Oct 31_08(vesp) Plantaré en vosotros semillas que darán muchos frutos, …la semilla del Amor.

  • Yo quisiera que Me amarais así, con todas vuestras fuerzas y con todo vuestro amor, pero estáis tan distraídos en el mundo.
  • Los “falsos profetas”, son todas esas desviaciones filosóficas, doctrinales y aún vuestros propios ídolos, vuestros propios gustos.
  • Venid y confesad, con Mis hijos predilectos, los sacerdotes, vuestra maldad, vuestras faltas y todo aquello que os haya separado de Mí.
  • PedidMe que Mi Espíritu Santo, que habita en vosotros, sea liberado, que vosotros mismos, que Lo habéis hecho a un lado, empiece a vivir plenamente en vuestro ser.
  • Grandes cambios veréis cuando empecéis a orar de corazón y por toda la humanidad, Yo os consiento cuando vosotros acudís a Mí con confianza.

Mensaje de Dios Padre a J. V.

Primer Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Yo quisiera que Me amarais así, con todas vuestras fuerzas y con todo vuestro amor, pero estáis tan distraídos en el mundo.
(Lenguas…,) Hijitos Míos, los momentos difíciles de la humanidad se suscitan, se producen y son causados por la negativa del hombre. El mismo hombre, al haberse separado de Mis Leyes y Decretos, al no vivir ya bajo Mi Amor y Mis Enseñanzas, ha quedado a merced de satanás y esto lo podéis corroborar perfectamente ya a vuestro alrededor. Os he dicho que no estáis viviendo como debierais vivir, haciendo que vuestro entorno fuera de paz, fuera de alegría, de hermandad, de amor. No tenéis ya vida espiritual y si la tenéis, es demasiado débil y con ella no podéis luchar contra las fuerzas de satanás; dais lo mínimo necesario y satanás es mucho más poderoso que ése mínimo necesario que dais.

Os he dicho que la oración es poderosísima, especialmente cuando os unís al Cielo, pero vosotros mismos habéis despreciado ya la oración y la vida espiritual en vuestra vida. No cumplís con los Sacramentos, no cumplís con vuestras obligaciones, estáis totalmente a merced de las fuerzas de satanás. Por si no os habéis dado cuenta, Mis pequeños, os lo estoy avisando, porque muchos de vosotros estáis muy alejados de la realidad, vivís en el mundo y para el mundo, no estáis viendo Mis necesidades para con vosotros y para con todos aquellos de vuestros hermanos que necesitan de Mí.

Sí, Mis pequeños, estáis viviendo demasiado apartados de aquello que debiera de ser una obligación de amor. No quiero dejarlo solamente en pura obligación, porque aquello que se obliga, tarde ó temprano se detesta y lo hacéis a un lado, venir a Mí es venir con amor, con entrega, pidiendo vida espiritual, que solamente os la puedo dar Yo, vuestro Dios. Venir a Mí es buscar una mejora en vuestro ser, es buscar la santidad en vuestra vida, que es a lo que estáis llamados todos vosotros, porque cuando vivís bajo Mi Voluntad Divina, es cuando realmente estáis encontrando la santidad para vuestra vida, pero para ello tendréis que luchar, poner de vuestra parte, porque lo Mío no se obliga. Tenéis que venir en total libertad y sobre todo, gozar el estar Conmigo. No es lo mismo, por ejemplo al cumplir con la Santa Misa los domingos, pensar con el tener que cumplir y ni así, tampoco estáis a gusto al estar en la Iglesia cumpliendo con vuestra obligación, que el ir a visitarMe con amor.

Porque cuando vosotros vivís en el Amor, ya vuestras obligaciones no son obligaciones, cumplís con amor, porque queréis compartir Conmigo, vuestro Padre y Dios, lo que tenéis y habéis hecho, es un gozo para vosotros hacerlo, es un gozo para Mí recibir vuestra presencia en la Iglesia, pero sobre todo, el que tengáis la confianza de venir a Mí y platicarMe, como el hijo le platica al padre y saber escucharMe, como el hijo escucha al padre.

Habéis olvidado todo esto, Mis pequeños, y por eso el mundo se debate en la maldad, en el error, en la destrucción y lo estáis viendo por todos lados. Tenéis que entender, Mis pequeños, que el cambio se dará cuando vosotros toméis conciencia de vuestra vida y de vuestras obligaciones de amor. Mientras tanto, si os mantenéis en el ritmo de vida que lleváis, éste os destruirá, porque cada vez más os quedaréis a merced de las fuerzas de satanás, porque no os estáis protegiendo con lo Mío, con Mi Poder, especialmente con Mi Amor.

Cosas difíciles vendrán si vosotros no las detenéis y si éstas no se pueden detener, por lo menos las podréis minimizar, siempre y cuando vosotros cumpláis con vuestros deberes.

Venid a Mí, Yo os puedo dar todo lo que necesitéis para que vosotros lleguéis a la santidad a la cual estáis llamados, pero debéis venir con humildad y con confianza y no obligados, porque en la obligación, os he dicho, que no hay amor y acabáis por detestar todo aquello que es obligado. Os amo inmensamente, Mis pequeños y Yo quisiera que Me amarais así, con todas vuestras fuerzas y con todo vuestro amor, pero estáis tan distraídos en el mundo. Espero entendáis, Mis pequeños ésta reflexión que os he dado.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Los “falsos profetas”, son todas esas desviaciones filosóficas, doctrinales y aún vuestros propios ídolos, vuestros propios gustos.
Hijitos Míos, ya se os había avisado y profetizado desde antiguo la presencia de los falsos profetas alrededor del mundo. Diríais “está aquí el verdadero”, otros dirán “no, está acá” y así estaréis buscando dudosos profetas a quien seguir.

