de Mí, del estado de Gracia y de buscar solo el poder Divino, que es como Yo le respondí, que él no Me iba a tentar con las cosas del mundo “Yo Soy tu Dios y solamente a Mí Me has de adorar”

Yo os invito a no adorar las cosas del mundo, venid hacia Mí, Mis pequeños y tomad de todas las bellezas que Yo os puedo dar. Conmigo contáis con un poder Divino, tremendo, inmenso, grandísimo, con el que podéis destruir toda maldad en vuestra vida y en la de vuestros hermanos y de esta forma no buscar adorar a satanás, que es lo que él quiere, que con todo lo que él os pueda dar del mundo, os olvidéis de Mí, para que no crezcáis espiritualmente y lo podáis vencer con vuestra vida de amor, de virtudes, de cosas bellas que Yo os puedo dar, que es Mi Presencia ante vuestros hermanos, Mi vida en vosotros.

Si vosotros, por un momento, recapacitáis en todo esto que os he explicado, veréis que habéis caído continuamente en todas estas proposiciones que Me hizo satanás en el desierto. Estáis cayendo continuamente, os estáis llenando de cosas inservibles, os estáis llenando de vida satánica, os estáis llenando de maldad y de cosas que solamente van a ser un peso excesivo para que podáis subir al Reino de los Cielos.

Orad, Mis pequeños, por aquellos hermanos vuestros que se han llenado del mundo, que han caído en las tentaciones del desierto y os pido a vosotros que pidáis Sabiduría Santa, para que os deis cuenta cómo satanás os sigue atacando y vosotros seguís cayendo.

Ayudaos con Mi Gracia, ayudaos Conmigo, que Yo lo vencí, venid a Mí y pedidMe, para que juntos podamos vencer a satanás y a todas sus tentaciones, que a lo largo de vuestra vida tendréis.
Gracias, Mis pequeños.

 Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: El amor que pongáis vosotros para salvar las almas de vuestros hermanos, será retribuido hacia vosotros y hacia los vuestros.
Vosotros, Mis pequeños, os habéis dado ya cuenta de cómo Mi Misericordia trabaja para el bien de todos vosotros. Es Mi Amor, en un estado altísimo, lo que hace que Mi Corazón se mueva para que las almas, que se merecen su condenación eterna, puedan todavía ser salvadas.

Os he dado, Mis pequeños, consejos de cómo quitarMe almas para la condenación eterna. Suena raro esto, Mis pequeños, pero es así Mi Misericordia, porque Yo también quiero que vosotros actuéis en un amor intenso, fortísimo y por eso os he pedido mucho que no juzguéis, aún a pesar de lo que estéis viendo porque, ciertamente, solamente vosotros podéis ver el exterior y no podéis escudriñar el interior de las conciencias de aquellos que estáis viendo que obran en el bien o en el mal. El interior solamente lo conozco Yo y por eso os pido que, aún a pesar de que veáis maldad en vuestros hermanos, vosotros oréis fuertemente por ellos. Ellos también necesitan tener vida, hay tantas almas que podrían haber muerto eternamente, pero que gracias, gracias a la oración de vosotros, Mis hijos, ésas almas pueden regresar a Mí. Muchas otras almas, hasta pacto satánico han hecho, pero no por esto, Mis pequeños, Yo las aparto de Mí. Ciertamente, en ésos momentos, porque quizá no tuvieron una vida espiritual en su hogar, fueron fácilmente desviadas y acabaron en ése estado, en donde, por un error muy grande, prefirieron al enemigo antes que a Mí y por eso Yo les doy también su oportunidad de conocerMe, de conocer lo que es Mi Amor y poderse salvar eternamente.

Cuántas veces no habréis leído o conocido de almas que se propusieron salvar a un hermano que estaba perdido en el pecado y gracias a su oración, a su donación, a veces hasta ofreciéndose en sacrificios y penitencias fuertes por ése hermano, le han salvado y ganaron nuevamente ésa alma para Mí.

Mis pequeños, ésos son los regalos que Yo aprecio inmensamente, vuestra donación. Se os dice en las Escrituras que oréis por vuestro prójimo y vuestro prójimo más cercano es el que vive bajo el mismo techo en el que estáis vosotros o en donde trabajáis o a donde vais a comprar vuestros víveres.

Hay tantas almas que vosotros conocéis a lo largo de vuestra vida, que sabéis que están obrando en el mal y que necesitan una intercesión fuerte de alguien para su salvación, ése alguien sois vosotros, Mis pequeños, porque si Yo he permitido que vosotros os podáis dar cuenta de ésa vida de mal que llevan éstas almas, es para que vosotros oréis por ellas. Hay tantas almas tan despreocupadas, que simplemente, según ellas, les respetan su forma de ser y no se meten con ellas. Estas almas, no están Conmigo, son como aquellos personajes de la Parábola que pasaron junto aquél hombre que asaltaron y lo vieron, estaba ahí y pasaron de largo. Así estáis vosotros, cuando veis un alma desamparada, que como dicen vuestros hermanos, le respetan su vida, simplemente no estáis haciendo nada para su salvación, como aquellos no hicieron nada para curarle su cuerpo.

