Mar 13_2025 Toda aquella persona o aquél que no se parezca a como Él hizo en Mí, como Dios, o como vosotros, no viene de Dios.

Rosario – Mensaje ÚNICO

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Habla Nuestro Señor Jesucristo.

J.V. empieza a hablar en Lenguas…, después dice:

Hijitos Míos, sois Mis hijos, sois Mi Creación, y Yo os cuido de todo aquello que os ataque, principalmente, del que se quiera llevar vuestra alma a la perdición eterna. Fuisteis creados a Imagen y Semejanza Mía, Soy Jesucristo, el Hijo de Dios Verdadero, y así, como tomé esta forma humana para estar entre vosotros, y fue para que vosotros entendierais cómo Mi Padre, vuestro Padre, vuestro Dios, hizo lo mismo con vosotros, sois creados a Imagen y Semejanza de Dios, que eso os quede claro, Mis pequeños. Toda aquella persona o aquél que no se parezca a como Él hizo en Mí, como Dios, o como vosotros, no viene de Dios, seréis atacados, en cierta forma, y cuando digo atacados, no quiero decir que seréis destruidos, por aquellos que vendrán al bajar de los cielos para quitaros la vida; no, Mis pequeños, cuando digo destruiros, es destruir vuestra alma, y os lo he explicado tantas veces, que lo que vale en vosotros, es vuestro cuerpo, el cual se quedará aquí en la Tierra: polvo sois y polvo se quedará, pero vuestra alma es la que regresará a donde fue creada, que es en el Reino de los Cielos, si vosotros actuasteis en el bien, vivisteis para el bien, fuisteis ejemplo de bien, como lo fui Yo, vuestro Dios, Jesús.

Mis pequeños, os digo todo esto, porque estáis siendo manipulados, en cierta forma, por aquellos que vienen de los cielos, pero no del Cielo, de donde vengo Yo, vuestro Dios, sino de aquellos que vienen, tratando de dominar vuestro ser, con tecnologías, superiores a las vuestras, a los que llamáis extraterrestres, éstos vendrán a convivir entre vosotros. Y ya os lo había dicho esto, hace varios años, en estos mismos mensajes que le doy a Mi hijo. En aquél tiempo os dije: veréis luces en los cielos, éstos bajarán, os arrodillaréis ante ellos, y lejos de llevaros hacia el bien, os llevarán hacia el mal.

Vosotros sois muy débiles, os arrodilláis ante todo aquél que es superior a vosotros, y al Único al que debéis vosotros adorar, es a Mí, vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad, pero vosotros tenéis otro tipo de pensamiento, os dais por lo material, y no acabáis de entender que lo espiritual es muy superior a lo material.

Cuando veáis a estos seres que vendrán, quienes ya han estado en la Tierra, desde hace muchos siglos, que han pasado muchas generaciones, y que han convivido con estos seres, ángeles caídos y que está anunciado en las Sagradas Escrituras, cuando “el dragón arrasó con su cola una tercera parte de las estrellas del Cielo”, se refería a todos ésos ángeles caídos, de todas las denominaciones: de Tronos, Dominaciones, etc., y cayeron, no solamente a la Tierra, como vosotros decís; sino que a todos los planetas del Universo, al plano físico, cayeron éstas almas, y tomaron cuerpo, porque pasaron del estado espiritual a un estado terrenal, para poder vivir en estas tierras creadas, donde después, el hombre existiría, pero muy diferente al del ser humano para que los pudierais diferenciar.

Para muchos, esto os tomará de sorpresa, Mis pequeños, pero os tengo que prevenir, de lo que ha de suceder y que ya ha sucedido en generaciones pasadas, y que, hasta en las rocas podéis ver signos de todo esto, pero sois manipulados, también, por los gobiernos de la Tierra. El hecho está en que vosotros, Mis pequeños, que se os ha prevenido de todo esto, os deberéis proteger con toda la espiritualidad que Yo os vine a enseñar aquí en la Tierra, para protegeros contra esta maldad, ellos son las serpientes, él es el mal, satanás.

