Mzo 02_05 El dolor siempre acompañará al amor

Rosario

Mensajes de Dios Hijo, Dios Padre y la Santísima Virgen a J. V.

Temas:

  • El dolor siempre acompañará al amor cuando se da con profundidad, cuando es un verdadero amor.
  • Debéis poner vuestra Fe y vuestra confianza en Mí, vuestro Dios.
  • La Perfección que os pido, os lleva a la santidad.
  • Ciertamente ya estoy entre vosotros Yo, vuestro Dios Espíritu Santo, moviendo a las almas hacia esa Perfección.
  • Así como Soy Madre de Mi Hijo Jesucristo, vuestro Salvador, también Soy Madre de cada uno de vosotros.
  • Os pido que os pongáis por un momento en el lugar de vuestros hermanos que han caído.
Primer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: El dolor siempre acompañará al amor cuando se da con profundidad, cuando es un verdadero amor.

(Lenguas…, sonaba como un diálogo muy triste)
Hijitos Míos, ya os había dicho que nunca podrías separar el dolor del amor. El dolor siempre acompañará al amor cuando se da con profundidad, cuando es un verdadero amor.

Mis pequeños, así como Yo Me dí para el Padre, por todos vosotros, en totalidad, Me desprendí de todo para darMe para la Obra del Padre, todos vosotros, los que ahora Me seguís, deberéis desprenderos en totalidad, deberéis dejar todo, todos vuestros sentimientos, vuestra persona, vuestro pensamiento, vuestro pequeño amor a los pies del altar, para que Yo los ofrezca junto con los Míos a Nuestro Padre.

Deberéis desprenderos de todo para que Yo os pueda llenar después. ¡Cuánto os cuesta, Mis pequeños, desprenderos de vuestra naturaleza, de vuestra miseria! Cuando Yo, vuestro Dios, os puedo dar tanto, os puedo llevar a la perfección en el Amor.

No alcanzáis a ver todavía lo que se puede ver desde lo alto. Si vosotros no subís a una montaña, no podréis ver el espectáculo que se ve desde ahí. Podréis ver algo a los pies de la montaña, cuando ya dejasteis todo, cuando ya aprendisteis a subir a la montaña, con ese desprendimiento total, con esa voluntad totalmente puesta al servicio de vuestro Dios. Cuando creéis que habéis perdido todo, porque en el trayecto de la subida os fuisteis quitando de todo aquello que fuera carga excesiva para que pudiérais llegar a la cima sin mucha carga y más ligeramente, allá arriba en lo alto, ya libres de todo peso terreno, ahí es donde Me encontraréis, en la perfección, en la perfección del Amor, en la perfección de la donación, en la perfección del olvido de todo lo terreno.

Ahí os quiero, Mis pequeños, en la Cima, en lo Alto, cerca de Mi Corazón, totalmente apartados del mundo, ahí donde sentís la libertad, la brisa que os envuelve, que os acaricia, ahí donde sentís Mi Amor con ésos espectáculos en el cielo, en las montañas, en la naturaleza, ahí es donde apreciáis cómo toda ésa Obra de Perfección se creó para cada uno de vosotros.

Ciertamente encontraréis en el camino bellezas, halagos, amores, que son bellos, pero que no os llevan a la perfección. Yo Soy la Perfección y para poder llegar a ella, os vuelvo a repetir, deberéis negar todo aquello que en el camino os vaya produciendo gustos, bellezas, pero que todavía no son perfectos. Voy buscando almas que quieran llegar a ésa Perfección.

Mis pequeños, gozo infinitamente cuando hay almas dispuestas a dejarlo todo por Mí, para gozar de Mi Perfección. Yo Me derramo sobre ellas y, así como abandonasteis todo, Yo os voy a llenar de todo lo Mío. Y es así como las almas llegan a la Plenitud, a la Plenitud del Amor de vuestro Dios.

Ciertamente es un sacrificio fuerte, grande, porque el Regalo va a ser inmenso, infinito. Deberéis dar vuestro máximo y así apreciaréis Mi Regalo. Yo con el alma, el alma Conmigo.
Os quiero ahí, luchad por ello.
Gracias, Mis pequeños.


(Lenguas…)
 

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Debéis poner vuestra Fe y vuestra confianza en Mí, vuestro Dios.

