Oct 13_01 Los Caminos de la conversión a Mí.

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

 

Habla Dios Padre,
Hijitos Míos, varias veces os he dicho que la conversión se debe de dar por el amor y no por el temor, pero si por el temor regresan a Mí, es válido.

Mis caminos de conversión son muchos, como muchas facetas tiene Mi Amor.

Se podría decir que Yo Me acomodo a cada alma con tal de obtener vuestra respuesta afirmativa a Mi Gracia.

Debéis entender que hay almas que nacieron en hogares en donde se vivía una agradable espiritualidad, de donde muchos de vosotros provenís, pero hay muchos otros que provienen de hogares en donde casi nunca se Me nombró y también hay muchos otros en los cuales, hasta se Me atacó. Precisamente por ello, Yo, el Misericordioso Dios del Universo, no puedo dejar sin oportunidad de salvación a ningún alma.

Todos vosotros sois Mis hijos y todos habéis dejado un lugar vacío en Mi Hogar, que es también vuestro Hogar y sólo cada uno de vosotros puede llenar ese lugar.

Aún no conocéis Mi Amor Infinito, pero Me conocéis a través de Mi Hijo Jesucristo, quién os vino a dar Mi Amor y Mis Enseñanzas personalmente.

Tened muy presente que Mi Amor es infinitamente superior al temor que produce el mal, pero hay tantas almas en el Mundo que ya están cansadas de escuchar Mis Palabras de Amor y Yo, al permitirle al mal que actúe, ésas almas, al entrar en pánico, al ver y sentir el resultado que provoca el alejarse de Mí, vuelven a acordarse de Mí, de Mi Amor, de Mi protección. Así Yo aprovecho para acoger nuevamente a todas esas almas que se acercan como niñitos espantados por los truenos de la tormenta.

Como os dije, hay muchos de Mis hijos, hermanos vuestros, que no nacieron en hogares con excelente ó buena espiritualidad, por lo que os pido a todos vosotros, Mis más allegados, que tengáis un lugar especial en vuestro corazón para pedir, acudir y tratar de salvar a ésas almas tibias ó vacías de Mi Amor.

En una buena familia, tanto los padres como los hermanos, están continuamente viendo por los intereses de cada uno de los miembros de ella. Si alguno cae en desgracia, no importando qué clase de desgracia, se unen los demás hermanos, hacen consejo familiar y resuelven como ayudar al hermano necesitado.

Eso es lo que os pido ahora, cuando los tiempos se van tornando más difíciles. Muchos de vuestros hermanos están cayendo en desgracia, no solo económica sino también espiritual. Desgraciadamente muchos de ellos, al haber tenido de todo y hasta de sobra anteriormente, se vuelven contra Mí, como si Yo fuera el causante de su mal, sin recordar todo el mal que causaron anteriormente. Muchos de vosotros, al poseer de más, en lugar de agradecérMelo, primeramente, hacen mal uso de ellos, desprecian al hermano pobre, lo humillan, se sienten autosuficientes y lo peor de todo es que se olvidan de Mí.

De ésta forma los bienes materiales, para muchos, se vuelven medio de pecado, instrumento de mal y condenación eterna. Yo, vuestro Padre, al ver ésto, os trato de ayudar, quito de vuestra vida lo que os está causando la posibilidad de una perdición eterna a vuestra alma y os doy un tiempo de reflexión para que os deis cuenta el camino errado que llevabais.

Os he dicho que Yo no produzco el mal, sino que el mal que se produce en vuestro corazón, tarde ó temprano se le regresa al mismo. Igualmente sucede con lo bueno que sembrasteis, tarde ó temprano lo gozáis.

Deberéis apoyar a vuestros hermanos necesitados y en desgracia, para que Mi Amor se manifieste a través de cada uno de vosotros y así la humanidad se dé plena cuenta de que no os olvido y que sigo actuando en el Mundo entero a través de los que pertenecen a Mi Familia Divina.

Mis hijitos, Mis pequeños, el tiempo es duro, el tiempo es cruel, pero el Amor todo lo vence, porque Yo Soy el Todopoderoso, el Omnipotente. Si Mi Hijo Jesucristo os mostró la forma de vencer al mal, al volveros otros Cristos, como tantas veces os lo he pedido, podréis hacer lo mismo y así, todos unidos, pequeños Cristos con Mi Hijo Jesucristo, podréis restaurar el Amor y la Paz que este Mundo tanto necesita.

Tenéis Mi Fuerza, tenéis Mi Amor, tenéis Mi Apoyo, tenéis Mi Poder para hacer los milagros y las maravillas que hizo Mi Hijo en la Tierra, lo único que necesitáis para lograrlo es vuestro arrepentimiento, vuestra humildad, vuestra pequeñez y el estar perfectamente unidos a Mi Voluntad de Amor.

Al estar unidos a Mi Voluntad y a Mi Amor, sentiréis y viviréis las necesidades y los pecados de vuestros hermanos y ése dolor que Yo siento y que os compartiré, hará que oréis y os deis por ellos para salvar su alma.

Confío en vosotros, Mis pequeños, Uníos a Mí, a Nuestras necesidades de Familia y juntos levantemos al Mundo caído en el error.

Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo y en el del Amor de Mi santo Espíritu.