Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
(Lenguas…)
Visión: Veo el Rostro de Nuestro Señor, golpeado, sangrante.
Ved Mi Rostro, Mis pequeños, ved cómo Me han dejado vuestros pecados. Soy el Varón de Dolores, Me he dado por vosotros. VedMe, ved cada Gota de Sangre que sale de Mi Rostro.
Esta es Sangre Purificadora, Mis pequeños, ved Mis cabellos, pegados unos con otros por Mi Sangre. Las caídas hicieron que Mi Sangre se mezclara con el barro, ¡de lo que estáis hechos, Mis pequeños! ¡Cuánto dolor! Yo, que era el Hombre más pulcro, más limpio, el Santo de los Santos, al tomar vuestros pecados, éstos Me han dejado así: adolorido por las bofetadas, por los salivazos, por las pedradas, por los golpes de los verdugos. Se Me ha faltado el respeto en tantas formas, cuando Yo, que Soy el Amor, Yo, que Soy vuestro Dios, que os he respetado a cada uno de vosotros, a pesar de conocer vuestro interior y que no expuse los pecados de los que Me rodeaban, ahora así Me tratan, como si fuera un vil asesino, un vil ladrón.
Pero estos son vuestros pecados, Mis pequeños, y Me seguís abofeteando, Me seguís escupiendo, Me seguís golpeando y estos ríos de Sangre, que salen de Mi Cabeza y Mi Rostro y caen al suelo, siguen, porque el pecado sigue dándose fuertemente sobre la Tierra.
Son tan pocas las almas que reparan por tanto dolor, tanto mal, con que el que Me seguís causando todo este dolor, no solamente en Mi Rostro, sino en toda Mi Persona.
La Pasión no ha terminado, sigue, porque Me seguís fallando, Mi Predicación no ha hecho mella en muchísimos corazones, no hay arrepentimiento de vuestra parte. Ni Deseo de un cambio de vida correcto, Santo, porque Yo os traje Palabras de Santidad. Aquél que Me sigue, se santifica, crece a niveles muy altos en Mi Amor, pero la gran mayoría de la humanidad, prefiere seguir siendo del Mundo, ya no voltean a verMe, ya ni siquiera hay una mirada de compasión hacia Mí, Me ven caído, adolorido, golpeado, sangrante, y no se conmueven hacia Mí, ni una palabra de consuelo o de amor, o principalmente, de arrepentimiento, porque estoy así por vosotros, por vuestra culpa, porque Me quise dar por vosotros, tomando vuestros pecados. Os he ahorrado tanto dolor y lo tomé Yo por vosotros, pero no veo gran cambio en vuestro actuar, no buscáis el Amor, no buscáis la Bondad, no buscáis la vida en la Gracia, no buscáis la Virtud, no buscáis ser hijos de Dios, hermanos Míos, Jesucristo.
¡Cuánto dolor Me causáis! ¡Cuánto he sufrido por vosotros! Os seguís llenando de las cosas del Mundo, porque os convienen más, porque creéis, erróneamente, que gozáis más con las cosas del Mundo, que estando Conmigo, vuestro Dios. ¡Cuánto error! ¡Cuánto Dolor! ¡Cuánta maldad! ¡Si al menos Me quitarais un poco de este dolor que Me agobia tanto!, que os acercarais a Mí, Me dijerais palabras bellas, palabras de aliento, palabras de arrepentimiento y de amor, con eso, Me daríais mucha alegría. Pero estáis más embebidos con las cosas del Mundo.
La humanidad también pasará esta Pasión que Yo estoy teniendo, no la tuve, la estoy teniendo, e ireMos a la par, sufriré Yo y sufriréis vosotros Conmigo, para que así, os deis cuenta de tanto dolor que Me habéis causado a lo largo del tiempo. Los dolores irán en incremento, -como ya os he dicho antes-, a menos que cambiéis, a menos que os arrepintáis, a menos que pidáis perdón, pero perdón de corazón.
Vosotros, los que estáis Conmigo, reparad, reparad, Mis pequeños. ¡Estoy tan adolorido!, estoy tan abandonado, estoy Solo, Solo. DadMe vuestro corazón, dadMe palabritas de aliento, dadMe vuestro corazón y os daré el Mío, que tanto os ama.
Gracias, Mis pequeños.