Hijitos Míos, debéis poner vuestra Fe y vuestra confianza en Mí, vuestro Dios, os lo he pedido muchas veces. El hombre falla constantemente y se le tiene que estar recordando su lección.

Cuando Yo os pido algo, es para el bien de la creatura. Cuando Yo doy algo, doy en exceso, si os estoy pidiendo la Perfección, es porque sé que gozaréis inconmensurablemente el Regalo de Mi Amor.

Vuestras escasas capacidades actuales, no pueden entender lo Maravilloso de Mi Amor, tenéis que confiar, como se os ha dicho, aún en la obscuridad, aún a pesar de vuestra pequeñez. Todavía no os separáis de lo tangible, debéis aprender a vivir en lo intangible, que es la Fe y esa Fe os va a llevar a lo tangible nuevamente, pero a niveles superiores.

La Fe hace grandes Milagros, la Fe hace que lo prometido se vuelva realidad.
Tenéis en las Escrituras lo que os dijo Pablo, ni el ojo vio, ni el oído oyó lo que nuestro Dios tiene reservado para el hombre.

Mis pequeños, os vuelvo a repetir, no estáis capacitados para entender Mis Maravillas, pero vuestra Fe os puede llevar por el buen camino.

Daos, daos por completo a Mí, para que Yo os pueda revestir con ése vestido nuevo, con ese vestido de fiesta, con el que gozaréis Mis Maravillas, tengo que transformaros por completo, para que podáis vivir casi como los Ángeles.

Al pediros el desprendimiento de vuestro ser, de vuestros gustos, de vuestra mente, de vuestro corazón, quizá aún hasta de vuestra propia vida, eso logrará que lo intangible se vuelva tangible.

Os quiero regalar Mi Cielo, Mis pequeños, os quiero regalar el Reino, os quiero regalar Mi Vida. Queréis medirlo, no podréis, Mis pequeños, todo en Mí es Infinito, y a eso estáis invitados, a ganar lo Infinito para vosotros.

Muchos por temor no dan el paso, están tan arraigados a la Tierra, a lo tangible, que sienten temor por soltarse.

Por eso os decía Mi Hijo, sed como niños, porque el niño confía, si el Padre le dice “suéltate”, se suelta, “lánzate” y se lanza, no piensa las consecuencias, simplemente ve el amor de su padre ó de su madre y así os lo pido, Mis pequeños, ved Mi Amor y ved Mis deseos por purificaros y por perfeccionaros.

Grandes seréis, si así lo pensáis, pero estando en donde os pondré, sabréis que sois pequeños y que gozaréis como niños, porque anhelaréis más de Mi Amor y de Mis cuidados, porque estaréis muy juntitos a Mi Corazón.
Dejaos llevar por Mí, dejad que Yo os aconseje, que Yo os guíe, que Yo vele por vosotros.
DejadMe Ser en vosotros.


Gracias, Mis pequeños.
 

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: La Perfección que os pido, os lleva a la santidad.

Hijitos Míos, la Perfección que os pido, os lleva a la santidad y no hay diferencia de edad en el hombre ni de sexo para alcanzar Mis Promesas. Por eso entre vosotros, los que son llamados santos, los tenéis de todas las edades, de todo tipo de vida, de ambos sexos, simplemente fueron almas que entendieron Mi llamado, aceptaron Mi llamado, se soltaron a Mi llamado.

Mientras más estéis arraigados a las cosas del mundo, más se os hace difícil entender Mi llamado. Las cosas del mundo hacen que vuestros oídos, vuestro corazón, aún vuestra mente se cierren para no escuchar éste llamado. Algunos os cerráis a Mi llamado porque no os conviene, porque estáis tan llenos de las cosas del mundo y no hablo que necesariamente tengáis mucho dinero, sino bienes que os aprisionan, gustos personales por los que lucháis que creéis que son más importantes que lo Mío.
Cuando os pido desprendimiento total, sufrís en dejarlos, pero si lo lográis entraréis a ésa libertad de Mi Amor.

Pero cuando estáis arraigados, tan arraigados a las cosas del mundo, os causa mucho problema apartaros, porque son cosas, muchas de ellas, por las que habéis luchado tanto y que por fin obtuvisteis y que al desprenderos de ellas, creéis que no vais a obtener un bien mayor.

