Abr 11_19 Actué en el Amor, actué con gran Amor con todos vosotros pero, ahora, Mi Justicia será implacable, preparaos.

Rosario vespertino-Mensaje ÚNICO

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Mensaje de Dios Padre a J. V.

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Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: El tiempo os alcanzó, preparaos, los acontecimientos ya están sobre vosotros, la Purificación eliminará a todos aquellos que no quisieron vivir bajo Mis Leyes y bajo Mi Amor. Vuestra negligencia, vuestra traición os costará muy caro. Actué en el Amor, actué con gran Amor con todos vosotros pero ahora, Mi Justicia será implacable, preparaos.

Hijitos Míos, cuando hay opresión en los pueblos, cuando hay opresión en vosotros mismos, estáis buscando y esperando el momento de vuestra liberación. Y ahora Yo os puedo decir y proclamar que vuestra liberación viene ya, Mis pequeños.

Ciertamente, satanás oprimió al hombre antes de la llegada de Mi Hijo. El Pecado de Adán y Eva, hizo caer a toda la Creación a un estado deplorable, no solamente al hombre, sino que todo lo creado cayó en un estado de lástima.

Yo creé todo perfecto, creé todo y a todos, para que os ayudarais los unos a los otros, para que vivierais según la Paz que Yo tengo en Mí y todo el Amor que transmito a todo lo creado, pero se perdió con ese Pecado tan grave.

Ciertamente, podríais decir que los hijos no tienen por qué sufrir el pecado de los padres, porque vosotros fuisteis afectados por el Pecado de vuestros Primeros Padres, por eso, vosotros recibís el Bautismo, para que regreséis hacia Mí, para que el Bautismo os haga, hijos consentidos de Mi Creación.

Ciertamente, habéis escuchado esto muchas veces, pero no sabéis, exactamente, la profundidad espiritual que esto conlleva, y la sabréis dentro de poco cuando, después de la Purificación que se os avecina, se os dará a conocer, mediante Mi Santo Espíritu, todo. Sabréis cómo fue afectada por el Pecado de vuestros Primeros Padres, se os dará a conocer cómo fue Mi Creación, en qué estado estaba todo cuando apenas fue todo creado.

Conoceréis cómo el hombre, Adán y Eva, se llevaban con la Creación, cómo se cuidaban mutuamente, cómo el hombre tenía la obligación de cuidar ese tesoro tan grande que os di, que fue toda la Creación pero, por error, cayeron y descuidaron todo.

Ciertamente, satanás, por envidia, por maldad, hizo esto para que el hombre no gozara de Mis Bienes. Todo cambió, de ser todo perfecto, todo quedó afectado, ya no hubo Paz, ya no hubo Amor, empezó el ataque de unos contra otros. La misma Creación se puso en contra del hombre y el hombre contra la Creación, pero lo peor de todo, es que el hombre se puso, también, en contra del hombre y, luego, satanás, aprovechando esto, hizo que el hombre se pusiera en contra Mía, vuestro Creador.

Así pasaron varios siglos, hasta que Le pedí a Mi Hijo que bajara a redimiros y lo hizo por Amor, lo hizo por obediencia, sabía lo que iba a pasar, sabía lo que iba a sufrir y, aun así, aceptó la Misión que Yo Le encomendaba, por obediencia a Mí y por Amor a vosotros.

El Amor de Nuestra Santísima Trinidad es Inmenso, os lo he dicho, no entendible para vuestras pocas capacidades humanas, especialmente afectadas por el Pecado Original.

Bajó a la Tierra y vivió entre los hombres, os llevó Mi Presencia, os enseñó lo que se vive en el Cielo, pero más que todo, os enseñó a vivir en Mi Amor.

El hombre pudo, por fin, tener la posibilidad de alcanzar el Cielo con todo lo que Mi Hijo os enseñaba. Vivió entre los hombres, y muy pocos lo aceptaron, lo asesinaron en la Cruz, aquellos que eran los jefes del pueblo escogido.