Mis pequeños, os he dicho que el alma necesita su alimento y tiende a buscar ése alimento y hasta que lo encuentra ó cree encontrarlo, estará en paz. Ciertamente que cuando no encuentra el buen alimento, el alma siempre tendrá esa duda, no se sentirá a gusto, sabrá que necesita algo más, porque Mi Santo Espíritu que habita en vosotros, os estará indicando lo que necesitáis y lo que debéis buscar.

Mis pequeños, éstos momentos de la humanidad, son momentos de purificación, son momentos en los cuales se verá quienes son los verdaderos hijos y quienes son los traidores, porque ó estáis Conmigo ó estáis contra Mí. A veces buscáis, porque os convencen otras filosofías ó creéis que a través de ellas encontraréis lo Verdadero, y os lleváis una sorpresa. Mis pequeños, lo que os dan, os deja a veces hasta más vacíos que al principio, pero porque si teníais algo de lo Mío, hasta ése algo lo perdéis, porque no quisisteis multiplicarlo y preferisteis las filosofías extrañas para que os acompañaran en vuestra vida y así os vais vaciando, poco a poco, de lo que debierais mantener. Y quisiera que hasta con la fuerza lucharais realmente por mantener Mi Vida, la vida espiritual que Yo os doy, para que os mantuvierais Conmigo y aún más, hasta crecierais para encontrar vuestra perfección humana y espiritual.

Al decir los “falsos profetas”, son todas esas desviaciones filosóficas, doctrinales y aún vuestros propios ídolos, vuestros propios gustos. Vais aceptando en vuestra vida todo este tipo de situaciones nefastas para vuestro crecimiento espiritual, las aceptáis como buenas, porque vosotros mismos decís que no dañan, que no estáis dañando a nadie, que sois buenos, pero no estáis cumpliendo Conmigo, con quien debéis cumplir. Os reunís con vuestros semejantes buscando una espiritualidad nueva, con otras filosofías y empezáis quizá, con muchos deseos de hacer algo bueno, pero pronto se va disipando todo aquello, quizá, hasta lleguéis a la guerra interna, al pleito, a la discordia, porque siempre la falsedad os llevará a ello.

En cambio, estando Conmigo y buscándoMe, siempre tendréis paz en vuestro corazón, el amor se multiplicará, todo saldrá bien, éstas son señales inequívocas de que estáis Conmigo, con vuestro Dios y que estáis siguiendo los caminos verdaderos para ser los verdaderos hijos que quiero de cada uno de vosotros.

Tened cuidado, pues, Mis pequeños, en no hacerle caso a ésos falsos profetas que os rodean, veis tanto a través de los medios de comunicación y os creéis tantas cosas que os dicen, porque no habéis pedido el Espíritu de Discernimiento, para que os deis cuenta cómo satanás os ataca y os hace buscar un mal creyéndolo bueno. Os he dicho que sois pequeños, pequeños, en el sentido de que no habéis crecido espiritualmente por flojera y por falta de dedicación y, al no haber crecido, satanás os puede envolver fácilmente en sus mentiras y como no estáis capacitados para entender sus mentiras, éstas os arrastran y sufrís al final, porque creísteis haber seguido un bien, pero fue una falsedad encubierta de un aparente bien.

Solamente con Espíritu de Sabiduría y de Discernimiento, podréis entender los ataques de satanás y de esta forma poder vencerlo, pero tenéis que regresar a Mí, buscarMe y pedirMe, en humildad, todo lo que necesitéis. DejadMe a Mí, vuestro Dios, que conociendo vuestro corazón, os dé lo que Yo sé que necesitáis. Ciertamente os quitaré muchas cosas que no os sirven, o que están creando lastre en el desarrollo de vuestro crecimiento espiritual, dejadMe que Yo purifique vuestro interior, para que se dé lo que Yo deseo de cada uno de vosotros. Os dolerá que os quite todo aquello que no sirve, plantaré en vosotros semillas que darán muchos frutos, semillas de virtudes, la semilla del Amor.

Si vosotros realmente os avocáis a seguirMe y a tenerMe en vuestro corazón, apreciaréis éstos regalos que os doy, los tomaréis, los cuidaréis, crecerán como es debido y darán mucho fruto, ciertamente, pero tendréis que poner de vuestra parte.

Pedid Mi ayuda, Mis pequeños y Yo os la daré, pero debéis ser sencillos, humildes, amorosos y sobre todo, donados a Mi Voluntad y os prometo que haré grandes cosas con vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Venid y confesad, con Mis hijos predilectos, los sacerdotes, vuestra maldad, vuestras faltas y todo aquello que os haya separado de Mí.
Hijitos Míos, todos vosotros necesitáis de Mi Gracia para crecer espiritualmente y para estar protegidos en el terreno de satanás.

Sí, el príncipe de éste mundo, os lo dijo Mi Hijo, es satanás y vosotros estáis en sus dominios, por eso la vida se hace difícil, porque mientras más queréis dar de lo bueno que viene de Mí, más impedimento pone aquél que es el malo, aquél que Me traicionó, aquél que tentó a Mi Hijo, aquél que está produciendo el mal entre vosotros.

Sí, Mis pequeños, la vida es una lucha constante, en donde no os podéis dormir, en donde no os podéis distraer, en donde debéis mantener siempre los valores Celestiales en su máxima expresión en vuestra vida, para que éstos os protejan, os guíen y os lleven a la plenitud espiritual.

Vosotros mismos no sabéis dirigir vuestra propia vida, necesitáis de Mí, vuestro Dios, para que Yo guíe vuestra vida. Cuando no lo hacéis así, cuando no recurrís a los Poderes Celestiales, para que se guíe vuestra existencia, fácilmente caéis en idolatrías, en falsedades, que os van a llevar a una destrucción espiritual y quizá hasta la muerte eterna.

