Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Habla Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, Yo Soy vuestro Dios. Toda alma que baja a la Tierra, tiene como tarea una misión y esa misión, básicamente, es la de extender Mi Reino en la Tierra y en el Universo entero. En estos tiempos y en tiempos pasados, cuando se ha necesitado, voy suscitando profetas, videntes para anunciar los cambios que han de venir para purificar la Tierra, el Universo entero.
Vosotros estáis aquí, en vuestra Tierra, pero lo que sucede aquí, sucede también en el Universo entero, porque cuando fue corrido satanás del Cielo, éste cayó en la Tierra, fue arrojado a la Tierra, pero al decir Tierra, se representan a todos los planetas del Universo, a todo lo Creado visiblemente.
Mis pequeños, vosotros, algunos de vosotros, porque no todos aceptan seguir Mi Voluntad, les encomiendo ser apóstoles, ahora os tocó ser de estos tiempos. Cuando Yo escogí a Mis Apóstoles, ninguno de ellos rechazó el que Yo lo escogiera, después tuve muchos discípulos y seguidores, que muchos de ellos se apartaron de Mí, porque no entendieron las Palabras cuando Yo les explicaba sobre Mi Cuerpo y sobre Mi Sangre, que iban a ser Alimento, pero no supieron discernir lo que Yo quería decir y que ahora vosotros entendéis perfectamente con la consagración del Pan y del Vino. Estos son tiempos de cambio, son tiempos de purificación, son tiempos de salvación para aquellas almas que quieren seguirMe, que han dado su “fiat”, que quieren agradarMe a Mí, vuestro Dios.
No os imagináis, Mis pequeños, el gran gozo que tienen los Ángeles y los Santos en el Cielo, en alabarMe día y noche, en todo momento.
El alma goza en Mi Presencia, el alma continuamente Me ve y se goza y se llena de Mi Amor. Vosotros creéis que Soy un Dios limitado, pero en Mí no hay límites, Mis pequeños, especialmente para vosotros, que sois tan pequeños, que ni en la vida eterna que tendréis, alcanzareis a conocerMe perfectamente; gozaréis por eso indefinidamente, porque voy dándoos gozos inmensos como regalo, al estar Conmigo.
Pero lo importante es el ahora, Mis pequeños, el ahora que estáis viviendo. Habéis sido escogidos, especialmente vosotros, los que oráis, los que intercedéis, los que Me amáis, los que buscáis un verdadero cambio en todo lo Creado y en todos los Creados.Esa es vuestra misión que debéis seguir llevando a cabo, porque hay muchas almas que no tomaron esta misión de corazón, porque a la gran mayoría se lo pedí, porque sois familia, sois Familia con el Cielo.
Y ahora, hablando de la Sagrada Familia, quise representar ese acto, ese momento, para que os dierais cuenta el valor de la familia, porque en la familia vosotros os apoyáis, crecéis física y espiritualmente. Aprendéis a amar, aprendéis a amaros los unos a los otros, os ayudáis los unos a los otros a crecer, a perfeccionaros en el amor, por eso, satanás ataca tanto a las familias, porque la familia es una escuela de amor, especialmente, de Mi Amor.
Debéis proteger a cada uno de los miembros de cada familia. A través de la familia Me derramo en Bendiciones, os voy cuidando y vosotros, también, por obligación, vais pidiendo por cada uno de los miembros de vuestra familia, y después por las familias en general. Os debéis proteger contra la maldad de satanás.
Ved siempre hacia adelante, Mis pequeños, no veáis el pasado, el pasado tiene muchos, muchos pormenores, errores, fallas, ciertamente, también, muchos aciertos, pero la perfección está en el futuro. Vais creciendo con vuestros errores, y siempre deberéis verMe a Mí, vuestro Dios, para perfeccionaros, porque estáis llamados a la perfección, porque así os lo pidió Mi Hijo Jesucristo: que fuerais perfectos, como Mi Padre es Perfecto. Buscad siempre esa Perfección y gozaréis todavía más Mi Presencia cuando dejéis Mi Presencia en vuestros hermanos, en vuestros seres queridos, en aquellas almas que necesitan de Mí.
Recordad, que en la oración, vosotros intercedéis, aun sin conocer a vuestros hermanos, pero llega ese deseo bello, grande, perfecto, al Cielo y se derraman muchas bendiciones sobre la Tierra, y ahí Mi Madre es la encargada de ello, Mis pequeños, que todas las necesidades espirituales que se tienen y vuestras oraciones, Ella va tocando almas, va moviendo corazones, va llenando corazones vacíos, y no tenéis idea cuántos corazones vacíos hay, porque no hubo familias. Hubo familias pero no tuvieron ese respaldo espiritual, porque sus padres no estaban preparados para transmitirles Vida, Mi Vida a sus hijos.
Orad, orad por aquellos hogares que tuvieron errores en su crecimiento. Ciertamente, muchos hermanos vuestros que cometen muchos errores, no tuvieron la culpa, primeramente, por lo que hacen, porque no tuvieron la educación espiritual en su familia que les ayudara a crecer como Yo quiero que las almas crezcan y vivan; no hubo amor, no hubo ese alimento espiritual que todos necesitáis para, primeramente, llenaros de él, compartirlo y poder regresar al Reino de los Cielos, sabiendo cómo comportaros ahí. Para eso vine a la Tierra a enseñaros cómo debéis comportaros, y ya desde aquí deberéis aprender, para que cuando lleguéis allá, no os sintáis mal, y si así pasa, tendréis que pasar al Purgatorio, a que vuestra alma acabe de aprender a amar, a amar de corazón.
Vivid, pues, Mis Enseñanzas, Mis pequeños orad mucho por aquellos que tienen un corazón vacío, un corazón que causa daño a sus hermanos, un corazón que satanás lo ha desviado y que, posiblemente, se pueda condenar eternamente. Eso os pedí en la Cruz, dadMe almas, cuando os dije, “tengo sed”, pero sed de almas, ¡salvadlas por Mí, Mis pequeños!
Os bendigo y lleno vuestro corazón con más Amor, para que lo podáis dar a vuestros hermanos y podáis interceder por aquellos que más necesitan de salvación.
Gracias, Mis pequeños.