Ago 29_98 Los Dones de Mí Corazón.

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

 

Escribe, hijo Mío, te voy a explicar sobre los Dones de Mí Corazón. Es Mí Santo Espíritu, el poseedor de todos ellos. Mí Santísima Hija, la Siempre Virgen María, es la Dispensadora de todos ellos y también poseedora de Ellos.

Todos vosotros, por ser hijos Míos, tenéis la Gracia de poderlos obtener, sólo los deberán pedir con corazón humilde y dispuesto, para que ellos fructifiquen, para vuestro bien y para el de vuestros semejantes.

Lis Dones de Mí Santo Espíritu, son muy variados y Mí Iglesia está llena de ellos. Recordad que todos vosotros, al ser Iglesia viviente, sóis como un cuerpo humano, necesitáis de varios tipos de células y órganos, para que pueda desarrollarse perfectamente. Lo mismo sucede con Mí Cuerpo Místico, todos vosotros lo sóis y todos tenéis la potencialidad de poseer alguno o algunos de Mis Dones, pero no todos de vosotros, estáis dispuestos a pedirlos y mucho menos, a permitirles que fructifiquen, para Mí Bien, para el de la Iglesia y, para el de vosotros mismos.

Ellos son de Mí propiedad, no de la vuestra. Son regalos maravillosos, nacidos y salidos de lo más íntimo de Mí Corazón. Ellos son la vida de Mí Iglesia y deben ser vuestra vida. Su seguimiento fiel, produce santidad en vosotros. Todos deberíais pedirlos para darme Gloria y Servicio de Amor, a Mí, Poseedor y Creador de todas las cosas.

Yo, vuestro Dios, comparto Mis riquezas con todos aquellos que Me piden ser verdaderos hijos Míos y, cuando veo que así se comportan, Yo mismo derramo todo lo que poseo en Mí Mismo Amor.

Es el Amor lo que purifica y santifica todo y siendo el mayor Don y que poco se Me pide, Yo mismo lo regalo a los corazones dadivosos y comprometidos, compromiso libre de vuestra voluntad a la Mía.

Es Mí Amor Mí más grande regalo y el que menos se vive actualmente. De Mis Dones es el menos buscado, porque preferís los aparatosos, para con ellos satisfacer vuestra vanidad ante los ojos de vuestros hermanos; sí dáis servicio con ellos, os dáis con ellos, es verdad, pero buscáis primero vuestra soberbia y luego, el darme Gloria a Mí, Vuestro Padre.

El Amor es poco pedido, porque no es aparatoso, no produce admiración ante los demás. Tiene que ser humilde y sencillo, virtudes poco practicadas actualmente. El Amor es donación, es ayuda sencilla e íntima. El Amor es agradecido y no envilece al alma que lo poseé.

Siendo el Amor el más grande Don de Mí Corazón, lo reservo sólo para aquellas almas que lo pueden hacer fructificar, con sencillez y humildad y para servicio de sus hermanos. El será el Triunfador por sobre todos los demás dones. Los demás se le dan por añadidura, a quién ya tiene el principal, el heróico, el Supremo Don, el del Amor.

Cuando Mí Santo Espíritu se derrame sobre todos vosotros, estad pendientes y pedid, con verdadera humildad y con verdadero respeto, este Don tan excelso, el Don que traerá la Purificación Total a vuestro Mundo cubierto por odio y tinieblas, a éste Mundo tan falto de éste verdadero Don. Pedídlo para hacerlo fructificar en vosotros y en vuestros hermanos y, así Me daréis la Gloria que Me Merezco por Ser Quien Soy, Gloria compartida con vosotros, por ser los hijos de Mí Corazón.

Hijitos Míos, vuestro Pentecostés se acerca, esperádlo como el niño espera a la madre, ansioso de su presencia, como la flor espera el rocío vivificador, como Yo espero vuestro regreso fiel a la Casa Paterna.

Yo os bendigo en Mí Santo Nombre, en el de Mí Hijo Jesucristo y en el del Paráclito de Amor, Mí Santo Espíritu.