Mis pequeños, pedid urgentemente el don de Sabiduría y el don de Discernimiento, siempre envueltos en la humildad, para que podáis sobrevivir éstos momentos difíciles que estáis pasando y que se irán acrecentando, hasta que vosotros mismos no os arrodilléis y en un acto de humildad ante Mí, vuestro Dios, os arrepintáis de vuestros pecados.

Os tenéis que dar cuenta, Mis pequeños, que os habéis comportado mal, que habéis utilizado vuestra vida, no para los Bienes del Cielo, sino para buscar vuestros propios bienes, que os han llevado a confiar solamente en los bienes de la Tierra. Estáis haciendo el mal, porque no conocéis perfectamente el Bien ni os ha preocupado conocerlo, habéis preferido divertíos con las cosas del mundo, pero ahora estáis padeciendo vuestro olvido y vuestra negligencia, no habéis querido tomar ésa obligación de amor, de hacer lo que cada hijo Mío debe hacer en la Tierra por amor por Mí, para el Bien de vosotros, para el Bien del Reino que se tiene que implantar sobre la Tierra. Divagáis demasiado, tenéis vida, pero no la estáis utilizando correctamente, debéis volver a Mis Leyes y Decretos, debéis regresar al Verdadero Amor que Soy Yo. Debéis apartar de vuestra vida todo aquello que os lleve del pecado grave y quisiera decir, hasta del pecado leve, que al fin y al cabo es una ofensa hacia Mí vuestro Dios.

Debéis luchar más, Mis pequeños, lleváis una vida muy sin chiste, estáis pensando tanto en lo material y tan poco en lo espiritual y esto es una realidad. Ved, ved en la situación que estáis, sed sinceros con vosotros mismos, quizá podáis tener mucho de lo material, pero lo espiritual está destrozado. Otros buscáis lo espiritual, pero no de corazón, sino para quedar bien con vuestros hermanos, haciéndoles creer que sois muy devotos, muy amorosos para Conmigo, pero en vuestro interior no habito Yo, vuestro Dios. Y así, os puedo seguir enumerando situaciones de la vida del hombre, en donde aparentáis una cosa, cuando realmente estáis viviendo otra.

Todo esto os lo digo, Mis pequeños, no para que lo toméis como regaño, ciertamente, siendo vuestro Padre, lo puedo hacer de ésa forma, porque os quiero corregir, más bien os lo doy como consejo, expongo vuestra vida y también os doy el remedio, para que viváis como verdaderos hijos Míos. BuscadMe y Me encontraréis, pero venid a Mí, de corazón, con confianza y Yo compondré vuestra vida, si realmente os dejáis que Yo lo haga para vuestro Bien y para el de vuestros hermanos. DejadMe, dejadMe llevaros a la santidad, os lo merecéis, porque sois Mis hijos. DejadMe que perdone vuestros pecados, venid y confesad, con Mis hijos predilectos, los sacerdotes, vuestra maldad, vuestras faltas y todo aquello que os haya separado de Mí y a partir de allí, después de Mi perdón, renaceréis nuevamente, para que os vaya formando como verdaderos hijos Míos.

Estos tiempos que son de purificación y de lucha, os irán llevando a conocerMe mejor, vuestras fuerzas no serán suficientes para vencer a satanás y, al recurrir a Mí, es cuando iréis aprendiendo a reconocerMe y a confiar en Mí, con todo lo que Yo os he dado y os daré para esos momentos.

Os Bendigo, Mis pequeños, y os doy la fuerza necesaria para que podáis luchar por Mi Bien y por el de vuestros hermanos, sabiendo que todo lo que hagáis por ellos, también lo tendréis vosotros de regreso. Los acontecimientos serán difíciles, pero podréis sobrellevarlos y aún vencerlos si contáis Conmigo. No os apartéis de Mí, venid con confianza, estáis Conmigo en la misma batalla, pero os necesito, Mis pequeños, Yo podría vencer a satanás solo, pero os necesito a vosotros, para que compartáis el éxito Conmigo y así os pueda agradecer, eternamente el haber estado Conmigo en ésta lucha que marcará el fin de toda una época y el principio de una grandiosa.

Veréis cosas maravillosas, Mis pequeños, os he escogido para éstos tiempos, aún no lo entendéis, pero gozaréis grandemente el que hayáis sido escogidos para éste tiempo de cambio. Os amo, Mis pequeños y os Bendigo en Mi Santísima Trinidad.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: PedidMe que Mi Espíritu Santo, que habita en vosotros, sea liberado, que vosotros mismos, que Lo habéis hecho a un lado, empiece a vivir plenamente en vuestro ser.
(Lenguas…,) Hijitos Míos, pedidMe con todo vuestro corazón el ser iluminados con Mi Santo Espíritu, pedidMelo de todo corazón, Mis pequeños, porque recibiréis un regalo inmenso, inconmensurable, un regalo que no os imagináis lo que vale. PedidMe que Mi Espíritu Santo, que habita en vosotros, sea liberado, que vosotros mismos, que Lo habéis hecho a un lado, empiece a vivir plenamente en vuestro ser (Lenguas…,) Ciertamente es la Luz de Mi Santo Espíritu que se manifestará en vosotros la que dará esa vida que tanto necesitáis en vosotros y para los demás.

