Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
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Habla Dios Padre
Hijitos Míos, se os ha dicho: sed santos, como Yo, vuestro Dios, Soy Santo. Mis pequeños, habéis sido formados como Yo, vuestro Dios, lo Soy. Habéis sido formados a Imagen y Semejanza Mía, y os debéis comportar de esa forma, Mis pequeños.
Yo Le pedí a Mi Hijo, que bajara a daros una Evangelización de Amor, en donde, Él Me mostrara a Mí, vuestro Dios, ante los hombres. Quise que fuera como vosotros, que caminara entre los hombres, que viviera como vosotros vivís, pero la diferencia estriba, en que Él, en todos los actos de Su Vida, tenía que manifestarMe a Mí, Su Padre, Yo vuestro Dios, ante los hombres.
Su caminar fue ejemplar, Sus Enseñanzas, fuera de este mundo, y así, lo manifestaban los que lo escuchaban, porque decían que ni los escribas ni fariseos, enseñaban tales cosas, como las que enseñaba Él. Ya no digamos, los Milagros que Él hacía, y siempre en Nombre Mío, de Su Padre, Yo, vuestro Dios.
Él vivió entre los hombres, gozó y sufrió entre vosotros. Murió para daros Vida a vosotros, para poder abrir el Cielo y pudierais entrar, nuevamente, a él.
¡Cuánto Amor derramó! ¡Y ese es el que Yo derramo sobre vosotros, Mis pequeños! Él Me mostró ante los hombres, en todo tiempo, era Mi Amor el que actuaba en Su Vida.
Algunos quedaron enamorados de ese Amor y Le siguieron, mientras otros, que ya habían sido tocados y tomados por satanás, odiaban ese Amor, porque, al llegar Él, en ese momento, la Luz venía al mundo.
La Luz, Mi Presencia, llegó al mundo a través de Él. Y se dio la Luz entre los hombres, se conoció Mi Sabiduría, se empezaron a entender Mis Palabras dadas en el Antiguo Testamento, en Él se manifestaban las Profecías y las Promesas (Lenguas…), que se dieron en el Antiguo Testamento, (Lenguas…)
Ciertamente, el pueblo elegido no supo apreciar Mi Presencia en Mi Hijo Jesucristo, perdieron esa oportunidad de ser el pueblo escogido, y ganó el resto de la humanidad.
Mis pequeños, se os ha dicho, que vosotros tenéis que ser como Mi Hijo, estáis llamados a ello, porque os he llamado Yo a la vida. Sois corredentores en estos tiempos, dejaos tomar por Mi Hijo, dejaos ser Vida por Mi Santo Espíritu, para que deis Vida a otros de vuestros hermanos, como Mi Hijo os la dio.
Ciertamente, estáis viviendo momentos difíciles, como los vivió Mi Hijo Jesucristo, pero ya os los había anunciado, Mis pequeños, ya había profecías desde antiguo, en que tendríais que padecer todo esto, como Mi Hijo padeció.
Habrá obscuridad en la Tierra, como lo fue cuando muere Mi Hijo, pero luego, viene la Luz y los escogidos verán esa nueva Luz.
Os dije, hace tiempo, que tendríais que padecer todo esto, pero que no os afligierais por ello, que pusierais vuestro corazón en lo que vendrá después. El amanecer será bellísimo, el amanecer de la nueva generación, será bellísimo y quedarán los escogidos, llenos de Mi Amor, llenos de Paz, llenos de una Vida, como nunca antes, esta humanidad la ha vivido.
No os preocupéis de lo que ocurra a vuestro alrededor, preocupaos por el estado de vuestra alma y de la de vuestros hermanos, los quiero de regreso, orad por ellos y orad por vosotros mismos.
Os amo, Mis pequeños, pedidMe lo que queráis en Mi Nombre y os lo concederé, siempre y cuando, sea para vuestro bien espiritual y el de vuestros hermanos.
Tenéis Mi Poder en vosotros, el poder de la oración, a través de la vida en la Gracia, a través del cumplimiento de las Leyes que os he dado y del Amor que he puesto en vuestro corazón. Estoy con vosotros en todo momento, vivid esta vida que tenéis, como la vivió Mi Hijo, por bien vuestro.
Gracias, Mis pequeños.