Abr 19_07 Tened cuidado, porque mucho se hablará de Mí, vuestro Dios, negativamente.

Rosario.

  • Tened cuidado, porque mucho se hablará de Mí, vuestro Dios, negativamente, tratarán de sacarMe de vuestro corazón.
  • Os digo todo esto para que entendáis que estáis a momentos de perder todo lo bueno que Yo os puedo dar y estaréis en manos de aquel que os va a destruir.
  • Habíamos sido creados grandes, inmensos, la soberbia nos destronó, nos hizo caer, destruyó la perfección de nuestro Dios en nosotros.
  • Yo siempre voy regalando cosas nuevas a Mis creaturas, porque como Soy Infinito, sigo inventando maravillas para el hombre, porque os amo.
  • Debéis ser árboles que den fruto abundante y saludable, tenéis a vuestro alrededor árboles, que más que árboles, son como hiedra venenosa.
  • Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y Eva a J. V.


    Primer Misterio,
    Habla Dios Padre,
    Sobre: Tened cuidado, porque mucho se hablará de Mí, vuestro Dios, negativamente, tratarán de sacarMe de vuestro corazón.

    Hijitos Míos, la primaria obligación de los padres dentro del hogar es la de alimentar a los hijos, tanto con el alimento para su cuerpecito, para que crezcan sanos, fuertes, saludables y también del alimento del alma, para que se desarrollen espiritualmente y correctamente, para que puedan convivir en el mundo y puedan convivir con sus hermanos. Siempre en el amor, siempre en la rectitud, siempre en la virtud.

    Esta es la forma en la que los padres deben actuar en el hogar, ayudando a crecer a los hijos en todos sentidos, pero los mismos padres ya deben de estar crecidos, especialmente en la virtud y en el amor. Deberán pedir a la Sabiduría Santa, que sean inteligentes para poder llevar a los hijos con amor, guiarles y levantarles cuando caigan, que tengan ésa Sabiduría Santa para que los puedan apartar de los malos caminos que se irán abriendo ante los ojos de sus hijos durante su vida. Les guiarán correctamente y les ayudarán a acortar el camino para llegar a Mí y les aconsejarán para evitarles dolores innecesarios, porque para eso es la historia de cada hombre, uno sufre durante su vida y luego tratará de evitarle a sus hijos ésos sufrimientos y les enseñarán no ir por tal o cual camino errado para que la historia de dolor no se repita en ellos.

    Ciertamente los padres siempre amarán a los hijos y les tratarán de dar lo mejor posible para que éstos vivan en ésta Tierra sin muchos dolores y que todo les sea fácil en lo que más se pueda, pero cada uno de vosotros tenéis una misión y ciertamente también las caídas ayudan a madurar. Las caídas enseñan, las caídas os ayudan a no volver a tomar ése camino y así iréis creciendo con ayuda de los dolores de vuestros padres, de su experiencia, tanto en lo bueno como en lo malo y vosotros mismos caeréis, porque la terquedad del hombre siempre existirá.

    Cree el hombre que se puede separar de la guía amorosa, tanto de sus padres como de Mí, vuestro Dios. El hombre quiere hacer su propio camino, quiere labrar su propio destino y esto es bueno, porque Yo os di el libre albedrío y no estáis encadenados a nada ni a nadie. Realmente vosotros venís a Mí y mantenéis una relación con vuestros padres por amor. Aquellos que se han separado de sus padres y aún también se separan de Mí, son almas que no agradecen, no son almas dadivosas, son almas problemáticas, no gustan de vivir en el Bien y se esconden de los demás para poder obrar en el mal. Por eso es tan importante la educación desde pequeñitos, tanto la educación moral, o sea, cómo deberán moverse en el mundo, cómo deberán cuidar de sus hermanos y de sí mismos, pero la educación espiritual y sobre todo, bien tomados de Mi Mano, os ayudará a convivir como se debe de convivir en éste mundo, como verdaderos hermanos, hijos de un Dios que os amó tanto que hasta Su Hijo dio para vuestra salvación, pero antes de ello os dejó vasto Conocimiento para que os pudierais guiar en las Verdaderas Enseñanzas del Cielo.

    Mis pequeños, seguís siendo tercos, seguís queriendo hacer vuestro propio mundo, queréis empezar desde el principio y esto sucede porque no aceptáis la experiencia de vuestros padres y no tomáis toda la experiencia que se os da en las Sagradas Escrituras. No seáis tercos y sordos a todo lo que Yo os dé y os pida, Mis pequeños, Yo siempre buscaré vuestro bien, siempre seréis Mis hijos y los hijos siempre son buscados por los padres para mejorarles, ayudarles y protegerles de los ataques que se tienen normalmente en el mundo. Aunque os debo decir que mientras estéis más cerca de Mí, más ataques tendréis de Mi enemigo y vuestro enemigo, satanás. A él no le gusta que se produzca una hermandad entre los hombres, pero estando Conmigo, Mis pequeños, tendréis toda Mi Fuerza, Mis capacidades con vosotros. Acudid a Mí en todo momento de tribulación de cualquier tipo, Yo Soy vuestro Dios y os puedo librar de cualquier cosa, siempre y cuando estéis Conmigo y acudáis a Mí con confianza y con Fe.

    La Fe es imprescindible en Mis hijos y bienaventurados aquellos que sin haberMe visto creen en Mí, así lo dicen las Escrituras y os lo vuelvo a repetir bienaventurados sois vosotros, que creéis en Mí aún a pesar de que satanás ha tratado, por todos los medios, de burlar Mi Presencia real y Divina del corazón de los hombres.

    Tened cuidado, Mis pequeños, que éstos momentos de tribulación se van a ir acrecentando y recrudeciendo cada vez más con el pasar de los días, de los meses. Tened cuidado, porque mucho se hablará de Mí, vuestro Dios, negativamente, tratarán de sacarMe de vuestro corazón y así como en el Antiguo Testamento, cuando Mi pueblo vivía entre los egipcios y éstos, llenos de ídolos hicieron que Mi pueblo se olvidara de Mí, ahora os crearán muchos ídolos a vuestro alrededor y a vuestro gusto para que os olvidéis de Mí nuevamente. Tened discernimiento y pedídMelo para que os deis cuenta cuándo os querrán apartar de Mí. Muchos de vosotros no estáis bien protegidos porque no lo habéis buscado, no estáis protegidos con suficiente Fe y amor a Mí, pedidMe ésa Fe y ése Amor, para que satanás no pueda contra vosotros, pero para ello Me lo debéis pedir con humildad, reconociendo primeramente que sí aceptáis ser Mis hijos y que queréis seguir viviendo bajo Mis Leyes y bajo Mi Amor. Cuando estéis así, Mis pequeños, entonces recibiréis grandes bendiciones y gran protección, más todavía de la que ya tenéis, aún a pesar de que Me neguéis o de que no queráis estar Conmigo.

    Vivid pues, Mis pequeños, dejándoos acompañar de Mí, por vuestro Dios y Padre en todo momento, para que Yo os guíe y os ayude a crecer como los padres de la Tierra hacen todo lo posible y trabajan duramente para que vosotros podáis crecer en cuerpo, en espíritu y en lo intelectual, ayudándoos con vuestras necesidades materiales y espirituales. Venid a Mí, que Soy un Dios Providente y os puedo dar lo que necesitéis, solamente os pido que confiéis plenamente en Mí, vuestro Dios.
    Gracias, Mis pequeños.

