Nov 24_99 Consejos Divinos para quitar las Escamas Espirituales.

Mensaje de Dios Padre a J.V.

Habla Dios Padre,
Sobre: Consejos Divinos para quitar las Escamas Espirituales.

Hijitos Míos, si vosotros pudiérais ver, por un instante, el fulgor de amor de Mi Corazón, quedaríais cegados al momento. Esto le pasó a Mi hijo San Pablo, le dejé Ver Mi Presencia, Mi Luz, Mi Amor y así su persona física fue afectada positivamente, para que su persona espiritual pudiera vivir en la Luz de Su Señor. Cuando Yo, vuestro Dios, le doy al alma ésta oportunidad y la aprovecha, ella regresa al camino de Su Señor, aprende a ver las cosas del Mundo y las cosas que vienen de Mí en su correcto enfoque, ya no se deja arrastrar por las cosas del mundo, porque le he enseñado a ver la realidad espiritual en la cuál debe vivir el alma.

Estáis en el Mundo, pero no debéis pertenecer a él, ya que el maligno os engaña con espejismos bellos, espejismos tentadores que sólo os llevarán a desvirtuar la realidad por la que bajasteis a la Tierra. Debéis recapacitar en ello, éstos espejismos, de aparente bien, sólo os darán una felicidad efímera y vacía, ya que va a ser vuestro cuerpo el que goce, o vuestra alma, vacía de espiritualidad, la que goce, porque, así como el cuerpo no es eterno ni el tiempo que se os dá para servirMe en la Tierra para la salvación de las almas, tampoco es eterno, así vuestro gozo terreno no será eterno. Os dejáis engañar por el espejismo, como al sediento en el desierto le sucede. Lo persigue afanosamente para encontrar en él, el bien que su cuerpo le pide en ése momento, pero lo persigue y lo persigue y nunca llega a alcanzar ése bien que tanto anhela. Así trabaja Mi enemigo y el vuestro, os tiende sus redes, os dá espejismos según vuestras debilidades personales y os lanza el anzuelo para que persigáis el deseo material ó el que vuestra alma, vacía de Mí, desea en ése momento. El maligno nunca os dará algo como para que vuestra alma quede satisfecha de felicidad espiritual, porque como él no la tiene no la puede conceder a otros. Los goces que él os dá, son goces momentáneos, para cubrir un deseo del momento, ya sea un goce carnal ó ya sea en la obtención de un bien material. Sí, él os lo puede dar, pero siempre sentiréis en vuestro corazón que algo estuvo mal, que la forma en como se obtuvo ése bien no fue del todo correcto y siempre os sentiréis apesadumbrados por lo que él os ayudó a conseguir.

Algunas almas logran, con mucho esfuerzo, acallar casi en totalidad la voz de su conciencia, la voz de Mi Santo Espíritu, quién, habitando en cada uno de vosotros. Os indica lo que es correcto y lo que es falso. Es ridículo decir que vosotros “no sabíais lo que hacíais” ya que Mi Santo Espíritu siempre os indicará si vuestro pensamiento es bueno o es malo y así os engañáis constantemente a vosotros mismos. Hacéis algo negativo para Conmigo ó para con vuestros hermanos y os tratáis de engañar de que “no fue tan malo” lo que hicisteis. No, hijitos Míos, si vosotros aprendéis a acallar Mi Voz en vosotros, Yo tendré que acallar Mi deseo de permitiros el gozo eterno cuando os presentéis ante Mí al final de vuestra existencia sobre la Tierra.

Vuestra estancia sobre la Tierra debe de ir acompañada siempre de la Luz de Mi Verdad, por el reflejo de Mi Gracia en cada uno de vosotros; debe de estar reflejada de Justicia y de Amor para que de vosotros se diga que son verdaderos hijos de Míos, de vuestro Padre. Sé que se os hace difícil vivir reflejándome porque vuestra fragilidad es grande y que vuestra falta en la búsqueda de Mi Luz, de la Verdadera Luz en la que debéis vivir, casi no existe. Os dejáis cegar con la luz que el mal os muestra, que ciega vuestros instintos y os hace buscar lo que vuestra pobreza de alma y cuerpo desean. Buscáis la luz que vuestro enemigo os dá para apartaros de la realidad que debéis vivir y sólo os satisface por momentos dejándoos después una gran vaciedad, vaciedad que buscáis llenar nuevamente con un acto ó deseo incorrecto y así, sucesivamente, os irá llevando a una vaciedad cada vez mayor hasta introduciros a un abismo tan profundo que, humanamente, ó con vuestras débiles fuerzas espirituales, no podríais salir y ahí os encadena en la desesperación, en el llanto, en el deseo de terminar con vuestra vida terrena, porque ya os llevó a tal degradación espiritual que al abandonaros y sintiéndoos abandonados de todo contacto con la Gracia, os hace perder vuestro bien eterno, vuestra alma.

Muchos de vosotros, hijitos Míos, os habéis dejado embaucar ya por los ardides del demonio. El, provocando los cambios físicos, metereológicos, espirituales y económicos del Mundo, os está llevando a un estado de desesperación provocando que muchos de vosotros ya no acudáis a Mí para encontrar salida a vuestros males, sino que os hundís más buscando la ayuda de usureros, brujos o supuestos adivinadores que os dirán qué debéis hacer y así, en vez de surgir nuevamente a la Luz, os hundís más en las tinieblas.