Vosotros debéis ser dóciles, Mis pequeños, en las inspiraciones que Yo voy dándoos en vuestro corazón. Vosotros mismos, como padres, madres, hermanos mayores, queréis lo mejor para vuestros hijos, para vuestros hermanos menores, dais lo que sea con tal de verlos contentos, verlos bien desarrollados y llenos de conocimiento para que ellos puedan salir adelante en su vida. ¡Ese amor existe, existe en vuestro corazón!, porque es un deseo bello y grande que tenéis para vuestros hermanos cercanos a vosotros, a vuestros hijos. Ahora Yo deseo que esa Gracia tan grande que tenéis, que es la de ver por el Bien del hermano, ése deseo santo, se multiplique, se potencialice, para que no solamente ahora os deis por vuestros hermanos más cercanos a vosotros, sino por la humanidad entera y de todos los tiempos. Ya vosotros habéis sido instruidos en éstas bellezas y secretos de Mi Amor, pero ¡hay tanto más que debéis aprender!, y os debéis dar por vuestros hermanos que no Me conocen y Me necesitan, porque el alma necesita de Mí. Debéis ayudarles sin ver su condición moral, económica, aún física, vosotros, Mis pequeños, os deberéis dar a todos en igualdad. Nunca os imagináis de quién, después, podréis recibir la gratificación del Bien que disteis, a veces recibiréis más de aquellos de los que menos os imagináis. Por eso, no hagáis distinción de nadie, porque Mi Santo Espíritu habita en todos Mis hijos y recibiréis a veces de quien menos os imagináis.

Dad lo que Yo os he dado, dadlo con amor y gratuitamente y recibiréis al ciento por uno, Mis pequeños, os lo aseguro, es Mi Promesa. Os amo, Mis pequeños, y os quiero ver como vi a Mi Hijo sobre la Tierra, cumpliendo con la Misión que Le encargué. Ahora sois Mis hijos, Mis Cristos sobre la Tierra, dadMe, dadMe almas, dadMe alegría, dadMe salvación, dadMe nuevamente Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Grandes cambios veréis cuando empecéis a orar de corazón y por toda la humanidad, Yo os consiento cuando vosotros acudís a Mí con confianza.
Hijitos Míos, ahora os estáis dando cuenta de todo lo que os decía antiguamente y aún en el pasado no muy lejano. Sois muy dados a ver solamente vuestro entorno y vuestro entorno cercano, vuestros problemas ó los de vuestros hermanos muy cercanos, hermanos de sangre, pero ahora estoy dejando que os deis cuenta de la problemática mundial. A través de los medios de comunicación estáis viendo cómo el mundo entero está ya siendo afectado fuertemente en su economía, en sus cultivos, enfermedades, destrucción de diferente índole y todo esto causado, os he dicho, porque el mismo hombre se ha apartado de Mí.

No es Mi venganza, Mis pequeños, Yo Me he hecho a un lado y quedasteis a merced de las fuerzas de satanás, no quisisteis Mi Protección, que siempre os la he dado y es satanás el que os está destruyendo. Ahora os estáis dando cuenta de lo que tanto os dije en el pasado, que satanás se iba a enseñorear del mundo entero. Y lo estáis viendo ya, Mis pequeños, estáis viendo cómo su maldad se ha introducido a todos niveles.

Los gobiernos están ya satanizados, las familias se han apartado de Mí y ya no transmiten a los hijos el conocimiento de Mi Amor y de Mis Leyes, las autoridades, que os debieran proteger son ahora las que se han volcado contra vosotros, permitiendo la maldad entre los mismos pobladores. Ya no tenéis protección alguna, porque Me hicisteis a un lado y, por parte de satanás, no existe ninguna protección, él os promete muchas cosas para que vosotros le sigáis y cuando os encadenáis a él, él os traiciona y no cumple con su promesa. Entended que él busca solamente vuestra destrucción y esto lo podéis ver en todos los pueblos de la Tierra.

A lo que voy, Mis pequeños, con toda ésta explicación, es para que os deis cuenta de que necesitáis orar por la humanidad entera, porque ya todos estáis sufriendo. Que vuestra oración no sea parca, que sea abierta, universal, hecha de corazón, para que ésta rinda frutos.

Mis pequeños, no toméis éste consejo de la oración como algo vano, la oración es poderosísima y podéis hacer grandes cosas a través de ella y especialmente cuando os unís. Mi Promesa a través de Mi Hijo persiste en que cuando dos ó más se reúnan en Mi Nombre, Yo estaré entre vosotros. No despreciéis estas Promesas Celestiales, porque además ellas serán las que os salvarán en los momentos difíciles y aún en la problemática en la que ya estáis. A través de la oración conjunta con vuestros hermanos podéis hacer grandes cosas, podéis hacer lo que las autoridades de vuestros respectivos países prometen hacer y no hacen. Yo sí puedo, porque Soy vuestro Dios y Mis Poderes son Infinitos y eso es lo que os estoy ofreciendo, Mis pequeños, que podáis resolver las dificultades que tenéis a nivel mundial a través de la oración, pero una oración que vosotros sintáis verdadera, porque la estéis haciendo de corazón y porque Me estaréis pidiendo, en confianza plena, que Yo actúe y lo haré. Pero pedidMe, Mis pequeños, pedidMe con ésa confianza de hijos verdaderos, sabiendo que Yo puedo hacer todo, que Yo puedo lograr hasta lo imposible. Vosotros limitáis Mi Poder con vuestra duda, por favor no lo hagáis así, Mis pequeños, no limitéis Mi Poder por vuestras capacidades humanas, que son muy limitadas, simplemente pedidMe que Yo pueda actuar en totalidad para que os ayude a vosotros y a vuestros hermanos alrededor de la Tierra.

Grandes cambios veréis cuando empecéis a orar de corazón y por toda la humanidad, Yo os consiento cuando vosotros acudís a Mí con confianza, os he dicho que Me pongáis a prueba y veréis cómo Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, puedo agradecer vuestra confianza. Seréis renovados cuando vosotros entréis en ésa confianza y dejándoMe a Mí, que derrame Mi Voluntad Divina sobre vosotros. ¡Es tanto lo que os quiero dar, pero vuestra duda Me limita!, dejadMe, dejadMe en libertad, que os levante y que os dé lo que ni siquiera os imagináis que os puedo dar.
Gracias, Mis pequeños.

