Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, el corazón del hombre es muy traicionero; el corazón del hombre es tan voluble, tan manipulable, y eso lo sabe perfectamente, satanás, y esto sucede porque vosotros no estáis fuertes en el Amor, porque vosotros vivís más para el Mundo, que para Mí, vuestro Dios.
Recordad solamente un día, el principio de Mi Pasión Dolorosa, en esa mañana del Jueves, Yo, todavía evangelizaba, hacía Milagros, vivía una vida, pudiera decirse, normal, para Mi Misión, llevando la Presencia Divina a todo el pueblo, ayudando a todos los que estaban alrededor Mío. Llevaba Mi Amor, llevaba Mis Milagros y los hombres del pueblo que Me rodeaban, muchos de ellos Me reconocían como el Mesías, porque así lo querían ver, muchos por conveniencia, otros por amor, pero Me reconocían por el Bien que Yo hacía y, subrayando esto: por el Bien que Yo hacía.
Pero, ¿qué pasa un día después?, ya desde esa noche, traicionado por Judas, Mis mismos discípulos, Mis Apóstoles, Mis escogidos, Me traicionan, Me dejan Solo, Me dan la espalda, y eso que ellos estaban cerca de Mí. Conocían perfectamente Mis Enseñanzas; algo les faltaba para enfrentarse al miedo, al miedo, al que todos vosotros sois débiles. Cuando el miedo se acerca a vosotros, no recurrís a Mí, recurrís a vuestras capacidades humanas, muy inferiores a lo que es Mi Potencia Divina.
Satanás os conoce, satanás sabe cómo moveros para que vosotros perdáis la Gracia, perdáis la confianza en Mí, a que perdáis Mi Amor, que debe ser el que debe reinar en vuestro corazón. ¡Cuánta maldad habéis dejado entrar en vuestro corazón y cuánta maldad os rodea!
Mis pequeños, Me duele tanto todo lo que sucede a vuestro alrededor. Vivisteis en un pueblo, Me gozasteis, pero Me traicionasteis, también. El hombre busca solamente su bien, busca el goce y la paz, vuestra pobre paz humana, y no dejáis que sea Yo el que entre en vuestro corazón (Lenguas…), que Yo Viva plenamente en vosotros.
Lo que ha de suceder en estos momentos, será una repetición de lo mismo: Me traicionaréis, sucumbiréis nuevamente al miedo, al terror que vosotros mismos os creáis, porque no confiáis en Mi Poder Divino. Moriréis, muchos de vosotros, solos, con vuestros dolores, con vuestras dudas, porque no os habéis querido emparejar Conmigo, vuestro Dios, vuestro Hermano. Si realmente lo considerarais así, vosotros, hermanos Míos en la Cruz, difícilmente satanás os aplastaría, como ahora lo está haciendo con todos vosotros. Él se burla de vosotros y vosotros no respondéis a su ataque con las Virtudes, con Mi Amor, con la defensa que Yo os he dejado, que es Mi Palabra, Mis Milagros, Mi Amor entre vosotros. ¿Qué habéis hecho, Mis pequeños? ¿Qué habéis hecho con todo lo que Yo os he dejado? Mucha maldad habéis permitido entrar en vuestro ser, y esa maldad no deja que vosotros reaccionéis con el Bien que pudierais tomar de Mí y atacar al mismo satanás con Mi Amor, y lo venceríais fácilmente.
Vivid, pues, Mis pequeños, Conmigo, que sois Mis hermanos, tomad, también, vuestra cruz, Mis pequeños, venid a Mí, os acompañaré también en vuestra pasión. Sí, vuestra vida también es un cargar con la cruz, con vuestra cruz, pero se va a aminorar con Mi Paso con vosotros.
Os bendigo, Mis pequeños, no dudéis de Mí, dejad que Yo os acompañe en todo momento, dejad que Viva Yo, vuestra pasión con vosotros y os dé Fuerza para que vosotros también podáis acompañarMe eternamente, en el Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.