    Segundo Misterio.
    Habla Dios Padre,
    Sobre: Os digo todo esto para que entendáis que estáis a momentos de perder todo lo bueno que Yo os puedo dar y estaréis en manos de aquel que os va a destruir.

    Hijitos Míos, os quiero hacer una comparación entre los tiempos antiguos y los tiempos que estáis viviendo.

    Mis pequeños, vuestros Primeros Padres, Adán y Eva, fueron creados santos, con capacidades inconmensurables, tenían potenciales increíbles, bellísimos, porque todo lo que Yo creo es así, perfecto. Ellos teniendo todo eso, teniendo Mi Presencia viva en su vida, en su corazón, teniendo todos los regalos de la Creación, Me negaron, se apartaron de Mí con su libre albedrío y perdieron todo. De tener una inteligencia sin par, capacidades que aún vosotros ahora ni siquiera conocéis, que vendrá el tiempo en que conoceréis, sabiduría excelsa, inteligencia envidiable, tenían tanto, Mis pequeños y todo eso lo perdieron por su Pecado.

    Como os he dicho, cayeron, cayeron a lo más bajo y ellos fueron los primeros hombres de la edad de piedra, como decís vosotros, quedaron primitivos, o sea, se quedaron sin nada. Negaron Mi Poder, Mis Capacidades, Mi Amor, como no lo quisieron, porque se acercaron al mal, perdieron todo y quedaron afectados por el mal, satanás, siempre os quitará, nunca os dará. Aparentemente, él os conquista dándoos cosas materiales que os convienen, pero tan pronto puede, ya que os tiene entre sus garras y que ya no os podéis soltar de él, os arranca lo que él mismo os dio y os deja peor que en un principio, cuando pedíais su ayuda.

    Entended que él nunca os va a ayudar, él siempre os tratará de destruir, porque sois Mis hijos y él os tiene envidia, os conquista con lo que vosotros queréis, pero luego os quita ése gusto y os destroza.

    La explicación viene porque en la actualidad vosotros tuvisteis nuevamente acceso al Cielo, como lo tenían vuestros Primeros Padres y esto es gracias a Mi Hijo, a través de Su Evangelización, a través de Su Ejemplo y de Su Vida, Él os trajo el Cielo nuevamente para que lo conocierais. Tuvisteis acceso al Conocimiento Celestial, se os dio para que empezarais a crecer, se os abrieron las puertas nuevamente de los Cielos y sobre todo, las Puertas de la Gracia que se habían cerrado por el Pecado de vuestros Primeros Padres.

    Nuevamente pudisteis saborear las mieles del Cielo, el hombre volvió a tener a su Dios entre ellos. Sí, vuestros Primeros Padres convivían Conmigo, convivían, platicaban y agradecían. Con la Venida de Mi Hijo a la Tierra, volvisteis a tener ésa oportunidad, vivir nuevamente con vuestro Dios, convivir con Él, obtener de Él Sus bendiciones, como podéis leer en las Escrituras todo el Bien que Él iba repartiendo entre los hombres y que sigue repartiendo a todos aquellos que con Fe y con Amor se acercan a Mi Hijo.

    Pero nuevamente el hombre cae, desperdiciando la Gracia de tener una vez más a vuestro Dios entre vosotros. Caéis en el error satánico nuevamente, os dejáis embaucar por sus mentiras, os dejáis seducir por su maldad, preferís lo que él os da, lo que él os promete, volvéis a caer y os separáis de Mí. ¿Qué les pasó a vuestros Primeros Padres?, perdieron todo, porque negaron la Vida, la Verdadera Vida, Mi Amor, Mis Enseñanzas y ahora estáis volviendo exactamente a lo mismo.

    Os digo esto para que recapacitéis y veáis el futuro que se os avecina ya, si os mantenéis ahí perderéis todo y nuevamente caeréis si seguís en el camino errado que habéis tomado. Todo está regido por una Ley, Mis pequeños y es la Ley del Amor, si vosotros no lo aceptáis para vosotros, se os quita, porque el Amor solamente puede vivir en los corazones que lo buscan y lo alimentan, pero si vosotros no estáis en condición de aceptar Mi Amor y Mis Leyes, si no queréis cuidar de todo ello, porque también os pertenece porque sois Mis hijos, se os quitará y cuando Mi Amor no es aceptado, lo material y lo espiritual, se apartan de vosotros y sufrís. Estáis viviendo momentos difíciles porque os estáis dando cuenta que están haciendo a un lado Mi Presencia, Mi Vida entre los hombres, esto ha sido gradual, están dejando a la humanidad sin su Dios y estáis cayendo, lo estáis viendo, estáis sufriendo en vuestra economía, en vuestra salud, estáis sufriendo con los cambios del clima, estáis sufriendo con los ataques satánicos a través de vuestros hermanos, de vuestros mismos hermanos, como Caín, que se dejaron mover por el mal.

    Esta es la comparación que quiero que meditéis, estáis sufriendo lo que ya se ha dado a lo largo de la historia, cuando el hombre se separa de su Dios. Estáis nuevamente como en ésos momentos, en que si os mantenéis tercos a apartarMe de vuestra vida, tanto en lo personal, como en lo social, sufriréis las consecuencias, quedaréis a merced de aquél que solamente quiere vuestro mal, que os quiere destruir, que os quiere quitar las posibilidades de adquirir Mis riquezas y Mi Amor. Quedaréis totalmente en sus manos y sufriréis muchísimo, Mis pequeños, Yo no quiero vuestro mal, Yo os quiero para el Bien, pero vosotros, como niños groseros, os apartáis de Mis Brazos y corréis a hacer vuestra voluntad.

    Yo os prevengo, Mis pequeños, recordad que el mal Yo no os lo envío, vosotros vais directamente a buscarlo y sufriréis sus consecuencias, os apartáis del Bien para vivir en el mal y el mal nunca es agradable.

    Os digo todo esto para que entendáis que estáis a momentos de perder todo lo bueno que Yo os puedo dar y estaréis en manos de aquel que os va a destruir. Os amo, Mis pequeños, espero recapacitéis a tiempo.
    Gracias, Mis pequeños.

    Tercer Misterio.
    Habla nuestra madre Eva
    Sobre: Habíamos sido creados grandes, inmensos, la soberbia nos destronó, nos hizo caer, destruyó la perfección de nuestro Dios en nosotros.

    (Veo a nuestros Primeros Padres, Adán y a Eva; veo a Eva sentada, sollozando y Adán a su derecha, de pié; habla Eva):

    Hijitos míos, ciertamente, como os ha dicho nuestro Padre, tuvimos mucho, mucho, mis pequeños, descendientes nuestros, descendientes en carne. Pero pedimos perdón, porque cortamos con el espíritu, el espíritu vivificador, el espíritu que nos daba vida, el espíritu que nos mantenía en amor íntimo con nuestro Padre y Dios. ¡Cuánto Amor vivíamos con Él!, ¡cuántas bellezas, todo fue creado para nosotros y para vosotros y en un error fatal, os infectamos, hijos míos, descendientes nuestros!
    Es así como el hombre no se fija en los errores que comete, cómo van a afectar a generaciones futuras. Los errores que se van cometiendo en una familia, pueden afectar a varias generaciones, son errores fatales y vosotros lo veis en algunas familias, que por un pecado grave, ya sea un asesinato, un robo, un mal que se cometa, entre vosotros, cómo va a afectando a las generaciones futuras, porque quedan señalados ante los hombres. El apellido queda afectado, se os reconoce y se os recuerda por ese apellido por el mal que vuestro antepasado cometió, al grado de que muchos prefieren cambiarse de nombre para no seguir siendo afectados por ése recuerdo malo de un antecesor.