 

Rosario vespertino.

Temas:

  • Yo quisiera que Me amarais así, con todas vuestras fuerzas y con todo vuestro amor, pero estáis tan distraídos en el mundo.
  • Los “falsos profetas”, son todas esas desviaciones filosóficas, doctrinales y aún vuestros propios ídolos, vuestros propios gustos.
  • Venid y confesad, con Mis hijos predilectos, los sacerdotes, vuestra maldad, vuestras faltas y todo aquello que os haya separado de Mí.
  • PedidMe que Mi Espíritu Santo, que habita en vosotros, sea liberado, que vosotros mismos, que Lo habéis hecho a un lado, empiece a vivir plenamente en vuestro ser.
  • Grandes cambios veréis cuando empecéis a orar de corazón y por toda la humanidad, Yo os consiento cuando vosotros acudís a Mí con confianza.

Mensaje de Dios Padre a J. V.

Primer Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Yo quisiera que Me amarais así, con todas vuestras fuerzas y con todo vuestro amor, pero estáis tan distraídos en el mundo.
(Lenguas…,) Hijitos Míos, los momentos difíciles de la humanidad se suscitan, se producen y son causados por la negativa del hombre. El mismo hombre, al haberse separado de Mis Leyes y Decretos, al no vivir ya bajo Mi Amor y Mis Enseñanzas, ha quedado a merced de satanás y esto lo podéis corroborar perfectamente ya a vuestro alrededor. Os he dicho que no estáis viviendo como debierais vivir, haciendo que vuestro entorno fuera de paz, fuera de alegría, de hermandad, de amor. No tenéis ya vida espiritual y si la tenéis, es demasiado débil y con ella no podéis luchar contra las fuerzas de satanás; dais lo mínimo necesario y satanás es mucho más poderoso que ése mínimo necesario que dais.

Os he dicho que la oración es poderosísima, especialmente cuando os unís al Cielo, pero vosotros mismos habéis despreciado ya la oración y la vida espiritual en vuestra vida. No cumplís con los Sacramentos, no cumplís con vuestras obligaciones, estáis totalmente a merced de las fuerzas de satanás. Por si no os habéis dado cuenta, Mis pequeños, os lo estoy avisando, porque muchos de vosotros estáis muy alejados de la realidad, vivís en el mundo y para el mundo, no estáis viendo Mis necesidades para con vosotros y para con todos aquellos de vuestros hermanos que necesitan de Mí.

Sí, Mis pequeños, estáis viviendo demasiado apartados de aquello que debiera de ser una obligación de amor. No quiero dejarlo solamente en pura obligación, porque aquello que se obliga, tarde ó temprano se detesta y lo hacéis a un lado, venir a Mí es venir con amor, con entrega, pidiendo vida espiritual, que solamente os la puedo dar Yo, vuestro Dios. Venir a Mí es buscar una mejora en vuestro ser, es buscar la santidad en vuestra vida, que es a lo que estáis llamados todos vosotros, porque cuando vivís bajo Mi Voluntad Divina, es cuando realmente estáis encontrando la santidad para vuestra vida, pero para ello tendréis que luchar, poner de vuestra parte, porque lo Mío no se obliga. Tenéis que venir en total libertad y sobre todo, gozar el estar Conmigo. No es lo mismo, por ejemplo al cumplir con la Santa Misa los domingos, pensar con el tener que cumplir y ni así, tampoco estáis a gusto al estar en la Iglesia cumpliendo con vuestra obligación, que el ir a visitarMe con amor.

Porque cuando vosotros vivís en el Amor, ya vuestras obligaciones no son obligaciones, cumplís con amor, porque queréis compartir Conmigo, vuestro Padre y Dios, lo que tenéis y habéis hecho, es un gozo para vosotros hacerlo, es un gozo para Mí recibir vuestra presencia en la Iglesia, pero sobre todo, el que tengáis la confianza de venir a Mí y platicarMe, como el hijo le platica al padre y saber escucharMe, como el hijo escucha al padre.

Habéis olvidado todo esto, Mis pequeños, y por eso el mundo se debate en la maldad, en el error, en la destrucción y lo estáis viendo por todos lados. Tenéis que entender, Mis pequeños, que el cambio se dará cuando vosotros toméis conciencia de vuestra vida y de vuestras obligaciones de amor. Mientras tanto, si os mantenéis en el ritmo de vida que lleváis, éste os destruirá, porque cada vez más os quedaréis a merced de las fuerzas de satanás, porque no os estáis protegiendo con lo Mío, con Mi Poder, especialmente con Mi Amor.

Cosas difíciles vendrán si vosotros no las detenéis y si éstas no se pueden detener, por lo menos las podréis minimizar, siempre y cuando vosotros cumpláis con vuestros deberes.

Venid a Mí, Yo os puedo dar todo lo que necesitéis para que vosotros lleguéis a la santidad a la cual estáis llamados, pero debéis venir con humildad y con confianza y no obligados, porque en la obligación, os he dicho, que no hay amor y acabáis por detestar todo aquello que es obligado. Os amo inmensamente, Mis pequeños y Yo quisiera que Me amarais así, con todas vuestras fuerzas y con todo vuestro amor, pero estáis tan distraídos en el mundo. Espero entendáis, Mis pequeños ésta reflexión que os he dado.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Los “falsos profetas”, son todas esas desviaciones filosóficas, doctrinales y aún vuestros propios ídolos, vuestros propios gustos.
Hijitos Míos, ya se os había avisado y profetizado desde antiguo la presencia de los falsos profetas alrededor del mundo. Diríais “está aquí el verdadero”, otros dirán “no, está acá” y así estaréis buscando dudosos profetas a quien seguir.

