Rosario vespertino
Temas:
- Acudid a Mí, Mis pequeños, para que los Dones de Mi Santo Espíritu se derramen profusamente en vosotros, éstos son tiempos para actuar en Sabiduría.
- Vosotros podéis hacer tantas cosas buenas por vuestros hermanos a través de la oración.
- Cuando Yo le doy un poder de mando a algún gobernante, es para que éste trabaje por sus gobernados, para que los proteja.
- Tenéis la obligación, Mis pequeños, de venir acompañados de una gran cantidad de almas ante vuestro Juicio Personal, almas que salvasteis con vuestra oración.
- Cuando tenéis un arrepentimiento profundo y sincero, siempre podréis obtener de Mí el perdón de vuestros pecados.
- Cuando os sintáis mortificados por los ataques de satanás, acudid a Mí, nombradMe, orad y tendréis Mi protección y Mi guía.
Mensaje de Dios Padre, a J. V.
Ofrecimiento, Habla Dios Padre,
Sobre: Acudid a Mí, Mis pequeños, para que los Dones de Mi Santo Espíritu se derramen profusamente en vosotros, éstos son tiempos para actuar en Sabiduría.
(Lenguas…) Hijitos Míos, felices las almas que confían en su Señor, felices las almas que confían en Mí, vuestro Dios, felices las almas que estando junto a Mí, saben que de Mí solamente obtendrán felicidad, amor, aún a pesar de que les venga la tribulación.
Mis pequeños, ciertamente mucha oración se necesita en el mundo y voy buscando las almas orantes alrededor del mundo para que Me ayuden a que la Comunión de los Santos se engrandezca y se potencialize. Ciertamente sois pocos los que aún creéis en el poder de la oración, como Yo os he pedido y os he enseñado.
Necesito de vosotros, necesito que oréis vosotros por vuestros hermanos, para que vayan entendiendo ésta realidad. Necesito, Mis pequeños, que con el deseo en vuestro corazón vayáis tocando almas, para que tengan ésa Luz interior, del saber que necesitan alimentarse espiritualmente, que no, no podéis vivir solamente con el alimento de la Tierra, el alimento del cuerpo, que necesitáis el alimento más poderoso, que es el del alma. Tenéis que ser sabios, Mis pequeños, entre vuestros hermanos, vivir guiados por Mi Sabiduría Santa. ¡Tantos de vuestros hermanos que van errando el camino!, ¡tantos que creen tener la verdad, porque ésa verdad les atrae a ellos bienes materiales!, pero estos bienes materiales se acaban, se destruyen, la polilla viene y los deshace.
¿Cuánto de lo que tenéis en lo material podrá permanecer en el transcurso de los años?, muy poco, prácticamente nada, Mis pequeños. En cambio los bienes espirituales, se mantendrán eternamente, porque ellos sí pasarán de generación en generación, porque ellos marcan a las almas. Los bienes espirituales os van marcando porque Yo, vuestro Dios, voy actuando en las almas y a través de vuestro ejemplo, de vuestra vida, de vuestras oraciones, de vuestras acciones, vosotros vais marcando a las almas y, así, se van transmitiendo éstos valores eternamente.
En cambio, os vuelvo a repetir, los bienes materiales se destruyen ó son robados ó son deseados y terminan pronto. Tened en cuenta esto, Mis pequeños, porque no estáis actuando en Sabiduría Santa cuando estáis llenando vuestros bolsillos con los bienes de la Tierra.
Acudid a Mí, Mis pequeños, para que los Dones de Mi Santo Espíritu se derramen profusamente en vosotros. Estos son tiempos para actuar en Sabiduría, estáis viendo cómo a vuestro alrededor todo va decayendo, se van perdiendo valores, se va perdiendo santidad, se va perdiendo vida en Dios. Son tiempos de Sabiduría, en que debéis escoger de qué lado estáis, Mis pequeños, de cómo os protegeréis de los ataques de satanás, qué haréis en el tiempo corto venidero. No os podéis llenar ya de cosas del mundo, si sois realmente sabios y entendéis la situación que está padeciendo ya el mundo entero, acudiréis a Mí, Me buscaréis por necesidad para el Bien de vuestra alma. Si sois sabios, buscaréis Mis riquezas, no las del mundo. Tened cuidado, Mis pequeños, porque ya es tiempo en que os podréis jugar la eternidad, podréis perder el bienestar de vuestra alma ó podréis ganar la vida eterna.