Que no sea así, Mis pequeños, con vosotros. Aquél buen hombre lo levantó del camino, lo llevó a un lugar propicio para que le curaran y pagó hasta por eso. Ciertamente a éste hombre le curaron su cuerpo, vosotros estáis ahora aquí para curar almas y eso es a través de vuestra oración y vuestra donación, para que podáis curar almas de vuestro prójimo, ya sea cercano o lejano.

El amor que pongáis vosotros para salvar las almas de vuestros hermanos, será retribuido hacia vosotros y hacia los vuestros y gozaréis de Mis Bendiciones, pero sobre todo, por el regalo inmenso que Yo os voy a dar en el Reino de los Cielos, porque si tuvisteis amor por vuestro prójimo, al que no conocíais, ¿qué no voy a hacer Yo por aquellos a los que sí conozco?
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Soltaos totalmente a Mi Divina Voluntad, sed niños y dejadMe a Mí pensar lo que se debe hacer y, simplemente, sed obedientes y gozad de Mis bienes para que todo vuelva a ser como en el Principio.
Hijitos Míos, a lo que os estoy invitando y para que regreséis todos jubilosos en éstos nuevos tiempos, es a vivir como niños, como tanto os pidió Mi Hijo.

Cuando vosotros erais niños, ¿no se os hacía más fácil tener a unos padres amorosos que cuidaran continuamente de vosotros?, cierto que sí, y a eso os estoy invitando, pero también es cierto que vosotros les obedecíais a vuestros padres, aceptabais su voluntad y aceptabais las leyes del hogar.

Quiero que seáis como niños, pero quiero que también viváis bajo Mi Divina Voluntad y vivir bajo Mi Divina Voluntad, es vivir la vida bella y santa a la que quiero que todos vosotros pertenezcáis. Yo, dándoos órdenes, pero órdenes amorosas de todo un Padre que quiere vuestra perfección, que quiere todo vuestro bien, que quiere que seáis los hijos verdaderos de familia, que os améis los unos a los otros, que busquéis el bien de vuestros hermanos, tanto del hogar, como de los que están en otros hogares a los que vosotros asistís o asistiréis.

Quiero que seáis ya una sola familia mundial, en donde Yo, vuestro Dios, os daré nuevamente Mis Leyes y Decretos, os diré lo que quiero que viváis vosotros, para que seáis plenamente felices, pero deberéis actuar en total obediencia y aceptando lo que Yo os pida. Al principio, vuestros Padres vivían así, Adán y Eva, en el Paraíso, vivían bajo Mi Divina Voluntad, eran sencillos, dóciles de corazón, aceptaban lo que Yo les pedía y todo salía bien, hasta que ellos quisieron hacer lo que hicieron y, al no tener Mi Sabiduría Divina, todo se fue para abajo.

Quiero que seáis ésos niños pequeños, sencillos, humildes, obedientes y sabios, para que os deis cuenta de que si os salís nuevamente del vivir bajo Mi Divina Voluntad, cometeréis nuevamente el error de vuestros Primeros Padres y echaréis a perder lo que Yo deseo de vosotros y del Cielo entero.

¡Podéis hacer tanto cuando actuáis en el Bien pero, cómo destruís cuando vivís en el mal! Todo lo que estáis viendo a vuestro alrededor es causa, precisamente, del vivir bajo vuestra voluntad, porque no sabéis qué hacer, no sabéis cómo reparar lo que ya habéis destruido o echado a perder. Porque no tenéis Sabiduría Santa, no tenéis Mi respaldo, porque no queréis venir hacia Mí, no sabéis cómo reparar todo lo que habéis destruido, porque no sabéis cómo es lo bello que Yo tengo en Mi Interior, por Mi Sabiduría Divina. No sois omnipotentes, no sois capaces de rehacer toda una Creación que Yo os di y que se echó a perder por el Pecado Original. No sabéis cuáles son Mis planes y las metas que Yo quiero para cada uno de vosotros.

No sabéis tantas cosas y os creéis dioses. ¡Esa es la soberbia humana a donde os ha llevado satanás!, a creer que podéis hacer tanto y ahora estáis viendo que no podéis, por los resultados que veis a vuestro alrededor en todos los países del mundo. Todos vosotros estáis en la misma situación, una situación de destrucción a todos niveles, porque el hombre no es capaz de actuar como Yo, vuestro Dios.

Entendedlo ya y os estoy dando el remedio, soltaos totalmente a Mi Divina Voluntad, sed niños y dejadMe a Mí pensar lo que se debe hacer y, simplemente, sed obedientes y gozad de Mis bienes para que todo vuelva a ser como en el Principio.
Gracias, Mis pequeños.