Jul 23_2020 Ya pocos confían en Mí, ya pocos tienen la Fe suficiente como para saber que Yo voy a poner todo en orden a Mi regreso. Son pocos los que realmente desean esta Segunda Venida Mía a la Tierra.

Rosario vespertino Mensaje ÚNICO

=================================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

=================================

Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Visión: Al principio, antes del mensaje, estuve viendo un rato el rostro de Nuestro Señor Jesucristo, pero nada más veía el rostro y abajo del rostro veía yo un estanque, aguas cristalinas, pero no sabía a qué se refería y por eso no dije nada en un principio, pero ya luego, empezando la Misa, lo que fue la Epístola y el Salmo, hablaban precisamente de las aguas cristalinas y de Nuestro Señor. A lo mejor se refería a eso, pero en un principio no lo entendí.

Hijitos Míos, sabéis que he de venir de nuevo y a estar entre vosotros, pero ¿realmente Soy invitado por vosotros? Vosotros, a vuestro hogar, invitáis a vuestros amigos, a vuestros parientes, a vuestros seres queridos, y sabéis que con ellos pasaréis un rato agradable, compartiréis muchas cosas, pero ¿a Mí, realmente, Me estáis invitando a regresar de nuevo entre vosotros?

Ya pocos confían en Mí, ya pocos tienen la Fe suficiente como para saber que Yo voy a poner todo en orden a Mi regreso. Son pocos los que realmente desean esta Segunda Venida Mía a la Tierra.

Os he dicho que Me llaméis continuamente para que Yo pueda venir a estar entre vosotros. Yo quiero regresar y estar entre vosotros, pero entre aquellos que Me aman, entre aquellos que realmente quieren estar conMigo. No voy a llegar a estar entre los que no Me toman en cuenta, que no Me conocen, que no Me aman, que no desean compartir su vida conMigo, por eso os he dicho que la apostasía, que ha causado satanás, ha debilitado la fe y el amor entre los hombres.

Ya no vivís buscando lo mejor para todos vosotros, buscando vivir en la perfección, buscando vivir en Mi Amor, buscando vivir en las Enseñanzas que Yo os dejé, y eso Me entristece mucho, Mis pequeños. Lo mismo os pasaría a vosotros si, estando con vuestros amigos supierais que hay una fiesta y a vosotros no os invitaran. ¿Qué sentirías? Os sentiríais mal, ¿verdad, Mis pequeños? Así estoy Yo con la gran mayoría de vosotros, no deseáis que Yo esté ya entre vosotros.

Por eso la purificación se tiene que dar, porque hay muchos que ya no Me toman en cuenta, que no les interesa que Yo esté entre vosotros, por eso quedará el resto fiel, el que Me busca, el que Me ama, el que tiene confianza plena en Mí.

Mis pequeños, ¡qué dolor Me causa esta generación! Una generación impávida, una generación sin Fe, una generación que no le interesa buscar su santidad, una generación que ha perdido toda esperanza de vida, simplemente se están dejando llevar por vivir el día, por vivir el momento; no buscan un futuro, pero un futuro eterno, un futuro lleno de Fe, un futuro con la gran esperanza de saber que Yo estaré entre vosotros.

Esa es la alegría de las almas santas, de las almas buenas que están esperándoMe, que están orando para que Yo regrese y esté entre vosotros. Imaginad qué no haré Yo por vosotros cuando esté caminando nuevamente en la Tierra, entre aquellos que Me aman, ¡os daré todo! Eso es lo que las almas buenas esperan, que Yo, vuestro Dios Todopoderoso y Omnipotente, amoroso, pueda estar nuevamente entre vosotros.

¡Qué dolor Me causáis, hijos Míos, porque habéis perdido la Fe, una Virtud tan grande! Aquellos que no tienen Fe han perdido todo, no esperan nada, simplemente viven por vivir. La Fe es uno de los regalos que se os otorgan al ser bautizados y ésta la vais desarrollando, precisamente en la confianza y en el crecimiento espiritual que vais teniendo a lo largo de vuestra existencia.

La Fe, la que más me gusta, es la de los niños, creen simplemente porque Me sienten en su corazón, no necesitan ningún tipo de explicación, ellos sienten Mi Amor, sienten Mi Vida en ellos, y eso les da gran alegría. El niño tiene esa Gracia de sentir el amor en una persona, y la aceptan, o de sentir la maldad en una persona, y la rechazan. Por eso, cuando estuve entre vosotros la primera vez, Yo les decía que quería que tuvierais la Fe de los niños, una Fe sencilla pero absoluta, sin preguntar nada, simplemente es el darse totalmente, el creer totalmente, el vivir totalmente en Mí.

BuscadMe, Mis pequeños, y Me encontraréis. Orad por vuestros hermanos que ya no Me quieren, no Me buscan, no Me esperan, no Me llaman. ¡Qué dolor para esas almas que están vacías! Un alma vacía ya no da prácticamente nada porque no hay Fe, porque en la Fe estoy Yo y, al estar Yo, vuestra alma está llena de Amor, y si no estoy Yo, ¿qué vais a poder dar a vuestros hermanos? ¡Nada!

BuscadMe, Mis pequeños, y estaré siempre ante vosotros. Ved Mi Rostro, estoy con vosotros, Yo no aparto Mi Mirada de vosotros. En todo momento os estoy viendo, os cuido, os enseño, os comprendo, os perdono. Me tenéis en todo momento para cuidaros, aconsejaros, llevaros por el buen camino. Yo no Me aparto de vosotros en ningún momento y eso es Fe, es el sentir, es el vivirMe sin verMe.

Sentís Mi Amor, sentís Mi Presencia, sentís que Yo estoy con vosotros, esa es la Fe de un niño. Sed, pues, esos niños que Yo quiero que seáis para que estéis conMigo en estos Nuevos Cielos, Nuevas Tierras que se darán. Tener, nuevamente, la Fe de un niño es estar lleno de Mí.

Orad por aquellos que no Me buscan, que no Me llaman, porque Me duele tanto ver que hay tantas almas que ya no se apoyan en Mí. Vosotros, los que tenéis una Fe firme en Mí, amadMe por ellos, interceded por ellos, pedid perdón por los pecados de ellos y así, por vuestra intercesión, Yo podré salvar a tantas almas que están apartadas de Mí.

Gracias, Mis pequeños.