Jun 01_07 a las 10:33 p.m. Vuestro cuerpo es simple vehículo del alma y digo simple porque…

Mensaje.

Mensaje de Dios Padre a J. V. a las 10:33 p. m.

Sobre: Vuestro cuerpo es simple vehículo del alma y digo simple, porque vuestras potencias espirituales e intelectuales, radican en el alma, no en el cuerpo.

Hijitos Míos, el cuerpo que os he dado es de suma importancia, gracias a él, vuestra alma –espiritual-, puede moverse de un lugar a otro en éste mundo –físico-. Sí, Mis pequeños, vuestra alma, que es la que tiene la vida y le da vida al cuerpo, a pesar de tener potencias grandísimas, necesita, en éste mundo físico, de un cuerpo frágil, enfermizo, miserable, para poder ir de un lado a otro.

Ciertamente Mi Gracia fue perfecta y vuestros Primeros Padres poseían un cuerpo sin ningún tipo de imperfección y sus carnes no iban a sufrir enfermedad ni deterioro, pero el Pecado Original afectó todo lo creado y todo se corrompió.

Muchos de vosotros cuidáis mucho de vuestro cuerpo y eso es bueno porque si no está sano vuestra alma no puede ir a misionar, llevando la Buena Nueva que os dejó Mi Hijo.
Vuestro cuerpo es simple vehículo del alma y digo simple, porque vuestras potencias espirituales e intelectuales, radican en el alma, no en el cuerpo. Ciertamente el hombre necesita de la unión del alma y del cuerpo para desarrollarse como ser humano, no se le puede dividir, pero os vuelvo a repetir, sus potencias más importantes, radican en el alma y ello os lo dejé patente en las Sagradas Escrituras cuando se os dice que vuestra alma está hecha a imagen y semejanza Mía, ella es la que entra al cuerpo desde la concepción y ella saldrá del cuerpo y regresará a Mí, al terminar  su misión sobre la Tierra.

Os decía, que muchos de vosotros cuidáis mucho a vuestro cuerpo, al exterior, a vuestro vehículo. Algunos lo hacen en exceso a tal grado de que se os olvida de cuidar lo más valioso que tenéis y que es vuestra alma. Vuestra belleza real, la que se ve desde el Cielo, no es la belleza del cuerpo, sino la del alma. El cuerpo es finito, el alma es infinita.

Cuando se realiza la concepción, por la fecundación humana, en ése preciso momento entra el alma a ésas primeras celulitas que ya unidas empiezan a formar vuestro ser: cuerpo y alma, pero además entra al mismo tiempo Mi Espíritu Santo quien os irá cuidando aconsejando y guiando toda vuestra vida y así en lo futuro, ya crecido el cuerpo y listo para misionar, llevará siempre como huéspedes a Mi Espíritu Santo y a vuestra alma y el cuerpo solo responderá a las órdenes que le dicte vuestra alma, guiadas por Mi Santo Espíritu y el resultado será el fruto que Me presentaréis al final de vuestra existencia.

Imaginad que tenéis una casa muy bella, grande, elegante, bien pintada y muy bien arreglada por fuera y toda la gente que pasa la admira y quisiera tenerla en posesión, pero si vieran por dentro, ésta se encuentra despintada, sucia, mal cuidada y los huéspedes que la habitan se encuentran olvidados y mal alimentados, todo un desastre en el interior. Este es el caso de una gran mayoría de vosotros, Mis pequeños, cuidáis muy bien vuestro exterior, lo cuidáis tanto, lo perfumáis con aromas finos y caros, lo vestís con lo mejor, pero a Mi  Santo Espíritu y a vuestra alma, escasamente les hacéis caso. No alimentáis vuestra alma, la tenéis olvidada, está débil y cae fácilmente en los combates espirituales y quien podría ayudaros con un buen consejo para vencer las tentaciones o ayudaros con un buen consejo para vencer las tentaciones o para vuestro desarrollo espiritual, tampoco le hacéis caso. Mi Santo Espíritu espera ser escuchado  y espera en vano que le escuchéis en vuestro interior para que realmente llevéis a cabo una vida digna de hijos Míos en la Tierra.

Cómo presumís vuestro exterior, Mis pequeños, que hasta concursos hacéis para ver quién es más bello o bella, desperdiciáis Mi tiempo que os he concedido a cada uno para misionar en la Tierra, para ayudarMe en la conversión y salvación de vuestros hermanos. Despreciáis a Mi Santo Espíritu que habita en vuestro interior y preferís hacer vuestra voluntad en todos los actos de vuestra vida, en lugar de escucharle a Él y así hacer Mi Voluntad con lo que aseguraréis que vuestros actos todos serán perfectos y santos.

¿Os dais ahora plena cuenta de la realidad de vuestra existencia sobre la Tierra? Estáis desperdiciando el tiempo cuidando exageradamente lo que se va a destruir con la muerte y no le estáis dando alimento Divino a vuestra alma para que cuando se separe de su vehículo, al llegar a Mí, venga fuerte, saludable y orgullosa por todas las obras buenas que realizó para ayudarMe con la co-redención de todos vosotros al alimentar a vuestros hermanos con el verdadero alimento de Vida, que os dejó Mi Hijo y que os ayudará a vivir eternamente.

Cuidad de vuestro cuerpo, porque es vehículo del alma y, cuidadlo doblemente, porque es Templo de MI Santo Espíritu. La salud de vuestro cuerpo y su buen cuidado deberá de estar al servicio de vuestra alma y ésta deberá estar dócil y humildemente donada a la Voluntad de Mi Santo Espíritu para que deis ejemplo santo y fruto abundante, entre los hombres.

Cuando el alma, huésped del cuerpo, se deja guiar por Mi Santo Espíritu, también huésped del cuerpo, vuestro cuerpo adquirirá una belleza sobrenatural porque la belleza interior que consiste en el AMAR, SERVIR Y ACTUAR en forma virtuosa, se revela hacia el exterior y aunque el cuerpo no tenga rasgos bellos, Mi Amor puro y santo y Mi Vida en vosotros va a hacer que obtengan tal belleza sobrenatural. En cambio, cuando cuidáis en exceso vuestro exterior, a pesar de que tengáis rasgos bellos, si vuestro interior es sucio, sin amor verdadero y sin virtudes, vuestro trato va a ser corriente, grosero, vil y sucio y esto producirá una fealdad real que vosotros apreciáis externamente, lo cual provoca que os alejéis de ésa persona.

Cuando estáis Conmigo, fácilmente apreciáis la belleza interior, o sea, de las almas, de lo que realmente vale en vosotros, pero cuando no estáis Conmigo, os dejáis atraer sólo por el exterior bello y bien cuidado, pero que os acarreará problemas porque no viven en el verdadero Amor ni en la virtud.

De polvo creé vuestro cuerpo y polvo se convertirá al finalizar vuestros días, en el suelo quedará y ahí habrá acabado su función, en cambio el alma, hecha a Mi Imagen y Semejanza, vivirá eternamente y de acuerdo a vuestros méritos logrados, durante vuestra misión terrestre, el estado de gozo eterno, variará, pero en mayor o menor grado vuestra alma gozará eternamente, si os dejasteis guiar por la Vida de Mi Santo Espíritu que habita en vosotros.
Os amo y os bendigo, Yo vuestro Padre y vuestro Dios.