Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Habla Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo
Hijitos Míos, Yo os vine a dar el Ejemplo de lo que es el transmitir la Palabra para la conversión de los pecadores. Luego tuve Apóstoles y discípulos, y los he tenido a lo largo de estos dos mil años, pero muchos de vosotros creéis que necesitáis grandes conocimientos, una gran oratoria para que podáis vosotros mover corazones. Recordad cómo un bosque inmenso puede arder, y puede arder con un solo cerillo, o cómo la masa, también un montón de masa puede fermentar con muy poquita levadura.
Con esto os quiero decir, Mis pequeños, que si estáis Conmigo y os dejáis mover por Mi Santo Espíritu y, sobre todo, moviéndoos por el Amor de Nuestra Santísima Trinidad, podéis mover corazones hacia la conversión. No necesitáis ser sabios, como os dije, sed grandes oradores, y que con una palabra que salga de vuestra boca, pero esa palabra os la dé Mi Santo Espíritu, podréis mover corazones.
Lo que Yo quiero de vosotros es vuestra disponibilidad para que vosotros hagáis Mi Voluntad. Dejaos mover por Mí, vuestro Dios y haréis grandes maravillas; recordad que mucho os pido el ser como niños, los niños no tienen grandes conocimientos, ellos se dejan llevar por el amor.
Así que, Mis pequeños, dejaos mover por Mi Amor y sobre todo, que vosotros, como os pidió Mi Hijo, seáis hermanos unos con otros y que os améis como hermanos, porque cuando os amáis como hermanos, realmente, veis por el bien de los que os rodean y queréis lo mejor para ellos, como Yo quiero lo mejor para vosotros.
Dejaos mover, para que de vosotros salgan palabras que toquen corazones, que haya hechos que os hagan mover las voluntades de vuestros hermanos hacia el bien. Para eso necesito almas dispuestas a amarMe y amar a sus hermanos, para que podáis salvar muchas almas, como os lo pidió Mi Hijo en la Cruz. Él se vino a dar por vosotros, os he dicho que ahora os toca que os deis por vuestros hermanos, para que también, al cumplir vuestra misión, Yo esté contento con vosotros y os abra de par en par las Puertas del Reino de los Cielos cuando ya termine vuestro tiempo y os pida que regreséis Conmigo.
Gracias, Mis pequeños.