Mi Amor se siguió transmitiendo entre los hombres, pero satanás se dio cuenta de lo que ese Amor afectaba a sus planes destructivos y desde ese entonces, se ha dedicado a destruir todo aquello que pueda llevaros a vivir bajo Mi Amor, bajo Mis Enseñanzas y, sobre todo que, al llevarlas a cabo, podáis regresar al Reino de los Cielos. Ha sido una batalla campal desde la Creación del hombre, hasta estos tiempos.

La maldad de satanás se ha ido acrecentando y, especialmente, porque ya tenéis el cómo regresar al Reino de los Cielos, que fue lo que os enseñó Mi Hijo pero, satanás, se las ha ingeniado para que, a pesar de ello, el hombre se siga apartando de Mí, y lo ha conseguido, y el hombre volvió a regresar, en estos tiempos, a como estaba antes de que llegara Mi Hijo a la Tierra.

¡Cuánto habéis desperdiciado de Mi Amor, de Mis Enseñanzas, de la vida espiritual que se os dio para que crecierais a esos niveles altos de espiritualidad, en los que quiero que viváis, Mis pequeños! Habéis desperdiciado muchísimo, y eso lo vais a tener que pagar, y lo han pagado, ya, muchas almas que están condenadas por la eternidad, por no haber creído en lo que Mi Hijo os dio, con Su Donación.

Y el hombre, sigue haciendo planes con satanás, para destruir lo poco que le queda de la espiritualidad que se os dio gratuitamente y que tanto Le costó a Mi Hijo.

No he visto que el hombre haya hecho mucho, para proteger, como un Tesoro invaluable, todo lo que Mi Hijo os vino a dejar. Vuestra herencia, que es el Cielo, la habéis malgastado, sois los hijos pródigos, que habiendo sido hijos del rey, malgastasteis, a través del pecado, a través de haberMe dado la espalda, a Mí, vuestro Dios, todos los bienes del Cielo y hasta vuestra primogenitura, por haber escogido vivir en el mal y despreciar el Bien, que es vuestro, porque sois Mis hijos.

Pocos, muy pocos son los que se arrepienten, muy pocos los que se dan cuenta de su error, muy pocos, son los que, al estar viviendo entre los puercos, entre el pecado, entre el mal, reflexionan su estado, reflexionan su error, reflexionan lo que se os dio gratuitamente y piden perdón y desean regresar a la Casa Paterna.

La gran mayoría, ni siquiera se dan cuenta de ello, simplemente toman la parte fácil: viví, y al morir, simplemente, desaparezco. Filosofías extrañas, mentalidad satánica, errores que os ha inculcado el mundo, el mundo que es de satanás.

Pocos, muy pocos son los que se han mantenido Conmigo, que han respetado Mi Palabra, que han procurado seguir en Mi Amor, que han orado por sus hermanos para salvarlos y a pesar de que os busco y procuro, de mil formas, que el hombre se dé cuenta de su error, no logro que el hombre reflexione.

Es tanta la maldad que el hombre ha dejado entrar en su corazón, que obscurece la Luz con la que Yo os quiero guiar nuevamente. Si al menos, voltearais hacia Mí, que apreciarais lo que he hecho por vosotros, y que sigo haciendo por vuestra salvación, Yo os daría la oportunidad de vuestra salvación eterna. Pero, desgraciadamente, Yo ya no Vivo en la gran mayoría de los corazones del hombre.

Os quejáis, pero no volteáis a verMe, todo lo queréis resolver a nivel humano o a través de satanás. Buscáis obtener lo que os falta, no a través de Mi Bien, sino a través del engaño de satanás, cuando os encomendáis a la brujería y al satanismo. Y a satanás, sí le creéis. ¡Qué tontería la vuestra, Mis pequeños, pensáis que el mal, os va a dar un Bien! Os engaña y caéis fácilmente en sus engaños y, cuando os dais cuenta de vuestro error, ya es demasiado tarde, ya os cubrió de tanto mal, y de una problemática de la cual no os podéis zafar, porque se sale de vuestras capacidades espirituales y ni aun así, recurrís a Mí.