    Lo mismo sucedió con nuestro Pecado, os hemos afectado a todos vosotros, nuestra penitencia nos ha costado muchísimo, nuestro dolor es inmenso. Cómo nuestro Pecado, siendo tan grave, que en ésos momentos ni imaginábamos, afectó el Plan Divino. Tanto bien que tenía pensado nuestro Dios para toda la humanidad, para todos nuestros descendientes y nuestro error, nuestra falta de visión, pero sobre todo, nuestra falta de amor hacia nuestro Dios afectó todo.

    Ciertamente, en Su Misericordia Infinita, manda a Su Hijo para reparar nuestro error, pero aún así, nuestro Pecado os sigue afectando. Seguimos viendo a nuestra descendencia y vemos cómo hay ramas buenas, ramas malas, frutos podridos, frutos excelsos, se sigue dando de todo, cuando pudo todo haber sido bellísimo. Nos pesa tanto haber coartado toda esa belleza, toda esa riqueza de nuestro Padre y Dios, porque Él es todo Amor, es todo Perfección y nosotros preferimos hacer nuestra voluntad. Nosotros, aunque teníamos grandes capacidades, pero nunca lo perfectas que tiene nuestro Dios, caímos por nuestra debilidad, pero sobre todo, por nuestra falta de amor. El Amor, mis pequeños, es tan importante en la vida del hombre, el Amor lo crea todo, el Amor lo perdona todo, que estando en el Verdadero Amor, quedáis protegidos perfectamente contra las fuerzas del mal.

    Nosotros quisimos hacer nuestra voluntad apartándonos del Verdadero Amor, el que venía directamente de nuestro Dios y Creador. Quisimos ser creadores, quisimos hacer de nuestra vida una vida aparte del Plan que nos tenía trazado nuestro Dios y Creador.

    El hombre, cuando se separa de las Leyes que nuestro Dios ha propuesto, cae irremediablemente, como caímos nosotros. El hombre nunca va a ser capaz de tener esa inmensidad de Sabiduría que tiene nuestro Dios. Cuando el hombre, en humildad, se atiene, como niño pequeñito, a la Sabiduría Divina, todo fluye, todo es bello, todo es santo, solamente la santidad puede fluir a través de ésas almas pequeñitas, humildes y ésa sabiduría, ésa santidad, ése amor que fluyen a través de ellos los hace grandes entre los hombres. Ahí tenéis a la Santísima Virgen María, la más grande entre todas las mujeres, la más Pequeñita, porque así lo quería Ella. Por Su gran humildad lo reconocía así, por la Sabiduría Divina en Ella. Esa Sabiduría Santa que se implantó en Su Ser, la llevó a la grandiosidad. Ella, en Su humildad, reparó nuestro Pecado, nosotros, que habíamos sido creados grandes, inmensos, la soberbia nos destronó, nos hizo caer, destruyó la perfección de nuestro Dios en nosotros. ¡Cuánto teníamos, mis pequeños!, ¡cuánto teníamos!, ¡cuántas cosas bellas puede hacer nuestro Dios en el ser, cuando éste se suelta totalmente a Su Amor!, ¡cuánta la tontería del hombre al sentirse grandes y separarse de la Sabiduría Divina!
    Mis pequeños, nuestro corazón todavía está sufriendo ése dolor, somos vuestros Padres, vuestros Primeros Padres y os aconsejamos que os mantengáis en el Amor de nuestro Dios y Creador, en Su Sabiduría Infinita, porque Él es todo Amor, Él es todo Dulzura, Él es todo Protección y Su Amor hace que las almas crezcan infinitamente. No busquéis cosas de la Tierra, cosas del mundo, buscad lo excelso, que es el Amor Infinito de nuestro Padre, de nuestro Dios, de nuestro Creador.

    Recibid nuestro amor, Mis pequeños y nuestra disculpa, porque nosotros atrajimos el mal a la Creación y vosotros estáis padeciendo nuestro error. Orad, orad para que pronto venga la Gracia nuevamente, la Gracia prometida de nuestro Dios y podamos nuevamente convivir nosotros con vosotros en el Amor Infinito de nuestro Dios.
    Gracias, nuestros pequeños.

    Cuarto Misterio,
    Habla Dios Padre,
    Sobre: Yo siempre voy regalando cosas nuevas a Mis creaturas, porque como Soy Infinito, sigo inventando maravillas para el hombre, porque os amo.

    Hijitos Míos, vuestros Primeros Padres, pactaron con satanás y él los destruyó, fue el primer mal ejemplo que tuvo la humanidad del trato del hombre con el mal. Por éste Pecado, a lo largo de la historia, algunos hombres han seguido pactando con él y esto se sigue dando hasta vuestros días.

    Estáis viviendo una vida de maldad, de pactos con vuestro enemigo, con Nuestro enemigo familiar, porque vosotros sois Mis hijos, Yo Soy vuestro Padre y lo que vosotros pactáis con el enemigo, Me afecta a Mí, como familia, como vuestro Padre y afecta a vuestros hermanos y a vuestros descendientes. Seguís viendo la maldad a vuestro alrededor porque el hombre no quiere entender que debe estar Conmigo para recibir Mis Bendiciones. Tenéis la posibilidad de obtener de Mí Bendiciones inconmensurables, infinitas, pero éstas se dan cuando vosotros hacéis vuestro esfuerzo de vivir bajo Mis Leyes, bajo Mi Amor, en Mi confianza plena y con una Fe a toda prueba. Todo eso os lo pido, Mis pequeños y os lo exijo y que ciertamente no podríais manteneros así si no fuera por Mi Gracia, que también os la regalo cuando queréis estar Conmigo.

    Os he dicho que el Bien y el mal son potencias grandísimas a vuestro entender y a vuestro poder, no tenéis el entendimiento real de lo que esto significa, pero debéis creer en Mí, vuestro Dios. Ciertamente, como os he dicho, el Bien es un Poder Infinito, el mal, ciertamente es poderoso, pero es finito y está supeditado a Mis Ordenes y a Mi Poder, no puede actuar en totalidad y en toda su capacidad, porque Mi Bien lo detiene. En cambio, el Bien es Infinito y no se detiene y da muchos frutos, cuando el alma lo toma y vive en él.

    Estando Conmigo, estando con Mi Amor, tenéis capacidades infinitas como os he dicho, porque, como Yo Soy Infinito, os comparto de ello. Solamente se detiene éste Amor, con Sus capacidades, cuando vosotros pactáis con el mal, cuando Me hacéis a un lado, cuando preferís la maldad en vuestro corazón y no Mi Bien Supremo.

    Ved, Mis pequeños, cómo caéis fácilmente en el error, la envidia de satanás os pone muchas tentaciones para que vosotros caigáis del Bien que os pertenece, y que os mováis en el mal que os aprisiona y os destruye. El Bien que os pertenece, os lleva en total libertad y hacia una inmensidad de conocimiento y de capacidades que ahora no comprendéis, pero que estáis todos llamados a ellas. Esa es la envida de satanás, que él perdió, igual que vuestros Primeros Padres, ésas capacidades de crecimiento, crecimiento infinito, porque Yo iba a llevar a vuestros Primeros Padres a un crecimiento infinito. Yo siempre voy regalando cosas nuevas a Mis creaturas, porque como Soy Infinito, sigo inventando maravillas para el hombre, porque os amo. Nunca, nunca alcanzaréis a recibir todas, todas Mis Bondades, porque siempre estaré creando más para consentiros, gozaréis en una forma inimaginable y siempre más y más, porque os amo.

