Ene 13_05 Mi Gracia llega en mayor medida sobre el que se arrepiente de corazón.

Rosario.

Mensajes de Dios Padre a J. V.

Temas:

  • Mi Gracia llega en mayor medida sobre el que se arrepiente de corazón.
  • Aún a pesar de Mi perdón os sentís sucios ante Mi Presencia y esto es incorrecto.
  • El alimento del alma, os he dicho es el alimento del Cielo, Amor.
  • Buscad siempre la Verdad, actuad en la Verdad y así aprenderéis a conocerMe.
  • Primer Misterio, Habla Dios Padre,
    Sobre: Mi Gracia llega en mayor medida sobre el que se arrepiente de corazón.

    Hijitos Míos, nunca dudéis de Mi Amor hacia vosotros, nunca dudéis de Mi Misericordia hacia el género humano, nunca dudéis de Mi Vida para vosotros. Si os he prometido a lo largo de los siglos que Yo Soy vuestro Dios y Soy todo Amor, Soy todo Perdón, no dudéis que en éstos momentos Yo Me retracte de esas Palabras, que Yo Me retracte de Mi Obra, que Yo os dé la Espalda a todos vosotros, Mis hijos, Mis pequeños.

    ¿Por qué, cuándo los acontecimientos anunciados, vienen al género humano nada más veis un lado de la moneda, veis el mal que se va a causar, veis nada más los desastres, veis la destrucción de vuestras ciudades y de vuestras posesiones?

    ¿Por qué no veis el otro lado de la moneda, en donde está Mi  Amor, Mi Misericordia, el Perdón? Ved éste lado, Mis pequeños y manteneos ahí, Mi Misericordia hacia vuestros hermanos pecadores. Momentos difíciles, que se pasan, ciertamente, pero que esos son momentos de conversión y salvación, momentos de Amor, en los que Yo encuentro nuevamente al alma, pequeñita, tal y como la deseé, arrepentida, vuelta a Mí, momentos de Amor, en los que el alma ve a su Dios, goza el momento y se arrepiente de su vida, de su vida de pecado, de su vida de traición, de su vida de alejamiento.

    Momento de arrepentimiento en los que el alma, al ver Mi Belleza, pero sobre todo, Mi Ternura hacia la creatura, regresa a Mí. Le hago ver sus faltas, pero le muestro más Mi Amor, Mi Misericordia y Mi Perdón, no las regaño, con toda Bondad, la reprendo, pero le abro Mis Brazos para que regrese a Mí.

    Ved éste lado de la moneda, Mis pequeños, para que todo lo que veáis de aquí en adelante, en los acontecimientos que se darán, veáis a vuestro Dios Amor, a vuestro Dios Misericordia, a vuestro Dios Perdón, que quiere salvar a toda la humanidad y agradeced, agradeced de antemano todas Mis Bondades para con vosotros.

    A todos vosotros os quiero de regreso. Por cada uno de vosotros Me doy, de cada uno de vosotros quiero oír esas palabritas de “Te amo, Padre”.

    Regresad, Mis pequeños, valorad a vuestro Dios, a vuestro Padre. DadMe todo vuestro ser. Mirad con benevolencia aún al más pecador, porque así Yo lo veo.

    Entrad en Mis Aposentos, entrad en Mi Interior y encontraréis todo lo que necesitáis para vuestra alma, para vuestro crecimiento, para vuestra vida eterna.
    Amad a vuestros hermanos que viven en el error y en el pecado, porque muchos de ellos serán salvados antes que aquellos que se sienten santos sobre la Tierra.

    Mi Gracia llega en mayor medida sobre el que se arrepiente de corazón, sobre aquél que ha pecado, que ha caído en el fango y se levanta al ver a su Padre nuevamente, que lo Ama y que lo perdona, éstas son almas agradecidas de corazón y muchas de ellas son más encumbradas que aquellas que creen que se han mantenido en Mis Preceptos, pero que ya no aman, que hacen cotidiano su amor, y va disminuyendo en lugar de aumentar.