Utilizad sabiamente el tiempo que os quede sobre la Tierra y no solamente para vosotros, sino también para vuestros hermanos, por eso es tan importante que os mantengáis en oración y confiéis plenamente en Mí, vuestro Dios.
No desperdiciéis ya el tiempo, venid a Mí y pedid, os vuelvo a repetir, Sabiduría. La inteligencia humana no os bastará para poder sobrellevar y vencer las tentaciones que os pondrá satanás, él tratará por todos los medios de confundiros y llevaros por caminos de error y de maldad.
Buscad dentro de vuestro corazón la realidad de vuestra estancia sobre la Tierra. ¿Estáis cumpliendo vuestra misión correctamente ó estáis haciendo a un lado vuestras obligaciones?
Venid, venid a Mí y dejadMe que Yo os guíe por caminos seguros y no por los caminos de perdición a donde os quiere llevar satanás.
Buscad pues, la seguridad de vuestra alma al estar Conmigo y buscadla para vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.
Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Vosotros podéis hacer tantas cosas buenas por vuestros hermanos a través de la oración.
Hijitos Míos, podéis leer en las Escrituras que se os ha dicho que, si los tiempos no fueran acortados, aún las almas escogidas se perderían. ¿Por qué, Mis pequeños, no os queréis dar cuenta real de lo que está sucediendo a vuestro alrededor?, ¿por qué no queréis entender la situación difícil que estáis padeciendo y cambiáis vuestro corazón duro, como roca, en un corazón sencillo, humilde y deseoso de estar Conmigo?, ¿por qué permanecéis ciegos y sordos ante los acontecimientos que estáis padeciendo alrededor del mundo que os indican la gravedad de vuestra situación, no solamente física, sino espiritual? ¡Sois necios, Mis pequeños!, ¡sois necios!, estáis viendo la gravedad y no os queréis arrodillar, no queréis pedir perdón por vuestras malas acciones, no hay remordimiento en vuestro corazón por lo que hacéis y por lo que hacen vuestros hermanos.
¿Cómo queréis que os ayude, cuando vosotros mismos no os dais cuenta de la situación?, y por no quereros dar cuenta de ello, no pedís Mi ayuda, Mi guía amorosa y sabia de Mí, vuestro Padre y Dios. ¿Hasta dónde queréis llegar?
Será demasiado tarde para muchas almas cuando se den cuenta de la falsedad y la mentira que estáis viviendo y a donde os ha llevado satanás.
La oración, Mis pequeños, os he pedido la oración íntima, profunda, humilde y confiada Conmigo, con vuestro Dios, para que en la intimidad, hablando de Padre a hijo y de hijo a Padre, podáis entrar Conmigo a conversar sobre estos acontecimientos que se están sucediendo alrededor del mundo y posiblemente ya en la vida de muchos de vosotros.
¿Hasta dónde queréis llegar?, ¿hasta dónde queréis sufrir?, estáis viendo cómo muchos de vuestros hermanos alrededor del mundo están sufriendo y, ¿porque no os ha tocado a vosotros en lo personal, no tomáis las situaciones como graves?, ¿qué esperáis?, ¿que hasta que os toque a vosotros en lo personal, sintáis que realmente lo que os he estado diciendo es la realidad?, ¿queréis sufrir para poder entender que es verdad lo que os digo?, ¿por qué padecer cuando podéis evitarlo, Mis pequeños y no solamente evitarlo para vosotros mismos, sino para muchos de vuestros hermanos a través de la intercesión en el amor?