Vuestro Mundo, ahora cubierto por las tinieblas del mal, busca afanosamente, en ése espejismo que el maligno os prodiga, la resolución a todos vuestros problemas, problemas y necesidades que, en la mayoría de los casos, son puramente materiales. Ya no buscáis el alimento espiritual para vuestra alma, que como antes os expliqué, el poder espiritual de la Fé y de la confianza en Mí, por medio de la oración y de la vivencia en el Amor, pueden alterar todo lo material. Buscáis lo material, muerto y frío, para tratar de llenar un espacio espiritual, un alimento espiritual que vuestra alma añora y que no lo podéis satisfacer. Lo material es del mundo y ahí se queda. Lo espiritual proviene de Mí y es eterno y afecta, para bien, el pasado, presente y futuro de vuestra vida. Os he dado una inteligencia para que, al ponerla al servicio de vuestro Dios, ella os pueda guiar por ésta vida que os he concedido, ¡usadla!, tanto para vuestro bien como para con vuestros hermanos.

Las tinieblas espirituales cada vez se irán haciendo más espesas. Se vivirá, de un modo aberrante y descarado, el mal por todas partes. Ya no habrá quién lo acalle, puesto que quienes pueden hacerlo, ya se han vendido al mal. Las almas buenas que quieran luchar contra él, serán eliminadas, de una u otra forma y hasta que no os deis cuenta que lo que está sucediendo es por causa vuestra, por vuestra falta de espiritualidad, por vuestra falta en la búsqueda de los bienes de vuestro dios, en vosotros y en vuestro Mundo, al pedir perdón de corazón, recobraréis la Gracia que negasteis y que no habéis aprovechado por siglos.

Mi Vida de Amor se os quiere dar en pleno, pero vosotros aún no estáis preparados para recibirlo, porque vuestro corazón aún está apegado fuertemente a las cosas efímeras que el mal os procura. Cuando caigáis al abismo de la desesperación, cuando creáis que todo se ha perdido, llamádMe, que Yo estaré pronto a rescataros. Para Mí no hay imposibles; para vuestro Dios no existen almas perdidas si vosotros, humildemente, pedís perdón por vuestras faltas, sean las que sean. Yo Soy el gran rescatador de almas, el Cielo se gloría de ello. Ya vosotros conocéis casos de vidas de grandes pecadores rescatados, por Mi Gracia para darles vida eterna en el Amor.

Recordad, hijitos Míos, conozco vuestra fragilidad y vuestra pequeñez y también recordad que Mi Hijo Jesucristo ha pagado con Su Vida entera vuestra traición, por lo tanto, lo único que deseo escuchar de vuestro corazón, es vuestro llamado ansioso y necesitado de Mi Gracia, para Yo volar a vuestro lado y ganaros el perdón eterno.

Mi Poder de Amor todo lo puede y todo lo logra. No os dejéis vencer por la desesperación a la que os lleva el maligno y si ya están en ella, acudid a Mí, con humildad y confianza y Yo, vuestro Padre, vuestro Dios, os salvaré de sus garras. Vosotros Me pertenecéis, porque vuestra alma es parte de Mí y Yo busco completar Mi Cuerpo Místico, del cuál cada uno de vosotros salisteis y por ello os protejo en todo momento.

Vuestra vida, vuestra misión, sobre la Tierra, complementa la Vida y Misión de Mi Hijo Jesucristo, por ello os busco y soporto vuestras traiciones y necedades espirituales e infantiles, porque os amo, porque sois esencia de Mi Esencia y Yo busco que ésa esencia regrese a Su Creador.

Disipad las tinieblas del mal, disipad las dudas y el temor, disipad el error en el que ahora vivís vosotros y los vuestros, buscando la Luz de Mi corazón Infinito. No busquéis lo efímero y vacío, buscar los Bienes de vuestro Dios, que consisten en la salvación de todas las almas creadas.

Venid a Mí, venid con confianza y tomad el lugar, que en Mi Reino, Yo he reservado para cada uno de vosotros, os pertenece porque sois hijos del Rey, sois todos hijitos Míos, hijos de vuestro Dios.

Pedid continuamente que la Sangre Divina de Mi Hijo Jesucristo, caiga sobre las almas de aquellos pecadores prácticamente perdidos, para que por vuestra ayuda de intercesión fraternal, puedan éstas almas tener una hendidura por donde la Luz de Mi Santo Espíritu pueda penetrar y así salvar sus almas.

Hijitos, Yo dependo de vuestro amor para que Mi Amor pueda ser mostrado en pleno a toda la Tierra. AyudadMe y ayudaos unos a otros como Mi Hijo os enseñó.

Yo os bendigo con Mi Amor y os envío la Luz de Mi Santo Espíritu, para que por medio de la Sangre Preciosa de Mi Hijo, purificando todo vuestro ser, Le permita hacer morada en vuestro corazón y así conduciros por el camino de Mis verdades y de Mi Amor.