Feb 21_03 La Luz que recibisteis NO SE DEBE esconder.

Mensaje.



Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J.V.

     Hijitos Míos, éstos ya no son tiempos para la cobardía, ya no son tiempos para la tibieza, ya no son tiempos para perderlo en las cosas del mundo, éste es el tiempo para que las antorchas brillen, para que las velas alumbren, para que la luz os deje ver el camino.

     Yo os dije que la luz de la vela no se debía esconder bajo la cama; la vela se enciende para que alumbre el camino y la persona no tropiece.  Yo Soy la Luz del Mundo y Yo vine a encender velas, antorchas y candelabros alrededor del Mundo.  Todos vosotros fuisteis llamados y se os permitió venir a la Tierra para alumbrar el camino de los que andaban en tinieblas.  Todos vosotros habéis sido llamados a seguir Mi Vida, trayendo Luz a los necesitados de ella.

     La Luz que recibisteis NO SE DEBE esconder. La Luz que recibisteis la debéis transmitir y la debéis hacer crecer en vuestro interior  para que cuando, al final de vuestro tiempo os presentéis ante el que es la Luz, vuestra luz se funda a la Mía.

     La luz no puede pasar a través de una puerta cerrada; no puede pasar a través de un cristal oscuro ó muy sucio; si vuestra alma no se encuentra transparente Mi Luz no puede pasar a través de ella y ni alumbra a vuestra alma ni sirve para alumbrar a la de los demás.

     Ser testigo de vuestro Dios es el permitir que Mi Luz alumbre a vuestra alma y que también ella pueda salir a través vuestro.

     Yo Soy la Luz del Mundo y nuevamente Me he de manifestar fuertemente porque ahora el Mundo camina entre tinieblas.  Estas mismas tinieblas han embotado vuestros sentidos como el vino embota al que bebe en demasía.  Sí, estáis emborrachados de maldad, se han embotado vuestros sentidos a tal grado de que os sentís fuertes al apoyaros en el mal que todos cometen.  Os sentís tan fuertes que hasta os creéis mejores que vuestro  Dios.  Os sentís tan fuertes  que ya hasta Me retáis en múltiples formas.  Ya no dejáis que la Luz dé claridad a vuestros sentidos, ya no le permitís a Mi Luz a que guíe vuestra vida, ya os sentís “muy adultos” como para ser como niños y dejaros guiar por Mi Luz  Divina.

     Ya no son tiempos como para seguir aceptando a las tinieblas ó ¿No os habéis dado cuenta hasta dónde os han llevado? Ya estáis viendo en las noticias lo que se os profetizó desde hace muchos años y ¿No queréis aceptarlo?
     Recordad que la profecía es una bendición de vuestro Dios.  Es una “noticia adelantada” para que le pongáis remedio y no suceda. Es la Misericordia de vuestro Dios que os invita, que os anuncia de antemano, que si cambiáis y reparáis el camino, no tenéis por qué sufrir.

     Recordad en el Antiguo Testamento cómo se le avisó en diversas ocasiones a la Tierra lo que iba a suceder, a veces escucharon y no sucedió lo profetizado y a veces no escucharon y tuvieron que sufrir su sordera y necedad.

     Estáis a momentos de los más graves acontecimientos que puedan suceder a la humanidad entera y si no os arrepentís y no reparáis, como lo hizo el pueblo de Nínive, veréis la Mano del Señor castigando a su pueblo infiel.

     Mis hijitos, Mis pequeños, entended que lo último que quiero es castigaros, prefiero vuestro arrepentimiento y esto Me basta para derramar fuertemente Mis Bendiciones sobre cada uno de vosotros. Os he dado mi Luz, os he mostrado Mi Amor, os he traído Mi Reino a la tierra, Mis Riquezas están con  vosotros, por favor, entended antes de que el castigo os alcance.

     Yo no Soy el que envía el mal, vosotros le habéis abierto la puerta y le habéis alimentado, en lugar de haberlo debilitado.  Alimentasteis a un monstruo y ahora él se vuelve hacia vosotros, pero recordad que viviendo en Mi Luz lo podéis fácilmente vencer.  Dad el primer paso con vuestro cambio de vida, al arrepentiros de corazón por vuestras malas acciones y Yo os apoyaré para que juntos venzamos al que todo mal quiere contra vosotros.  Dejad que Mi Luz fluya a través de vuestra buena vida y vuestras buenas acciones.  Yo Soy la Luz del Mundo y Yo puedo cambiar al Mundo entero, a éste Mundo de tinieblas en un Mundo habitado por la Luz y los hijos de la Luz.  Volveos mensajeros de la Luz de vuestro Dios y así las tinieblas se disiparán y el Mundo se verá preparado para recibir en plenitud a su Rey que ya llega.

     Yo os bendigo en Nombre de Mi Padre, en Mi Santo Nombre y en el del Amor de Mi Santo  Espíritu.