Esa es la falta de Fe, Mis pequeños, esa es la falta de confianza en vuestro Dios, por eso os pido que Me dejéis Ser Padre, Papá en vuestra vida. Cuando erais pequeños no os preocupabais por los alimentos, por vuestro vestido, por vuestro techo, simplemente aceptabais la vida de cuidados que os daban vuestros padres, confiabais en ellos. Nunca un niño pequeño se pregunta si tendrán sus padres lo necesario para cuidarlo, simplemente, están atenidos a su amor, que se demuestra en cuidados.

Esa es la problemática, en el hombre al crecer, ya no confiáis en vuestro Dios, ya os hacéis muchas preguntas, dudáis de Mis Palabras y Mis Promesas, ya no consentís Mis Milagros a diario en vuestra vida. Habláis de Mis Milagros como si fueran coincidencias, como si fuera la suerte ó la casualidad las que está a vuestro lado. No aceptáis que es Mi Providencia y Mi Amor los que os dan todo, los que os proveen de todo.

Confiad, Mis pequeños, confiad y sed como  niños, no os preguntéis hacia donde os llevaré, simplemente, confiad, que Yo os daré lo mejor.


Gracias, Mis pequeños.
 

Cuarto Misterio, Habla el Espíritu Santo,
Sobre: Ciertamente ya estoy entre vosotros Yo, vuestro Dios Espíritu Santo, moviendo a las almas hacia esa Perfección.

Mis pequeños, sí, ciertamente ya estoy entre vosotros Yo, vuestro Dios Espíritu Santo, moviendo a las almas hacia esa Perfección.

Voy buscando a éstas almas, para que al llenarse de Mí, que se llenen de Mi Amor, por ese Amor puedan hasta alterar las leyes de la Naturaleza a favor del hombre y para protección del hombre contra las fuerzas del mal.

Se os ha dicho que un corazón lleno de Amor Puro y Santo puede hacer grandes Milagros, éstos son los corazones que Yo quiero, que vean más por sus hermanos antes que por sí mismos. Almas desprendidas al servicio de su Dios y no aquellas que buscan su salvación y su protección, evitando el dolor, evitando las penas, debéis Mis pequeños llenaros de Mi Amor. Todo está sometido al Amor, os lo vuelvo a repetir y así las almas que viven en perfecta unión Conmigo, en el Amor, son instrumentos claves para éstos tiempos, porque actuarán según Mi Moción en su corazón, estarán en íntima comunicación Conmigo y Yo las podré mover para la salvación de todos vosotros y de vuestros hermanos.

Abandonaos y dejad que Yo os mueva, que Yo os guíe, para que podáis luchar contra las fuerzas del mal, quien también hará grandes prodigios, pero prodigios aniquiladores, prodigios que os llevarán solamente a la sombra, pero que no os dejarán nada bueno, porque por ésos prodigios no les negaréis nada, porque los sentiréis superiores a vuestras capacidades, a vuestras potencias.

PedidMe el discernimiento, para que podáis ver la mentira atrás de todos ésos prodigios y de todos ésos supuestos milagros que hará el que no es.

Buscad en todo a vuestro Dios, buscad Su Bondad Infinita, buscad la vida del espíritu y así no erraréis el camino.

Seguid Conmigo en íntima comunicación en vuestro corazón y Yo os daré lo necesario para servir mejor a vuestro Dios.


Gracias, Mis pequeños.
 

Quinto Misterio, Habla la Virgen María,
Sobre: Así como Soy Madre de Mi Hijo Jesucristo, vuestro Salvador, también Soy Madre de cada uno de vosotros.

Pequeñitos Míos, así como Soy Madre de Mi Hijo Jesucristo, vuestro Salvador, también Soy Madre de cada uno de vosotros. Os he tenido en mi Vientre, os he tenido en Mi Corazón, os he amamantado y os he dado vida de Mi Vida.

Pero muchos, apenas aprendisteis a caminar, os separasteis de la Familia, de Nuestra Familia. Fuisteis como el hijo pródigo, que os sentisteis llenos de fuerza, en un principio, porque traíais esa realeza en vuestra mente, en vuestro corazón, en vuestras venas.

