Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
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Habla Dios Padre.
¡Oh!, hijitos Míos, estos son tiempos que serán memorables para la siguiente generación.
El sol, seguirá dando su luz, la Tierra seguirá girando, las estrellas, tendrán su fulgor, pero vosotros, Mis pequeños, tendréis que ser divididos.
Esta generación única y digo única, porque será el parteaguas de un Principio nuevo y el fin de la maldad, por un tiempo.
¡Oh!, ¡esta generación perversa, que tanto daño ha hecho a Nuestro Sacratísimo Corazón en Nuestra Santísima Trinidad! Esta generación recibió más Amor que otras generaciones porque, ciertamente, satanás, os atacó más que en otras, sabiendo que su tiempo se acababa, y vosotros, en lugar de voltear a buscar un refugio en Nuestro Corazón, os apartasteis de nuestra Protección, de Nuestro Amor, y no quisisteis ser esas almas que dieran ejemplo a la siguiente generación.
¡Cuánto error habéis dejado entrar a vuestro corazón! ¡Cuánta maldad se ve ahora! El hombre actúa como si fuera el hombre, su propio dios, creyendo que con sus inventos, con sus avances tecnológicos, pueden compararse a Mi Poder Divino, a Mi Poder Creador, a Mi Omnipotencia Trinitaria. Una generación tonta, una generación soberbia, y ya sabéis lo que pasa con los soberbios.
Satanás sufrió la pérdida de todo lo que tenía por soberbio, y así, han pasado generaciones, se han disuelto, han terminado, porque satanás las llevó a la soberbia, haciéndoles creer que no Me necesitaban a Mí, vuestro Dios.
¿Hasta dónde va a entender el hombre que no os podéis comparar a Mí, vuestro Dios? Sois una nada, pero cuando estáis Conmigo, que sois Mis hijos, os consiento de una forma inimaginable, y muy pocos regresan a agradecer, como aquel leproso, que de diez, solamente regresó uno a agradecer su curación.
Estáis viviendo el inicio de una nueva generación que, nuevamente, será consentida por Mí, vuestro Dios. Se está terminando una generación pecadora, que no estuvo a la altura de Mis Bienes Divinos. ¡Cuánto error puede dejar entrar el hombre a su corazón y que distorsiona su mente, que no piensa con Sabiduría y se deja llevar por vuestra humanidad deteriorada por el pecado!
Estáis en momentos memorables, sobre todo, para aquellos que iniciarán la Nueva Generación, una Generación de Amor.
Yo Soy vuestro Dios y consiento a Mi creatura, quiero que seáis como vuestros Padres antes del Pecado Original, que estaban llenos de Mí, llenos de Mi Amor, que tenían plena confianza en Mí y un Amor inigualable.
Buscad, Mis pequeños, dentro de vosotros, ese corazón de vuestros Primeros Padres, lo tenéis como herencia y pedidles su ayuda, que os ayuden a elevar vuestras plegarias, agradecimientos, como Ellos lo hacían, para que Yo, estuviera contento, Alegre, de haberlos creado.
Sed leales a Mis Deseos, a lo que Yo os pida, Yo nunca os voy a quedar mal, y de Mí, sólo saldrá un Bien Inmenso para vosotros. Tratad de no fallarMe, como ha pasado con otras generaciones. Tendréis un tiempo de crecimiento, como nunca antes lo ha tenido otra generación, ya que satanás quedará encadenado en el Infierno. Por eso os digo que va a ser una generación inigualable, porque el hombre conocerá lo que nunca antes el hombre ha conocido ni gozado.
Manteneos, pues, en ese deseo, el deseo de agradarMe a Mí, vuestro Dios y Yo os responderé con Gracias y Bendiciones inmensas. Yo Soy vuestro Dios, vosotros sois Mi creatura, manteneos en Humildad, en Sencillez y tendréis de Mí, Bendiciones inigualables.
Conocéis, ya, la historia de la generación que perecerá, no seáis como ellos; perecen, porque fue una generación inservible, sólo unos cuantos, el resto fiel, subsistirá.
Manteneos en el Bien, en la Pureza, en la Santidad, en el Amor, y veréis cómo pago vuestro pequeño amor con Mis grandes Bendiciones.
Os Bendigo, Mis pequeños y os guío por el camino de la perfección, Mi Santo Espíritu derramará Sus Bendiciones vosotros como en Pentecostés, para que os dirijáis por el camino del Bien, para que os sacudáis toda la maldad que haya entrado en vuestro ser; seréis purificados y preparados para entrar a esa Nueva Generación, a esa Promesa de los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas. Vosotros, los escogidos, os lo habéis ganado, y por eso, os amo infinitamente, no Me quedéis mal, Mis pequeños, aprended del pasado, no volváis a cometer el mismo error.
Gracias, Mis pequeños.