Abr 25_2022 Las Verdades siempre estarán en vuestro corazón, aunque, la gran mayoría de vosotros las tratéis de apagar.

Rosario – Mensaje ÚNICO

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Visión: Veo todo obscuro y a lo lejos se ve luz, como un agujero de luz, y se va haciendo  más grande mientras se acerca a nosotros, y nos dice Dios nuestro Señor:

Hijitos Míos, ciertamente, la obscuridad os está cubriendo y no solamente eso, sino que está bloqueando vuestro entendimiento, para que no conozcáis las Verdades que se os han dado del Cielo.

Satanás se ha encargado de ir obscureciendo vuestro entorno, para que no veáis, ni con vuestros ojos humanos ni con los ojos del alma, la Verdad a la que estáis llamados.

Ciertamente, hay muchos de vuestros hermanos, que separados están del cumplimiento de las Leyes, Mandamientos, que se os han dado, y otros, que llevan una vida mediocre en la espiritualidad que debieron haber acrecentado, y ya no saben reconocer cuál es la Verdad, Nuestra Verdad Celestial y no la supuesta verdad a donde os ha llevado satanás, que por repetir esas mentiras tantas veces, que al vivir esas mentiras en vuestra vida, ya las tomáis como ciertas, porque la gran mayoría de los hombres las llevan, las hacen, creen en ellas, y así se ha llevado a cabo un cambio muy fuerte en lo que deben ser las Verdades que os llevarán a la felicidad eterna, y no las supuestas verdades a donde os ha llevado satanás, que están ofendiendo fuertemente Nuestro Corazón Sacratísimo.

La gran mayoría de los seres humanos se han apartado de las Verdades reales, Celestiales, de Nuestra Santísima Trinidad. Ya no aman el servirNos, ya no aman el tener el don de la vida, para llevar a cabo la misión que se os ha pedido, y que, como os he dicho, orgullosos debierais estar de servir a Nuestra Santísima Trinidad. Pero ya, desgraciadamente, satanás os tiene en esa obscuridad, pero, que, poco a poco, esa Luz que visteis, viene a acrecentar, nuevamente, el Bien que habéis perdido. Mi Bien nunca se perderá, Mi Amor siempre estará con vosotros, las Verdades siempre estarán en vuestro corazón, aunque, la gran mayoría de vosotros las tratéis de apagar. Al no llevarlas en vuestra vida, al ser indiferentes hacia ellas; no por el hecho de que vosotros las neguéis, éstas desaparecerán. La Verdad, las Verdades, todo lo que os va a llevar hacia un fin seguro, siempre estarán presentes. Poco a poco, esta Luz que estáis viendo, se irá acrecentando y por fin vencerá la Verdad Celestial sobre la “verdad” satánica.

Orad mucho, Mis pequeños, para que aquellos que quieren acallar las Verdades que se os han enseñado, tarde o temprano las acepten, que se den cuenta, en Humildad, que estaban errados y que estaban viviendo en modo satánico y no santo, que es a donde se os ha llamado. Se os ha dicho que seáis santos, como Mi Padre es Santo.

Daos cuenta, Mis pequeños, daos cuenta hacia donde estáis llamados. Se os ha dado el don de la vida, para llevar a cabo una misión celestial, esta misión, que todos tenéis, es para salvar almas, para producir Amor, para destruir la maldad de satanás en la Tierra, para traer la Luz, nuevamente, a la Tierra y que desaparezca esta obscuridad, que os ha dañado por tanto tiempo.

Cada uno de vosotros está siendo protegido por el Cielo para que cumpláis vuestra misión, y entended y agradeced el hecho de que no a todas las almas se les ha dado la oportunidad del don de la vida. Tenéis que estar conscientes de estas realidades, porque ellas, al tenerlas vosotros, debierais estar, primeramente, contentos, de que Mi Padre Dios haya puestos Sus Ojos en vosotros, y segundo, que al haber sido escogidos, tenéis obligaciones, ciertamente, obligaciones con el Cielo, pero que también tendréis al final de vuestra misión, los regalos del mismo Cielo, para que gocéis eternamente, en agradecimiento, por haber cumplido vuestra misión que se os encomendó. No estáis en la Tierra nada más para pasar un rato, estáis para cumplir una misión celestial, y esto es muy importante que lo entendáis, Mis pequeños, muchas almas necesitan de oración para su salvación, muchas almas necesitan la Luz del Cielo para ser guiadas, nuevamente, hacia lo que es correcto, y Me refiero a las almas que se han dejado llevar por la obscuridad.

Los que estáis con Nosotros, que estáis cumpliendo vuestra misión con gusto, con dedicación, con amor y con respeto a Nosotros, vuestro Dios, tenéis que estar conscientes de que, ciertamente, se os pedirá más, por todo lo que se os ha dado, pero, también al final de vuestra misión, gozaréis más, que aquellos que no quisieron llevar a cabo su misión.

Los tiempos ya están sobre vosotros, tiempos de dolor, tiempos de purificación, también, tiempos de alegría, de conversiones. Así como Yo padecí en Mi Pasión, también gozaba, porque venía ya el cambio que tanto necesitabais, y nuevamente, después de dos mil años, estáis en esos momentos de purificación, de dolor, pero también de alegría. Sufriréis, pero también gozaréis los que estáis con Nosotros. Dolor habrá, pero no tanto para los que Me pertenecéis, como para aquellos que se han vuelto instrumentos del mal. Todos tenéis derecho a regresar al Reino de los Cielos, Me di por todos, pero también tenéis que poner de vuestra parte para ganarlo, ganar vuestra entrada al Reino de los Cielos.

Luchad, pues, Mis pequeños, contra esa obscuridad que os envuelve, y seguid viendo esa Luz que se acerca, la Promesa ahí está, esa Luz os indica Mi Promesa que se acerca, de los Nuevos Cielos, Nuevas Tierras, de la purificación de donde saldrán beneficiadas las almas que Me aman.

Seguid adelante, Yo estaré con vosotros, como así vosotros habéis estado Conmigo desde que aprendisteis a orar desde pequeñitos, y vuestra recompensa, pronto se dará.

Gracias, Mis pequeños.