Mensaje ÚNICO – Coronilla de la Divina Misericordia
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Habla Nuestro Señor Jesucristo
Visión: Veo a Dios Nuestro Señor en el espacio. Él es grande y atrás de Él, prácticamente de Su tamaño, está el mundo, pero transparente, como si fuera una burbuja, pero el interior no está claro sino oscuro, no como otras veces lo veo, material con sus colores. Nuestro Señor me dice:
Hijo Mío, ahora te enseño el mundo en esta forma, en su transparencia, como transparente es vuestra alma, pero está oscuro, no hay luz, porque está representando los pecados de la humanidad.
Mis pequeños, os he dicho que los pecados de la humanidad son tantos que prácticamente no hay luz ya entre vosotros, Mi Luz, la que Yo os dejé, la que os traje del Cielo para que pudierais vivir como se vive en el Reino de los Cielos. Mucha oscuridad hay en los corazones, mucha maldad hay entre vosotros, prácticamente no hay vida espiritual que pueda traer la Luz suficiente para la conversión de los hombres.
Estos son tiempos de lucha espiritual, de lucha espiritual tremenda, y desgraciadamente vosotros no estáis ayudando en mucho para este cambio.
Ciertamente Yo, vuestro Dios, Jesucristo, vuestro Salvador, Me he dado por vosotros y os cuido como la gallina cuida a sus polluelos; estad seguros que no os soltaré, os abrigaré bajo Mi Sombra, os protegeré contra las fuerzas de satanás. Mucho Me habéis costado y por eso os protegeré hasta donde vosotros Me lo permitáis.
Quiero que estéis conscientes, Mis pequeños, de la situación espiritual en la que vivís, que es desoladora, deprimente. El mundo no está en su mejor momento espiritual y vosotros no queréis mejorar. Os repito: Mucho Me habéis costado, he dado hasta la última gota de Mi Sangre para levantar a este mundo, para llevaros hacia la Luz, y haré todo lo posible para que reaccionéis y Yo pueda salvar a todas las almas que Me lo permitan.
Sabéis que respeto vuestro libre albedrío, pero de alguna manera Divina Me las ingeniaré para salvar a la mayor cantidad de almas que pueda, porque os amo, os amaMos en Nuestra Santísima Trinidad y os quereMos de regreso en el Reino de los Cielos.
Vuestro amor deja mucho que desear, no queréis regresar al Reino de los Cielos, satanás os ha engañado tanto, ha oscurecido vuestra mente y vuestro corazón, que ya no halláis el camino correcto a seguir, vuestra alma no desea su mejora espiritual, os conformáis con las cenizas en las que estáis viviendo, a donde os ha llevado satanás.
¿Cuándo reaccionaréis, Mis pequeños? Quiero recordaros que ya estáis a momentos de grandes tribulaciones, en las cuales no tendréis mucho tiempo para reflexionar sobre el estado de vuestra alma.
Mi Madre, la siempre Virgen María, implora por vosotros. Yo Le imploro a Mi Padre que detenga un momento más la caída de los castigos que padeceréis, a pesar de que os los habéis ganado por vuestra maldad, por vuestra desobediencia, por vuestros errores, por vuestras traiciones. Mucho habéis lacerado Mi Corazón, y todo Mi Cuerpo, con tanta maldad que sale de este mundo.
Todo esto que vivís, como os he explicado, ha oscurecido al mundo porque es pecado, porque es maldad, y eso Me duele, Me duele muchísimo, porque Yo os traje Luz, os traje alegría, os traje bienestar, os traje Sabiduría, os traje Santidad, y estáis viviendo ahora todo lo contrario. ¿Cómo creéis que pueda sentirMe Yo?, porque con esto hacéis que recuerde el dolor que Me causaron aquellos que Me torturaron antes de entregarMe a la Cruz.
En eso no reflexionáis y, en cambio, vosotros ahora estáis de parte de aquellos que hicieron de Mi Cuerpo una enorme llaga, además del destrozo que causaron a Mi Corazón todos aquellos que Me negaron, que Me dieron la espalda, a pesar de todos los bienes, materiales y espirituales, que recibieron durante Mi Vida entre ellos. ¡Qué cambiante es el hombre! Me traiciona y no pide perdón.
Os repito: Los momentos tremendos que vendrán sobre vosotros, para vuestra purificación, están ya a la puerta. Algunas almas entienden estos momentos e interceden para que este mundo regrese a la Luz que Yo os traje, pero la gran mayoría no responde, no quiere vivir con su Dios, no quiere gozar de las bellezas que Yo os traje, que Yo os enseñé, que Yo os dejé para que gozarais. Vuestro corazón se ha llenado de podredumbre, ya no hay aroma Divino en vosotros, oléis a estiércol, el temor se ha apoderado de vosotros y no transmitís paz ni alegría a vuestros hermanos.
¡Cuánta falsedad hay en la boca del hombre! La mentira está a flor de piel, satanás se ha adueñado completamente de vuestra voluntad. Ya no sale de vosotros vida, sino muerte; ya no sale alegría, sino maldad. Ya no os acompañáis como hermanos, porque en vosotros existe la soledad y esa soledad os lleva a la desesperación, porque ni siquiera Me buscáis a Mí para que os acompañe y os apoye en estos momentos de dificultad.
¡Cuánta pena Me dais, Mis pequeños! Yo, vuestro Dios, os sigo buscando y sigo esperando vuestro regreso, pero en vosotros solamente hay error, no hay Verdad, no hay Sabiduría, no hay Amor.
Mi Madre viene como Arca de Salvación en estos tiempos, tomaos de Ella, tomad Su Mano para que seáis levantados y llevados a puerto seguro. Satanás no podrá contra esa Fuerza de Amor que Ella trae para salvaros. Son Sus tiempos, no despreciéis estos últimos momentos de salvación para vosotros… (sollozando)… son Sus tiempos para bien vuestro. Mucho dolor Nos causáis con vuestros pecados.
¡Reaccionad, Mis pequeños! Reaccionad antes de que sea demasiado tarde y perdáis vuestra alma eternamente.
¡Madre! TraedMelos, os lo pido, traedMe a las almas a Mi redil. Te lo pido… (llorando)… te lo pido.
Gracias, Mis pequeños.