Entended que vosotros sois Mis hijos y sois mensajeros de Mis Enseñanzas y de Mi Amor y vosotros podéis hacer tantas cosas buenas por vuestros hermanos a través de la oración, de vuestro ejemplo y de vuestros buenos deseos que llegan a Mí, para que vosotros obtengáis bienestar en cuerpo y alma. Pero preferís los engaños de satanás, que os hacen ver cosas que no existen y vosotros las creéis como verdaderas, él os lleva a ver espejismos, donde creéis que todo va bien, cuando realmente se está dando ya la maldad a vuestro alrededor y las pruebas graves que tendréis que padecer.
¿Por qué no entendéis, Mis pequeños y cambiáis de vuestra forma de vida, de vuestra forma de ser y rehacéis vuestra vida pasada? Retomad vuestra vida, arrepentíos de corazón, de todo lo que habéis hecho en contra de Mí, vuestro Dios y en contra de vuestros hermanos. Retomad vuestra vida, purificadla con vuestro arrepentimiento de corazón y empezad una nueva vida bajo Mi guía, bajo Mi Amor, bajo Mis Enseñanzas, dando buen ejemplo a vuestros hermanos.
Daos cuenta ya, Mis pequeños de lo que está sucediendo a vuestro alrededor, para que podáis alertar a vuestros hermanos de que los ataques de satanás, son reales, que no es ficción, que son una realidad en vuestra vida y que estáis padeciendo ya lo que se os anunció desde antiguo en profecías y en las Sagradas Escrituras. No es invento, Mis pequeños, para amenazaros, es una realidad, como os dije, ya profetizada, pero que vosotros podéis cambiar ó aminorar con un cambio de vida verdadero y santo.
Acudid a Mí, para que con Mi Sabiduría Santa os guíe y podáis romper ya con las ataduras de satanás, quien ha llevado vuestra vida por años. Cortad con él y venid a Mí, necesito que os liberéis de sus potencias maléficas contra vuestra alma y venid a Mí a buscar Mi Gracia y Mi protección, Yo Soy vuestro Padre y vuestro Dios, él es vuestro enemigo y quiere vuestra destrucción.
Sois ciegos, tontos, necios, seguís a vuestro enemigo, el que os quiere destruir. Aceptáis sus mentiras en vuestra vida y en vuestro corazón, cuando Me tenéis a Mí, que en múltiples formas siempre os he dicho que busquéis la Luz y la Verdad Conmigo, que Yo Soy Camino de Verdad y Salvación, que Yo, como Padre vuestro, solamente os llevaré hacia el Amor.
Entended ya, Mis pequeños, porque no os quiero perder, quiero vuestra salvación eterna, quiero vuestro regreso al Reino de los Cielos y veo cómo os dejáis engañar por las mentiras de satanás y no queréis entender, ni ver, el ataque destructivo a vuestro ser ni a vuestra alma. Os habéis separado de la oración y de los Sacramentos, no os estáis alimentando de Mí y así, por estar débiles en lo espiritual, no alcanzáis a ver la realidad que os rodea y ésa realidad es destructiva. Ved a vuestro alrededor, cómo se ha perdido la Fe y el Amor en las almas, en las familias, en los pueblos, en la Iglesia.
Tomaos un tiempo y meditad esto y veréis que es realidad. ¿Qué haréis pues, Mis pequeños, para remediar esto? Os aconsejo, porque os amo, quiero vuestra salvación, porque quiero vuestro retorno a vuestro Hogar Eterno. Claramente veis a vuestro alrededor que aquellos que se dejan guiar por las mentiras de satanás, su cuerpo y su alma sucumben, mueren, son destrozados por su maldad, lo estáis viendo y aún así os mantenéis en la maldad. ¡Qué necios sois!, poned el remedio, Mis pequeños, antes de que os arrastre su maldad y os destruya.
Os amo, Mis pequeños y por eso constantemente estoy advirtiéndoos y ayudándoos a entender lo que pasa a vuestro alrededor y aún en vuestro interior. Entended, Mis pequeños, entended ya porque os amo.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Cuando Yo le doy un poder de mando a algún gobernante, es para que éste trabaje por sus gobernados, para que los proteja.
Hijitos Míos, os pido que oréis por los gobiernos de la Tierra, porque prácticamente todos han sucumbido a las potencias de satanás. Se han dejado engañar, se han dejado seducir, se han dejado guiar por la maldad de satanás y es por eso que veis tanta injusticia, tanta maldad, tanta impunidad, tanto error.