    Cuidad de Mi Presencia en vuestro corazón, amad Mi Presencia en vuestro corazón, para que se pueda reflejar hacia vuestros hermanos, llevadles vida, dadles Mi compasión, que no se sientan apartados de Mi Amor, que vuestro Dios Misericordia los está esperando.

    Os Amo, Mis pequeños, y Amo tanto al pecador como al justo.
    Todos vosotros Me pertenecéis y a todos vosotros os Amo con todo Mi Corazón.
    Vivid pues, arrepentidos de vuestras faltas, pero más que eso, vivid agradecidos, porque de vuestro Dios encontraréis la perfección del Amor y sus Regalos caerán sobre vuestras almas y gozaréis fuertemente éstos Regalos Celestiales que os tengo preparados.

    Os Amo, Mis pequeños y llevad a vuestros hermanos Mi Amor y no olvidéis, no les habléis tanto del otro lado de la moneda, habladles de Mi Amor y de Mi Perdón.
    Gracias, Mis pequeños.

    Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
    Sobre: Aún a pesar de Mi perdón os sentís sucios ante Mi Presencia y esto es incorrecto.

    Hijitos Míos, como Padre, os tengo que enseñar a que viváis en familia, a que viváis comprometidos a Mi Amor, a que Me conozcáis, y  así, al conocerMe Me tengáis confianza, como se le tiene en una familia, al padre, a la madre.

    Mis pequeños os he dado los Sacramentos de la Iglesia, os he dado Mis Mandamientos. Aquél que los cumple, aquel que se deja guiar por Ellos, primeramente adquiere Sabiduría, Amor. Ese conocimiento de Mi Obra, es el que hace que el hombre cambie, al ver Mis Capacidades, al ver Mis Portentos.

    La confianza, Mis pequeños, es imprescindible para la buena comunicación, para el buen trato. Os he dicho y os repito, en las Escrituras está, que aquél que se acerque a Mí, arrepentido, Yo ya olvidé sus pecados, especialmente si se acerca al Sacramento de la Reconciliación y confiesa sus pecados,  si se arrepiente de ellos de corazón, con mayor razón lo Amaré y perdonaré sus faltas.

    Pero hay algunos entre vosotros, Mis pequeños, que habiendo cometido faltas graves y aún a pesar de haberlas confesado y de haberse arrepentido de ellas, se sienten aún pecadores, se sienten mal ante Mi Presencia y no se acercan a Mí con confianza.

    Esto es un grave error, Mis pequeños, es un pecado grave contra Mi Confianza, contra Mi Benevolencia hacia vosotros. Yo ya he perdonado y olvido totalmente, ¿Por qué vosotros os mantenéis en el pensamiento de que vuestro pecado persiste? Esa falta de confianza hacia Mi Poder de absolución, hacia Mi Amor por vosotros, Me molesta mucho; si ya os habéis arrepentido de corazón y habéis ido a confesar vuestro pecado, perdonado está. ¡Levantaos y seguid adelante! y que esto sirva para ya no volver a caer, al menos en ese mismo pecado. Os mantenéis tontamente en ese pensamiento y no avanzáis en la Gracia, es un lastre que os imponéis vosotros mismos por no tener confianza en vuestro Dios.

    Yo os quiero libres, Yo quiero que voléis hacia Mí, ese lastre que os imponéis no os permite vivir y llegar a Mí, porque aún a pesar de Mi perdón os sentís sucios ante Mi Presencia y esto es incorrecto, Mis pequeños.

    El Padre Ama a los hijos, Yo os Amo infinitamente y por eso os he dado los Sacramentos, el poder de los Sacramentos es tremendo, Omnipotentes, porque vienen de Mí. Si ya recibisteis el perdón, es un perdón que Yo Mismo os estoy dando, porque vosotros solo veis al sacerdote, y no Me veis a Mí a través de él, y ese es el error que tenéis, es vuestra falta de Fe y la falta de confianza en lo que Yo os he enseñado.

    Lo pasado, pasado queda después de la absolución y empezáis una nueva vida, se os abre un nuevo camino, el que debéis transitar ahora ya perdonados, purificados por el Sacramento de la Reconciliación, para perfeccionaros en la Gracia y en el Amor, en las Virtudes, en la nueva oportunidad que se os da.

