Mzo 09_00 Os he creado para llenaros de Mi Gracia y compartirles Mi Amor.

Mensaje de Dios Padre a J.V.


Habla Dios Padre,
Sobre: Os he creado para llenaros de Mi Gracia y compartirles Mi Amor.

Hijitos Míos, Soy vuestro Padre, vuestro Dios, dueño y creador de cuanto existe, quién os ha creado y os ha permitido vivir.


Os he creado con la finalidad de llenaros de Mi Gracia y para compartiros Mi Amor. Me he derramado en Amor en cada uno de vosotros al colmaros de Mi Esencia Divina y al poneros dentro de vuestro ser a Mi Santo Espíritu de Amor, quien os puede colmar con todos Sus Dones cuando así lo consentís.


Cada uno de vosotros es una perfección espiritual porque sois parte de Mí, pero no lográis alcanzarla sino hasta cuando ponéis de vuestra parte, venciendo a la decadencia espiritual a la que os ha llevado el maligno, por el pecado cometido por vuestros Primeros padres, al usar vuestro libre albedrío.


Hijitos Míos, ya es tiempo de que os deis cuenta de que el mal sólo podrá ser vencido cuando vosotros mismos empecéis a producir, personalmente, amor, respeto y bien para con los demás. Si Yo, vuestro Dios, os he dado el libre albedrío aún a pesar de que afectáis gravemente Mi Obra Creadora, tanto en vosotros mismos como con los demás y a la Naturaleza, así entonces vosotros no tenéis el derecho de afectar la libertad de los demás al obligarlos a actuar según vuestros falsos criterios humanos. Yo os guío con respeto y os he dado Mis Leyes para ser cumplidas para vuestra bien, y las reglas y leyes que hagáis, tanto para vuestro hogar, como para el buen desarrollo social, deberán estar encaminadas para producir, primero, amor, respeto, crecimiento espiritual, para que todo ello vaya encaminado a agradarMe y a ayudarMe a la creación de un Mundo lleno de Mi Paz y de Mi Amor. No podéis, ni debéis separar la vida humana de la vida divina, porque deben ser una sola cosa las dos. Lo humano se debe dejar guiar, perfectamente, por Mis Leyes y Decretos. Lo humano Me pertenece por completo, como lo divino y espiritual, también.


Os expliqué en el Mensaje anterior, que lo humano, vuestro cuerpo, es movido por vuestra alma. De igual manera debe ser la vida social, la vida de los pueblos. Vuestros dirigentes deben ser almas de oración, para que de ella alimenten sus decisiones. Deben ser almas unidas a su Creador, para que actúen según Mi Voluntad, para bien de todos. Deben ser almas que se dejen guiar por Mi Santo Espíritu, quién también los habita, para que aprendan a depender totalmente de Él, de Su Sabiduría. Deben ser almas generosas y serviciales, para que vean siempre por el bien de los demás antes que ver sus propios intereses. Deben ser almas que ya hayan aprendido a dejarse mover por Mí en su interior, para que Me puedan manifestar en su exterior.


Un gobernante debiera ser como Mi siervo David, quién, lleno de Mi Amor, de Fe y confianza en su Señor, vence un mal inmenso, representado en Goliat, confiando solamente en Mí y luego se vuelve, aún a temprana edad, en guía y rey de Mi pueblo, Israel, porque vieron en él Mi Fuerza y Mi Sabiduría, humildemente reflejadas.


Si el mal existe en el Mundo y ha ganado la fuerza que actualmente tiene, es porque vosotros se lo habéis permitido. Le habéis dado fuerza porque no habéis luchado contra vuestra tendencia natural, humana, para contrarrestar el mal que os envuelve. Os habéis vuelto flojos e indiferentes a ése mal y él ha crecido en proporciones que ahora no podéis controlar. Exigís un cambio de actitudes a vuestras semejantes, cuando con vosotros mismos no movéis ni un dedo para lograrlo. Señaláis a los demás en sus faltas, cuando no existe en ninguno de vosotros posibilidad de “arrojar la primera piedra”.


El mal seguirá cundiendo por vuestro Mundo hasta que no le pongáis un “hasta aquí”, y éste será hasta cuando vosotros empecéis a producir AMOR en vosotros mismos.


Os he dicho que tenéis libre albedrío para actuar y lo hagáis bien o lo hagáis mal, Yo os respeto y no os presiono; lo mismo deberéis hacer con vuestros semejantes. La mejor manera de mover a un alma, a un semejante, a hacer el bien, es a través del ejemplo. Hace no muchos años cuando aún convivíais en familia, haciendo oración en conjunto, al dar el buen ejemplo ayudando a Mis pobres y enfermos, cuando dabais soporte material, moral y espiritual a Mis sacerdotes, cuando existía el amor sincero y natural en vuestra familia, vuestra sociedad se desenvolvía en un ambiente de paz, de armonía, de fraternidad, de confianza mutua. Ciertamente no duraba mucho, puesto que el maligno ataca continuamente Mi Obra en vosotros y trata de evitar todo crecimiento de paz y de amor en el Mundo, pero lo ha habido, lo habéis constatado, lo habéis vivido y ¡lo podéis lograr de nuevo! y ello dependerá en que lo meditéis con sabiduría y humildad, que os deis cuenta de lo que tuvisteis y lo que perdisteis por vuestra falta de oración y de buenas costumbres, las cuales empezaron, primeramente, en vuestro hogar. Ahora, cuando criticáis las cosas que suceden el la sociedad mundial, preguntaos con sinceridad, ¿cómo está mi hogar y qué ejemplo estoy dando en él? Si no hay buena relación entre todos vosotros en sociedad, es que no la tenéis en lo familiar. Si existen rupturas y divorcios en vuestras familias, es porque primero os habéis “divorciado” de Mí y de Mis Leyes y si os dais cuenta, el primer afectado en todos vuestros problemas sociales y familiares, he sido Yo, vuestro Dios.


