Rosario matutino – Mensaje ÚNICO.
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
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Primer Misterio. Habla Dios Padre
Visión: Tengo en mente la Cruz, todo esto que estamos padeciendo, esta cruz que estamos padeciendo, la unimos a Tus méritos. Veo ahorita que se abren ampliamente los Cielos, son multitudes las que veo a través de esta apertura en el Cielo, en medio de esta apertura viene bajando la Cruz, obviamente con Nuestro Señor, ahí en la Cruz.
Hijitos Míos, el Amor es Misericordioso, es comprensivo, pero también es exigente. Sí, Mis pequeños, os doy mucho, pero también os pido mucho, ciertamente a vuestro nivel porque Mi Amor sobrepasa infinitamente lo que vosotros podéis regresarMe en amor, pero cuando Me dais vuestro pequeño amor salido de vuestro corazón, lo aprecio grandemente porque Me estáis dando ese poquito, pero que vale mucho para Mí.
Ciertamente hay mucha injusticia alrededor del mundo, mucho mal se ha posesionado de muchos corazones y la humanidad no entiende, porque no Me busca, porque no quiere escuchar a Mi Santo Espíritu que habita en vosotros.
Si tuvierais un momento a lo largo de vuestro día y quisierais entrar en vuestro corazón y escuchar a Mi Santo Espíritu, avanzaríais inmensamente en Sabiduría y en Amor, pero para vosotros valen más vuestros diarios quehaceres que el querer hablar con vuestro Dios, y estáis en un gran error, Mis pequeños. Yo Soy el Único que os puede dar la Sabiduría, Sabiduría Santa, Divina, que os va a ayudar a normar vuestra existencia.
Satanás conoce perfectamente cuáles son Mis designios hacia vosotros, cómo os debéis comportar con vuestros hermanos y cómo os debéis comportar Conmigo, vuestro Dios, y os desvía fácilmente porque conoce lo que a vosotros os gusta, que es lo material, que es lo pecaminoso, que es lo que va en contra de Mis Leyes y os dejáis llevar por esa mentira, y así habéis permanecido muchísimo tiempo a lo largo de la vida de cada uno de vosotros, perdiendo vuestro tiempo en cosas inútiles, en cosas pecaminosas, en cosas banales y no os ponéis a meditar que Yo, como os He dicho antes, os pediré cuentas del tiempo que os di de vida y de cómo llevasteis vuestra misión en la Tierra.
Os he dicho, así como Soy Misericordioso y Dadivoso, también Soy Severo en Mi Justicia, porque os he dado mucho y también quiero que de vosotros salga mucho hacia Mí, porque Me lo merezco, porque Yo os consiento en muchísimas cosas a lo largo de vuestra existencia y, ¿qué me dais vosotros? Las sobras. Soy el Mendigo que va atrás de vosotros implorando que Me deis algo para estar bien, y vosotros crecéis en soberbia y Me dais cualquier migaja para que no os moleste.
¡Que tonto es el hombre!, cuando Me debierais consentir, querer y amar más que a algo, más que a alguien. De Mí sale todo bien para vosotros, no hay ninguna otra fuente de Sapiencia, de Riqueza, de Amor, que sea como Yo o se quiera igualar a Mí.
Sois tontos, porque cerráis la puerta de todo bien que llega a vosotros, no dejáis que salga de Mí todo lo bueno que quiero para cada uno de vosotros, por no querer compromisos, porque os amáis más vosotros a vosotros mismos que a Mí, vuestro Dios, que os creé y os cuido en cada segundo de vuestra existencia.
Os falta tanta Sabiduría, tanta Humildad, tanto Amor. Sois necios, sois ciegos, no pensáis correctamente y eso os lo causa el pecado, porque os pone como un velo frente a vosotros, no os deja ver la realidad, Mi realidad en vuestra existencia. Satanás os lleva a una irrealidad de vida, de pensamiento, de espiritualidad, os conduce hacia un precipicio que os llevará a la muerte y no os dais cuenta de ello, os va consintiendo con tonterías, con pedrería que brilla mucho y vosotros os perdéis del Cielo que os tengo prometido y que debéis ganar por fe.
Satanás os pone a vuestro alcance cosas fáciles, cosas que brillan mucho, que os hacen creer que valen más que lo que Yo os doy y lo que Yo os pido, y vosotros os dejáis llevar por esos espejismos espirituales malvados que os pone satanás. Todavía no os queréis dar cuenta que él quiere vuestra destrucción temporal y eterna, y os hace sentir durante vuestra vida solamente goces temporales y, como os dije, pecaminosos.
Ciertamente el Cielo se gana con el dolor, con el amor; se gana con fe, con una fe absoluta, a ojos cerrados, aceptando Mi Voluntad en vuestra existencia. Ciertamente Yo os pido que caminéis por caminos de Luz, mientras él os lleva por caminos de tinieblas. Vuestra finalidad en esta existencia es dejar Luz en cada paso que deis, en cada palabra que digáis, en cada pensamiento que tengáis para el bien de vuestros hermanos y, sobre todo, del amor que Me deis, Mis pequeños.
No meditáis Mis Palabras, no meditáis Mis deseos, no meditáis el bien que quiero Yo para vosotros. Os conformáis pagándoMe con lo mínimo, con esos mendrugos que Me dais, y con eso creéis que ya cumplisteis ConMigo, vuestro Dios. Sigo mendigando vuestro amor y vosotros Me tratáis como un mendigo al que dais una monedita y le dais la espalda inmediatamente, como diciendo: “¡No me molestes más! Es suficiente lo que te he dado.”, cuando vosotros sois los que debierais estar atrás de Mí como mendigos, pidiendo todo lo que necesitáis y agradeciéndoMe por los bienes que os concedo.
Aquí es donde os debéis dar cuenta de cuánta Sabiduría os falta. Yo Soy el Poderoso, Yo Soy el Único, Yo Soy el Omnipotente, Soy el dueño de todo cuanto existe y vosotros os creéis los dueños de todo y esa monedita que Me dais casi sin valor, se la estáis dando al que os creó, al que os ha dado todo.
¿Os dais cuenta cómo está tan desviada vuestra naturaleza, vuestro pensamiento? Ya es tiempo de que recapacitéis, Mis pequeños, están tan próximos los acontecimientos de la purificación, terribles en extremo y vosotros no queréis cambiar. Se os ha pedido de una forma y de otra. ¡Os amo!, entendedlo, Mis pequeños, ¡os amo!, y no quiero vuestra destrucción eterna, pero os seguís creyendo los amos cuando sois Mis siervos, y siervos de muy mala calidad, groseros, soberbios, malos. Entended, os estáis jugando vuestra vida eterna.
La gran mayoría de vosotros estáis viviendo en condenación, necesitáis recapacitar. Pedid por el perdón de vuestros pecados, acercaros a Mí, vivid en oración y en penitencia, pero no, esto os cuesta demasiado a vosotros, las comodidades os llaman, os gritan y vosotros hacéis más caso al mundo.
Es vuestro libre albedrío, lo respeto, pero luego no Me echéis en cara que vuestra condenación fue por culpa Mía. Mucho se os ha dado, mucho se os ha buscado para que entendáis vuestro error, pero vosotros escogéis vuestro destino eterno.
Os amo y os envío Mi Santo Espíritu, para que si es vuestra voluntad, entréis en vuestro corazón y os dejéis guiar por la Sabiduría Divina, para que os lleve por caminos rectos y seguros para vuestra salvación eterna.
Gracias, Mis pequeños.