Caminasteis primeramente por los caminos del mundo, orgullosos, soberbios, creyéndoos fuertes, porque tenías la fuerza que se os había dado para luchar, para vencer, pero ésos caminos fueron debilitando vuestras fuerzas y no quisisteis regresar para tomar del Alimento Divino y así vuestras fuerzas os fueron llevando a la degradación de vuestra persona, de vuestra alma.

Hay algunos entre vosotros, Mis pequeños, que ésa caída os lleva a la humildad, al reconocimiento de vuestro error, a vuestra pobreza espiritual y al llegar nuevamente a Mi Hijo ó ante Mí, os levantamos, os damos nueva Vida a través del Buen Alimento que solamente puede venir a través de vuestro Dios y así es como rescatamos a ésas almas soberbias que tuvieron que caer para levantarse.

Pero hay otras que su soberbia las mantiene así, caídas, y no desean nada de su Dios ni de Mí, vuestra Madre, quieren seguir viviendo por sus propias fuerzas y esto no se puede, Mis pequeños, el mundo es demasiado pobre, demasiado bajo y así se lleva muchas almas a la perdición. Vuestra soberbia nunca va a lograr esa Perfección de la que se os ha venido hablando, la humildad es la que os dice lo que necesitáis.

Entrad pues a ésa humildad que os llevará a pedir, a implorar la ayuda de vuestro Dios. Yo os tomaré, Yo os bañaré de nuevo, Yo os vestiré y os entregaré nuevamente a vuestro Dios, no seáis necios, Mis pequeños, Soy vuestra Madre y Yo también quiero lo mejor para cada uno de vosotros.

Orad con el corazón, con ése firme convencimiento de que necesitáis ese cambio, aún no vivís en la Perfección, aún no vivís en el Amor en pleno, no os acostumbréis Mis pequeños a la mediocridad.

Levantaos y buscad ésa Perfección que solamente los hijos del Rey pueden tener, pero si preferís la mediocridad, nadie os la quitará. Sed conscientes de ello, Mis pequeños, es la libertad del hombre la que escoge su crecimiento ó su pequeñez.


Gracias, Mis pequeños.
 

Al finalizar el Rosario, Habla Dios Hijo,
Sobre: Os pido que os pongáis por un momento en el lugar de vuestros hermanos que han caído.

Hijitos Míos, os pido que os pongáis por un momento en el lugar de vuestros hermanos que han caído, que viven en el pecado, que viven en esa promiscuidad espiritual.

A veces es muy fácil juzgar a los hermanos, a vuestro prójimo, pero no conocéis que hay detrás de todo ello, cómo fue su familia, cómo fue su crecimiento, cómo ha sido su cruz.

Por eso os pido que os metáis en vuestro corazón y que vuestro corazón, con amor, os lleve a poneros en su lugar para que podáis entender su dolor, su caída, su cruz, su pecado.

Cuando entréis en el corazón de vuestros hermanos, entonces entenderéis por qué Yo, vuestro Dios, vuestro Salvador vine a levantaros. Cómo Yo Me puse en el corazón de todos vuestros hermanos caídos, entonces comprenderéis cómo es que Me hice pecado para poder salvaros.

Mi Humanidad se unió a esa humanidad caída, a ésa humanidad pecadora, ciertamente, como Dios, no puedo pecar, pero Mi Humanidad se hizo pecado, sintió esa maldad, sintió esa promiscuidad, sintió esa caída de las almas.

Os he dicho, que al ser otros Cristos deberéis uniros perfectamente a Mí y de ésta forma, al estar Conmigo y al entender a vuestros hermanos, es como aprenderéis a respetarlos, aprenderéis a levantarlos, sin criticar, sino por amor, veréis su necesidad y la haréis vuestra, los ayudaréis y los haréis llegar hasta Mí, para implorar Misericordia, para implorar perdón.

Tomadlos ya pues, en vuestro corazón, no los dejéis abandonados a su propia suerte, que el demonio los tiene encarcelados, los tiene maniatados, los tiene en la obscuridad espiritual para que no quieran salir ó se sientan incapaces de salir.
Tomad el lugar de cada uno de ellos y gritad “Abbá, Padre, perdónalos, perdóname” y Yo iré presto a ayudaros, no los abandonéis, Mis pequeños, no los abandonéis.


Gracias, Mis pequeños.