Feb 15_00 La Docilidad.

Mensaje.

 

Mensaje de la Santísima Virgen María a J.V.

 

Habla la Santísima Virgen María,
Sobre: “Les quiero hablar sobre la docilidad, que es una virtud muy grande.”
Hijitos Míos Soy vuestra Madre Santísima, la Reina del Cielo, la Reina de los corazones que Me han permitido Vivir perfectamente en ellos, Soy vuestra Madre que os ha de guiar por el camino del Bien, por el camino del Amor, por el camino de la Perfección.

Hijitos Míos les quiero hablar sobre la docilidad, que es una virtud muy grande para los que quieren ser perfectamente hijos de Dios.  

Nuestro Padre Dios como sabéis nos llenó de virtudes, de dones, Me colmó de todo Su Amor en la perfección y lo más perfecto que Me concedió fue la humildad y con ella Yo acepté todo lo que Él Me daba y lo que Me pedía. Con docilidad, con la humildad se acepta todo, con la docilidad se vive todo, deberéis de aprender a ser dóciles para que podáis vivir la Vida de Dios en vuestro corazón, en vuestros actos, en todo lo que Él pida a vuestra alma para el bien de vuestros hermanos.

Sin la docilidad no podrías multiplicar los dones que Dios os ha otorgado, con la docilidad  podéis multiplicar la vida en Gracia, tanto en vosotros, como en vuestros hermanos, con la docilidad podréis ganar el Cielo grandemente, pedidla Hijitos Míos, pedidla sin temor, porque muchas veces sentís el peso de la responsabilidad ante la tarea impuesta, -aquí no existen imposiciones-, cuando sale del Corazón de vuestro Dios, Él os pide, no impone y vosotros aceptáis por Amor y actuáis con docilidad.

La docilidad lleva ya intrínseca la Gracia de la facilidad en la actuación del Bien pedido por vuestro Dios. Si actuáis en la docilidad se os abrirán puertas difíciles que a ojos humanos serían imposibles por abrir, en la docilidad veis la Mano de Dios en vuestra vida y todo se facilita porque es vuestro Dios el que actuará a través vuestro, al actuar en la docilidad tendréis un verdadero cambio de actitud en vuestra vida, al vivir la docilidad, estaréis viviendo como verdaderos Hijos de Dios, obedientes, amorosos y sobretodo, pagando a vuestro Dios con la misma moneda del Amor, Él, salvando vuestra alma y vosotros, salvando almas para Él.

En la docilidad, Él puede actuar perfectamente y se puede hacer Su Divina Voluntad en los corazones, en la docilidad veis grandes cambios en vuestro ser y en el de los demÁs, porque es el Amor el que se infunde en vosotros y es Amor el que vosotros infundís en los demÁs. La docilidad es actuar en el Bien Supremo, en el Bien Divino, en el Bien Omnipotente, acudid a MÍ, Hijitos MÍos, para que os enseñe a pedir, para que os enseñe a caminar, para que os enseñe a hablar, para que os enseñe a vivir segÚn nuestro Padre Dios quiere que vivamos.

Pedid este Don Supremo del alma, virtud excelsa del espíritu, unida a la humildad vence el Corazón de vuestro Dios, a Él le podréis pedir lo que sea y lo obtendréis si pedís con humildad y actuáis con docilidad, porque nunca pediréis para vosotros, sino lo que recibiréis será para el bien de vuestros hermanos, seréis intermediarios de los dones, de las gracias para vuestros hermanos.

El Bien Supremo de vuestro Dios os cubra, os guíe y os haga amar más a vuestros Dios, porque de Él habéis obtenido todo y a Él le agradeceréis por toda la Eternidad, por el regalo que os dará por vuestra misión bien realizada en la Tierra.

Mi Corazón quede con vosotros y con los vuestros. Acudid a MÍ, vuestra Madre, siempre que necesitéis y Yo estaré pronta a ayudaros. Mi Paz quede con vosotros.