Mensaje de Dios Padre a J.V.
Habla Dios Padre,
 
Sobre: Cuidado con los Falsos Profetas.
Hoy,  hijitos Míos, os quiero prevenir sobre los falsos profetas.
Así como Yo, vuestro Dios, he escogido a  Mis Profetas a todo lo largo de vuestra historia y los seguiré escogiendo, para  guiar a Mi pueblo, hasta el Fin del Mundo, Mi enemigo ha escogido a los suyos  para poner a Mi Creación en contra de su Dios.
Si Yo pido Amor, él dirá odio, Si Yo digo  Vida, el promulgará muerte. Si Yo pido Paz, el proveerá guerra. El siempre irá  en contra de Mis Leyes, en contra de Mi Amor, en contra de su Creador. El Me  tuvo y Me perdió por su soberbia y ahora no desea que vosotros os salvéis. El  hace y ha hecho todo lo necesario para desviaros del Camino, camino de Amor que  Yo he trazado para cada uno de vosotros y que he puesto en vuestro corazón.
La vida que Yo pido, es la vida que dí a  vuestros Primeros Padres, vida de Presencia Viva y continua entre Mi, vuestro  Dios y Su creatura. Yo os creé para amaros, para compartir Mi Vida Espiritual  la cuál materialicé, primeramente en el Paraíso para vuestros Primeros Padres,  junto con toda la Creación Universal. Por causa del Pecado Original todo quedó  coartado, pero luego, con Mi Hijo Jesucristo, os devolví la Vida Espiritual, a  través de la Sagrada Eucaristía, Su Cuerpo y Su Sangre Preciosos, para que a  través de Ellos, junto con los demás Sacramentos, pudiérais tener nuevamente  vuestro Paraíso Terrenal.
Os lo he repetido innumerables veces: “Mi  Reino no es de éste Mundo”. Mi Reino es espiritual, es Mi Propia Vida en cada  uno de vosotros, vida de Amor que poseéis por tener en vuestro interior a Mi  Santo Espíritu.
Vuestra vida sobre la Tierra es una misión 
espiritual, una misión de Amor, una misión de corredención, una misión  de salvación de almas que actualmente están en la lucha, así cómo de las que ya  estuvieron en ella pero que aún no entran a Mi Reino Eterno porque les falta  purificación.
Mi Hijo os dio enseñanzas de vida, de vida  para vuestra alma. Os dio alimento para crecimiento espiritual y para que  tuvierais vida eterna.
Vuestro paso por la Tierra es temporal,  por ello es ilógico que busquéis afanosamente los bienes y placeres de éste  mundo, cuando ellos en la Tierra se quedarán y que además os pueden desviar del  camino verdadero, para vuestro buen regreso a la Casa Paterna.
Mi Hijo os avisó que tuvierais cuidad con  los falsos profetas. Os lo dijo El Mismo y a través de Mis Profetas en la  antigüedad. Os indicó que para el Fin de los Tiempos, gran cantidad de falsos  profetas se presentarían por toda la Tierra.
¿Quién sería entonces un falso profeta? Ya  os he dicho que si Yo digo Vida, el mal os va a decir muerte. Si Yo os digo  Paz, él os dirá guerra. Si Yo os digo Vida Espiritual, él os dirá vida carnal.  Si Yo os digo Amor, él os dirá odio. Si Yo os digo unión, él os dirá  separación. Si Yo os digo “Amarás al Señor, tú Dios”, él os dirá, ámate a ti  mismo. Con esto podríais sacar vuestras propias conclusiones, pero os lo  indicaré con más precisión.
Las Escrituras os dicen: Cuando se os  diga, el Mesías está aquí ó allá, no vayáis. Muchas “nuevas culturas  religiosas” os invitan a un crecimiento personal, a un crecimiento de vuestras  propias facultades, tanto conocidas como desconocidas, “de las que no habéis  aún aprovechado”. Os proponen el daros a conocer el “conocimiento” y los  “poderes” ocultos de vuestro interior. Os proponen “potencializar” vuestras  facultades mentales, vuestros poderes “dormidos”. En una palabra, os proponen  “ser como dioses”, llevándoos a prescindir de vuestro Dios, de Mi, vuestro  Padre.
