Rosario matutino – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de la Santísima Virgen María a J. V.
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Segundo Misterio. Habla la Santísima Virgen María.
Visión: Está frente a nosotros la Santísima Virgen María, con un vestido rosa y un manto verde claro, todo en tonos pastel, que le cubre toda la cabeza. Trae el Rosario sostenido con Sus dos manos.
Mis pequeños, queridos hijos de Mi Corazón, habéis entendido perfectamente lo que os pido y os he pedido durante mucho tiempo: el rezo del Santo Rosario, la vida Sacramental, el amor a Mi Hijo, el amor al Padre, el amor a Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor.
Mis pequeños, los tiempos apremian y la oración falta en toda la Tierra. Muchos prefieren esconderse en bunkers y cosas construidas por el hombre, y con esto retar la Voluntad de Mi Señor, Mi Padre, Mi Dios, pero estos hermanos vuestros, en lugar de protegerse con el arma más poderosa que tenéis, que es el Santo Rosario y la vida Sacramental, prefieren oponerse a las Leyes que os ha dado Nuestro Dios y Señor.
Por eso se os ha dicho tanto que el resto fiel es muy pequeño, porque el hombre sigue engañado por satanás y no quiere hacer caso a lo que tanto os hemos explicado y os hemos pedido. El hombre no está preparado para soportar la fuerza destructora de satanás y solamente con Nuestra protección, acudiendo a Nosotros, vuelvo a repetir, acudiendo a Nosotros, podrá resistir los embates de satanás que se van a venir de una forma fortísima contra vosotros.
Satanás os quiere destruir, quiere destruir todo lo creado, visible e invisible. Entended ya, Mis pequeños, el ataque será fortísimo. Acercaos a Mi Hijo, acercaos a Mí, Mis pequeños, y os podremos proteger contra la maldad de satanás. Tomad esto en serio.
Conocéis ya lo que está sucediendo alrededor del mundo, todo se está saliendo de orden, ahora imaginad cuando se salga de orden también todo lo espiritual y tengáis frente a vosotros figuras satánicas y no tengáis con qué defenderos. Seguimos protegiéndoos, pero si vosotros insistís en apartaros de Nosotros, sucumbiréis.
Os amo, Mis pequeños, mantened siempre en vuestras manos el Santo Rosario, como Me habéis visto en estos momentos llevarlo, que no os dé vergüenza el hacerlo, el vivir protegidos por el Santo Rosario y por la vida Sacramental, al final conoceréis y viviréis vuestro éxito por haberNos obedecido.
Gracias, Mis pequeños.