Recordaréis ese pasaje, cuando Yo les digo a los fariseos, raza de víboras, que, realmente, son ellos los que os han manipulado y os siguen manipulando y siguen manipulando desde los gobiernos de la Tierra.

Vinisteis a la Tierra para levantar a la espiritualidad caída, para levantar a las almas hacia un bien, hacia el Bien Verdadero, pero, vosotros no hacéis gran cosa por hacer crecer vuestra espiritualidad y rápidamente caéis en las garras de satanás.

Todo lo creado Me pertenece a Mí, vuestro Dios, y vosotros, tenéis el Don de la vida, se os ha dado el Don de la vida, para que poder vivir en la espiritualidad del Cielo y poder, con ella, destruir y dominar la maldad de satanás. Si os dais cuenta, al principio de las Sagradas Escrituras, está representada la serpiente, satanás, como una víbora, y ¿por qué así, Mis pequeños?, porque Adán y Eva, en un Principio, eran Santos, Puros, eran lo más grande de la Creación, y ese Amor tan grande que tenían, que el Mismo Espíritu infundió en ellos, les dio un Amor dominante sobre toda maldad de satanás en ese momento, después, fueron engañados, y a partir de ahí, esa fuerza satánica empezó a crecer, al grado, de que si veis en el último libro, Apocalipsis, lo que en un principio era una serpiente pequeña, termina en un dragón de siete cabezas. Esa es la potencia a donde creció satanás y que ahora la estáis viviendo, Mis pequeños.

Por eso, estáis en Nosotros, el Cielo os está protegiendo, pero, tontamente, la gran mayoría de vosotros no queréis entender estas realidades, realidades que os van a aplastar si no volvéis a todo aquello que Yo os enseñé y que Me costó la Vida.

Mis pequeños, tenéis todo para vencer a satanás: Tenéis el Santo Rosario que os ha dado Mi Madre, la Siempre Virgen María. Tenéis todas las Enseñanzas que se os dieron, que Yo, Personalmente, os di con Mi Vida. Tenéis los Diez Mandamientos que Mi Padre os dio. Tenéis el Amor Verdadero en vuestro corazón. Y ¿qué hacéis con todas esas defensas? Las hacéis a un lado, cerráis vuestros oídos, no dejáis que el Amor Verdadero entre en vuestro corazón y permitís que satanás entre a vosotros, domine vuestros sentidos y no os deja vivir en el Amor en el cual fuisteis creados, y que realmente, sea esa vuestra misión: transmitir Mi Amor a todos vuestros hermanos y con él, dominar, nuevamente, como lo hicieron vuestros Primeros Padres, a la serpiente, o sea, a satanás.

Podéis hacerlo, pero no queréis hacerlo, y ahora estáis sufriendo, y sufriréis más si no os apartáis del mal con que satanás os está atacando y que pronto os atacará con mayor fuerza.

Estoy con vosotros, Mis pequeños, os protejo de toda la maldad de satanás, pero de vosotros depende si queréis regresar al Reino de los Cielos o destruir vuestra alma con todo aquello con que satanás os está engañando.

El tiempo, que ya no es tiempo, ya está sobre vosotros, ya es tiempo del mal en estos momentos, ya no es tiempo del Bien. Vosotros, los que estáis Conmigo, Yo os estoy protegiendo y vosotros vivís en el Amor, vivís en el Verdadero tiempo, y estáis protegidos por Mí. Los que no estáis Conmigo, ya preferisteis seguir a satanás, sus mentiras y todo lo que vendrá de parte de él, y vuestro destino eterno será el mismo del de satanás.

Mis pequeños, orad, orad, di hasta la última Gota de Mi Sangre para salvaros, no desperdiciéis lo que Yo os he dado, para vuestro bien.

Gracias, Mis pequeños.