    Si estáis Conmigo, gozaréis de todo lo Mío, si pactáis con el enemigo, perderéis, tanto vuestro bien actual, como el Bien futuro que os tengo a cada uno de vosotros. Ciertamente ahora tenéis la Gracia del arrepentimiento y del perdón de vuestros pecados a través del Sacramento y la penitencia y podéis reanudar el camino de la Gracia, pero lo detenéis, Mis pequeños, por vuestro libre albedrío.

    Caminad pues, por el camino de la Gracia y veréis Mis Bondades, que ni siquiera os imagináis. Os quiero consentir, Mis pequeños, os hablo tanto de esto porque os amo tanto y un padre que ama, quiere lo mejor para sus hijos. Os quiero ver saludables, santos, bellísimos. Las capacidades del alma son inmensas, os he dado un gran regalo, la vida.

    Así pues, Mis pequeños, dejadMe, dejadMe que Yo Me derrame perfectamente en vosotros, para que gocéis infinitamente de Mis regalos, Yo lo único que os pido es que os mantengáis bajo Mis Leyes y bajo Mi Amor, todo lo demás, vendrá por añadidura.
    Gracias, Mis pequeños.

    Quinto Misterio,
    Habla Nuestro Señor Jesucristo,
    Sobre: Debéis ser árboles que den fruto abundante y saludable, tenéis a vuestro alrededor árboles, que más que árboles, son como hiedra venenosa.

    Hijitos Míos, os decía en las Escrituras, que un árbol bueno da buenos frutos, un árbol malo, da malos frutos.

    Yo Soy el Árbol bueno, Yo vine a la Tierra a estar entre vosotros, Yo anduve entre vuestros hermanos y los conocía. Quise hacer patente ésta convivencia en Mi Vida, entré en vuestra vida, que no pareciera ser el Dios del Antiguo Testamento, que se había escondido, aparentemente, por el Pecado de vuestros Primeros Padres.

    Ciertamente fue un tiempo difícil, un tiempo de Gracia solamente para algunos, que realmente aceptaban Mis Bondades en su corazón, porque, hasta antes de Mi Venida, el pecado que se cometía, era difícil eliminarlo, eran muchos actos exteriores que se tenían que llevar a cabo para una purificación, pero muchas veces, a pesar de eso, no los llevaba al arrepentimiento verdadero en su interior. Vengo Yo, vuestro Dios y Salvador y os abro las puertas de la Gracia y a través de Mi Vida, de Mis Enseñanzas, de Mi Sacrificio y de Mi Resurrección, os abro las puertas de la Gracia y la facilidad de regresar a Mí tan pronto como cometierais una pena grave.

    Pero Mis pequeños, el arrepentimiento siempre va a ser importantísimo para vuestro desarrollo espiritual. Si vosotros no os arrepentís de corazón, seguiréis padeciendo el mal en vuestro corazón. El arrepentimiento quiere decir el apartarse verdaderamente de las fuentes del mal y de todos aquellos que os puedan llevar a la maldad.

    Debéis ser árboles que den fruto abundante y saludable, tenéis a vuestro alrededor árboles, que más que árboles, son como hiedra venenosa, que se van subiendo por el tronco, suben hasta el follaje y os asfixian, van tomando de vosotros vuestra vitalidad y os destruyen. Os he pedido que os cuidéis del árbol malo que os rodea, que oréis por ellos, pero que no les deis vida, que no abonéis su tierra, haciendo lo que ellos hacen, para que crezca y os ahogue. Al tratarlos con amor, evitáis que el mal siga avanzando en ellos y que os afecte también a vosotros.

    Desgraciadamente el mal ha aumentado muchísimo en vuestro mundo, lo habéis abonado, los árboles malos se han multiplicado, su fruto es malo y os está afectando a todos y ahora estáis viviendo la ley de la selva, en donde no se vive la virtud, no se vive el amor, sobre todo, no se vive el perdón, os dañan e inmediatamente dañáis y eso Yo no os lo vine a enseñar, Yo os dije: “perdonad a aquel que os dañe”, pero ahora respondéis como el animal dañado, herido, que siente un dolor, ataca y mata o simplemente, otros, que destruyen por el puro gusto de destruir. Hay tanta maldad a vuestro alrededor, Mis pequeños y es porque no habéis dado fruto bueno, fruto abundante. Debéis detener todo éste mal viviendo en el Amor y en la virtud que Yo os vine a enseñar en Mi propia Persona, con Mi propio Ejemplo. Yo hablo de lo que Viví, de lo que os di, de lo que Yo Mismo sufrí, no hablo por lo que digan los demás, Yo padecí todo esto, pero también gocé de las almas buenas que Me rodearon.

    Está en vosotros, Mis pequeños, que éstas almas buenas vayan creciendo y abundando y no permitan que la hiedra y los árboles malos se desarrollen. Vuestra presencia en la Tierra tiene que dar mucho fruto, fruto bueno, que es el fruto que Yo os di y que os sigo transmitiendo. Vosotros sois Mis herederos del Reino y como hijos Míos, debéis seguir transmitiendo lo que Yo os he dado. Ahora sois Mis hermanos y en familia debemos cuidarnos. Cuidad pues de vuestros hermanos de toda la Tierra, cambiad vosotros, dejando que Yo viva en vuestro corazón, para que Yo Me manifieste a través de vosotros y para ir eliminando la maldad en el corazón de vuestros hermanos que producen fruto venenoso.

    Venid a Mí, tomad de Mí, que Soy Fuente de Vida y de Salvación. Tomad de Mí todas ésas capacidades grandes y bellas que solamente pueden venir de Mí, vuestro Dios, Creador y Redentor. Sed verdaderos hijos y hermanos Conmigo, vuestra tarea es bella, Mis pequeños, es reparar, es hacer crecer, es crear cosas bellas, santas, sublimes. DejadMe, dejadMe caminar vuestros pasos, dejadMe mover vuestro corazón y vuestros pensamientos, dejadMe hablar a través de vuestros labios, dejadMe Vivir para que vuestros hermanos se reconforten en Mí, crezcan Conmigo, vivan Conmigo y para Mí. El Reino es para todos, el Reino que Yo os vine a mostrar, es para todos vosotros, Mi riqueza es para todos vosotros, pero solamente las almas buenas, las almas que están llenas de Mi Amor, pueden apreciar el valor infinito de lo que Yo os vine a enseñar y de lo que os tengo prometido, porque la Sabiduría Divina solamente se desarrolla en las almas buenas, en las almas que buscan la santidad. Ahí es donde Me delito, en ésas almas buenas, ésas almas que luchan por alcanzar el estado de Gracia y lo cuidan como la perla preciosa.

    Cuidad, cuidad, Mis pequeños de Mis regalos Divinos, no desperdiciéis todo lo bueno que se os ha dado, que tanto, tanto Nos ha costado. Cuidad, cuidad lo que tenéis, porque lo que tenéis todavía dará frutos, mucho más grandes que los que ahora conocéis.
    Gracias, Mis pequeños.

