Feb 23_2023 Si no entendéis esto, Mis pequeños, y no queréis poner de vuestra parte, el Infierno abrirá sus puertas para vuestra alma eternamente.

Rosario – Mensaje ÚNICO

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Habla Nuestro Señor Jesucristo

(Lenguas…) ¡Ay, hijos Míos!, ¡cuánto Me habéis costado! Veo en vosotros un gran letargo espiritual.

Os quejáis de lo que sucede a vuestro alrededor, ¿por qué no os quejáis de vuestra vaciedad espiritual?, eso no os importa, ¡cuando debiera ser lo más importante en vuestra vida!, porque para eso vinisteis a la Tierra, para ser testigos Míos, de vuestro Dios, de vuestro Salvador, de vuestro Mesías.

¡Cuánta vaciedad espiritual! Lo peor de todo, es que no os importa ello. Os llamo, os grito, os persigo para que reaccionéis antes de que os perdáis, porque los momentos de la Purificación, que ya están sobre vosotros, se irán acrecentando, y muchas, muchas almas, millones de ellas serán eliminadas, y si no estáis preparados para venir a Mí, os condenaréis eternamente. ¿Acaso no os preocupan esas Verdades, esas realidades espirituales?

Se os ha dado la vida para que trabajarais para Mi Reino, para que trabajarais para ganaros Mi Reino, vuestro Reino. Tarde o temprano vendrá sobre vosotros vuestra muerte y, para algunos, será verdaderamente muerte, porque no saldréis victoriosos de vuestro Juicio Personal. Para otros, el paso no será tan fuerte, algo doloroso, pero con grandes posibilidades de que después de purgar vuestros pecados, vuestros olvidos, vuestras blasfemias contra Mí, podréis llegar al Reino de los Cielos; y pocos, muy pocos, ese paso hacia Mí, será breve, será de felicidad, será de alegría, de regocijo, de agradecimiento que Me daréis, porque os aceptaré en el Reino de los Cielos.

¡Cuánto dolor Me causáis vosotros, los que no os importa vuestro futuro eterno!, no os importa si tendréis vida eterna o condenación eterna.

Todavía tendréis una oportunidad que daré a toda la humanidad, con el Aviso profetizado, para que aquellos que no conocéis, perfectamente, lo que es el futuro espiritual, podáis entenderlo, y escogeréis, ya, sin ninguna duda, qué haréis con vuestro futuro eterno.

Soy vuestro Dios, Soy vuestro Salvador, Soy vuestro Juez, pero, ciertamente, muchos, muchos de vosotros, no habéis tenido un crecimiento espiritual desde pequeños, porque no os lo dieron vuestros padres, u otros estáis con otras creencias, en donde se os habla solamente de cosas bellas, pero no de cosas reales, como las que Yo os estoy diciendo y os he dicho. Y, por eso, tendréis, todos vosotros, ese momento de iluminación espiritual, para que conozcáis lo que no conocisteis por años, pero que vuestra vida la registeis con lo que os dictaba vuestro corazón, que Mi Santo Espíritu os daba a conocer.

Yo Soy Dios de Bondad, Soy Dios de Misericordia, Soy Dios de Amor, ¿y aun así Me teméis? ¿Cómo es posible que Me temáis a Mí que solamente busco vuestro bien?

Volved a Mí, Mis pequeños, volved a Mí los que os habéis apartado de Mí, de Mis Enseñanzas, de Mis lecciones de Amor, de Mis lecciones de Vida, de Mis lecciones de fraternidad humana y espiritual. ¿Por qué Me falláis tanto, Mis pequeños? Yo que quiero solamente vuestro bien, y vosotros os alejáis tan pronto podéis de lo que Mi Corazón quiere para vosotros, solamente os dejáis llevar por lo que se dice, más no por lo que sentís. Tenéis aletargados vuestros sentimientos, vuestra espiritualidad, el Verdadero Amor que debéis tener en vuestro corazón y que Yo os he heredado, al haberMe dado por vosotros, al haberos enseñado tantas cosas para vuestro crecimiento espiritual, para vuestra santificación, para vuestro beneficio eterno. ¿Por qué sois así, Mis pequeños?

Si, ciertamente, hubiera atraído males para vosotros, estoy de acuerdo en que Me tratarais con blasfemias, como ahora lo hacéis, pero Soy todo lo contrario, Soy Puro Amor, busco solamente vuestro bien y ¿así Me tratáis?

Es increíble que tratéis mejor al mismo satanás, que le hagáis tanto caso a él, que busca vuestro mal, que os está destruyendo todo a vuestro alrededor, está destruyendo vuestra familia, está destruyendo la sociedad, está destruyendo Mis Enseñanzas, os causa tanto mal, y ¿aun así le seguís?, estáis ciegos a vuestras capacidades espirituales, la inteligencia que creéis tener, no os ayuda a vuestro buen pensar; satanás ha embotado vuestras capacidades, vuestros pensamientos, vuestra forma de vivir, y a pesar de tanto mal que os causa en todas las formas posibles de vida, ¿aun así le seguís?

Estáis viendo la contrariedad de lo que es el Bien y el mal, del Bien que Yo os doy.

(Lenguas…)

Sufrí tanto por dejaros herencia buena para vuestra alma, buena para vuestra vida, buena para vuestras relaciones sociales pero, sobre todo, vuestras relaciones de Dios con el hombre. Os dejé una herencia Divina para que os pudierais comunicar con vuestro Dios, vuestro Creador, vuestro Salvador y preferís aun así, al que os destruye, al que os mata, aquél que destroza vuestra vida en todos sentidos. ¿Os dais cuenta que vuestro pensamiento es erróneo? Vuestra forma de actuar hacia Mí es errónea, vuestra forma de actuar en la sociedad, en el mundo es errónea, porque estáis siendo guiados por aquél que es pecado, por aquél que es el error, por aquél que quiere vuestra destrucción.

Si no regresáis a Mí, si no ponéis en orden vuestros pensamientos, vuestra forma de ser para Conmigo y os seguís dejando guiar por aquél que os quiere destruir, si no lucháis contra su maldad, os vencerá, y no tendréis ya remedio para volver a Mí.

Vosotros mismos estáis permitiendo que os destruya porque le estáis permitiendo todo aquello que Yo, vuestro Dios, os he dejado ver, os he dejado conocer, que va en contra de Mis Leyes de Amor, de Mis Leyes que os llevan a la Verdad, a la Pureza, a la Santidad, la decisión es vuestra.

Mucho se os ha ayudado, pero seguís tapando vuestros ojos, vuestros oídos, vuestra mente y habéis cerrado vuestro corazón a todo lo que viene de Mí. Si no entendéis esto, Mis pequeños, y no queréis poner de vuestra parte, el Infierno abrirá sus puertas para vuestra alma eternamente.

Lo siento, Mis pequeños, Amén.