Ago 18_98 La Pequeñez Humana.

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

 

Hijitos Míos, hoy os quiero hablar sobre la Pequeñez Humana. Fuísteis creados a Mí Imagen y Semejanza Espiritual. Los dones otorgados a vuestra alma son inmensos, las capacidades con loas que había dotado a vuestros primeros padres eran inmensas y fueron coartadas por el Pecado Original y de ahí sobrevino vuestra pequeñez. Siendo anteriormente los Reyes de la Creación, os volvisteis súbditos del demonio. La carne, vuestro cuerpo, empezó a tender hacia el mal, ya no buscaban vuestros instintos a servir a Su Dios, sino a ponerse en manos del mal, ya no os podíais proteger por vosotros mismos. Si antes era Mí Amor el que os compartía todo y sólo se unían voluntades llenas de amor sin poner ninguna traba a la fluidéz de la Gracia de Mí Corazón, después del Pecado Original fue la carne y sus pasiones las que empezaron a poner traba a la vida corriente de la Gracia, a la Savia Santificante con la que Yo, Vuestro Dios, infundía vida y sabiduría a Mis Primeros Hijos.

La pequeñez en la que caísteis fue muy grave y no sólo por haber perdido Mí Contacto Toral, sino porque vuestra pequeñez de mente y corazón, empezó a evitar el querer ponerse en contacto con Su Dios, en forma total, en cuerpo, alma y sobre todo, en su voluntad y así empieza la tiniebla de los corazones. Empieza la humanidad a caminar entre las tinieblas, sin rumbo fijo y es Mí Misericordia y Mí Amor hacia Mis hijos, que a través de Mis Profetas les empieza a mostrar el camino, a dar luz a sus vidas; empiezan a conocer Mis Leyes y Decretos. Los de corazón humilde y contrito, por sentir la carga del Pecado Original y por sentir la necesidad de volver a Su Dios, aceptan las palabras que dí a través de Mis Profetas de ése tiempo, pero la pequeñez espiritual y humana, seguía. Pocos crecían en la virtud y en Mí Amor.

Llega Mí Hijo a la Tierra y os trae la Verdadera Luz, Él es Luz para iluminar a los corazones y se os muestra la Verdad, Mí Verdad. Mí Misericordia os sigue buscando y pocos reaccionando a éstos detalles de Amor Divino.

Pasan los años y siglos posteriores a la Venida de Mí Hijo Jesucristo, la pequeñez espiritual es ahora peor, porque la pequeñez humana, ahora rica en bienes, en tecnología, en comodidades, en pecados más graves, hacen que se ahogue la espiritualidad del alma. Sigo enviando Mis Profetas para que os guíen. La luz se va apagando en vuestras almas y a menos de que no reaccionéis a tiempo, vuestras almas, el amor en vuestro corazón, el amor en el Mundo entero, puede sucumbir.

Mis Profetas, que he puesto actualmente en todas partes del Mundo, están llevando Mis Palabras y Mí Amor a todos vosotros. Aunque la obscuridad parezca cubrir la Tierra, siempre estaré Yo, Vuestro Padre y Creador, enviando Luz, Luz Verdadera que hará que vuestros corazones se muevan a escuchar y a vivir la “Primera Esencia” que habita en vuestro corazón y que es Mí Divina Presencia en vosotros, pero vosotros mismos tendréis que reaccionar y vuestra libre voluntad deberá aceptar Mí Moción en vosotros.

Cuando más obscura se encuentre vuestra mente y vuestro corazón, cuando todo parezca que se terminará con el triunfo del mal, recordad que Mí Luz Divina Triunfará, Mí Amor ha de triunfar por sobre todo mal, por sobre toda obscuridad destructiva. No esperéis obscuridad de sol, daos plena cuenta, primero, por la obscuridad de vuestro corazón y, por consecuencia, la obscuridad de vuestra alma.

Al no vivir ya Mis Preceptos, al no vivir ya Mí Ley, al no vivir ni difundir Mí Amor, estáis viviendo la obscuridad en plena luz de día. Vuestros sentidos a la bondad se han obscurecido, yo no hay fraternidad santa, sólo aprovechamiento de los bienes terrenos, de los demás. Ya sólo os interesa buscar y atesorar bienes terrenos, podredumbre humana que os ha de llevar a la perdición de cuerpos u almas. Ya no le dáis alimento divino a vuestra alma con la recepción de Mí Santo Cuerpo en la Sagrada Eucaristía y si lo tomáis, muchos lo tomáis indignamente y con ello obscurecéis más vuestras almas y ganáis más rápidamente vuestra condenación eterna.

Hijitos Míos, ¿cuándo regrese Mí Hijo nuevamente a la Tierra, encontrará todavía Fé Verdadera y Amor Divino en vuestros corazones?

Cuánto mal habéis acarreado a vuestras almas. Ya no os interesa buscar lo espiritual venido de Mí, de Vuestro Dios, por considerarlo obsoleto y aburrido, en cambio, tratáis de buscar y de llenaros de lo “espiritual” que os propone Mí enemigo, al buscar cosas obscuras y secretas, poderes mentales y mágicos buscáis aumentar las potencialidades de vuestro ser y de vuestra mente.

