Ene 09_06 Falta de Mi Presencia los va a hacer sentir que su vida no está llena, no está satisfecha.

Rosario

Temas:

  • Todo, todo lo que hagáis en el mundo deberá estar respaldado por la vida espiritual en vuestro corazón.
  • Tened cuidado pues, Mis pequeños en lo que pensáis, porque posiblemente cuando menos lo imaginéis haréis lo que tenéis de malo en vuestro interior.
  • Mis pequeños, seguid adelante, con ése ideal que Yo os ponga en vuestro corazón, el ideal de cambiar al mundo en el Amor.
  • Quitad de vuestra mente y de vuestro corazón ésa falsa tesis que tenéis, sobre todo, cuando llegáis a la ancianidad ó que estáis en la enfermedad grave, en la cual decís que no servís ya, que Yo os recoja.
  • Ésa falta de Mi Presencia, los va a hacer sentir que su vida no está llena, no está satisfecha, que falta algo.

Mensajes de Dios Padre a J. V.

Primer Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: Todo, todo lo que hagáis en el mundo deberá estar respaldado por la vida espiritual en vuestro corazón.

Hijitos Míos, os quiero volver a recordar ése instante de la vida de Mi Hijo, en el cual Marta y María están con Mi Hijo en la casa de Lázaro. Cómo Marta se afana por las cosas del hogar, mucho trabajo está en su mente, ciertamente, no es malo el cumplir con los deberes de estado, María, en cambio, está afanada en estar a los Pies de Mi Hijo, gozando de la Presencia y de la Palabra de Mi Hijo, instruyéndose, llenándose de Vida.

En éstos tiempos, Mis pequeños, vivís como Martas, vivís afanados en las cosas del mundo, buscáis llenaros de más cosas, perfeccionar vuestra vida social, vuestra vida económica, vuestra vida intelectual. Os afanáis en tener una mejor casa, un mejor coche, una mejor vestimenta, una mejor cuenta bancaria. Os afanáis en buscar viajes, distracciones, todo aquello que os haga estar a un nivel social aceptable para vuestra mente, sí y os lo digo así, para vuestra mente, porque la mente está en las cosas del mundo, está buscando solamente las cosas del mundo y llenarse de ello, para que podáis ser mejor aceptados entre vuestros hermanos, para que vuestros negocios sean buenos, para que podáis presumir ante vuestros hermanos de vuestra posición social y económica.
En cambio, la posición de María, no la tomáis, no estáis buscando ésa perfección espiritual, no estáis buscando el estar a los Pies de Mi Hijo, escuchando Su Palabra, llenándoos de Él, llenándoos de Su Vida.

Mis pequeños, tanto os he repetido que vosotros trascenderéis, precisamente, por vuestros actos espirituales, por vuestra vida espiritual, por lo que hagáis en lo humano, respaldado por lo espiritual, que traigáis en vuestro corazón. Como os he dicho, debéis cumplir con vuestros deberes de estado, pero primeramente debéis cumplir con vuestra obligación de la misión que tenéis para atender lo que Yo os he pedido. Si sois otros Cristos aquí en la Tierra, debéis atender primeramente lo que Yo os he pedido. Tuvisteis un envío, tenéis una misión, he puesto Mi confianza en vosotros, para que, con las capacidades que Yo os he dado, pudierais luchar contra las fuerzas de satanás.

Y os digo, Mis pequeños, que llenándoos con las cosas del mundo, no podréis luchar contra las fuerzas de satanás. Si os llenáis con la vida que os dio Mi Hijo, vuestra misión triunfará, dejaréis Mi Amor en la Tierra, ayudaréis a vuestros hermanos a crecer, ayudaréis a vuestros hermanos a vivir eternamente Conmigo.

Debéis pedir ayuda espiritual, Mis pequeños, en todo momento, para que podáis lograr hacer el bien, tanto en lo que vuestra vida de relación con vuestros hermanos en lo social y en lo económico debéis llevar, así como en la vida espiritual que debéis darles. Deberéis unir éstas dos situaciones importantes en la vida del  hombre, pero recordad que todo os saldrá mejor cuando os hayáis llenado de la vida espiritual que os ha dejado Mi Hijo y que debéis tomar, Mis pequeños, como meta para cumplir vuestra misión.
Recordad que vuestra misión es espiritual, no humana, no económica, no social solamente. Todo, todo lo que hagáis en el mundo deberá estar respaldado por la vida espiritual de vuestro corazón.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: Tened cuidado pues, Mis pequeños en lo que pensáis, porque posiblemente cuando menos lo imaginéis haréis lo que tenéis de malo en vuestro interior.

Hijitos Míos, cuando el constructor, cuando el inventor, cuando aquél que crea algo, lo pone en práctica, porque primeramente en su mente tiene la idea de lo que va a crear y después lo pone en práctica, conoce perfectamente cada detalle de su obra. Conoce perfectamente, los lados, el ancho, el largo, el interior, el exterior y el trabajo que tiene que hacer a su obra.