      Temas:

      • Tened cuidado, porque mucho se hablará de Mí, vuestro Dios, negativamente, tratarán de sacarMe de vuestro corazón.
      • Os digo todo esto para que entendáis que estáis a momentos de perder todo lo bueno que Yo os puedo dar y estaréis en manos de aquel que os va a destruir.
      • Habíamos sido creados grandes, inmensos, la soberbia nos destronó, nos hizo caer, destruyó la perfección de nuestro Dios en nosotros.
      • Yo siempre voy regalando cosas nuevas a Mis creaturas, porque como Soy Infinito, sigo inventando maravillas para el hombre, porque os amo.
      • Debéis ser árboles que den fruto abundante y saludable, tenéis a vuestro alrededor árboles, que más que árboles, son como hiedra venenosa.
      • Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y Eva a J. V.


        Primer Misterio,
        Habla Dios Padre,
        Sobre: Tened cuidado, porque mucho se hablará de Mí, vuestro Dios, negativamente, tratarán de sacarMe de vuestro corazón.

        Hijitos Míos, la primaria obligación de los padres dentro del hogar es la de alimentar a los hijos, tanto con el alimento para su cuerpecito, para que crezcan sanos, fuertes, saludables y también del alimento del alma, para que se desarrollen espiritualmente y correctamente, para que puedan convivir en el mundo y puedan convivir con sus hermanos. Siempre en el amor, siempre en la rectitud, siempre en la virtud.

        Esta es la forma en la que los padres deben actuar en el hogar, ayudando a crecer a los hijos en todos sentidos, pero los mismos padres ya deben de estar crecidos, especialmente en la virtud y en el amor. Deberán pedir a la Sabiduría Santa, que sean inteligentes para poder llevar a los hijos con amor, guiarles y levantarles cuando caigan, que tengan ésa Sabiduría Santa para que los puedan apartar de los malos caminos que se irán abriendo ante los ojos de sus hijos durante su vida. Les guiarán correctamente y les ayudarán a acortar el camino para llegar a Mí y les aconsejarán para evitarles dolores innecesarios, porque para eso es la historia de cada hombre, uno sufre durante su vida y luego tratará de evitarle a sus hijos ésos sufrimientos y les enseñarán no ir por tal o cual camino errado para que la historia de dolor no se repita en ellos.

        Ciertamente los padres siempre amarán a los hijos y les tratarán de dar lo mejor posible para que éstos vivan en ésta Tierra sin muchos dolores y que todo les sea fácil en lo que más se pueda, pero cada uno de vosotros tenéis una misión y ciertamente también las caídas ayudan a madurar. Las caídas enseñan, las caídas os ayudan a no volver a tomar ése camino y así iréis creciendo con ayuda de los dolores de vuestros padres, de su experiencia, tanto en lo bueno como en lo malo y vosotros mismos caeréis, porque la terquedad del hombre siempre existirá.

        Cree el hombre que se puede separar de la guía amorosa, tanto de sus padres como de Mí, vuestro Dios. El hombre quiere hacer su propio camino, quiere labrar su propio destino y esto es bueno, porque Yo os di el libre albedrío y no estáis encadenados a nada ni a nadie. Realmente vosotros venís a Mí y mantenéis una relación con vuestros padres por amor. Aquellos que se han separado de sus padres y aún también se separan de Mí, son almas que no agradecen, no son almas dadivosas, son almas problemáticas, no gustan de vivir en el Bien y se esconden de los demás para poder obrar en el mal. Por eso es tan importante la educación desde pequeñitos, tanto la educación moral, o sea, cómo deberán moverse en el mundo, cómo deberán cuidar de sus hermanos y de sí mismos, pero la educación espiritual y sobre todo, bien tomados de Mi Mano, os ayudará a convivir como se debe de convivir en éste mundo, como verdaderos hermanos, hijos de un Dios que os amó tanto que hasta Su Hijo dio para vuestra salvación, pero antes de ello os dejó vasto Conocimiento para que os pudierais guiar en las Verdaderas Enseñanzas del Cielo.

        Mis pequeños, seguís siendo tercos, seguís queriendo hacer vuestro propio mundo, queréis empezar desde el principio y esto sucede porque no aceptáis la experiencia de vuestros padres y no tomáis toda la experiencia que se os da en las Sagradas Escrituras. No seáis tercos y sordos a todo lo que Yo os dé y os pida, Mis pequeños, Yo siempre buscaré vuestro bien, siempre seréis Mis hijos y los hijos siempre son buscados por los padres para mejorarles, ayudarles y protegerles de los ataques que se tienen normalmente en el mundo. Aunque os debo decir que mientras estéis más cerca de Mí, más ataques tendréis de Mi enemigo y vuestro enemigo, satanás. A él no le gusta que se produzca una hermandad entre los hombres, pero estando Conmigo, Mis pequeños, tendréis toda Mi Fuerza, Mis capacidades con vosotros. Acudid a Mí en todo momento de tribulación de cualquier tipo, Yo Soy vuestro Dios y os puedo librar de cualquier cosa, siempre y cuando estéis Conmigo y acudáis a Mí con confianza y con Fe.

        La Fe es imprescindible en Mis hijos y bienaventurados aquellos que sin haberMe visto creen en Mí, así lo dicen las Escrituras y os lo vuelvo a repetir bienaventurados sois vosotros, que creéis en Mí aún a pesar de que satanás ha tratado, por todos los medios, de burlar Mi Presencia real y Divina del corazón de los hombres.

        Tened cuidado, Mis pequeños, que éstos momentos de tribulación se van a ir acrecentando y recrudeciendo cada vez más con el pasar de los días, de los meses. Tened cuidado, porque mucho se hablará de Mí, vuestro Dios, negativamente, tratarán de sacarMe de vuestro corazón y así como en el Antiguo Testamento, cuando Mi pueblo vivía entre los egipcios y éstos, llenos de ídolos hicieron que Mi pueblo se olvidara de Mí, ahora os crearán muchos ídolos a vuestro alrededor y a vuestro gusto para que os olvidéis de Mí nuevamente. Tened discernimiento y pedídMelo para que os deis cuenta cuándo os querrán apartar de Mí. Muchos de vosotros no estáis bien protegidos porque no lo habéis buscado, no estáis protegidos con suficiente Fe y amor a Mí, pedidMe ésa Fe y ése Amor, para que satanás no pueda contra vosotros, pero para ello Me lo debéis pedir con humildad, reconociendo primeramente que sí aceptáis ser Mis hijos y que queréis seguir viviendo bajo Mis Leyes y bajo Mi Amor. Cuando estéis así, Mis pequeños, entonces recibiréis grandes bendiciones y gran protección, más todavía de la que ya tenéis, aún a pesar de que Me neguéis o de que no queráis estar Conmigo.

        Vivid pues, Mis pequeños, dejándoos acompañar de Mí, por vuestro Dios y Padre en todo momento, para que Yo os guíe y os ayude a crecer como los padres de la Tierra hacen todo lo posible y trabajan duramente para que vosotros podáis crecer en cuerpo, en espíritu y en lo intelectual, ayudándoos con vuestras necesidades materiales y espirituales. Venid a Mí, que Soy un Dios Providente y os puedo dar lo que necesitéis, solamente os pido que confiéis plenamente en Mí, vuestro Dios.
        Gracias, Mis pequeños.