Mi Hijo, siendo Dios, no os vino a enseñar  “técnicas de meditación” para encontrarMe. El os dijo: “Buscad en vuestro  interior, el Reino de Dios habita en vosotros”. Son muy claras y sencillas Sus  Palabras, son dos entidades diferentes, vosotros mismos y Mi Reino que habita  en vosotros en la Presencia Divina de Mi Santo Espíritu. El es la Vida que  mueve vuestra alma. El es la Esencia Divina de Mi Ser, El os habita. 
La  Divinidad os habita. La Divinidad 
no sois vosotros, ni seréis,  puesto que vosotros sólo la transportáis. La dejaréis que obre en vosotros si  se lo permitís y para ello sólo necesita vuestra libre aceptación, unida a la  vida en la Gracia y ayudada con la recepción de Mis Sacramentos.
NINGUNA, oídlo bien, ninguna secta ó  doctrina extraña os llevará a vivir ésa divinidad y, menos aún, os hará  divinos. Divino sólo Yo, vuestro Dios, porque la Divinidad es pura, es santa,  es inigualable y TODOS vosotros sois creaturas, creadas por Mi Poder de Amor y,  por causa del Pecado Original, nunca podríais ser puros y menos santos, si no  os acercarais a Mi, vuestro Dios. El simple hecho de querer alcanzar una  divinidad que no os corresponde ya os está quitando la posible santidad, puesto  que estáis cayendo en una profunda soberbia. Cuando no dependéis de vuestro  Dios y Señor, flaqueáis, os debilitáis en la Gracia y fácilmente sois presa del  pecado de la carne y anuláis la vida de Mi Espíritu. Coartáis Su Acción en  vosotros al depender de vuestras propias fuerzas y no en la Fuerza Divina que  viene de vuestro Dios. Todo aquello que os lleve a hacer una entidad separada e  independiente de vuestro Dios, termina por sucumbir. Si no buscáis tener  alimento por la vía de Mi Santo Espíritu y de los Sacramentos que Mi Hijo  instituyó, pronto tendréis muerte en vuestra alma, Mi Hijo os dijo también: Por  sus frutos los conoceréis. Cualquier hijo Mío que pertenezca a diferente  religión, Mi Santo Espíritu puede vivir plenamente en él, siempre y cuando se  proponga producir AMOR. Aquéllos hijos Míos que produzcan amor espiritual,  unión, vida familiar y de los pueblos, ésos son Mis hijos y están Conmigo.  Cuando se vive en íntima unión con Mi Vida Espiritual en vuestro interior, por  consecuencia se vive y se transmite Mi Esencia Divina que es la del Amor y la  de la Paz de las que tanto os habló y a lo que vino Mi Hijo a la Tierra. Si os  estáis “entrenando” para buscarMe mediante prácticas puramente humanas y si  vuestras obras no os están llevando a ésa transmisión y vivencia en el  Verdadero Amor y Vida 
Espiritual, no estáis viviendo en la Verdad.
Los falsos profetas de éste, vuestro  tiempo, os llevarán a envaneceros, a crearos una vida propia basados en el  conocimiento de vuestro yo interior, basados en el potencializar y ejercitas  vuestras 
propias capacidades y en él de haceros vivir en el amor  superfluo, carnal, el cuál sólo os dará placer efímero, placer que terminará  por hastiaros, ya que lo que es de la carne pronto se acaba, pronto aburre, por  más bello que sea, porque lo estarán separando de lo espiritual, de lo que es  Mío y que todo lo vivifica, que todo lo hace eterno, que todo lo hace santo.  Buscáis vuestra propia vida, vida que se vuelve egoísta porque impedís se  desarrolle más vida por la procreación que limitáis. Nuevamente coartáis la  transmisión de Mi Amor a través de las almas que Yo envío a la Tierra en cada  uno de los hijos que tenéis, ¿Cómo podéis decir que vuestras creencias y  doctrinas sean doctrinas de vida y de amor, si estáis limitando a vuestro Dios?  Los falsos profetas os hablan de vida, de amor y de paz y por debajo están  provocando guerra, muerte, destrucción, tanto individual como en los pueblos  del mundo.