Mis pequeños, Yo Soy vuestro Dios, Yo os pensé antes de que fuerais, Yo os creé y os conozco perfectamente. Conozco vuestro interior, conozco vuestro exterior, conozco perfectamente vuestro pensamiento, conozco vuestra palabra, conozco vuestra intención, en Mí, no hay secretos, porque Yo habito en vuestro interior.

Vuestra vida toda, vida interna, vida externa, no es desconocida para Mí, vuestro Dios, os conozco perfectamente y solamente cuando vosotros os acercáis a Mí, es cuando vuestra vida estará dirigida hacia la perfección. No podéis esconder en vuestro pensamiento vuestras malas intenciones.

Ciertamente, en el hombre, el ataque de satanás provocará ésos malos pensamientos, pero es el hombre, en su libertad que ésos pensamientos los hará obras ó los hará actos que marcarán su vida, tanto entre sus hermanos, como ante Mi Presencia para la Eternidad.

No podéis esconder nada en vuestro interior, Mis pequeños, que no se llegue a conocer tarde o temprano entre vuestros hermanos, porque en Mí, siempre se conocerá. Al conocer Yo vuestro interior, siempre os moveré hacia ésa perfección, hacia ése cuidado de vuestra mente y de vuestros actos. Yo Soy el Padre que os va guiando, que os va protegiendo hasta de vosotros mismos.

Tened cuidado pues, Mis pequeños en lo que pensáis, porque posiblemente cuando menos lo imaginéis haréis lo que tenéis de malo en vuestro interior. Tened cuidado con ello, porque con ello marcareis vuestra vida Eterna.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: Mis pequeños, seguid adelante, con ése ideal que Yo os ponga en vuestro corazón, el ideal de cambiar al mundo en el Amor.

Hijitos Míos, hay una edad en la que sentís que venís a la Tierra a cambiar al mundo, sentís en vuestro corazón que tenéis que cambiar al mundo. Se os dice que sois soñadores, que no lo podréis hacer, que ni luchéis por ello, porque el corazón del hombre es muy duro. Y tanto se os ataca en ésta idea, de reformar todo aquello que está en una mala situación, que desecháis de vuestro corazón y de vuestra mente ése ideal. Pero Yo os digo, Mis pequeños, que ciertamente, sí venís cada uno de vosotros a cambiar el mundo. Quizá no lo haréis como Mi Hijo, que siendo Dios, impuso un Amor con el Amor. No lo impuso por la fuerza, lo impuso con Su ejemplo, con Su Vida, con Su Donación, con Su Muerte, con Su Resurrección.

Vosotros deberéis imponer Mi Amor, que debe habitar en vuestro corazón, en vuestro alrededor y lo debéis imponer al tratar de vivirlo vosotros mismos, al pedir ése respeto en vuestra persona, de vuestra manera de pensar, de vuestros ideales, pero actuando en el amor hacia los demás.

Sabéis que Yo nunca impongo, tenéis la libertad total en vuestra actuación. Pero vosotros, al desear tener una vida buena, una vida santa, ella se irá imponiendo entre vuestros hermanos. Es vuestro ejemplo, vuestra palabra, todos vuestros actos, los que irán imponiendo ésta Verdad, Mi Verdad y Mi Amor entre vuestros hermanos.

Mis pequeños, quizá vuestra misión será solamente afectar en Mi Amor a los que estén a vuestro alrededor, con los que habléis y viváis todos los días, quizá sean uno o dos personas a las que Me salvaréis y os lo agradeceré tanto como a aquellas que tengan como misión afectar con Mi Amor a miles o millones de ellas.

El punto es, Mis pequeños, en que deberéis vivir de acuerdo a Mi Voluntad. Que en vuestro corazón sintáis ésa responsabilidad, que os sintáis contentos, alegres, de estar viviendo para Mí, para vuestro Dios, dejando Amor, Vida, salud espiritual en el corazón de vuestros hermanos.

Cuando os sintáis satisfechos de estar llevando a cabo vuestra misión de acuerdo a Mi Voluntad, es cuando seréis verdaderos hijos Míos, así como Mi Hijo Jesucristo.
Mis pequeños, seguid adelante, con ése ideal que Yo ponga en vuestro corazón, el ideal de cambiar al mundo en el Amor.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: Quitad de vuestra mente y de vuestro corazón ésa falsa tesis que tenéis, sobre todo, cuando llegáis a la ancianidad ó que estáis en la enfermedad grave, en la cual decís que no servís ya, que Yo os recoja.

Hijitos Míos, quitad de vuestra mente y de vuestro corazón ésa falsa tesis que tenéis, sobre todo, cuando llegáis a la ancianidad ó que estáis en la enfermedad grave, en la cual decís que no servís ya, que Yo os recoja, porque ya no servís para los vuestros, que ya no servís para el mundo.

Mis pequeños, os dije que Yo os conozco en perfección y Yo cuando hago algo, lo hago en la perfección. El don de la vida que os he dado a cada uno de vosotros, ha sido para que vosotros Me atraigáis a muchas, muchas almas hacia la Salvación.