        Segundo Misterio.
        Habla Dios Padre,
        Sobre: Os digo todo esto para que entendáis que estáis a momentos de perder todo lo bueno que Yo os puedo dar y estaréis en manos de aquel que os va a destruir.

        Hijitos Míos, os quiero hacer una comparación entre los tiempos antiguos y los tiempos que estáis viviendo.

        Mis pequeños, vuestros Primeros Padres, Adán y Eva, fueron creados santos, con capacidades inconmensurables, tenían potenciales increíbles, bellísimos, porque todo lo que Yo creo es así, perfecto. Ellos teniendo todo eso, teniendo Mi Presencia viva en su vida, en su corazón, teniendo todos los regalos de la Creación, Me negaron, se apartaron de Mí con su libre albedrío y perdieron todo. De tener una inteligencia sin par, capacidades que aún vosotros ahora ni siquiera conocéis, que vendrá el tiempo en que conoceréis, sabiduría excelsa, inteligencia envidiable, tenían tanto, Mis pequeños y todo eso lo perdieron por su Pecado.

        Como os he dicho, cayeron, cayeron a lo más bajo y ellos fueron los primeros hombres de la edad de piedra, como decís vosotros, quedaron primitivos, o sea, se quedaron sin nada. Negaron Mi Poder, Mis Capacidades, Mi Amor, como no lo quisieron, porque se acercaron al mal, perdieron todo y quedaron afectados por el mal, satanás, siempre os quitará, nunca os dará. Aparentemente, él os conquista dándoos cosas materiales que os convienen, pero tan pronto puede, ya que os tiene entre sus garras y que ya no os podéis soltar de él, os arranca lo que él mismo os dio y os deja peor que en un principio, cuando pedíais su ayuda.

        Entended que él nunca os va a ayudar, él siempre os tratará de destruir, porque sois Mis hijos y él os tiene envidia, os conquista con lo que vosotros queréis, pero luego os quita ése gusto y os destroza.

        La explicación viene porque en la actualidad vosotros tuvisteis nuevamente acceso al Cielo, como lo tenían vuestros Primeros Padres y esto es gracias a Mi Hijo, a través de Su Evangelización, a través de Su Ejemplo y de Su Vida, Él os trajo el Cielo nuevamente para que lo conocierais. Tuvisteis acceso al Conocimiento Celestial, se os dio para que empezarais a crecer, se os abrieron las puertas nuevamente de los Cielos y sobre todo, las Puertas de la Gracia que se habían cerrado por el Pecado de vuestros Primeros Padres.

        Nuevamente pudisteis saborear las mieles del Cielo, el hombre volvió a tener a su Dios entre ellos. Sí, vuestros Primeros Padres convivían Conmigo, convivían, platicaban y agradecían. Con la Venida de Mi Hijo a la Tierra, volvisteis a tener ésa oportunidad, vivir nuevamente con vuestro Dios, convivir con Él, obtener de Él Sus bendiciones, como podéis leer en las Escrituras todo el Bien que Él iba repartiendo entre los hombres y que sigue repartiendo a todos aquellos que con Fe y con Amor se acercan a Mi Hijo.

        Pero nuevamente el hombre cae, desperdiciando la Gracia de tener una vez más a vuestro Dios entre vosotros. Caéis en el error satánico nuevamente, os dejáis embaucar por sus mentiras, os dejáis seducir por su maldad, preferís lo que él os da, lo que él os promete, volvéis a caer y os separáis de Mí. ¿Qué les pasó a vuestros Primeros Padres?, perdieron todo, porque negaron la Vida, la Verdadera Vida, Mi Amor, Mis Enseñanzas y ahora estáis volviendo exactamente a lo mismo.

        Os digo esto para que recapacitéis y veáis el futuro que se os avecina ya, si os mantenéis ahí perderéis todo y nuevamente caeréis si seguís en el camino errado que habéis tomado. Todo está regido por una Ley, Mis pequeños y es la Ley del Amor, si vosotros no lo aceptáis para vosotros, se os quita, porque el Amor solamente puede vivir en los corazones que lo buscan y lo alimentan, pero si vosotros no estáis en condición de aceptar Mi Amor y Mis Leyes, si no queréis cuidar de todo ello, porque también os pertenece porque sois Mis hijos, se os quitará y cuando Mi Amor no es aceptado, lo material y lo espiritual, se apartan de vosotros y sufrís. Estáis viviendo momentos difíciles porque os estáis dando cuenta que están haciendo a un lado Mi Presencia, Mi Vida entre los hombres, esto ha sido gradual, están dejando a la humanidad sin su Dios y estáis cayendo, lo estáis viendo, estáis sufriendo en vuestra economía, en vuestra salud, estáis sufriendo con los cambios del clima, estáis sufriendo con los ataques satánicos a través de vuestros hermanos, de vuestros mismos hermanos, como Caín, que se dejaron mover por el mal.

        Esta es la comparación que quiero que meditéis, estáis sufriendo lo que ya se ha dado a lo largo de la historia, cuando el hombre se separa de su Dios. Estáis nuevamente como en ésos momentos, en que si os mantenéis tercos a apartarMe de vuestra vida, tanto en lo personal, como en lo social, sufriréis las consecuencias, quedaréis a merced de aquél que solamente quiere vuestro mal, que os quiere destruir, que os quiere quitar las posibilidades de adquirir Mis riquezas y Mi Amor. Quedaréis totalmente en sus manos y sufriréis muchísimo, Mis pequeños, Yo no quiero vuestro mal, Yo os quiero para el Bien, pero vosotros, como niños groseros, os apartáis de Mis Brazos y corréis a hacer vuestra voluntad.

        Yo os prevengo, Mis pequeños, recordad que el mal Yo no os lo envío, vosotros vais directamente a buscarlo y sufriréis sus consecuencias, os apartáis del Bien para vivir en el mal y el mal nunca es agradable.

        Os digo todo esto para que entendáis que estáis a momentos de perder todo lo bueno que Yo os puedo dar y estaréis en manos de aquel que os va a destruir. Os amo, Mis pequeños, espero recapacitéis a tiempo.
        Gracias, Mis pequeños.

        Tercer Misterio.
        Habla nuestra madre Eva
        Sobre: Habíamos sido creados grandes, inmensos, la soberbia nos destronó, nos hizo caer, destruyó la perfección de nuestro Dios en nosotros.

        (Veo a nuestros Primeros Padres, Adán y a Eva; veo a Eva sentada, sollozando y Adán a su derecha, de pié; habla Eva):

        Hijitos míos, ciertamente, como os ha dicho nuestro Padre, tuvimos mucho, mucho, mis pequeños, descendientes nuestros, descendientes en carne. Pero pedimos perdón, porque cortamos con el espíritu, el espíritu vivificador, el espíritu que nos daba vida, el espíritu que nos mantenía en amor íntimo con nuestro Padre y Dios. ¡Cuánto Amor vivíamos con Él!, ¡cuántas bellezas, todo fue creado para nosotros y para vosotros y en un error fatal, os infectamos, hijos míos, descendientes nuestros!
        Es así como el hombre no se fija en los errores que comete, cómo van a afectar a generaciones futuras. Los errores que se van cometiendo en una familia, pueden afectar a varias generaciones, son errores fatales y vosotros lo veis en algunas familias, que por un pecado grave, ya sea un asesinato, un robo, un mal que se cometa, entre vosotros, cómo va a afectando a las generaciones futuras, porque quedan señalados ante los hombres. El apellido queda afectado, se os reconoce y se os recuerda por ese apellido por el mal que vuestro antepasado cometió, al grado de que muchos prefieren cambiarse de nombre para no seguir siendo afectados por ése recuerdo malo de un antecesor.

