Mayo 05_2023 La soledad, cuando verdaderamente se ama, es tremenda, Mis pequeños y vosotros, también la vais a tener que sufrir.

Rosario – Mensaje ÚNICO

.

==============================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

==============================

.

Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, Yo sufrí la soledad. Pasé tres años uniendo, educando a los Apóstoles y a los discípulos; tres años en donde había una supuesta amistad, pero ¿qué pasó al final?, todos se alejaron, todos Me dejaron solo, hasta Pedro, que dijo que daría su vida por Mí y no lo hizo.

Con Mi Madre, ciertamente, hubo cierta soledad, y digo cierta, porque, realmente, Ella y Yo, éramos Uno, es una unión grande, Ella sabía en dónde estaba Yo, Yo sabía en dónde estaba Ella y no se apartó de Mí, pero, al quedar ya muerto en la Cruz, la soledad fue grande.

Con algunos, muy pocos, de Mis Apóstoles, se mantuvieron Conmigo, demasiado pocos. En la soledad, cuando verdaderamente se ama, es tremenda, Mis pequeños y vosotros, también la vais a tener que sufrir.

Aquellos, como os dije, que fueron preparados y que Me querían mucho, se alejaron de Mí cuando Me vieron apresado, cuando Me vieron maltratado, cuando Me vieron clavado en la Cruz, el temor fue más fuerte que el amor que decían tenerMe. Como os he dicho antes, vosotros vais a tener que pasar por lo mismo que Yo pasé.

Ciertamente, habéis recibido y habéis dado evangelización, tomasteis la Mía y la habéis dado, pero llegará un momento en que todo se volverá en vuestra contra, seréis perseguidos como los mismos Apóstoles lo fueron, pero ciertamente, después, Mi Santo Espíritu los reunió y así será también con vosotros.

Esto os lo digo, Mis pequeños, para que no os asustéis en esos momentos de tribulación, porque Yo estaré con vosotros, y ha sido Mi Promesa: si el Mundo Me dejó solo, Yo, vuestro Dios, no os dejaré solos. Ciertamente, pasaréis unos momentos de prueba, para ver qué tanto Me queréis, qué tanto podéis hacer sin Mi Presencia, pero eso no será malo, Mis pequeños, Mi Santo Espíritu os llevará a reflexionar por todos los momentos que Me habéis tenido y aquellos momentos en que, pecando, Me abandonasteis, Me dejasteis a un lado, quisisteis hacer vuestras cosas, quisisteis hacer vuestra vida.

Se os ha dicho que la vida que tenéis es para servirMe, a Mí, vuestro Dios. Pero Yo también, os he prometido que no Me apartaré de vosotros nunca, porque os amo, porque estáis para servirMe en el Amor, porque a través vuestro, las almas, a vuestro alrededor Me ven, Me escuchan, Me aman.

Yo tomaré vuestra persona, Yo tomaré vuestros pensamientos, vuestras palabras, acciones y milagros que hagáis. Yo estaré Presente entre los hombres a través vuestro y, así os daréis cuenta de que Yo estoy con vosotros y que si en algún momento os sentís solos, os pido que entréis a vuestro corazón y ahí estaré. Cuando os sintáis solos, orad, como Yo oraba, aún, a pesar de cuando Me estaban destrozando los verdugos.

Que vuestra vida, también, sea de oración, que vuestra vida, también, sea de salvación de almas, que vuestra vida sea, también, atraer ya, el triunfo del Cielo sobre la maldad de satanás. Que vuestra vida sea de triunfo, como Yo triunfé sobre la Muerte y os traje Vida con Mi Muerte y con Mi Resurrección. Os traje más seguridad de seguirMe, porque nunca antes, nadie, ni después, hará lo que Yo he hecho por vosotros: Morir y Resucitar, daros Enseñanzas de Vida y hacer de vosotros Apóstoles, llevando Mi Palabra, llevando Vida, resucitando muertos, haciendo grandes milagros, para que vean los que os rodeen, que Yo sigo sirviéndoos.

Orad mucho, Mis pequeños, porque ya hay tanto desamor en el Mundo, hay tanta maldad, que se ha perdido la Fe. Os habéis llenado de tantos ruidos a vuestro alrededor, porque no queréis vivir en esa soledad, soledad Santa, que os lleva a la reflexión de la Verdad, una reflexión que os hará crecer espiritualmente, una reflexión que os llevará por el buen camino, como Yo lo Soy, que os llevará a una nueva vida, que os preparará para que vosotros, al final, tengáis la Verdadera Vida y la gocéis eternamente.

Venid, pues, Mis pequeños, y que aunque paséis esos momentos difíciles, Yo estaré con vosotros, no Me apartaré de vosotros, Yo os llevaré al triunfo sobre la muerte, al triunfo sobre el pecado, porque Me habéis seguido, porque habéis confiado en Mí, porque Me amáis a Mí, vuestro Dios.

Gracias, Mis pequeños.