Mis pequeños, esto no se logra solamente a través de los actos, que pocas veces lo hacéis, Mis pequeños, porque la gran mayoría de vosotros no sale a Evangelizar, pero así lo haréis con vuestra mente, con vuestro corazón. Mientras tengáis vida, Mis pequeños, podréis acercarMe a muchas almas hacia la conversión y hacia la Salvación. El ofrecimiento de vuestros dolores de vuestra ancianidad, de vuestra enfermedad grave, de vuestras alegrías, de vuestra vida, todo ello ayudará en la salvación de las almas.

Así que, Mis pequeños, no menospreciéis el don de la vida y lo que os quede, aprovechad los minutos y los segundos de ella, porque de ello seréis juzgados. De todos vuestros actos y de todo el aprovechamiento del tiempo que Yo os di, seréis juzgados y seréis juzgados de acuerdo a cuántas almas atrajisteis a Mi Corazón, para su salvación Eterna. Así que, si estáis postrados, si estáis, feo decirlo, “arrumbados” del mundo, apartados del mundo como cosas inservibles, en un asilo del ancianos, en una clínica, ó donde estéis, Mis pequeños, no menospreciéis el don de la vida que aún tenéis, aprovechadlo y ofreced todos vuestros actos, unidos a los de Mi Hijo, para la Salvación de las almas. 

Ved a Mi Hijo en la Cruz, poneos vosotros mismos en la Cruz con Él, aún Sus últimos segundos de Vida, en el dolor, Él estaba salvando almas, Me estaba ofreciendo toda Su Vida, Sus Dolores, todo, para la salvación de todos vosotros.

Sed ésos Cristos en la Cruz, en vuestros últimos momentos de vida, salvándoMe almas.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: Ésa falta de Mi Presencia, los va a hacer sentir que su vida no está llena, no está satisfecha, que falta algo.

Hijitos Míos, el hombre siempre está buscando por su bienestar. Desde que el bebé sale del vientre materno empieza a sentir las inclemencias, los ataques de las enfermedades, el sentirse con frío ó con calor extremos, falta de cuidados de los padres, el hambre, la sed. Desde  muy pequeñitos, Mis pequeños, primeramente vuestros padres os cuidan de todos ésos ataques a vuestro cuerpecito, posteriormente, tendréis ataques también en lo espiritual, en vuestra mente y en vuestro corazón.

El hombre por ello, por éstos ataques que va sufriendo durante toda su vida, busca siempre el bienestar, lucha siempre por ése bienestar y acaba sintiendo, como os decía al principio, que al querer llenarse de cosas, cosas del mundo, sí, va a gozar de ése bienestar, pero el faltante principal en su corazón, que es Mi Presencia Divina, les va a hacer sentir también un gran malestar. Ésa falta de Mi Presencia los va a hacer sentir que su vida no está llena, no está satisfecha, que falta algo.

Algunos se acercarán y buscarán llenar ésa oquedad, ése vacío, que no saben a veces comprender, pero cuando piden Mi ayuda, Yo les doy la Luz, para que sepan de qué se trata ése malestar que tienen en su corazón y puedan satisfacer ésa necesidad espiritual y así ser verdaderos hombres, tanto en lo físico, como en lo espiritual.

Mis pequeños, buscáis y buscáis la felicidad en el mundo, en las cosas, pero nunca vais a tener ése bienestar si Yo no estoy en vuestra vida, por más que luchéis no obtendréis ésa felicidad total en vuestra vida. Tarde ó temprano os daréis cuenta de vuestra falla. Si Me hicisteis a un lado durante vuestra vida, lo veréis. Si tuvisteis ésa Sabiduría de pedirMe que os acompañara durante toda vuestra vida, la protección que Yo os he prometido de todos los tiempos, se dará en vosotros y gozaréis, vuestros hermanos lo verán, no comprenderán muchos de ellos el por qué, aún a pesar de que todo alrededor, en lo social, en lo económico, se esté derrumbando el que vosotros estéis bien.

Mis pequeños, Yo Soy vuestro Padre y vuestro Dios. Mi Promesa es que, todos aquellos que estén Conmigo, a pesar de los ataques del enemigo, los cuales no podéis quitar de vuestra vida, tendréis bienestar, tanto en lo material, como en lo espiritual.

Si, os digo esto, porque hay quienes tienen mucho bienestar material pero en lo espiritual están vacíos ó están completamente sucios y eso evitará que gocen de todos ésos bienes que acumularon de buena ó de mala forma durante su vida.

Tratad, Mis pequeños, con todo vuestro corazón, de que formemos ésa unidad que tanto os he pedido. Al tenerMe a Mí, nada os faltará, Mi Hijo os lo dijo, “buscad primero el Reino de Dios y lo demás se os dará por añadidura”.

Buscad pues, Mis pequeños, os repito, ésa unidad, no os separéis, somos Uno y estamos actuando así, en unidad.
Gracias, Mis pequeños.