Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
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Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, parece que se os olvida mucho que Yo Soy vuestro Dios, el Alfa y el Omega y el Alfa y el Omega también para vuestra existencia, y también el Omega, que marca el final de vuestra misión en la Tierra.
Vosotros tenéis una misión, teméis a los acontecimientos que se os manifiestan a vuestro alrededor, pero no estáis cuidando correctamente vuestra existencia, vuestra misión, vuestra vida ante Mí y ante vuestros hermanos.
¿Qué estáis haciendo, realmente, para que Mi Reino se dé aquí en la Tierra? Pocos, muy pocos se dan cuenta, realmente de esta realidad. Más bien, están siendo movidos por las fuerzas de satanás que os desvían de vuestra real misión, que es la de servirMe, Mis pequeños. Os mantenéis cuidándoos a vosotros mismos, no estáis cuidando Mi misión, el servicio a Mí, vuestro Dios.
Sois apóstoles todos vosotros, os he escogido para estos tiempos, últimos tiempos, para mover corazones hacia la salvación, hacia la vida en Dios, y en lugar de estar llevando a cabo esta misión de salvación y Evangelización, porque ésta nunca termina hasta el final de vuestra existencia, vivís atemorizados, vivís nada más pensando en el mañana, cuando ese mañana, posiblemente no llegue porque os puedo tomar antes, para que vosotros Me deis cuentas de vuestra vida y de vuestra misión.
¡Os he pedido tanto que oréis por vuestros hermanos que no están preparados para poder regresar a Mí y ganarse el Reino de los Cielos! Vivís con temores, cuando os he dicho tantas veces que en el Amor no hay temor; si realmente Me amáis, ¿cuál es el temor?, si morís es un gusto, porque Me encontraréis a Mí, vuestro Dios.
Eso es lo que os falta a vosotros, la confianza plena, en que no debe haber temor al morir, porque os estaré esperando. El temor puede ser por cómo está vuestra alma, si vuestra alma no está bien preparada, en estado de Gracia, en Amor y sobre todo, en el saber que no cumplisteis correctamente vuestra misión con el tiempo de vida que se os dio, ahí sí, deberéis tener temor, o si hicisteis mucho mal en la Tierra, le causasteis mucho mal a vuestros hermanos, Me causasteis mal a Mí, vuestro Dios, entonces sí, podríais temer, pero si hay, realmente, Fe en Mí y sobre todo, sabiendo que Yo os puedo perdonar, ¿cuál es el temor de llegar ante Mí? Pero para eso deberéis vivir una vida de ejemplo, una vida en Mí, vuestro Dios, para que no tengáis que temer por el final de vuestra existencia.
Manteneos, pues, Mis pequeños, en esta realidad, una bella realidad que, si morís viviréis en Mí, estaré contento de abriros a vosotros las Puertas, Conmigo y juntos pasareMos una nueva vida en el Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.