    Olvidad el pasado, como Yo ya lo he olvidado.
    Seguid adelante, os quiero perfectos, os quiero limpios y eso solamente se da en esa confianza de Padre a hijo, de hijo a Padre.
    Gracias, Mis pequeños.

    Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
    Sobre: El alimento del alma, os he dicho es el alimento del Cielo, Amor.
    Mis pequeños, os cuidáis mucho en alimentar vuestro cuerpo, buscáis entre los alimentos que os di, lo que creéis que sea mejor para vuestro desarrollo y para  vuestra salud; pero centráis toda vuestra atención en mantener vuestro cuerpo en buena condición, bien alimentado, para que no sufráis de las enfermedades, de todo lo que os pueda molestar, enfermar ó padecer en vuestro cuerpo y así mantenga  vuestra vida diaria, vuestra acción diaria, vuestro trabajo.

    Son tan pocos los que buscan alimentar su alma, son tan pocos, los que buscan a su alrededor qué es lo que puede ser más provechoso para el crecimiento espiritual.

    El Amor, Mis pequeños es el principal Alimento del alma y de ahí se derivan todas las demás necesidades de vuestra alma.

    Necesitáis alimento para vuestra alma en el amor, pero al dar ese amor, recibiréis más alimento, que es el amor que vuestros hermanos os van a dar, por haber actuado hacia ellos con el amor que tenéis en vuestro corazón.

    El alimento del alma, os he dicho es el alimento del Cielo, Amor, por eso Mi Predicación, fue de Amor, de acercaros a Mi Corazón.

    Un alma que no vive en el Amor, vive desnutrida, vive débil y es cuando entra esa desconfianza de la que os hablé, porque no está acostumbrada a amar, a dar amor ni a recibirlo y el amor es esencial en el desarrollo de vuestra existencia.

    Sin amor, la creatura se desvanece, cae, no tiene fuerzas y entonces entra en ella lo contrario, puede llegar hasta el odio, la desesperación, porque como no da amor, tampoco lo recibe, por ese rencor y ese odio en su corazón hacia los demás.

    Por eso es tan importante, Mis pequeños, que cultivéis el Amor, al cultivar Mi Amor en vuestro corazón con toda Su Pureza y con toda Su Omnipotencia, vosotros os estáis perfeccionando en la vida espiritual. Al cultivar el Amor, éste dará frutos, los cuales daréis a vuestros hermanos y ellos al recibir éste fruto y al agradecerlo, os llenará de más Amor.
    Por eso el paso no es difícil cuando tiene que regresar a Mí aquella alma que ama de verdad, que se ama a sí misma, porque ha cultivado la perfección de Mi Amor en su interior y al haberlo dado a sus hermanos, desea el encuentro, porque sabe que regresará al Reino del Amor, que se presentará ante Mí, ante el Hermano, ante el Padre, ante el Amor de los Amores.

    Solo os puedo aconsejar, Mis pequeños, que no despreciéis el Amor que ya tenéis en vuestro corazón. Ningún alma carece de Mi Amor, aún la del alma más mala, Me conoce, conoce Mi Amor, que lo desprecie es otra cosa, pero lo conoce. Orad por esas almas que lo desprecian, porque el engaño del maligno es tremendo.

    Hacedles ver que por Mi Amor pueden llegar al Supremo Perdón, que nada, nada tiene fuerza superior al Amor de vuestro Dios.

    Aquél que vive en Mi Amor, vive con una coraza fortísima, con un poder fortísimo, porque Yo Estoy en él, Yo Estoy en ese corazón que Me ha abierto sus puertas de par en par, y Yo en esos corazones habito a la perfección y no hay nada ni nadie que pueda dañar a ese corazón, Bendecido por Mí, Bendecido por Mi Amor.
    Gracias, Mis pequeños.

    Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
    Sobre: Buscad siempre la Verdad, actuad en la Verdad y así aprenderéis a conocerMe.
    Hijitos Míos, os pido os mantengáis siempre en la Verdad. La Verdad, siempre os va a dar Sabiduría, os va a dar entendimiento de Mis Palabras, de los acontecimientos, de todo lo que ya está Escrito.

