Ago 12_00 La Necedad en la que vive el hombre.

Mensaje.

Mensaje de Dios Padre a J.V.

Habla Dios Padre,
Sobre: La Necedad en la que vive el hombre.
Hijitos Míos, os habla vuestro Dios y Señor. Os quiero hacer hincapié sobre la necedad en la que vive el hombre, necedad en la cuál, por vuestra soberbia, no os deja ver más allá de vuestra nariz.

Yo os he formado a imagen y semejanza Mía. 0s he dado tesoros infinitos al compartiros una parte de Mi propia esencia, vuestra alma. Os he constituido hijos Míos y herederos de Mi Reino por filiación con Mi Hijo Jesucristo. Poseéis todo lo necesario para vivir vida de Cielo en la Tierra, para vivir un verdadero paraíso Terrenal y no lo buscáis, porque no lo creéis. Vivís apesadumbrados por las cosas del mundo y en vuestra ceguera no alcanzáis a ver el horizonte maravilloso y valiosísimo que os espera al finalizar vuestros días sobre la Tierra. Podríais tener vida en abundancia al vivir en Mi Presencia y tomando de la Vida misma que Mi Hijo os heredó en la Tierra, pero preferís la falsedad de los placeres y posesiones efímeras que os ofrece el maligno en el mundo.

Os acabáis y acabáis con el tiempo que os concedí para, con honor infinito, servirMe en el Mundo, buscando la vida del mundo, buscando el cómo sacarle el mayor provecho al mundo, para presumir ante vuestros hermanos de que “sois más listos” porque poseéis más de las cosas del mundo, pero no buscáis el poseer más de Mi Cielo y de sus regalos para toda la Eternidad.

Hijitos Míos, vuestra necedad y vuestra ceguera no os permiten daros cuenta de que, al seguirle el juego al maligno, él os está ofreciendo cuentitas sin valor, a cambio de la riqueza infinita que poseéis y que Yo, vuestro Dios, os regalé y ella es vuestra alma.

El demonio os ofrece las posesiones del Mundo, pero no todas, a cambio de vuestro tesoro infinito que lleváis en vuestro interior, VUESTRA ALMA. Os conformáis conque é1 os de sólo de las migajas del”pastel”y él se queda con todo el “pastel”, VUESTRA ALMA. Os hace creer que lo que él os ofrece de este mundo vale muchísimo más de lo que todo el Poder Divino de un Dios, Yo vuestro Dios, os pueda dar y él NUNCA os va a poder dar algo más valioso que VUESTRA ALMA.

Pensad en esto por un momento, según él, él os concede todo lo que pidáis si le entregáis vuestra alma. El posee una gran inteligencia y nunca va a salir perdiendo en un trato que pacte con el hombre y va a tomar del hombre, a cambio de su servicio, lo que más valor tenga para quitarle, por eso os pide vuestra alma, porque Yo, como Dios y Padre de todos vosotros, al ser Omnipotente no voy a regalaros cualquier cosa, Yo doy regalos valiosísimos a todos M hijos, regalos que el demonio ya no puedo tener por su traición, por eso pacta con vosotros para quitároslos. Vuestra ceguera no os permite ver el tamaño de las cosas del Mundo, que él os ofrece, en comparación con lo que Yo os ofrezco y que no es solamente el Universo entero, en donde el Mundo y sus cosas quedan como pequeñas partículas perdidas en la inmensidad del Universo, sino que también os prometo Mi Reino Celestial, todavía más bello y más rico que todas las bellezas y riquezas del Universo.

Os vuelvo a preguntar, ¿qué es el mundo y sus “riquezas”, en comparación con todo el Universo? Ciertamente él es el príncipe de éste mundo, porque al mundo cayó después de su pecado, pero Yo Soy el Rey de Universo y él no tiene poder, ni sobre Mí, ni sobre algo más que no sea el mundo en el cuál vivís y al que venís a levantar en el Amor siguiendo Mi ejemplo Redentor. El maligno no os puede dar más que lo que el mundo puede dar. Yo no solamente os puedo dar las riquezas del Universo sino Vida Eterna en Mi Paraíso Celestial, en cambio él os dará muerte eterna y dolorosa cuando aceptáis “su pacto” y le donáis vuestra alma.   