        Lo mismo sucedió con nuestro Pecado, os hemos afectado a todos vosotros, nuestra penitencia nos ha costado muchísimo, nuestro dolor es inmenso. Cómo nuestro Pecado, siendo tan grave, que en ésos momentos ni imaginábamos, afectó el Plan Divino. Tanto bien que tenía pensado nuestro Dios para toda la humanidad, para todos nuestros descendientes y nuestro error, nuestra falta de visión, pero sobre todo, nuestra falta de amor hacia nuestro Dios afectó todo.

        Ciertamente, en Su Misericordia Infinita, manda a Su Hijo para reparar nuestro error, pero aún así, nuestro Pecado os sigue afectando. Seguimos viendo a nuestra descendencia y vemos cómo hay ramas buenas, ramas malas, frutos podridos, frutos excelsos, se sigue dando de todo, cuando pudo todo haber sido bellísimo. Nos pesa tanto haber coartado toda esa belleza, toda esa riqueza de nuestro Padre y Dios, porque Él es todo Amor, es todo Perfección y nosotros preferimos hacer nuestra voluntad. Nosotros, aunque teníamos grandes capacidades, pero nunca lo perfectas que tiene nuestro Dios, caímos por nuestra debilidad, pero sobre todo, por nuestra falta de amor. El Amor, mis pequeños, es tan importante en la vida del hombre, el Amor lo crea todo, el Amor lo perdona todo, que estando en el Verdadero Amor, quedáis protegidos perfectamente contra las fuerzas del mal.

        Nosotros quisimos hacer nuestra voluntad apartándonos del Verdadero Amor, el que venía directamente de nuestro Dios y Creador. Quisimos ser creadores, quisimos hacer de nuestra vida una vida aparte del Plan que nos tenía trazado nuestro Dios y Creador.

        El hombre, cuando se separa de las Leyes que nuestro Dios ha propuesto, cae irremediablemente, como caímos nosotros. El hombre nunca va a ser capaz de tener esa inmensidad de Sabiduría que tiene nuestro Dios. Cuando el hombre, en humildad, se atiene, como niño pequeñito, a la Sabiduría Divina, todo fluye, todo es bello, todo es santo, solamente la santidad puede fluir a través de ésas almas pequeñitas, humildes y ésa sabiduría, ésa santidad, ése amor que fluyen a través de ellos los hace grandes entre los hombres. Ahí tenéis a la Santísima Virgen María, la más grande entre todas las mujeres, la más Pequeñita, porque así lo quería Ella. Por Su gran humildad lo reconocía así, por la Sabiduría Divina en Ella. Esa Sabiduría Santa que se implantó en Su Ser, la llevó a la grandiosidad. Ella, en Su humildad, reparó nuestro Pecado, nosotros, que habíamos sido creados grandes, inmensos, la soberbia nos destronó, nos hizo caer, destruyó la perfección de nuestro Dios en nosotros. ¡Cuánto teníamos, mis pequeños!, ¡cuánto teníamos!, ¡cuántas cosas bellas puede hacer nuestro Dios en el ser, cuando éste se suelta totalmente a Su Amor!, ¡cuánta la tontería del hombre al sentirse grandes y separarse de la Sabiduría Divina!
        Mis pequeños, nuestro corazón todavía está sufriendo ése dolor, somos vuestros Padres, vuestros Primeros Padres y os aconsejamos que os mantengáis en el Amor de nuestro Dios y Creador, en Su Sabiduría Infinita, porque Él es todo Amor, Él es todo Dulzura, Él es todo Protección y Su Amor hace que las almas crezcan infinitamente. No busquéis cosas de la Tierra, cosas del mundo, buscad lo excelso, que es el Amor Infinito de nuestro Padre, de nuestro Dios, de nuestro Creador.

        Recibid nuestro amor, Mis pequeños y nuestra disculpa, porque nosotros atrajimos el mal a la Creación y vosotros estáis padeciendo nuestro error. Orad, orad para que pronto venga la Gracia nuevamente, la Gracia prometida de nuestro Dios y podamos nuevamente convivir nosotros con vosotros en el Amor Infinito de nuestro Dios.
        Gracias, nuestros pequeños.

        Cuarto Misterio,
        Habla Dios Padre,
        Sobre: Yo siempre voy regalando cosas nuevas a Mis creaturas, porque como Soy Infinito, sigo inventando maravillas para el hombre, porque os amo.

        Hijitos Míos, vuestros Primeros Padres, pactaron con satanás y él los destruyó, fue el primer mal ejemplo que tuvo la humanidad del trato del hombre con el mal. Por éste Pecado, a lo largo de la historia, algunos hombres han seguido pactando con él y esto se sigue dando hasta vuestros días.

        Estáis viviendo una vida de maldad, de pactos con vuestro enemigo, con Nuestro enemigo familiar, porque vosotros sois Mis hijos, Yo Soy vuestro Padre y lo que vosotros pactáis con el enemigo, Me afecta a Mí, como familia, como vuestro Padre y afecta a vuestros hermanos y a vuestros descendientes. Seguís viendo la maldad a vuestro alrededor porque el hombre no quiere entender que debe estar Conmigo para recibir Mis Bendiciones. Tenéis la posibilidad de obtener de Mí Bendiciones inconmensurables, infinitas, pero éstas se dan cuando vosotros hacéis vuestro esfuerzo de vivir bajo Mis Leyes, bajo Mi Amor, en Mi confianza plena y con una Fe a toda prueba. Todo eso os lo pido, Mis pequeños y os lo exijo y que ciertamente no podríais manteneros así si no fuera por Mi Gracia, que también os la regalo cuando queréis estar Conmigo.

        Os he dicho que el Bien y el mal son potencias grandísimas a vuestro entender y a vuestro poder, no tenéis el entendimiento real de lo que esto significa, pero debéis creer en Mí, vuestro Dios. Ciertamente, como os he dicho, el Bien es un Poder Infinito, el mal, ciertamente es poderoso, pero es finito y está supeditado a Mis Ordenes y a Mi Poder, no puede actuar en totalidad y en toda su capacidad, porque Mi Bien lo detiene. En cambio, el Bien es Infinito y no se detiene y da muchos frutos, cuando el alma lo toma y vive en él.

        Estando Conmigo, estando con Mi Amor, tenéis capacidades infinitas como os he dicho, porque, como Yo Soy Infinito, os comparto de ello. Solamente se detiene éste Amor, con Sus capacidades, cuando vosotros pactáis con el mal, cuando Me hacéis a un lado, cuando preferís la maldad en vuestro corazón y no Mi Bien Supremo.

        Ved, Mis pequeños, cómo caéis fácilmente en el error, la envidia de satanás os pone muchas tentaciones para que vosotros caigáis del Bien que os pertenece, y que os mováis en el mal que os aprisiona y os destruye. El Bien que os pertenece, os lleva en total libertad y hacia una inmensidad de conocimiento y de capacidades que ahora no comprendéis, pero que estáis todos llamados a ellas. Esa es la envida de satanás, que él perdió, igual que vuestros Primeros Padres, ésas capacidades de crecimiento, crecimiento infinito, porque Yo iba a llevar a vuestros Primeros Padres a un crecimiento infinito. Yo siempre voy regalando cosas nuevas a Mis creaturas, porque como Soy Infinito, sigo inventando maravillas para el hombre, porque os amo. Nunca, nunca alcanzaréis a recibir todas, todas Mis Bondades, porque siempre estaré creando más para consentiros, gozaréis en una forma inimaginable y siempre más y más, porque os amo.