    Buscad siempre la Verdad, actuad en la Verdad y así aprenderéis a conocerMe. Sed sencillos, como os dijo Mi Hijo, porque el sencillo es el que está más cerca de Mi Corazón y es al que Yo le cuento Mis intimidades, es con el cual Yo puedo platicar y llevarlo más profundamente al Conocimiento de esa Sabiduría dada desde el Principio de los Tiempos.

    Por eso el corazón de vuestros Primeros Padres, que era puro, que era santo, era Mi Paraíso Terrenal, Yo iba a su corazón, gozaba en su corazón, por ese amor tan grande que había en él, por ese deseo tan grande de intimar con su Dios. Me daban Mi lugar, Yo era para ellos todo, gozaban de la Creación y la agradecían, porque sabían que era Mi Regalo para ellos. Vivían en la Verdad y reconocían esa Verdad hecha Obra a su alrededor en el Universo entero; por esa confianza, Yo puse la Creación completa a sus pies, porque al ser sabios, por la Verdad en la que vivían iban a poder seguir manteniendo a Mi Creación en su debido cause, iban a cuidar Mi Regalo, lo iban a ayudar a crecer.

    La mentira empezó a destruir todo, la mentira, solamente os va a llevar hacia la maldad, hacia la imperfección, al distanciamiento de Mi Amor, de Mi Sabiduría hacia vosotros. Un alma mentirosa, no crece porque está separada de Mí, se esconde en su obscuridad, en la obscuridad que le ha enseñado el que es vengativo, el que es malo, el que traicionó Mi Obra: el demonio, satanás, el maligno.

    Aquél que se mantiene en ese error, en esa podredumbre, no crece, no tiene vida, no puede dar vida.

    Manteneos siempre en la Verdad, Mis pequeños, para que deis fruto de verdad, alejad de vosotros cualquier tipo de mentira y de error, porque Yo no estaré ahí, Yo no puedo proteger a aquel que Me da la espalda, Yo no puedo apoyar sus actos, aunque Soy vuestro Padre y os Amo, Yo no puedo apoyar a aquel que está engañando a su hermano y Me está engañando a Mí.

    La Verdad cuesta, Mis pequeños, la Verdad cuesta hay mucha mentira en el Mundo.
    Si, Mis pequeños, éstos son tiempos de mucha mentira, de mucho error y el hombre por no querer vivir en la Verdad, se deja embaucar fácilmente por los engaños de satanás; y así el hombre ya no puede avanzar, ya no puede crecer y no se le puede atacar al malo porque ya estáis de parte de él.

    El maligno ha crecido en poder, le habéis dado libertad para atacaros, porque os habéis apartado de la Verdad y del crecimiento espiritual. Ya estáis de parte de él, sin ni siquiera haberlo pensado, padecéis el resultado de vuestro error, y lo padeceréis más fuertemente si no regresáis a la Verdad que os llevará a crecer nuevamente en el Amor, en las Virtudes, en la vida íntima con vuestro Dios. Él lo sabe perfectamente y por eso os ahoga con el pecado, os lleva a las facilidades, en la obtención de los goces mundanos y así os olvidáis de llenaros de Mi Gracia.

    Ya os he dicho que un alma llena de Virtud y de Mi Amor, al demonio le aterra, porque no puede contra esas almas y le restan poder. Si no volvéis Mis pequeños, a ello, él os seguirá atacando, seguirá destruyendo el regalo que Yo os di con la Creación, ya no podréis vivir libremente, porque atados estaréis a su mentira y a los goces terrenos.

    Dejad todo eso, Mis pequeños, tomaos de Mi Misericordia, para que alcancéis el perdón de vuestras faltas, de todas ellas, aún de las más grandes que creáis que Yo no puedo perdonar. Yo lo puedo todo, porque Soy el Omnipotente y el Perfecto, y así ya purificados por Mi perdón, creced, creced espiritualmente, buscando las Verdades que os enseñó Mi Hijo y buscándoMe en vuestro corazón, entrad nuevamente en esa intimidad para que Yo os dé Mi Sabiduría, os regale Mi Amor y alcancéis la perfección.
    Gracias, Mis pequeños.