Mayo 08_2023 Cuando Me deis el lugar que Me merezco, Yo seré nuevamente vuestro Dios y vosotros seréis Mi pueblo, pueblo adorado por Mí, vuestro Dios.

Rosario – Mensaje ÚNICO

.

===================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

===================

.

Habla Dios Padre.

Hijitos Míos, os quiero hacer reflexionar sobre el estado de vuestra existencia. Quiero que reflexionéis sobre el Primer Mandamiento: Me amaréis a Mí, vuestro Dios, antes que a cualquier cosa, antes que a cualquier persona, antes que a ningún ídolo o algo a quien vosotros adoréis antes que a Mí, vuestro Dios.

Mis pequeños, (Lenguas…) ciertamente, si hay algo que Me molesta tanto, a Mí, como vuestro Padre y vuestro Dios, es que antepongáis algo o a alguien antes que a Mí, vuestro Dios.

Mis pequeños, Yo os he creado ¿o hay alguien que haya sido creado o algo que haya sido creado por alguien más? ¿Conocéis a ese alguien? ¡No, Mis pequeños, no existe!

Vais creciendo y empieza vuestra vida, a que os vayáis dando cuenta de vuestras capacidades. Ciertamente, también os he dado a algunos de vosotros, más Sabiduría, más inteligencia, capacidades atléticas, capacidades de múltiples formas, en las cuales, vosotros vais creciendo y vais desarrollando, pero todo eso, es para que vosotros vayáis dándolas,  compartiéndolas con vuestros hermanos. Yo os he creado para un Bien, y ese principal Bien, Soy Yo, vuestro Dios.

Cuando Yo les di a Adán y a Eva el Conocimiento de todo lo Creado, ¡de todo lo Creado!, no solamente de la Tierra, sino del Universo entero, tenían ellos capacidades inmensas, infinitas, que ahora no os podéis ni siquiera imaginar. Conocían todo, pero, también, Me conocían a Mí. Conocieron maravillas, que en algún tiempo, conoceréis, pero Me conocieron antes a Mí, vuestro Dios, sabían Quién era Yo, qué capacidades tenía Yo, que necesidades amorosas tenía Yo y, sobre todo, de un respeto Divino hacia Mí. Sí, conocían Mi Divinidad y a pesar que ellos tenían capacidades, que vosotros no os podéis ni siquiera imaginar, físicas, espirituales, en todos sentidos, Me daban Mi lugar como Dios Creador, como Dios Amoroso, como Padre. Les pedí que cuidaran de la Creación, y ellos, sabiendo, que la Creación había salido de Mis Manos, agradecían, de corazón, lo que tenían.

El primer error que se vio, es cuando cayeron ya en pecado y tuvieron entre sus hijos, a Caín y a Abel. Abel respetaba lo que sus padres respetaban, o sea, que Me daba el primer lugar en todo, agradecía lo que obtenía de la tierra, el amor que tenía hacia Mí, vuestro Dios, Me ofrecía Abel lo mejor de sus cultivos, Me ofrecía su corazón.

En cambio, Caín, no Me daba lo mejor que tenía, y eso Me molestó mucho, puesto que Yo doy en totalidad. Cuando Yo doy algo a alguien, lo doy en un alto grado y no lo apreció. Sabía lo que tenía, pero Me daba las sobras y le molestaba que su hermano, Abel, fuera más consentido por Mi Corazón que él.

Yo doy en cantidades infinitas a los que Me respetan, a los que Me dan Mi lugar como Padre, como Dios Creador, como Dios Providente, como Dios cuidadoso para con Mis hijos.

Cuando vosotros Me tenéis como lo primero en vuestra existencia, Yo Me derramo en Amor sobre vosotros. Mi Amor es el premio más grande que un alma puede tener. Es la Fuerza más poderosa del Universo, de todo lo creado, de todo lo visible e invisible. Pero muchos, muchos hijos Míos, no saben apreciar esto, prefieren los bienes materiales, buscan lo material, los amoríos, la idolatría, idolatría, que a veces, no la hacen o no la llevan a cabo con toda intención, pero prefieren las cosas materiales o prefieren a una persona o a una cosa antes que a Mí. Ponen toda su atención en todo aquello que, ciertamente, viene de Mí, pero no es a Mí, vuestro Dios y el Creador de todo eso, a quien ellos adoran.

Es decepcionante ver que un alma, adore a un idolillo hecho de tierra, de pasta, antes que a Mí, que Soy el Creador de todo cuanto existe.