¿Os dáis cuenta, hijitos Míos, a qué grado se ha obscurecido vuestra inteligencia? Habéis preferido las tinieblas a la Luz. Buscáis las potencialidades de vuestra pequeñez humana, limitada, frágil e intrascendente. Buscáis cubriros con gloria, poder y riquezas humanas, todo lo volcáis hacia vuestros sentidos corporales y mentales. Yo, Vuestro Padre os prevengo, que de seguir así, al separaros de Mí Divinidad, estáis cavando vuestra propia fosa eterna. No es lo material de vuestro cuerpo, ni las potencias de vuestra limitada y frágil mente lo que os hará trascender a Mí Reino. No es vuestro “poder material ni mental” los que os harán ricos en la Otra Vida, sólo Mí Amor, el cumplimiento de Mis Preceptos y de Mis Leyes y la donación libre y humilde de vuestros corazones, la que os traerá la Verdadera Felicidad, Mí Felicidad Eterna.

Pronto el mal se va a adueñar de todo vuestro Mundo, os propondrá el bien material y el goce corporal a su máximo y con el aparente consentimiento de Mí Ley, rubricada por Mí supuesto pastor y cabeza. El mal en su máxima potencia os tratará de envilecer en cuerpo y alma y os proveerá de todo lo necesario para poneros en Mí contra, para haceros perder vuestro máximo tesoro por toda la Eternidad, vuestra alma.

Yo entiendo vuestra fragilidad, entiendo vuestra pequeñez, aunque no las acepto, puesto que Yo, que Soy Parte de vosotros y que vivo en vosotros, os ayudo en todo momento y os trato de atraer al camino de la Luz y de la Verdad. Si vuestra voluntad y vuestra ceguera prefieren seguir el camino que os ofrece Mí enemigo y si no acudís a Mí y os cobijáis y os protegéis con Mí Vida y con Mis Gracias, entonces Me atáis Mis Manos y no Me dejáis actuar para bien vuestro.

Hijitos Míos, el tiempo es corto para vuestra conversión, pero para Mí no hay límites, os puedo llevar a un Paraíso de Amor, lleno de Luz y de Paz, a pesar de que todo lo que haya a vuestro alrededor sean tinieblas y destrucción. Podréis estar, como Mí Apóstol decía: Estoy en el Mundo, pero NO soy del mundo”. Así os quiero, estáis para servirMe en la salvación de vuestros hermanos, les llevaréis el amor, Mí Amor, que sí vale para ganar la Vida Eterna y lucharéis, ahora sí, con un arma poderosísima contra las fuerzas del mal y contra las tiniebla del mal que ahora os cubren y dentro de poco os tratarán de ahogar.

El Triunfo definitivo se dará a través de la Luz que producirán los corazones llenos de Mí Amor,

Hijitos Míos, ¡AyudádMe, por favor!, es por vuestro bien y para vuestra Gloria Eterna. Dejad que el Amor os tome perfectamente y hallaréis y viviréis de las delicias de Mí Corazón. Podréis fácilmente vencer las iniquidades del mal. El Poder del Amor es Absoluto, no limitado como lo es el odio y el mal.

Yo, Vuestro Dios, venceré, a pesar de lo que Mí enemigo y sus secuaces os digan, ¡Yo venceré!, porque así como Soy Vuestro Dios y Creador, así también lo Soy de los demonios. Su mal es poderoso, pero limitado. Mí Bien, Mí Amor es Omnipotente e ilimitado. No os dejéis engañar, ya fue vencido una y mil veces y lo será una vez más, pero aquellos que se dejen engañar y mimar nuevamente por la serpiente, caerán como vuestros Primeros Padres.

Sed pequeños en la humildad y en el abandono a Mis Cuidados Amorosos y así como unos padres no pueden abandonar a su bebé, porque moriría de hambre, Yo tampoco puedo olvidar y menos abandonar a Mis hijos, creados por Mí, con Mí Máximo Amor.

Todos vosotros sóis Mis hijos y Yo Soy Vuestro Dios y Creador, que siempre olvida el mal que Me causásteis con vuestra indiferencia y vuestros pecados, cuando arrepentidos y amorosos os acercáis nuevamente a Vuestro padre a pedir Su Amor y Su Perdón.

Mí Corazón sigue abierto para todos vosotros. Seguid la Luz de la Conciencia, escuchádla y ella os guiará. Llevád Mí Amor a vuestros semejantes y pronto venceremos y veréis, por fin, los Cielos Nuevos y la Tierra Nueva que os tengo preparados en vuestro propio Mundo, en el Triunfo Final de Mí Corazón Misericordioso.

Yo os bendigo en Mí Santo Nombre, en e de mí Hijo Jesucristo y en el del Divino Amor del Espíritu Santo.

Vuestro Pentecostés de Amor se acerca, pedídlo con HUMILDAD, AMOR Y FE verdaderos.