Os lo repito, Yo no os puedo obligar a nada, pero sí os puedo hacer reflexionar para que cambiéis a obrar el bien que Yo tanto deseo en cada uno de vosotros, porque ¡os amo de todo corazón! Si una madre “normal”, llega hasta a dar la vida por sus hijos, si los ve ante un peligro grave, qué no voy Yo a hacer por cada uno de vosotros siendo que Yo Soy mucho más sensible que la más sensible y amorosa madre que pueda existir sobre la Tierra.


Yo os mandé a Mi Único Hijo para que os enseñara cómo Mi Amor debe ser vivido, tanto en lo personal como con los demás. Estudiad Su Vida. Aprended de ella y veréis que Él siempre se movía, actuaba, pensaba, amaba según Mi Voluntad. Es un Hombre-Dios del que debéis tomar ejemplo, además de que es vuestra obligación hacerlo, ya que también vosotros sois Mis hijos y Él, como hermano mayor vuestro, os vino a enseñar lo que Yo deseo en cada uno de vosotros.


Nuevamente os recalco, debéis buscar y lograr el cambio en vuestro Mundo, empezando con vuestro propio crecimiento espiritual y con él producir y ayudar a producir el Amor que tanto necesitáis todos vosotros.


No señaléis a los demás, llenaos de humildad y señalad a vuestra alma, ponedla ante Mi Presencia y al daros cuenta de vuestra pobreza espiritual, pedid Mi ayuda Paterna, la cual se os dará de inmediato, porque Yo nunca desoigo a un alma que, humildemente y con deseo de superación en la perfección del amor, se acerque a Mí. Os habéis vuelto muy soberbios y me habéis dado la espalda, negando el deseo de seguir Mis Leyes y Preceptos de Amor. Ya os he permitido caminar solos, como el padre y !a madre dejan dar sus primeros pasos a su bebé, pero así como el bebé pierde, a veces, el equilibrio y rompe cositas apreciadas de la casa, vuelven a tomarle la manita para ayudarlo otro poquito más para fortalecer sus piernitas. Ahora Yo, una vez más, por intercesión de algunos de vosotros, tengo que volver a tomaros de la mano y arreglar, lo que vuestra necedad y traición, por aceptar los consejos de Mi enemigo, han producido. Debo tomar, nuevamente, las riendas del Mundo, pero con Amor y sin coartar vuestra libertad. Recordad vuestro proverbio: No hay mal que por bien no venga. A la mayoría de vosotros os va a tocar ver grandes acontecimientos de purificación, en donde he de eliminar la cizaña para dejar el buen trigo. Mucho “buen trigo” se irá con la cizaña, no porque sea malo, como muchos lo creerán, sino porque ese buen trigo se dará en corredención con Mi Hijo, para la salvación de una gran cantidad de “cizaña”. Si con vuestra oración, con vuestra cambio sincero de corazón hacia Mí y hacia los demás, Me ayudáis a un cambio inmediato en el Mundo, lograréis detener mucho mal que se avecina. Recordad que Yo nunca os voy a presionar a hacer algo, pero sí agotaré todas las posibilidades de haceros entender Mi Voluntad para daros Mi Bien Eterno.


El cambio en el Mundo entero y el poder vencer a las fuerzas del mal, existe en vuestro corazón. Con humildad y con un gran deseo de agradar a vuestro Dios, podréis lograr crear un Nuevo Paraíso Terrenal, siendo vuestra ayuda, real, sincera y amorosa. TODO lo podréis lograr con la oración, cuando permitáis que ésta sea guiada por Mi Santo Espíritu, quien vive en vuestro corazón. Introducíos en él, buscad Mi Reino en vosotros, pedid ayuda a Mi Hija, la Siempre Virgen María, modelo de humildad, sencillez, amor donado a Mi Corazón y pedid de corazón por el cambio, venciendo al mal y a sus desvíos y entregadMe, con amor, un Nuevo Mundo en dónde Yo pueda habitar entre vosotros como en el Principio de los Tiempos. Confiad en la oración santa y sincera, la que sale de la profundidad de vuestro corazón. Vosotros sois pequeños, en vuestro exterior, pero cuando el alma, vuestra alma, se une a su Creador, ella alcanza un poder omnipotente e infinito, cuando ella busca halagar a su Dios. Tenéis todo, teniéndoMe a Mí. No desperdiciéis éste don tan grande y poderoso que os doy, para rehacer lo bello que os heredé.


Mi Amor quede con vosotros y con los vuestros.