Yo Soy Vida, Yo Soy el Camino para obtener  la Verdadera Sabiduría y para alcanzarla se necesita de mucha humildad, virtud  de la que carece Mi enemigo y los que lo siguen. “Por sus frutos los  conoceréis”, éstos falsos profetas de vuestro tiempo, os llevan al goce del  mundo, a los vicios, a la depravación de los pueblos, a la muerte espiritual,  dada por la ausencia de la vida en la Gracia y de la permisibilidad de todos  los actos, de la aceptación y publicación de todo tipo de pornografía y  literatura que os lleve a gozar “plenamente” de vuestra carnalidad, pero evitando  todo tipo de responsabilidad, como es el de llevar una familia bien constituida  y procreando, para cumplir con Mis Leyes y Preceptos de Amor.
Cuánta frialdad existe ahora en vuestro  corazón cómo para permitirMe vivir en él. Cuánta vida efímera habéis escogido,  en vez de la vida eterna que os está esperando Conmigo. Cuánta falsedad  aceptáis tan fácilmente en vuestra mente y en vuestro corazón, porque conviene  a vuestra carnalidad y a vuestra escasa espiritualidad. Cuánto mal producís,  porque ya no dejáis actuar el Bien que os habita; Cuánta soberbia domina  vuestro ser, porque no queréis vivir en la libertad que os da la humildad.  Cuántos desengaños sufrís, por seguir falsas expectativas, porque no os  acercáis a la Fuente Divina de la Palabra que Mi Hijo os heredó. Buscáis  “tesoros ocultos”, poderes no potencializados de vuestras escasas capacidades  humanas. Os “guían” falsos maestros de lo desconocido, a daros a conocer lo que  no alcanzáis a ver, cuando aún ellos mismos viven ciegos a la realidad espiritual  que se debe de vivir Conmigo. Ya os lo dicen las Escrituras, cuando un ciego  guía a otro ciego, sólo os puede llevar a tener un accidente, el cuál, en  muchos casos, puede resultar hasta fatal, en éste caso, fatal para vuestra  alma. Os estáis separando de Mi, de Mi Vida, de Mi Ley y de Mis Enseñanzas,  ¿qué obtendréis de todo ello, si estáis prescindiendo de lo que os puede salvar  eternamente?
Los falsos profetas os invitan a tener  experiencias sobrenaturales. Os invitan a tener vida de milagro, os invitan a  lograr producir actos sobrehumanos que no cualquiera puede llegar a tener. En  pocas palabras, os invitan a crecer en soberbia; pecado primero que provocó la  caída de los ángeles del Principio y que provocó la caída de vuestros primeros  Padres. Lo que no venga de Mi, está en contra de Mi. Lo que no salga de Mi  Sabiduría, vive en la mentira. Lo que no busca la Luz de Mi Verdad, camina por  la obscuridad y termina en la desesperación.
Los falsos profetas provocan  incertidumbre, mientras que Mi Vida Espiritual produce seguridad y paz  interior. Ellos nunca os podrán dar las experiencias espirituales, las  “experiencias de Dios”, que Yo os puedo dar. Podréis tener “visiones y sueños”  por las vías que ellos os enseñan, pero nunca os dejarán enseñanzas claras y  bellas, además de la seguridad del saber que estáis actuando para vuestro Dios.  Ellos os podrán llevar a ésas experiencias a través de drogas ó autohipnotismo,  pero nunca serán lo bello como Yo regalo a los que son Míos, a los que Me  buscan, a los que buscan agradarMe, al tratar de vivir en Mi Vida de Gracia y  Conmigo, a pesar de las múltiples tentaciones que éstos falsos profetas os  puedan prometer.
Permaneced, hijitos Míos, en la vida de la  Gracia, Produciendo AMOR a los vuestros, con vida humilde y donada a vuestros  semejantes y así Me encontraréis fácilmente y no temáis a lo que os digan y  prometan, confiad en vuestro Dios, que El os regalará la Verdadera Vida  Espiritual y la Vida Eterna. Pedid la Luz de Mi Santo Espíritu, Quién os habita.  PedídLe, con humildad, el Don del Discernimiento, para que os guíe por el  Camino de la Verdad. Y no temáis, que “Yo estaré con vosotros hasta el Fin del  Mundo”.
Yo os bendigo y os protejo con Mi Amor de  Padre, por medio de Mi Hijo y con el Amor de Mi Santo Espíritu.