Mis pequeños, os he dicho que el alma necesita su alimento y tiende a buscar ése alimento y hasta que lo encuentra ó cree encontrarlo, estará en paz. Ciertamente que cuando no encuentra el buen alimento, el alma siempre tendrá esa duda, no se sentirá a gusto, sabrá que necesita algo más, porque Mi Santo Espíritu que habita en vosotros, os estará indicando lo que necesitáis y lo que debéis buscar.

Mis pequeños, éstos momentos de la humanidad, son momentos de purificación, son momentos en los cuales se verá quienes son los verdaderos hijos y quienes son los traidores, porque ó estáis Conmigo ó estáis contra Mí. A veces buscáis, porque os convencen otras filosofías ó creéis que a través de ellas encontraréis lo Verdadero, y os lleváis una sorpresa. Mis pequeños, lo que os dan, os deja a veces hasta más vacíos que al principio, pero porque si teníais algo de lo Mío, hasta ése algo lo perdéis, porque no quisisteis multiplicarlo y preferisteis las filosofías extrañas para que os acompañaran en vuestra vida y así os vais vaciando, poco a poco, de lo que debierais mantener. Y quisiera que hasta con la fuerza lucharais realmente por mantener Mi Vida, la vida espiritual que Yo os doy, para que os mantuvierais Conmigo y aún más, hasta crecierais para encontrar vuestra perfección humana y espiritual.

Al decir los “falsos profetas”, son todas esas desviaciones filosóficas, doctrinales y aún vuestros propios ídolos, vuestros propios gustos. Vais aceptando en vuestra vida todo este tipo de situaciones nefastas para vuestro crecimiento espiritual, las aceptáis como buenas, porque vosotros mismos decís que no dañan, que no estáis dañando a nadie, que sois buenos, pero no estáis cumpliendo Conmigo, con quien debéis cumplir. Os reunís con vuestros semejantes buscando una espiritualidad nueva, con otras filosofías y empezáis quizá, con muchos deseos de hacer algo bueno, pero pronto se va disipando todo aquello, quizá, hasta lleguéis a la guerra interna, al pleito, a la discordia, porque siempre la falsedad os llevará a ello.

En cambio, estando Conmigo y buscándoMe, siempre tendréis paz en vuestro corazón, el amor se multiplicará, todo saldrá bien, éstas son señales inequívocas de que estáis Conmigo, con vuestro Dios y que estáis siguiendo los caminos verdaderos para ser los verdaderos hijos que quiero de cada uno de vosotros.

Tened cuidado, pues, Mis pequeños, en no hacerle caso a ésos falsos profetas que os rodean, veis tanto a través de los medios de comunicación y os creéis tantas cosas que os dicen, porque no habéis pedido el Espíritu de Discernimiento, para que os deis cuenta cómo satanás os ataca y os hace buscar un mal creyéndolo bueno. Os he dicho que sois pequeños, pequeños, en el sentido de que no habéis crecido espiritualmente por flojera y por falta de dedicación y, al no haber crecido, satanás os puede envolver fácilmente en sus mentiras y como no estáis capacitados para entender sus mentiras, éstas os arrastran y sufrís al final, porque creísteis haber seguido un bien, pero fue una falsedad encubierta de un aparente bien.

Solamente con Espíritu de Sabiduría y de Discernimiento, podréis entender los ataques de satanás y de esta forma poder vencerlo, pero tenéis que regresar a Mí, buscarMe y pedirMe, en humildad, todo lo que necesitéis. DejadMe a Mí, vuestro Dios, que conociendo vuestro corazón, os dé lo que Yo sé que necesitáis. Ciertamente os quitaré muchas cosas que no os sirven, o que están creando lastre en el desarrollo de vuestro crecimiento espiritual, dejadMe que Yo purifique vuestro interior, para que se dé lo que Yo deseo de cada uno de vosotros. Os dolerá que os quite todo aquello que no sirve, plantaré en vosotros semillas que darán muchos frutos, semillas de virtudes, la semilla del Amor.

Si vosotros realmente os avocáis a seguirMe y a tenerMe en vuestro corazón, apreciaréis éstos regalos que os doy, los tomaréis, los cuidaréis, crecerán como es debido y darán mucho fruto, ciertamente, pero tendréis que poner de vuestra parte.

Pedid Mi ayuda, Mis pequeños y Yo os la daré, pero debéis ser sencillos, humildes, amorosos y sobre todo, donados a Mi Voluntad y os prometo que haré grandes cosas con vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Venid y confesad, con Mis hijos predilectos, los sacerdotes, vuestra maldad, vuestras faltas y todo aquello que os haya separado de Mí.
Hijitos Míos, todos vosotros necesitáis de Mi Gracia para crecer espiritualmente y para estar protegidos en el terreno de satanás.

Sí, el príncipe de éste mundo, os lo dijo Mi Hijo, es satanás y vosotros estáis en sus dominios, por eso la vida se hace difícil, porque mientras más queréis dar de lo bueno que viene de Mí, más impedimento pone aquél que es el malo, aquél que Me traicionó, aquél que tentó a Mi Hijo, aquél que está produciendo el mal entre vosotros.

Sí, Mis pequeños, la vida es una lucha constante, en donde no os podéis dormir, en donde no os podéis distraer, en donde debéis mantener siempre los valores Celestiales en su máxima expresión en vuestra vida, para que éstos os protejan, os guíen y os lleven a la plenitud espiritual.

Vosotros mismos no sabéis dirigir vuestra propia vida, necesitáis de Mí, vuestro Dios, para que Yo guíe vuestra vida. Cuando no lo hacéis así, cuando no recurrís a los Poderes Celestiales, para que se guíe vuestra existencia, fácilmente caéis en idolatrías, en falsedades, que os van a llevar a una destrucción espiritual y quizá hasta la muerte eterna.