Veis cómo se le protege al rico, al pobre se le desprecia, veis cómo se forman grupos políticos que son protegidos por ellos mismos y entre ellos mismos y así se aprovechan del pueblo. Causan tanta maldad, roban, atracan a los mismos conciudadanos, se aprovechan de ellos y con la impunidad que los protege, salen adelante y siguen cometiendo atracos. Y la maldad sigue cundiendo, protegida por los mismos gobiernos.
Orad por ellos, para que Mi Luz llegue a ellos y les haga ver su maldad para que se arrepientan a tiempo, porque mucho se les dio y mucho se les ha de pedir.
Cuando Yo le doy un poder de mando a algún gobernante, es para que éste trabaje por sus gobernados, para que los proteja, para que les ayude a mejorarse, para que haya justicia en su vida, para que haya justicia a su alrededor. El gobernante tiene obligación de ayudar a aquellos que no saben y no tienen. Así como el rey en la antigüedad era nombrado entre los mismos del pueblo, Yo le otorgaba ése poder, porque tenía sabiduría e inteligencia y él se volvía servidor de sus gobernados, el mismo rey tenía que llevarles a su mejora, a darle a aquel que no tenía, a cuidar de aquellos inválidos y necesitados, a ayudar a aquellos que no tenían dignidad por sus padecimientos y que eran rechazados por el mismo pueblo al verlos afectados por enfermedades ó por malformaciones. Tantas cosas que tiene que observar y ayudar el gobernante sobre sus gobernados, pero lo principal, os vuelvo a repetir, tiene que haber en él: justicia, amor y una donación total en humildad por sus gobernados.
Al gobernante se le tiene que recordad eternamente por sus virtudes y no como ahora, que se les recuerda y se les odia, por sus vicios, por su maldad, porque se aprovecharon de los gobernados y de sus bienes.
Orad, os pido, nuevamente por ellos, porque no están haciendo su trabajo correctamente, orad por ellos, para que en el momento en que se presenten ante Mí, puedan dar buenas cuentas del poder que se les dio sobre sus hermanos. Para que puedan traerMe, a Mí, vuestro Dios, buenas noticias y no que acarreen fardos pesados de pecados sobre ellos, que les llevarán a su perdición eterna. Orad por ellos, para que actúen en la Verdad, en la justicia, en el Amor y así, mantengan a sus pueblos en paz, en armonía y amándose los unos a los otros y agradeciéndoMe a Mí, que les haya dado un gobernante sabio y bueno.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Tenéis la obligación, Mis pequeños, de venir acompañados de una gran cantidad de almas ante vuestro Juicio Personal, almas que salvasteis con vuestra oración.
Mis pequeños, cuando vosotros tenéis un interés personal, dejáis todo y enfocáis todo vuestro tiempo y vuestro esfuerzo en conseguir aquello que deseáis de corazón. Os pido, Mis pequeños, que en éstos momentos que estáis viviendo, difíciles en la historia de la humanidad, os enfoquéis en la misión que he encargado a cada uno de vosotros. Tenéis que entrar en la intimidad, en la oración y podáis encontrar ahí la realidad de vuestra vida.
Estos tiempos son de cambio, estos tiempos son de conversión, estos tiempos son de lucha, estos tiempos son de ejemplo santo. Estáis viviendo para ayudar a muchos de vosotros en su salvación eterna. Vosotros, los que Me seguís, los que Me lleváis en vuestro corazón, realmente sentís ésta necesidad espiritual, tanto para vuestra alma como para la de vuestros hermanos, vosotros estáis consientes de la realidad que se está dando a vuestro alrededor y vosotros tenéis la obligación de la salvación de tantas y tantas almas que se están condenando, porque no hay suficientes almas que oren por ellas.
Mi Hija María, la Siempre Virgen, le mostró a los niños en Fátima ésta realidad, cuando se veían las almas caer, como hojas en otoño, al Infierno. Tantas y tantas almas que no han buscado su espiritualidad, que no han buscado ése alimento de vida, pero tantas y tantas almas que, aún habiendo tenido la oportunidad de buscarMe y encontrarMe, no lo hicieron y se están desperdiciando y han desperdiciado su tiempo para la salvación de las almas.