Y os doy todo este preámbulo, para que os deis cuenta de que todo lo que estáis viviendo, todo lo que se está dando, tanto en la Tierra como en el Universo entero, es porque vosotros, a los que he creado, Me habéis hecho a un lado, preferís darle el primer lugar a cosas, a vuestras capacidades, a vuestra inteligencia, y digo inteligencia, y la recalco, porque no hay Sabiduría en vosotros. Si tuvierais la Sabiduría, si la pidierais, ella os llevaría a conocer la Verdad y la Verdad Soy Yo, vuestro Dios.

Vais adorando a todo aquello que os sirve más para vuestros planes humanos, materiales, para gozo, para distracción y ¿dónde quedo Yo? Estáis adorando algo o a alguien, antes que a Mí, vuestro Dios. Y leéis en las Sagradas Escrituras cómo Me molestaba Yo tanto, con el pueblo escogido, cuando, al conquistar a otros pueblos, se tomaban para ellos mismos, la adoración a ídolos.

Y eso es lo que estáis haciendo ahora, Mis pequeños, y por eso os estáis dando cuenta, de cómo Mi Dolor se está quejando contra vosotros, y la purificación que se está dando, y se dará en pleno, será, precisamente, para eliminar a todo y a todos aquellos que no Me están dando el lugar que Me merezco, que es lo primero en vuestra existencia.

¿Qué le pasaba al pueblo judío cuando adoraban a ídolos? Les daba Yo la espalda, los conquistaban, los hacían esclavos, sufrían, pero cuando se daban cuenta de su error, hacían penitencia, pedían, nuevamente, Mi Ayuda y los perdonaba, les quitaba las cadenas con que los tenían esclavizados, y volvían a ser el pueblo escogido y los seguía Yo consintiendo.

Os lo he pedido tanto, a través de Mi Hijo Jesucristo, a través de Mi Hija, La Siempre Virgen María, os he pedido tanto que regreséis a Mí, que Me deis nuevamente el lugar que Me merezco, que viváis bajo Mis Leyes, para que podáis recibir en pleno Mi Amor. ¡Os amo, entended, Mis pequeños! Os amo, pero vosotros Me habéis, ya, sacado de vuestro corazón, y la gran mayoría de vosotros, si existo en vuestro corazón, es cuando vosotros Me pedís algo con insistencia, con grosería, como si fuera Yo vuestro esclavo, que os debe de ayudar en todo, que os debe dar todo lo que vosotros queréis y no os dais cuenta, de que vosotros, sois simples arenitas, sois una gota de agua en una playa inmensa, en un mar infinito, sois nada, y no os dais cuenta de que vuestro Dios, es mucho más de lo que os imagináis. No queréis pertenecer a Mí, buscáis, solamente, lo que Yo he creado para vuestro bien.

Os he invitado a ser Mis hijos, os he prometido un Cielo, donde vuestras capacidades, ahora limitadas por vuestro cuerpo y por el pecado, que tanto cometéis todos los días, se hará a un lado y vuestras potencias que traéis internamente, se van a derramar y conoceréis lo que teníais en vuestro interior. Algunos las conoceréis a tiempo y las gozaréis, a otros, las conoceréis en el momento de vuestro Juicio, pero vuestro Juicio será negativo y sabréis lo que perdisteis, porque os pusisteis antes que a Mí, vuestro Dios, que Me hicisteis a un lado, Me abofeteasteis, fuisteis uno de esos esbirros que destrozaron todo Mi Cuerpo. ¡Pobres, Mis pequeños! ¡Pobre generación tan pecadora, tan ciega, tan tonta e inútil!, os di tanto y habéis despreciado tanto que Yo os di.

Recapacitad, pues, Mis pequeños, sed como la gente de Nínive, entended las profecías que tenéis a vuestro alcance, regresad a Mí, vuestro Dios. Entended que sois nada, y si sois algo, es porque Yo estoy en vosotros, porque Me dais el lugar que Me merezco en vosotros, en vuestra vida, en vuestras cosas, en vuestras intenciones.

Cuando Me deis el lugar que Me merezco, Yo seré nuevamente vuestro Dios y vosotros seréis Mi pueblo, pueblo adorado por Mí, vuestro Dios, Mis pequeños, Mis pequeños, seres creados por Mí, vuestro Dios, para gozar de Mi Omnipotencia Divina, de Mi Amor Infinito, que gratuitamente os doy y que recibo de vuestro bien, vuestro pequeño amor.

Gracias, Mis pequeños.