Ya el hombre no Me tiene confianza, ya no Me busca para pedir ayuda de ningún tipo, simplemente, os vuelvo a repetir, ya no existo para el hombre. ¡Me duele tanto esto, Mis pequeños!, porque os creé con un gran Amor, os creé y os di el don de la vida con una esperanza grande de que Me ayudarais con vuestros hermanos, a que con vuestra oración, con vuestra presencia, llena de Mí, con vuestras palabras y vuestro ejemplo, Me alcanzarais almas para la salvación eterna, y ha sido todo lo contrario, os habéis perdido vosotros y habéis permitido, también, que se pierdan vuestros hermanos.

¡Cuánto pesar, cuánto dolor Me causáis, Mis pequeños!

Mi Hijo se dio por todos vosotros, por todas las almas de todos los tiempos, y ya ni eso meditáis. Vivís días Santos, recordando esos momentos últimos de la Vida de Mi Hijo sobre la Tierra, cuando convivía entre los hombres abiertamente, y ya ni eso os mueve. Para la gran mayoría, son días de diversión y no de meditación, que os podrían dar Luz para vuestra salvación eterna. Ya no aprovecháis esos momentos que permito entre los hombres, para que reflexionéis vuestros errores.

A veces, permito en vuestra vida, grandes dolores, penas, enfermedades, para que os detengáis un momento y meditéis el por qué os está pasando eso en vuestra vida.

Os he dado mucho, Mis pequeños, he derramado Mis Bendiciones abundantemente sobre el hombre, fueron, raudales de Misericordia lo que cayó del Cielo a la Tierra y el hombre no lo aprovechó. Pero, eso sí, al momento de los desastres, de los accidentes, de las enfermedades y muertes, sí volteáis hacia Mí y no para buscarMe para bien, sino para blasfemar Mi Santo Nombre; en esos momentos, sí os acordáis de Mí, pero para apartaros, todavía, más de Mí.

Ya no transmitís Vida, transmitís muerte, ya no hay verdad en vuestro corazón, vivís en la mentira, ya no se puede confiar en el hombre, porque busca solamente, sus propios intereses.

Ciertamente, todavía hay bondad en algunos corazones, pero son muy atacados por aquellos que se han vuelto instrumentos de satanás.

Fuerzas malignas gobiernan a toda la Tierra y nada hace el hombre para unirse y orar de corazón, para que con la fuerza de la oración, podáis vencer a satanás y a sus huestes.

Vivís para vosotros mismos, pero vivís en el error y así, se va difundiendo y se ha difundido el error, de generación en generación. El principal error, os vuelvo a repetir, es que Yo ya no estoy en el corazón del hombre.

¿No os dais cuenta, Mis pequeños, cómo las generaciones, en lugar de ir subiendo, mejorándose, en todos sentidos, se han ido empeorando?

El tiempo ya os alcanzó, el tiempo de la Justicia Divina, el Tiempo de vuestro Juicio, lo que pudisteis haber vivido como un cambio bello, si hubierais estado Conmigo, si hubierais convivido Conmigo, si hubierais aceptado Mi Amor y lo hubierais transmitido, hubiera sido bello, placentero, pacífico, lleno de Amor, pero no, escogisteis el vivir bajo la mentalidad y el error de satanás, y así, os habéis ganado el dolor, en este cambio, que ya tenéis sobre vosotros y, ni aun así, en el momento del dolor, muchas almas se darán cuenta de lo que esté pasando. A ese grado se ha apartado el hombre de Mí, ya no hay vida espiritual, os he dicho que sois muertos en vida.

Tuvisteis tantas oportunidades de crecer en la Verdadera Vida, de que os salvarais, de que llegarais a ser una generación de gran ejemplo de amor, pero fue todo lo contrario.

Os repito, el tiempo os alcanzó, preparaos, los acontecimientos ya están sobre vosotros, la Purificación eliminará a todos aquellos que no quisieron vivir bajo Mis Leyes y bajo Mi Amor. Vuestra negligencia, vuestra traición os costará muy caro. Actué en el Amor, actué con gran Amor con todos vosotros pero, ahora, Mi Justicia será implacable, preparaos. Gracias, Mis pequeños.