¿Cómo se van a presentar éstas almas?, ¿cómo van a llegar ante Mí?, éste es el gran dolor de las almas, éste es el gran temor de las almas momentos antes de partir hacia Mí desde la Tierra. Les hago sentir el error en el que vivieron, pero también les doy la oportunidad del arrepentimiento.
Son almas que desaprovecharon su tiempo y no hicieron nada por su propia salvación y por la de muchos de vuestros hermanos. Almas desperdiciadas, tiempo desperdiciado, Sangre de Mi Hijo desperdiciada por éstas almas, el gran dolor de Mi Hijo de ver éstas almas en su agonía que no iba a servir para nada Su Sacrificio, Su Donación, Su Muerte y Resurrección. Y hay tantas de éstas almas, Mis pequeños, que pasan por el mundo, que pasan toda una vida, sin hacer un bien por sus hermanos. ¡Con cuánto dolor llegan éstas almas ante Mi Presencia!, porque llega un tiempo en que les hago conocer la realidad de su vida, de su misión en la Tierra y llegan ante Mí, muchas de ellas, arrepentidas por haber desperdiciado su tiempo.
No seáis de éstas almas, Mis pequeños, aprovechad el tiempo que os quede para ayudar al alma de vuestros hermanos en su salvación. Muchas almas dependen de cada uno de vosotros. Tenéis la obligación, Mis pequeños, de venir acompañados de una gran cantidad de almas ante vuestro Juicio Personal, almas que salvasteis con vuestra oración, con vuestra donación, con vuestros sacrificios, con vuestras peticiones, con vuestras Misas, ¡de tantas y tantas formas que podéis vosotros salvar almas, no las desaprovechéis, Mis pequeños! Por eso os necesito, por eso os busco, por eso os insisto, porque muchas almas dependen de cada uno de vosotros. TraédMelas, salvádMelas por favor, os necesito y las necesito.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre
Sobre: Cuando tenéis un arrepentimiento profundo y sincero, siempre podréis obtener de Mí el perdón de vuestros pecados.
Hijitos Míos, a vosotros, como hijos de familia, vuestros padres os conocen bien, conocen vuestras actitudes, conocen cómo actuáis en determinadas situaciones, pero no conocen vuestro interior. Hay momentos en que los mismos hijos engañan a sus padres, pero a Mí, no Me podéis engañar, Mis pequeños, porque Yo habito en vuestro interior, os conozco perfectamente y es por eso que Soy el único que os puede llevar a vuestra perfección, el único que os puede guiar con Amor, con rectitud, con Verdad.
Aunque podáis engañar aún, a los más cercanos que están con vosotros, a Mí, Mis pequeños, nunca Me podréis engañar, pero si por un lado, al engañar a los vuestros, en algún momento, quizá ellos no os quieran dar su perdón Yo, en cambio, que os conozco hasta en lo más profundo, de Mí siempre tendréis perdón por vuestras faltas. Si vuestro arrepentimiento viene desde lo más profundo de vuestro corazón, lo cual también Yo lo sabré, cuando tenéis un arrepentimiento profundo y sincero, siempre podréis obtener de Mí el perdón de vuestros pecados y de ésta forma alcanzar vuestra vida eterna al fin de vuestro tiempo sobre la Tierra. Pero, si tratáis de engañarMe, vosotros saldréis fuertemente afectados, porque conoceré vuestra mentira, conoceré vuestra falsedad, porque os conozco, os conozco perfectamente y así vuestro pecado será doble, porque estaréis mintiendo con vuestra boca y con vuestro corazón.
Tened pues cuidado, Mis pequeños, porque si venís a Mí para pedir perdón por vuestras faltas y ayuda para vuestro perfeccionamiento, deberéis traer vuestro corazón realmente arrepentido y deseoso de la mejora. Si no es así, mejor no os acerquéis, para que vuestro pecado no sea mayor.
