Rosario_Mensaje ÚNICO
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Mensaje de La Santísima Virgen María a J. V.
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Habla La Santísima Virgen María.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, La Siempre Virgen María. Con Mi Advocación de Puerta del Cielo, quiero que confiéis plenamente en Mí, que os puedo abrir las Puertas del Cielo.
¡Cuántas veces he rogado a Mi Hijo, por la entrada de un alma al Cielo, cuando aún el mismo satanás pedía su condenación! Tened presente, Mis pequeños que Nosotros, buscaMos siempre vuestra salvación, no estaMos tras de vosotros para vuestra condenación.
Ciertamente, Mi Hijo Me conoce, porque Le insisto mucho en la salvación de almas que no han llevado una buena vida, pero, por detalles bellos hacía Mí, le consigo a esta alma, su salvación eterna.
El mismo satanás sabe de este detalle, y por eso, Me odia más, porque le quito almas, pero es por Amor. Él perdió el Amor y ya no se da cuenta del Poder del Amor que Nosotros sí teneMos y que lo usaMos para vuestro Bien, Mis pequeños.
Confiad en Mí, en que podaMos, juntos llegar al Cielo. Yo tomaré vuestra mano, si estáis en momentos difíciles de pecado, llamadMe, os acompañaré, os ayudaré a hacer un acto de contrición perfecto, para que Mi Hijo os pueda recibir y os acompañaré ante Él y Le pediré por vuestra salvación.
Ciertamente, el hombre tiene muchas caídas a lo largo de su vida sobre la Tierra, pero también, hay Amor, y esto es lo que se pone en la balanza, vuestros actos de amor, primeramente, hacia vuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, luego el amor que Me tenéis a Mí, la devoción a todo lo que Yo os he recomendado para vuestro crecimiento espiritual, especialmente el Santo Rosario. El amor a Mi Esposo en la Tierra, San José. Todo eso va contando, Mis pequeños, para vuestra salvación: el amor, el amor es la moneda más valiosa que vosotros podéis tener para ganar el Reino de los Cielos.
Hay veces que veréis a personajes, que no conocéis muy bien, pero que llevan una vida no muy buena a ojos humanos, pero en lo secreto, ellos pueden estar ayudando a muchas almas, y vosotros estáis juzgando mal. Orad por ellos, orad por todos que veáis que no llevan una vida buena, y sobre todo, vosotros, dejad de juzgar a las almas, puesto que no conocéis su interior.
Vienen momentos difíciles que os heMos estado anunciando, pero, no os alejéis de Mí, Mis pequeños, satanás no soporta Mi Presencia y, Yo, cuido de los Míos, de aquellos que con devoción Me buscan.
Mi Hijo os dijo: amaos los unos a los otros, pero ¿cuántos de vosotros realmente amáis con un amor puro y Santo? Dejad a un lado todo aquello que os puede llevar al mal, y llevad una vida de Pureza y Santidad.
Yo Soy La Pura, La Santa, La Inmaculada, y por eso, también Me odia satanás, porque voy cuidando a las almas para que se mantengan en Pureza, en Santidad, en Castidad, que también, junto con Mi Esposo, San José, os ayudaMos a llevar vidas Santas, vidas puras, castas, para que podáis ascender a los Cielos, limpios de toda impureza y las Puertas del Cielo se abran para vosotros.
Vivid, pues, en un verdadero amor, que ese amor brote hasta de vuestros poros, que seáis conocidos como hijos verdaderos de Dios, seguidores de Mi Hijo Jesucristo y manteneos siempre en oración, en oración profunda, oración que cambie corazones, y venid, os repito, venid a Mí en momentos de aflicción, en momentos de ataque, pero también, en momentos en los cuales necesitéis que inflame vuestro corazón de Fe y de Amor, cuando ésta decaiga por los ataques de satanás.
Yo Soy vuestra Madre, La Siempre Virgen María y siempre, siempre estaré a vuestro lado, hasta el final de vuestra vida sobre la Tierra.
Gracias, Mis pequeños.