Mis pequeños, pedid urgentemente el don de Sabiduría y el don de Discernimiento, siempre envueltos en la humildad, para que podáis sobrevivir éstos momentos difíciles que estáis pasando y que se irán acrecentando, hasta que vosotros mismos no os arrodilléis y en un acto de humildad ante Mí, vuestro Dios, os arrepintáis de vuestros pecados.

Os tenéis que dar cuenta, Mis pequeños, que os habéis comportado mal, que habéis utilizado vuestra vida, no para los Bienes del Cielo, sino para buscar vuestros propios bienes, que os han llevado a confiar solamente en los bienes de la Tierra. Estáis haciendo el mal, porque no conocéis perfectamente el Bien ni os ha preocupado conocerlo, habéis preferido divertíos con las cosas del mundo, pero ahora estáis padeciendo vuestro olvido y vuestra negligencia, no habéis querido tomar ésa obligación de amor, de hacer lo que cada hijo Mío debe hacer en la Tierra por amor por Mí, para el Bien de vosotros, para el Bien del Reino que se tiene que implantar sobre la Tierra. Divagáis demasiado, tenéis vida, pero no la estáis utilizando correctamente, debéis volver a Mis Leyes y Decretos, debéis regresar al Verdadero Amor que Soy Yo. Debéis apartar de vuestra vida todo aquello que os lleve del pecado grave y quisiera decir, hasta del pecado leve, que al fin y al cabo es una ofensa hacia Mí vuestro Dios.

Debéis luchar más, Mis pequeños, lleváis una vida muy sin chiste, estáis pensando tanto en lo material y tan poco en lo espiritual y esto es una realidad. Ved, ved en la situación que estáis, sed sinceros con vosotros mismos, quizá podáis tener mucho de lo material, pero lo espiritual está destrozado. Otros buscáis lo espiritual, pero no de corazón, sino para quedar bien con vuestros hermanos, haciéndoles creer que sois muy devotos, muy amorosos para Conmigo, pero en vuestro interior no habito Yo, vuestro Dios. Y así, os puedo seguir enumerando situaciones de la vida del hombre, en donde aparentáis una cosa, cuando realmente estáis viviendo otra.

Todo esto os lo digo, Mis pequeños, no para que lo toméis como regaño, ciertamente, siendo vuestro Padre, lo puedo hacer de ésa forma, porque os quiero corregir, más bien os lo doy como consejo, expongo vuestra vida y también os doy el remedio, para que viváis como verdaderos hijos Míos. BuscadMe y Me encontraréis, pero venid a Mí, de corazón, con confianza y Yo compondré vuestra vida, si realmente os dejáis que Yo lo haga para vuestro Bien y para el de vuestros hermanos. DejadMe, dejadMe llevaros a la santidad, os lo merecéis, porque sois Mis hijos. DejadMe que perdone vuestros pecados, venid y confesad, con Mis hijos predilectos, los sacerdotes, vuestra maldad, vuestras faltas y todo aquello que os haya separado de Mí y a partir de allí, después de Mi perdón, renaceréis nuevamente, para que os vaya formando como verdaderos hijos Míos.

Estos tiempos que son de purificación y de lucha, os irán llevando a conocerMe mejor, vuestras fuerzas no serán suficientes para vencer a satanás y, al recurrir a Mí, es cuando iréis aprendiendo a reconocerMe y a confiar en Mí, con todo lo que Yo os he dado y os daré para esos momentos.

Os Bendigo, Mis pequeños, y os doy la fuerza necesaria para que podáis luchar por Mi Bien y por el de vuestros hermanos, sabiendo que todo lo que hagáis por ellos, también lo tendréis vosotros de regreso. Los acontecimientos serán difíciles, pero podréis sobrellevarlos y aún vencerlos si contáis Conmigo. No os apartéis de Mí, venid con confianza, estáis Conmigo en la misma batalla, pero os necesito, Mis pequeños, Yo podría vencer a satanás solo, pero os necesito a vosotros, para que compartáis el éxito Conmigo y así os pueda agradecer, eternamente el haber estado Conmigo en ésta lucha que marcará el fin de toda una época y el principio de una grandiosa.

Veréis cosas maravillosas, Mis pequeños, os he escogido para éstos tiempos, aún no lo entendéis, pero gozaréis grandemente el que hayáis sido escogidos para éste tiempo de cambio. Os amo, Mis pequeños y os Bendigo en Mi Santísima Trinidad.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: PedidMe que Mi Espíritu Santo, que habita en vosotros, sea liberado, que vosotros mismos, que Lo habéis hecho a un lado, empiece a vivir plenamente en vuestro ser.
(Lenguas…,) Hijitos Míos, pedidMe con todo vuestro corazón el ser iluminados con Mi Santo Espíritu, pedidMelo de todo corazón, Mis pequeños, porque recibiréis un regalo inmenso, inconmensurable, un regalo que no os imagináis lo que vale. PedidMe que Mi Espíritu Santo, que habita en vosotros, sea liberado, que vosotros mismos, que Lo habéis hecho a un lado, empiece a vivir plenamente en vuestro ser (Lenguas…,) Ciertamente es la Luz de Mi Santo Espíritu que se manifestará en vosotros la que dará esa vida que tanto necesitáis en vosotros y para los demás.