Venid a Mí siempre que necesitéis un consejo, también de corazón, venid a Mí, también con humildad y con sinceridad en vuestro corazón, porque sabéis que sin Mí, no sois nadie, no sois nada, no podéis avanzar en la virtud y en el Amor. En Mí tenéis todo, Mis pequeños, aprovechadMe para ser santos, que esa es vuestra meta final, la santidad de vuestras almas, para poder entrar fácilmente al Reino de los Cielos, luchad, luchad por ésta santidad.
Ciertamente la vida del hombre es una constante lucha contra las fuerzas del mal, contra la propia concupiscencia y contra la propia maldad que habéis dejado crecer en vuestro corazón. Conmigo, con Mis Potencias, fácilmente podréis purificar vuestro ser, pero si queréis actuar con vuestras capacidades e inteligencia humanas, nunca podréis vencer a las fuerzas de satanás. Acudid a Mí y veréis cómo Yo os puedo llevar a un mundo nuevo, un mundo nuevo en vuestro interior, con deseos santos y bellos, con deseos de superación, con deseos de perfección. Contad Conmigo en vuestra vida y veréis qué bellezas conoceréis, bellezas que solamente os puedo dar Yo, vuestro Dios y que les doy a las almas que se acercan a Mí con confianza y con deseos de vida eterna.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Cuando os sintáis mortificados por los ataques de satanás, acudid a Mí, nombradMe, orad y tendréis Mi protección y Mi guía.
Hijitos Míos, hay momentos en la vida del hombre en que es atacado fuertemente por satanás, aún cuando tengáis una espiritualidad ejercitada ó aún cuando no la tengáis. Los ataques de satanás siempre serán fuertes, a veces severos y a veces os llevarán a tal obscuridad, que creeréis no tener salida a vuestros problemas ó a los problemas que os cause satanás. A veces alguno de vuestros hermanos, en tales problemas, acudirán al suicidio, porque así es satanás, os ataca de tal forma, que si no tenéis un soporte espiritual fuerte, os desesperaréis, porque no encontraréis salida a vuestros problemas.
Mis pequeños, debéis tener siempre ésa confianza plena en Mí, vuestro Dios. Sabeos y reconoceos pequeñitos. Sabed reconocer en humildad que vosotros no tenéis una inteligencia y una sabiduría suficientes, como para poder luchar contra las fuerzas de satanás. Sabed reconocer que Yo Soy vuestro Dios y que Soy Infinitamente Poderoso que, estando Conmigo, podréis vencer con Mis capacidades a los ataques de satanás, aún en ésos momentos de gran obscuridad espiritual que tendréis a lo largo de vuestra vida y en momentos difíciles.
Vosotros los tendréis y si aprendéis a acercaros a Mí y pedir Mi ayuda, podréis salir adelante pero, por otro lado, también deberéis aprender a reconocer ésos momentos difíciles en la vida de vuestros hermanos, para que los ayudéis con Mi ayuda, con Mi Gracia, con Mi Amor y Sabiduría. Sois Mis enviados, sois Mis elegidos, cada uno de vosotros, que se deja mover por Mí, sois verdaderos hijos Míos, elegidos de Mi Amor. Yo os he dado mucho, dad mucho también a vuestros hermanos, pero sobre todo, a aquellos que veáis en tribulación. Amadles y cuidadles más, tomad vuestro tiempo y con paciencia llevadles a encontrar nuevamente el camino de la Verdad, el camino de Luz, con el que Yo guío los pasos de Mis hijos que Me buscan.
Si habéis caído en el lodo, si estáis envueltos en la maldad, acudid a Mí, que Yo os purificaré y os llenaré de Mis Gracias y Bendiciones y veréis nuevamente Luz en vuestro camino. Podréis ver vuestros pasos, podréis ver nuevamente hacia donde vais.
Cuando os sintáis mortificados por los ataques de satanás, acudid a Mí, nombradMe, orad y tendréis Mi protección y Mi guía, no os dejéis vencer nunca por los ataques de satanás, él está bajo Mi Poder, él no puede más que Yo y, si estáis Conmigo, fácilmente lo venceréis, pero acudid a Mí con confianza.
Gracias, Mis pequeños.