Jun 16_98 Los Tiempos que os toca vivir.

Mensaje de Dios Padre a JV.

Habla Dios Padre,
Sobre: Los Tiempos que os toca vivir.

Hijitos Míos, hoy les voy a hablar sobre los tiempos que os tocó vivir.

Vosotros conocéis los tiempos antiguos por el estudio de la Historia y aceptáis con veracidad lo que los autores de los libros os han enseñado. Ellos son hombres estudiosos de las actuaciones humanas a través de todos los tiempos. Mis tiempos han sido enseñados a vosotros a través de Mis au­tores sagrados en la Santa Biblia.

Yo Vuestro Padre Celestial no tengo “sorpresas” para con Mis hijos, todo lo que es, ha sido y será, está contenido en las Sagradas Escrituras. Yo Soy la Verdad y la verdad se concede a todos aquellos que con espíritu simple y limpio, se acercan a Mí.

En toda la historia de la humanidad ha habido tiempos difíciles y otros llevaderos, y para cada tiempo han bajado a la Tierra un tipo especial de almas, para que guiadas por Mi Amor, lleven a sus hermanos a la salvación y a un crecimiento mayor en el amor. Todo debe evolucionar para que las al­mas se acerquen más y más y siempre en continua ascensión en el amor hacia vuestro Creador.

El tiempo que os ha tocado vivir y que es el que cada uno de vosotros escogisteis para servirme, es un tiempo difícil, de cambio. Pero debéis re­cordar que Yo nunca envío almas a la Tierra sin antes haberlas equipado con todo lo necesario para cumplir su misión. Yo NUNCA abandono o dejo a sus propias fuerzas a Mis creaturas, a pesar de que muchas Me vuelven la espal­da, Yo las sigo buscando continuamente con la esperanza de su conversión.

Muchos Me consideran un Dios malo qué envía al mundo desastres, hambre, muerte, etc. Creen que todo lo malo viene de Mí. Os lo vuelvo a repetir, Yo Soy Vuestro Padre y Yo Soy todo Amor, de Mí NO puede salir más que Amor, porque si no fuera así, Me estaría negando a Mí mismo, iría en contra de lo que es Mi esencia. No hijos Míos, el mal no viene de Mí, viene de Mi ene­migo, vuestro enemigo en la gracia.

Siendo el arcángel más bello y más poderoso, se prefirió a sí mismo más que a Su Creador. Se puso en contra del Amor, porque su soberbia fue muy grande y luchando contra Mi fiel arcángel Miguel, fue vencido. Yo sólo le retiré el amor, porque él se puso en contra del Amor y así ya no le podía pertenecer. Recordad que él es una creatura creada por Mí, la creé bellísi­ma y le di libertad, igual que a cada uno de vosotros. Y Yo cuando creo al­go, no lo destruyo. Yo respeto vuestra libertad en el bien y en el mal.

Cuando Luzbella fue vencido y quitado el amor, se volvió un demonio horripilante, él y sus secuaces, y Me amenazó diciéndome que en lo futuro él iba a destruir toda la creación, todo aquello que saliera de Mis manos creativas, y vosotros y vuestro mundo actual, es la obra salida de Mis Manos en éstos momentos de la historia.

Así podréis entender que si hay mal en el mundo por todos lados, y si hay destrucción, odio, persecuciones en Mi Iglesia y todo tipo de destrucción física y moral, NO viene de Mí, solamente lo per­mito, porque aunque sea un demonio, tiene la libertad que Yo le concedí desde el principio, en su creación, pero eso sí, lo limito y nunca lo dejo actuar en su total libertad y poder destructivo, porque os amo Hijos Míos y porque conozco vuestras Flaquezas. Yo os creé a cada uno de vosotros, para gozar Mi Reino de Amor, para gozar de Mis bienes y de Mi Presencia en cada uno de vosotros por toda la Eternidad.

No os creé para el sufrimiento, ni para vuestra muerte eterna, entendedlo bien, Hijos Míos, porque muchas ve­ces escucho en vuestros corazones de que Yo Soy un Dios injusto, que envía el mal a la Tierra, que hay hambre y miseria en muchas partes de la Tierra.

Sí, hijos Míos, Yo lo permito, pero recordad que de todo aquello que Yo permito, de un aparente mal, Yo voy a sacar un gran bien. Al permitir hambre y desastres ¿qué espero de vosotros? Caridad hacia vuestros hermanos en desgracia, CARIDAD; ¿Os dais cuenta? Se produce un gran bien en vuestras almas, las cuales van a trascender, ayudado por un mal, que no va a trascender.

Yo busco la salvación de las almas, busco lo que es Mío, lo que va a vi­vir conmigo por toda la Eternidad; y son vuestras almas.

Usad lo material como instrumento en la santificación de vuestras almas y las de vuestros hermanos. No atesoréis cosas materiales, porque vendrá el tiempo en qua se os quitarán todas vuestras pertenencias y sólo os quedaréis con lo espiritual, y que siendo lo más excelso, no habréis puesto vuestra con­fianza en ello y flaquearéis.

La fortaleza es virtud del alma y vosotros os “fortalecéis”, en las co­sas materiales, y por eso, cuando se les son retiradas, se sienten vacíos, se sienten, sin protección, porque os estáis respaldando con el poder  del Mundo que es limitado, y no con el Poder de Vuestro Dios, que es ilimitado­

Se os quitarán vuestras cosas materiales en éste tiempo y lo permitiré Yo para probaros en la Fe y en la Confianza en vuestro Padre, pero no seré Yo quién lo haga, sino Mi enemigo. Pero recordad que así como se os quiten las cosas materiales y vosotros Me las ofrezcáis en penitencia y amor, en la misma medida de confianza; yo vuestro Padre Omnipotente, os lo restaura­re con Mi Misericordia y nada os faltara. Os enfrentareis contra un poder angelical caído, limitado, y así como Yo ;Soy vuestro Dios, sigo siendo Dios para Mi enemigo y él tiene que respetar Mis, órdenes y todo lo que, es Mío y vosotros sois Míos.

Sí, realmente son tiempos difíciles, tanto para la humanidad como para Mi Iglesia. Pero son tiempos, también, ‘en los cuáles Mi Misericordia, se derramara abundantemente sobre aquellos que confíen plenamente, en Mi Poder y en Mí Amor.

Recurrid a Mi Hija, la siempre Virgen María, quién no aparta. Su Amor de vosotros e intercede sin descanso por, cada uno de vosotros en todo momento.
Recurrid al Señor San José quién al igual que Su esposa María, Santísima, ve­ la Constantemente por vuestras familias y por Mi Iglesia. Recurrid a Mis Santos Arcángeles y Ángeles para vuestra protección física y espiritual.

Recurrid frecuentemente a los Sacramentos, mientras los tengáis en la forma en que ahora los tenéis, porque os serán retirados hasta la próxima Venida de Mi Hijo, que con Majestad y Gloria, bajará de los Cielos.

Pedid incesantemente los dones del Santo Espíritu de Amor, para que en el momento de la prueba os confiéis plenamente a Mi, Vuestro Padre, qué no os fallare y los estaré esperando para gozar con vuestras almas, las que amo con todo Mi Ser, por toda la Eternidad.

No temáis Hijitos Míos, Yo estoy en TODO momento con vosotros, confiad en Mí, como el bebé se confía plenamente a sus padres, y Yo Soy más, mucho más, que un padre o madre de la Tierra. Yo Soy el Amor omnipotente y eterno, Yo tengo TODO el Poder y la Gloria, TODO está en Mis Manos y sólo a través de Mi Amor podréis regresar a Mí.