Feb 06_2023 ¿Cuántas madres tengo aquí ahora, en este tiempo, almas que piensen en Mí, que Me concedan, completamente, su vida, su voluntad, su amor?

Rosario – Mensaje ÚNICO

.

==============================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

==============================

.

Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, en el Huerto de los Olivos, Yo sentí la soledad espiritual de aquellos a los que Yo había enseñado, aquellos que escogí para que fueran Mis discípulos, Mis Apóstoles, los que llevarían Mi Palabra alrededor del Mundo. Sentí esa soledad que ahora, vosotros, empezaréis a sentir poco a poco, porque Yo os he dicho que, también, la humanidad tendrá que pasar lo mismo por lo que Yo pasé en esos últimos momentos de Mi Vida sobre la Tierra.

En ese momento, que Yo contaba con ellos, que eran Mis amigos, a los que Yo había instruido, que Me seguían, que Me decían amarMe, en el momento de la prueba, desaparecieron, se fueron, Me dejaron solo. Pero, antes de eso, oraba Yo, oraba por todos vosotros, sabiendo que vosotros no estáis muy firmes en la Fe, en el Amor hacia Mí. No Me dais vuestro cien por ciento y sigo recogiendo, solamente, las migajas de amor que Me dais, a veces.

¡Cuánto extraño a aquellas almas buenas, puras, santas!, esas almas que vosotros conocéis, que están en la historia, que sobresalieron de entre los hombres, almas que se dieron por Mí, almas que se dieron de corazón, almas que buscaron Mi Corazón, Mi Amor, para vivir con Él eternamente.

¡Cuánto os necesito, Mis pequeños! ¡Cuánto os necesito!, y vosotros no os compadecéis de Mí. No Me buscáis, Yo también sufro, Yo también Me he dado por vosotros, y ahora, que vosotros os daréis por Mí, conoceréis esos dolores espirituales que Mi Santo Espíritu os dejará sentir, para que vayáis comprendiendo los Misterios de la Cruz.

Gracias a vosotros, los que sois fieles, como Mi Juan, aquél que no se separó de Mí, que Me acompañó junto a la Cruz, junto con las mujeres, especialmente, Mi Madre.

Necesito más Juanes en este tiempo, es vuestro tiempo ahora, Mis pequeños, en que seréis tomados muchos de vosotros, y otros, quedaréis para una nueva generación. Entended que ahora estáis en el Huerto de los Olivos, toda esta humanidad está en el Huerto de los Olivos. Entrad en vuestro corazón, orad, acompañadMe.

Yo, oré por vosotros a Mi Padre por vuestra conversión y salvación, ahora, os toca a vosotros acompañarMe y orar, para quitarMe tantos dolores que vuestros pecados Le han causado a Mi Sacratísimo Corazón.

Mi Madre sufría inmensamente por todo lo que Yo pasaba. ¿Cuántas madres tengo aquí ahora, en este tiempo, almas que piensen en Mí, que Me concedan, completamente, su vida, su voluntad, su amor? Necesito más madres que Me puedan dejarMe recostar en su regazo, que Me den ese amor de madre, que Me dejen sentir esos corazones que palpitan de amor hacia Mí.

Ciertamente, al deciros que tendréis que padecer lo que Yo padecí, es porque todo se irá acentuando. Los mismos hermanos vuestros, todos aquellos que os rodean, os irán dejando solos; sobre todo, vosotros, los que estáis Conmigo, los que Me buscáis, los que creéis en Mí, os iréis quedando solos, porque Me amáis, porque estáis Conmigo y ellos, ya  no quieren estar Conmigo, ya no Me buscan, ya no quieren vivir Mis Enseñanzas, ya no quieren llenarse de Mi Amor.

¡Cuánto dolor Me causáis vosotras, almas, que no habéis querido abrir vuestro corazón! ¡Tanto que hice por vosotros, Me di totalmente por vosotras, por vuestra salvación! ¿Y así Me pagáis?

Vosotros, los que estáis Conmigo, Mis Juanes, benditos seáis, vuestro lugar en el Reino de los Cielos, será un lugar que Yo Mismo escogeré para vosotros, fieles amigos Míos.

Os bendigo de todo corazón y espero vuestro retorno para consentiros, como Yo, vuestro Dios, consiento a las almas santas, buenas, a las almas que Me aman de corazón.

Gracias, Mis pequeños.