Rosario
Mensajes de Dios Padre a J. V.
Habla Dios Padre,
Sobre: Al confiar en Mí, podéis caminar libremente por vuestras calles. Tenéis la protección del Cielo.
Os bendigo y os amo, Mis pequeños. Segundo Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: Tened cuidado con las almas, son muy delicadas. Hijitos Míos, imaginad una fábrica en donde se tienen grandes maquinarias, igual pueden ser máquinas textiles ó para fabricar automóviles ó de lo que sea, Mis pequeños, pero si ésa fábrica de repente se cierra, no se trabajan las máquinas y no se les da servicio, después de un tiempo todo se empolva. Los animales, los insectos, entran ahí y empiezan a anidar entre ésas máquinas, se corroen los metales y todo se echa a perder. Cuando se quiere volver a hacer a andar toda ésa maquinaria, hay que tener mucho cuidado, tenéis que lubricar todo perfectamente para que vuelva a caminar y tiene que ser poco a poco, nunca se puede echar a andar una máquina después de un tiempo de no usarla, a toda su potencia, porque se puede destruir. Así es con las almas, Mis pequeños. Hay tantas almas que se han apartado de Mi por mucho tiempo, por diferentes causas, a las cuales, hay que ayudar con paciencia, regresarlas a Mí, hablarles tiernamente, convencerlas de Mi Amor, llevarlas con cuidado hacia los Sacramentos, que se puedan alimentar nuevamente de Mi Gracia y así, poco a poco, hacer que su alma regrese a Mí. Tened paciencia, Mis pequeños, nunca presionéis a un alma, porque se puede fracturar, así como las máquinas, de repente pueden sentir demasiada presión y en lugar de ayudarles vais a hacer que se separen y quizá por mucho más tiempo del que estuvieron separadas. Tened cuidado con las almas, son muy delicadas. Si veis la Vida de Mi Hijo sobre la Tierra, Él llevaba Mi Amor, Él llevaba ésa ternura, las trataba con paciencia, las levantaba con cuidado, nunca presionó, nunca obligó, no amenazó, sencillamente las amó, las respetó y las fue llevando poco a poco con el ejemplo, con la Palabra, con Sus actos. Sed así, Mis pequeños, delicados, amadlas, como Yo os amo, como Yo os he levantado, como Yo os he guiado hasta ahora.
Gracias, Mis pequeños. Tercer Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: ¿De qué está lleno vuestro corazón, Mis pequeños?, vosotros sois los recipientes, pero el contenido lo llena vuestra voluntad. Hijitos Míos, a un pequeño recipiente, lo podéis llenar igual de un perfume carísimo, le podéis poner alimento, un líquido que os traerá bienestar a vuestro paladar ó lo podéis llenar de algún veneno. Yo os pregunto ahora, Mis pequeños, ¿de qué está lleno vuestro corazón?, ¿de un perfume precioso, que va llevando aroma de santidad a vuestros hermanos por donde pasáis, que ése aroma, va cambiando corazones, va haciendo que vuestros hermanos vuelvan a Mí, ó está lleno de alimento, ó de un agua limpísima, que pueda ir apagando la sed, y pueda además alimentar a los corazones?. ¿Vais por el mundo realmente alimentando corazones con la Palabra que Yo haya dejado en vuestro corazón, ó apagando la sed de los corazones que piden justicia, ó llenando los corazones de Verdad y de riquezas espirituales?. ¿Sois acaso así, Mis pequeños?, ó sois como el veneno, que vuestro corazón envenenado, por donde pasáis, va matando almas, va destruyendo espiritualidad, va destruyendo el amor que Yo quiero mandar a todos los corazones y que se llenen de Mí. ¿De qué está lleno vuestro corazón, Mis pequeños?, vosotros sois los recipientes, pero el contenido lo llena vuestra voluntad. Entended esto, Mis pequeños, entendedlo, porque al final de vuestras vidas, Yo veré y os Juzgaré de acuerdo al contenido que tengáis en vuestro corazón. Gracias, Mis pequeños.