Jul 06_2020 Hijitos Míos, siempre vean hacia lo alto, hacia donde vuestro Hogar está. Estáis en la Tierra, pero mantened siempre vuestra vista hacia lo alto, porque estáis de paso aquí en la Tierra, estáis cumpliendo una misión, pero no es vuestro Hogar.

Rosario matutino Mensaje ÚNICO.

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

(Lenguas…)

Hijitos Míos, siempre vean hacia lo alto, hacia donde vuestro Hogar está. Estáis en la Tierra, pero mantened siempre vuestra vista hacia lo alto, porque estáis de paso aquí en la Tierra, estáis cumpliendo una misión, pero no es vuestro Hogar. Debéis cumplirla lo más perfectamente posible y siempre viendo hacia lo alto, porque allá en lo alto estoy Yo, vuestro Dios, que os doy todo lo que necesitáis para cumplir vuestra misión lo más perfectamente posible y estoy esperando vuestro regreso, después de que cumpláis Mi Voluntad aquí en la Tierra.

Mis pequeños, estáis llamados a ser perfectos, pero no podéis ser perfectos si bajáis la vista y os mantenéis en la Tierra, la Tierra tiene muchos distractores. En la Tierra, viendo la Tierra, viviendo en la Tierra, moviéndoos en las cosas del mundo, no podréis llegar a la perfección a la que estáis llamados.

Estáis en la Tierra, no para vivir en ella, sino para dejar Mi Amor en ella. Vosotros estáis llamados a una vida de perfección y la vida de perfección se logra mientras más os llenéis de Mí, mientras más penetrados y compenetrados estéis con Mi Amor, con Mi Sabiduría, con Mis Obras, con todo lo que Yo os dejé y os enseñé para que vosotros pudierais hacer en el mundo lo que debéis hacer, pero siempre con esa esperanza de regreso a vuestro Hogar Eterno.

La perfección, como os digo, es estar llenos de Mí, por eso le dije a aquel muchacho rico que se Me acercó, cuando él Me decía que había cumplido con los mandamientos: “Deja todo, vende todo y sígueMe.”, y el seguirMe era vivir en Mi Providencia, vivir bajo Mi Amparo, vivir bajo Mi Cuidado, vivir bajo Mi Guía Amorosa y Sabia, pero no le gustó, no le gustó lo que le indicaba porque tenía muchos bienes. Vio hacia abajo, vio lo que tenía y lo que gozaba con esos bienes, esa no es una perfección. Estáis mirando hacia abajo, manteneos siempre mirando hacia arriba, siempre.

Ciertamente, podéis tener bienes, como los tenía Lázaro y Me ayudaba en Mis necesidades económicas, Nos ayudaba a Mí y a los Apóstoles, pero él veía hacia arriba, Me veía a Mí, él cuidaba de todos los siervos que tenía para servir en sus posesiones, la Caridad la tenía siempre en su corazón y la repartía a los que estaban a su alrededor. Era un fiel servidor Mío, veía hacia arriba y compartía lo que tenía bajo.

Pero son pocos, muy pocos los que llegan a ese nivel de perfección, que teniendo lo del mundo no ven hacia abajo, sino que lo mismo del mundo les ayuda a seguir viendo hacia arriba al compartir de sus bienes y dejar no solamente bienes materiales, sino ejemplo de vida espiritual porque, si vivís viendo hacia arriba y estáis llenos de Mí, las cosas que deis de la Tierra, de lo de abajo, estarán impregnadas también de lo de arriba.

Cuidaos pues de no voltear y vivir en lo de abajo. Manteneos siempre buscándoMe, implorando Mi ayuda, viendo en todo momento vuestras necesidades espirituales, las vuestras y las de vuestros hermanos; no podéis ser perfectos si no amáis a vuestros hermanos que están abajo y que debéis levantarlos para que vean hacia arriba.

Os amo, Mis pequeños, manteneos siempre viendo Mi Amor, Mis cuidados, la vida que yo os dejé para que aprendierais de ella y para que no tuvierais que ver hacia abajo. Sólo ved hacia abajo cuando vuestros hermanos, que no han podido ver hacia arriba, lo necesiten; ved hacia abajo, acompañadles, educadles, dadles ejemplo y cumpliréis vuestra misión cuando hayáis hecho que vuestros hermanos miren hacia arriba.

Gracias, Mis pequeños.