        Si estáis Conmigo, gozaréis de todo lo Mío, si pactáis con el enemigo, perderéis, tanto vuestro bien actual, como el Bien futuro que os tengo a cada uno de vosotros. Ciertamente ahora tenéis la Gracia del arrepentimiento y del perdón de vuestros pecados a través del Sacramento y la penitencia y podéis reanudar el camino de la Gracia, pero lo detenéis, Mis pequeños, por vuestro libre albedrío.

        Caminad pues, por el camino de la Gracia y veréis Mis Bondades, que ni siquiera os imagináis. Os quiero consentir, Mis pequeños, os hablo tanto de esto porque os amo tanto y un padre que ama, quiere lo mejor para sus hijos. Os quiero ver saludables, santos, bellísimos. Las capacidades del alma son inmensas, os he dado un gran regalo, la vida.

        Así pues, Mis pequeños, dejadMe, dejadMe que Yo Me derrame perfectamente en vosotros, para que gocéis infinitamente de Mis regalos, Yo lo único que os pido es que os mantengáis bajo Mis Leyes y bajo Mi Amor, todo lo demás, vendrá por añadidura.
        Gracias, Mis pequeños.

        Quinto Misterio,
        Habla Nuestro Señor Jesucristo,
        Sobre: Debéis ser árboles que den fruto abundante y saludable, tenéis a vuestro alrededor árboles, que más que árboles, son como hiedra venenosa.

        Hijitos Míos, os decía en las Escrituras, que un árbol bueno da buenos frutos, un árbol malo, da malos frutos.

        Yo Soy el Árbol bueno, Yo vine a la Tierra a estar entre vosotros, Yo anduve entre vuestros hermanos y los conocía. Quise hacer patente ésta convivencia en Mi Vida, entré en vuestra vida, que no pareciera ser el Dios del Antiguo Testamento, que se había escondido, aparentemente, por el Pecado de vuestros Primeros Padres.

        Ciertamente fue un tiempo difícil, un tiempo de Gracia solamente para algunos, que realmente aceptaban Mis Bondades en su corazón, porque, hasta antes de Mi Venida, el pecado que se cometía, era difícil eliminarlo, eran muchos actos exteriores que se tenían que llevar a cabo para una purificación, pero muchas veces, a pesar de eso, no los llevaba al arrepentimiento verdadero en su interior. Vengo Yo, vuestro Dios y Salvador y os abro las puertas de la Gracia y a través de Mi Vida, de Mis Enseñanzas, de Mi Sacrificio y de Mi Resurrección, os abro las puertas de la Gracia y la facilidad de regresar a Mí tan pronto como cometierais una pena grave.

        Pero Mis pequeños, el arrepentimiento siempre va a ser importantísimo para vuestro desarrollo espiritual. Si vosotros no os arrepentís de corazón, seguiréis padeciendo el mal en vuestro corazón. El arrepentimiento quiere decir el apartarse verdaderamente de las fuentes del mal y de todos aquellos que os puedan llevar a la maldad.

        Debéis ser árboles que den fruto abundante y saludable, tenéis a vuestro alrededor árboles, que más que árboles, son como hiedra venenosa, que se van subiendo por el tronco, suben hasta el follaje y os asfixian, van tomando de vosotros vuestra vitalidad y os destruyen. Os he pedido que os cuidéis del árbol malo que os rodea, que oréis por ellos, pero que no les deis vida, que no abonéis su tierra, haciendo lo que ellos hacen, para que crezca y os ahogue. Al tratarlos con amor, evitáis que el mal siga avanzando en ellos y que os afecte también a vosotros.

        Desgraciadamente el mal ha aumentado muchísimo en vuestro mundo, lo habéis abonado, los árboles malos se han multiplicado, su fruto es malo y os está afectando a todos y ahora estáis viviendo la ley de la selva, en donde no se vive la virtud, no se vive el amor, sobre todo, no se vive el perdón, os dañan e inmediatamente dañáis y eso Yo no os lo vine a enseñar, Yo os dije: “perdonad a aquel que os dañe”, pero ahora respondéis como el animal dañado, herido, que siente un dolor, ataca y mata o simplemente, otros, que destruyen por el puro gusto de destruir. Hay tanta maldad a vuestro alrededor, Mis pequeños y es porque no habéis dado fruto bueno, fruto abundante. Debéis detener todo éste mal viviendo en el Amor y en la virtud que Yo os vine a enseñar en Mi propia Persona, con Mi propio Ejemplo. Yo hablo de lo que Viví, de lo que os di, de lo que Yo Mismo sufrí, no hablo por lo que digan los demás, Yo padecí todo esto, pero también gocé de las almas buenas que Me rodearon.

        Está en vosotros, Mis pequeños, que éstas almas buenas vayan creciendo y abundando y no permitan que la hiedra y los árboles malos se desarrollen. Vuestra presencia en la Tierra tiene que dar mucho fruto, fruto bueno, que es el fruto que Yo os di y que os sigo transmitiendo. Vosotros sois Mis herederos del Reino y como hijos Míos, debéis seguir transmitiendo lo que Yo os he dado. Ahora sois Mis hermanos y en familia debemos cuidarnos. Cuidad pues de vuestros hermanos de toda la Tierra, cambiad vosotros, dejando que Yo viva en vuestro corazón, para que Yo Me manifieste a través de vosotros y para ir eliminando la maldad en el corazón de vuestros hermanos que producen fruto venenoso.

        Venid a Mí, tomad de Mí, que Soy Fuente de Vida y de Salvación. Tomad de Mí todas ésas capacidades grandes y bellas que solamente pueden venir de Mí, vuestro Dios, Creador y Redentor. Sed verdaderos hijos y hermanos Conmigo, vuestra tarea es bella, Mis pequeños, es reparar, es hacer crecer, es crear cosas bellas, santas, sublimes. DejadMe, dejadMe caminar vuestros pasos, dejadMe mover vuestro corazón y vuestros pensamientos, dejadMe hablar a través de vuestros labios, dejadMe Vivir para que vuestros hermanos se reconforten en Mí, crezcan Conmigo, vivan Conmigo y para Mí. El Reino es para todos, el Reino que Yo os vine a mostrar, es para todos vosotros, Mi riqueza es para todos vosotros, pero solamente las almas buenas, las almas que están llenas de Mi Amor, pueden apreciar el valor infinito de lo que Yo os vine a enseñar y de lo que os tengo prometido, porque la Sabiduría Divina solamente se desarrolla en las almas buenas, en las almas que buscan la santidad. Ahí es donde Me delito, en ésas almas buenas, ésas almas que luchan por alcanzar el estado de Gracia y lo cuidan como la perla preciosa.

        Cuidad, cuidad, Mis pequeños de Mis regalos Divinos, no desperdiciéis todo lo bueno que se os ha dado, que tanto, tanto Nos ha costado. Cuidad, cuidad lo que tenéis, porque lo que tenéis todavía dará frutos, mucho más grandes que los que ahora conocéis.
        Gracias, Mis pequeños.