Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
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Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, satanás vaga por el mundo, y vaga llevando o tratando de llevar almas a la perdición, pero, Yo también estoy entre vosotros, y también, voy siguiendo a las almas y protegiéndolas de todo aquello con que las daña satanás. El daño mayor es el espiritual, y lo sabéis.
Ciertamente, Yo permito, a veces, o casi siempre, que vosotros sufráis de alguna forma, física, moral, espiritual, para que con eso reparéis vuestros pecados pasados. Pocos reconocen esta Gracia tan grande, y la he explicado, en otras ocasiones, y lo digo ahora, porque, los acontecimientos se van a ir dando, cada vez más fuertes; y los que entendéis esta Gracia, Me lo agradecéis, aunque sí, a momentos, sintáis que perdéis la fuerza espiritual que viene de Mí, a través de Mi Santo Espíritu, para que vosotros podáis defenderos de esos acontecimientos, que os llevan a tener incomodidad espiritual o física o moral.
Satanás también se aprovecha en esos momentos de Gracia, para que vosotros caigáis en la tentación, y la tentación consiste en que Me blasfeméis, Me ataquéis, no respondáis con amor a la vida que estáis llevando, porque queréis que todo sea bueno, bello, tranquilo, amoroso, alrededor vuestro, y eso, Me lo exigís, a veces, de manera, hasta grosera, creyendo que vosotros os merecéis que Yo os consienta en todo momento, cuando, realmente, si lo vemos como en una familia, que están los hijos malos, los hijos desobedientes, los hijos que causan problemas en la familia, así estáis vosotros, causando molestias, problemas dentro de la familia y alrededor de ella, y acaso, con eso, que vosotros causáis, respondiendo honestamente, ¿podéis vosotros decir que os merecéis, plenamente, que Yo os conceda todo lo que vosotros queréis? No, Mis pequeños, si consideráis que sí, vivís en una soberbia tonta, grosera, mala, que os lleva, precisamente, a negarMe y apartaros de Mí cuando estáis en prueba, en una prueba que os puede llevar a la santificación, si vosotros no aprovecháis esa situación, esa prueba os estará hundiendo, cada vez más.
Os digo esto, porque, estáis viendo alrededor del Mundo, cómo los acontecimientos se van intensificando, se van adormeciendo los sentidos y, al adormecerlos, estáis respondiendo, casi casi como animalitos, como niños que no piensan, que no saben discernir lo que está sucediendo, y para eso os estoy preparando, porque van a llegar esos momentos difíciles, en los cuales, deberéis discernir perfectamente, entre aceptar y ofrecerMe los acontecimientos negativos que sucedan en vuestra vida y que con ellos iréis quitándoos tiempo de dolor en el Purgatorio y os pueden llevar a la santificación. O que no aceptéis esos momentos de prueba y que vosotros, blasfeméis Mi Santo Nombre, que no aceptéis, de ninguna forma esos sufrimientos, esos dolores, que, como os dije, os pueden llevar a la santificación de vuestra alma y a quitaros tiempo de dolor en el Purgatorio y, al no hacerlo así, os hundís, cada vez más, en vuestros dolores, dolores que vosotros mismos adquiristeis por el pecado, por la maldad que traéis en vuestra alma, en vuestro corazón, en vuestra mente.
Mis pequeños, no estáis viendo a vuestro alrededor lo bueno, que todavía debéis aprender a ver y que, además, podéis ayudar a otros hermanos vuestros a entender los acontecimientos y con ello, llevarlos por buen camino.
Tenéis que aprender a soportar, con amor, lo que Yo permita en vuestra existencia. Mucho bien podéis vosotros adquirir y, sobre todo, Sabiduría, al aceptar lo que os pase y cómo Me ofrezcáis lo que os está sucediendo.
Si vosotros, repito, sentís, que no os merecéis estos dolores, estos acontecimientos negativos en vuestra existencia, es que estáis viviendo en una soberbia tonta, en una soberbia mala, que os está llevando al error, y queréis vosotros manteneros en ese error, que os va a hundir más en el pecado, en la maldad y poder llevaros hacia la perdición eterna.
Mi Amor siempre está alrededor vuestro, tenéis que aprender a observarlo, a discernirlo, a llevarlo con vosotros. Podéis observar ese Amor a través de lo que os suceda a vosotros, aceptando lo que Yo permita en vuestra existencia, día a día. O, también, ayudando a vuestros hermanos a discernir y a encontrar esos momentos de Amor que Yo permito en vuestra existencia. Y, os he dicho que cuando vosotros ayudáis a un alma a salir del error, a salir de la maldad, que, prácticamente, les estaba llevando hacia la condenación eterna, vosotros, de premio, tendréis, también, vuestra salvación eterna.
Ayudad a vuestros hermanos, ayudad a vuestro prójimo, os lo pedí desde aquél tiempo, que vierais por el bien de vuestros hermanos, que lo que hicierais por un hermano vuestro, Me lo estáis haciendo a Mí, y Yo quiero que vosotros salvéis a los demás y os salvéis a vosotros mismos.
Vosotros escogéis: entre el bien que os está rodeando o el mal que también os rodea, pero, ¿cuál de los dos caminos tomaréis? ¿Venir Conmigo o dejaros llevar por la maldad, por el error y por la perdición eterna?
Acudid a Mí en la duda y Mi Santo Espíritu os llevará por el camino correcto.
Gracias, Mis pequeños.