¡Cuanta ceguera por parte de todos vosotros, Mis pequeño!¡Cuánta infidelidad y falta de Fé en vuestro Creador! Os habéis vuelto tan materialistas y mundanos por vuestra falta de Fé y confianza a Mis Palabras, que vosotros mismos os habéis encajonado en un callejón sin salida, al haberos confiado al mal, del cuál ya sabéis que sólo os va a dar limitaciones, problemas, desesperación y vida sin amor. Todos vuestros problemas actuales son producidos por la donación  que hicisteis de vosotros mismos al mal y a sus consejos y veis ahora a lo que esto os ha llevado, al caos mundial, a una sociedad de temor, a unos gobiernos corruptos y a un futuro incierto y sin paz. Estáis ahora viviendo las consecuencias de vuestra traición a Dios. El maligno sólo os puede ofrecer lo que él mismo es, muerte, odio, perversión, traición, guerra, infidelidad, corrupción, muerte espiritual. ¿De dónde queréis sacar virtud y bienestar si estáis vendidos al que no las posee? Habéis preferido la frialdad de las riquezas y las “posesiones grandiosas” de vuestro Mundo que él os ha ofrecido, a cambio del inmenso tesoro que os dí, vuestra alma. Además de que ya no buscáis lo que Yo, vuestro Dios, os he pedido desde siempre, la paz, el amor, la fraternidad, la dicha de Mi Reino Celestial.

Os habéis aburrido de vuestro Dios y de Sus Palabras y Leyes y habéis permitido que el mal creciera y tomara gran fuerza y poder sobre todos vosotros y ahora os espantáis del resultado.

Entended, hijitos Míos, que habéis sido vosotros los que fortificasteis al mal, lo alimentasteis y lo consentisteis porque quisisteis aprovecharos de lo que él os ofrecía y ahora podéis ver cómo os paga. El mal nunca,  entendedlo, nunca os va a pagar con un bien ni va a mantener su palabra, porque es la mentira pura, es la mentira pecaminosa, es la mentira perversa, es la mentira traicionera. Ya que logró su objetivo y después de hcaeros “felices”, toma vuestra riqueza -vuestra alma- y os lleva a lo que él mismo es, muerte, muerte eterna con muchísimo dolor.

Hijitos Míos, una y otra, Vez os repito estas cosas para haceros reflexionar, porque os amo. Amo al bueno y amo al malo, todos vosotros sois Mis hijos y a todos los quiero salvar.

Entended que Yo, vuestro Dios, no podía dejaros perecer sin luchar por lo que Me pertenece. Vuestra alma Me pertenece y la volvéis poderosísima y valiosísima cuando la unís a Mi Vida, pero cuando se la ofrecéis al mal y se la cambiáis por un puñado de moneditas sin valor, no alcanzáis a ver lo que perdéis ni el dolor que Me provocáis.

Aún por más malvados que seáis, reflexionad de corazón por un minuto, minuto que Yo esperaré ansiosamente para haceros entender lo maravillosa que es vuestra alma, comparada con las cosas materiales que el maligno os ofrece.

Vuestra alma tiene las riquezas de la vida espiritual: vida sin límites, poder sin límites, amor sin limites, virtud sin límites y el maligno os la cambia por “mugritas materiales” sin valor espiritual, con vida efímera y sin valor eterno.

Vosotros mismos criticáis la acción de los pueblos conquistadores sobre los conquistados, en donde los conquistadores les cambiaban collares de vidrios de colores, cuentitas sin valor, espejitos y un sinnúmero de “porquerías” por las grandes riquezas de oro, plata y piedras preciosas que habían atesorado estos pueblos por años. Ahora el demonio os está haciendo lo mismo y no caéis en cuenta de ello, porque no os queréis dar cuenta de que sois tontos y porque os habéis dejado deslumbrar, como los aborígenes, por las cuentitas sin valor que él os viene ofreciendo desde hace muchos siglos.

Vuestra soberbia os hace creer muy listos, porque os está dando “poder y riquezas’ ante el Mundo y vuestra ceguera no os permite alcanzar a ver lo que seréis y viviréis por toda la Eternidad.

Hijitos Míos, safaos de su poder infernal viviendo vida de Gracia, con la vida en Mis Sacramentos, con vuestra vida en Mi Vida. BuscándoMe alcanzareis a ver la realidad en la que vivís, a la mentira y al error con los que os ha envuelto y así podréis poner un -Hasta Aquí- a sus necedades y a sus mentiras. Y no os dejéis conquistar más con sus “cuentitas sin valor” y apreciad más la riqueza interior que Yo os regalé y que vale infinitamente más que lo que él os ofrece.

Yo os bendigo y envío a Mi Santo Espíritu para que dé vida espiritual y permita ver la LUZ a todos aquellos que Me lo pidan.