Sep 23_2023 En el hágase, vosotros deberéis escuchar solamente Mi Voz y todo saldrá perfecto, porque ya no seréis vosotros los actuantes en vuestra vida.

Rosario – Mensaje ÚNICO

.

====================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

====================

.

Habla Dios Padre.

(Lenguas…) Hijitos Míos, Soy vuestro Dios y Señor, Soy vuestro Creador.

Cada alma, como os he explicado y os he enseñado, cuando le doy el Don de la vida, venís, como os  he enseñado, con una misión específica de amar. Amar, primeramente, Mi Amor, vosotros tenéis esa obligación de entrar en Mi Corazón Sacratísimo, para seguir bebiendo de él: Conocimiento, Sabiduría, Amor y todas las Virtudes que necesitáis para llevar a cabo vuestra misión.

Vosotros necesitáis de Mí, vuestro Dios, Yo Soy la Fuente de Vida, Yo Soy la Fuente del Conocimiento, vosotros llegáis a Mí, a través de la oración, y bien lo sabéis, Mis pequeños. Llegáis a Mí, porque sabéis vosotros que necesitáis de Mí porque Soy el Único que puede resolver vuestras dudas en vuestra misión.

La misión que lleváis cada uno de vosotros, cuando la lleváis correctamente, da muchos frutos porque Me dejáis obrar a Mí en vosotros. Sabéis perfectamente, que satanás os lleva por caminos equivocados, os engaña, os cubre, os pone un velo de maldad, para que no podáis reconocer Mis Palabras correctas, para que no podáis vosotros estar seguros de lo que hacéis; y eso, os pasa a todos vosotros, Mis pequeños, porque estáis en sus terrenos.

Vosotros vinisteis a producir Amor, vinisteis a llevar Mi Misión Divina, la que Le pedí a Mi Hijo Jesucristo que os diera, y que es la salvación de las almas. Como os he dicho, vuestra principal misión, es llevar Mi Amor y con él, salvar almas.

Os lo he dicho tantas veces, pero satanás, os hace dudar, y eso, vuelvo a repetir, os pasa a todos vosotros. Si vosotros, realmente, vivierais en la oración, y vierais cómo Mi Hija, La siempre Virgen María, adentrada totalmente en Su Corazón, en donde Yo Vivo plenamente en Ella, no podríais dudar, porque reconoceríais Mi Voz en todo momento y aún en los momentos difíciles, como los que pasáis continuamente vosotros.

Tenéis que abriros de par en par ante Mi Presencia. (Lenguas…) Tenéis que darMe, vosotros, vuestro corazón, al abrir vuestro corazón de par en par y Yo, abriendo Mi Corazón de par en par, debéis unir vuestro corazón al Mío; pero al hacerlo, debéis estar, por un lado, contentos de que sereMos uno, pero, por otro lado, os deberéis despedir de vuestro propio “yo”. Debéis dejarMe a Mí Vivir plenamente en vosotros, para que lo que salga de vosotros sea lo Verdadero, lo Santo, lo Bello, lo Único, porque vosotros estáis buscando al Único, que Soy Yo. Nada en vuestro mundo debe estar antes que Yo, ya que  Yo Soy el Único, el Primero, el Creador, todo aquello que os lleve por caminos en donde Me quitéis ese lugar de ser el Único, no viene de Mí, Mis pequeños.

Entrad en lo profundo de vuestro corazón, olvidaos de lo que hay a vuestro alrededor, buscadMe a Mí, vuestro Dios, en vuestro corazón, para que os pueda mandar a Mi Santo Espíritu, a que os explique continuamente, vuestro proceder en vuestra vida.

Mi Amor es inmenso, Mi Amor es el Único que existe en Perfección. ¿Por qué escucháis otros corazones? ¿Por qué escuchar a aquellos en los cuales no estoy Yo?, y para eso, necesitáis la oración, para que el Discernimiento Santo os haga reconocer Mi Voz alrededor vuestro. Muchas voces hay a vuestro alrededor, pero Mi Voz es la Única que os puede llevar al camino correcto, a la perfección, a la santidad de vida.

Yo Soy el Único que puede mover corazones, en aquellos corazones dudosos, aquellos corazones perdidos, aquellos corazones a los cuales satanás los desvía, para que vosotros no podáis llevar a cabo lo que Yo os pido.

No quisiera decir que Yo os ordeno, porque respeto vuestra voluntad, pero, vosotros, al estar Conmigo, al haberos consagrado a Mí, vuestro Dios, sí lleváis, entonces, una obligación de amor, porque os habéis dado plenamente a Mí, porque Yo Soy el Que Soy, el Único, el Santísimo, al que debéis vosotros seguir, porque Me habéis escogido de entre todo lo que hay a vuestro alrededor, de entre todas esas voces que tenéis a vuestro alrededor.

Ya Me encontrasteis a Mí, entonces, ¿por qué seguir las otras voces? Entrad pues, en Mi Corazón y dejadMe Vivir plenamente en vosotros, para que salga de vosotros Mi Ser y Yo pueda seguir moviendo corazones, como Mi Mismísimo Hijo Jesucristo lo hizo, dejándoMe a Mí, Su Padre, Vivir plenamente en Él, para que Me llevara a todos aquellos que estaban a Su alrededor. Él Mismo os lo dijo: Yo no hablo por Mí Mismo, Yo hablo por lo que Mi Padre Me dice que hable. Y vosotros debéis tener esa posición también, que habléis, actuéis, penséis, como Yo vuestro Dios, vuestro Padre, vuestro Creador, vuestro Guía, quiero que seáis.

Sois almas especiales, todos vosotros, los que Me reconocéis en vuestro ser. Todos, todos vosotros, los que habéis sido creados y que tenéis vida, sois seres especiales. No, no todos responden a Mi Voz, no todos responden como Yo quisiera que respondierais cada uno de vosotros, como Mi Hijo lo hizo, o como Mi Hija, la Siempre Virgen María lo hizo.

¡Cuántos, cuántos de vosotros Me decís: hágase!, porque sabéis que esa palabra va a hacer que os olvidéis de vosotros mismos y que Me vais a pertenecer desde ahora y para siempre.

“Hágase”, debe ser para vosotros vuestra metamorfosis, olvidando al ser antiguo, al ser que escuchaba al mundo, que escuchaba las voces de su alrededor y no escuchaba plenamente la Mía. En el hágase, vosotros deberéis escuchar solamente Mi Voz y todo saldrá perfecto, porque ya no seréis vosotros los actuantes en vuestra vida, Seré Yo en vosotros y si lo veis así, qué gran honor, para cada uno de vosotros, que vuestro Dios y Señor esté actuando en vuestra nada. Sois nada, imaginad qué grandeza para vosotros, que vuestro Creador Viva, Piense, Actúe en vosotros.

Meditad esto, Mis pequeños, y dejad que las otras voces a vuestro alrededor, ya no hagan ningún efecto negativo en vuestro ser, en vuestra mente, en vuestro actuar.

Os bendigo, Mis pequeños, con Mi Bendición de Padre Creador, para que vosotros podáis entender toda esta belleza que Yo he hecho con vuestras almas y que os pido Me dejéis actuar en vosotros. Sois Míos, sois Míos, a pesar de que vosotros sois una nada, sois Míos.

Os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo y en el del Espíritu Santo, llenaos de Mi Paz, Mis pequeños.

Amén.