Vosotros debéis ser dóciles, Mis pequeños, en las inspiraciones que Yo voy dándoos en vuestro corazón. Vosotros mismos, como padres, madres, hermanos mayores, queréis lo mejor para vuestros hijos, para vuestros hermanos menores, dais lo que sea con tal de verlos contentos, verlos bien desarrollados y llenos de conocimiento para que ellos puedan salir adelante en su vida. ¡Ese amor existe, existe en vuestro corazón!, porque es un deseo bello y grande que tenéis para vuestros hermanos cercanos a vosotros, a vuestros hijos. Ahora Yo deseo que esa Gracia tan grande que tenéis, que es la de ver por el Bien del hermano, ése deseo santo, se multiplique, se potencialice, para que no solamente ahora os deis por vuestros hermanos más cercanos a vosotros, sino por la humanidad entera y de todos los tiempos. Ya vosotros habéis sido instruidos en éstas bellezas y secretos de Mi Amor, pero ¡hay tanto más que debéis aprender!, y os debéis dar por vuestros hermanos que no Me conocen y Me necesitan, porque el alma necesita de Mí. Debéis ayudarles sin ver su condición moral, económica, aún física, vosotros, Mis pequeños, os deberéis dar a todos en igualdad. Nunca os imagináis de quién, después, podréis recibir la gratificación del Bien que disteis, a veces recibiréis más de aquellos de los que menos os imagináis. Por eso, no hagáis distinción de nadie, porque Mi Santo Espíritu habita en todos Mis hijos y recibiréis a veces de quien menos os imagináis.

Dad lo que Yo os he dado, dadlo con amor y gratuitamente y recibiréis al ciento por uno, Mis pequeños, os lo aseguro, es Mi Promesa. Os amo, Mis pequeños, y os quiero ver como vi a Mi Hijo sobre la Tierra, cumpliendo con la Misión que Le encargué. Ahora sois Mis hijos, Mis Cristos sobre la Tierra, dadMe, dadMe almas, dadMe alegría, dadMe salvación, dadMe nuevamente Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Grandes cambios veréis cuando empecéis a orar de corazón y por toda la humanidad, Yo os consiento cuando vosotros acudís a Mí con confianza.
Hijitos Míos, ahora os estáis dando cuenta de todo lo que os decía antiguamente y aún en el pasado no muy lejano. Sois muy dados a ver solamente vuestro entorno y vuestro entorno cercano, vuestros problemas ó los de vuestros hermanos muy cercanos, hermanos de sangre, pero ahora estoy dejando que os deis cuenta de la problemática mundial. A través de los medios de comunicación estáis viendo cómo el mundo entero está ya siendo afectado fuertemente en su economía, en sus cultivos, enfermedades, destrucción de diferente índole y todo esto causado, os he dicho, porque el mismo hombre se ha apartado de Mí.

No es Mi venganza, Mis pequeños, Yo Me he hecho a un lado y quedasteis a merced de las fuerzas de satanás, no quisisteis Mi Protección, que siempre os la he dado y es satanás el que os está destruyendo. Ahora os estáis dando cuenta de lo que tanto os dije en el pasado, que satanás se iba a enseñorear del mundo entero. Y lo estáis viendo ya, Mis pequeños, estáis viendo cómo su maldad se ha introducido a todos niveles.

Los gobiernos están ya satanizados, las familias se han apartado de Mí y ya no transmiten a los hijos el conocimiento de Mi Amor y de Mis Leyes, las autoridades, que os debieran proteger son ahora las que se han volcado contra vosotros, permitiendo la maldad entre los mismos pobladores. Ya no tenéis protección alguna, porque Me hicisteis a un lado y, por parte de satanás, no existe ninguna protección, él os promete muchas cosas para que vosotros le sigáis y cuando os encadenáis a él, él os traiciona y no cumple con su promesa. Entended que él busca solamente vuestra destrucción y esto lo podéis ver en todos los pueblos de la Tierra.

A lo que voy, Mis pequeños, con toda ésta explicación, es para que os deis cuenta de que necesitáis orar por la humanidad entera, porque ya todos estáis sufriendo. Que vuestra oración no sea parca, que sea abierta, universal, hecha de corazón, para que ésta rinda frutos.

Mis pequeños, no toméis éste consejo de la oración como algo vano, la oración es poderosísima y podéis hacer grandes cosas a través de ella y especialmente cuando os unís. Mi Promesa a través de Mi Hijo persiste en que cuando dos ó más se reúnan en Mi Nombre, Yo estaré entre vosotros. No despreciéis estas Promesas Celestiales, porque además ellas serán las que os salvarán en los momentos difíciles y aún en la problemática en la que ya estáis. A través de la oración conjunta con vuestros hermanos podéis hacer grandes cosas, podéis hacer lo que las autoridades de vuestros respectivos países prometen hacer y no hacen. Yo sí puedo, porque Soy vuestro Dios y Mis Poderes son Infinitos y eso es lo que os estoy ofreciendo, Mis pequeños, que podáis resolver las dificultades que tenéis a nivel mundial a través de la oración, pero una oración que vosotros sintáis verdadera, porque la estéis haciendo de corazón y porque Me estaréis pidiendo, en confianza plena, que Yo actúe y lo haré. Pero pedidMe, Mis pequeños, pedidMe con ésa confianza de hijos verdaderos, sabiendo que Yo puedo hacer todo, que Yo puedo lograr hasta lo imposible. Vosotros limitáis Mi Poder con vuestra duda, por favor no lo hagáis así, Mis pequeños, no limitéis Mi Poder por vuestras capacidades humanas, que son muy limitadas, simplemente pedidMe que Yo pueda actuar en totalidad para que os ayude a vosotros y a vuestros hermanos alrededor de la Tierra.

Grandes cambios veréis cuando empecéis a orar de corazón y por toda la humanidad, Yo os consiento cuando vosotros acudís a Mí con confianza, os he dicho que Me pongáis a prueba y veréis cómo Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, puedo agradecer vuestra confianza. Seréis renovados cuando vosotros entréis en ésa confianza y dejándoMe a Mí, que derrame Mi Voluntad Divina sobre vosotros. ¡Es tanto lo que os quiero dar, pero vuestra duda Me limita!, dejadMe, dejadMe en libertad, que os levante y que os dé lo que ni siquiera os imagináis que os puedo dar.
Gracias, Mis pequeños.