Abr 14_2022 Yo Soy vuestro Dios, cumplo siempre lo que os prometo, manteneos en Mí, pase lo que pase a vuestro alrededor, Yo os protegeré, Yo Soy vuestro Dios.

Rosario el Jueves Santo – Mensaje ÚNICO

.

===============================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

===============================

.

Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, os he dicho que aquél que comiere Mi Cuerpo y bebiere Mi Sangre, tendrá parte Conmigo en el Paraíso.

Ciertamente, este Alimento Divino, es un Alimento en Fe. Con vuestros ojos humanos, podéis ver el alimento que compráis, que preparáis y se alimentará vuestro cuerpo humano. Vuestra alma, es alimentada con Mi Cuerpo y con Mi Sangre en la Transubstanciación, que se logra en Fe y por Mi Poder, que le doy al sacerdote, para que tengáis vosotros este Alimento, que os hará crecer espiritualmente.

La oración, y todos los actos espirituales, con los que vosotros os alimentaréis, haréis crecer vuestra alma y sus Potencias. Yo, os he dado un alma con Potencias, que vosotros ni siquiera os imagináis, pero esa alma, tiene que estar totalmente suelta a Mi Voluntad, para que no hagáis mal uso de los Dones, Virtudes, Carismas, que Yo os doy, para ayudar a vuestros hermanos, para proteger a vuestros hermanos, para volverles la salud a vuestros hermanos.

Vosotros sois otros Cristos, y lo he pedido muchas veces, que seáis otros Cristos, pero os debéis soltar a Mi Divina Voluntad, para que Yo actúe a través de vosotros. Estos son tiempos difíciles, tanto física como espiritualmente.

Humanamente, estáis viendo a vuestro alrededor, cómo satanás os está atacando de múltiples formas para que perdáis la confianza y la Fe en Mí, vuestro Dios, puesto que Yo os he dicho que, al venir aquí, a la Tierra, a cumplir vuestra misión, que Yo os pido que llevéis a cabo, para el bien de vuestros hermanos, y para vuestro propio bien, vosotros tenéis que protegeros.


La protección física y aún la espiritual, os la concedo Yo. Tenéis vuestros Ángeles de la Guarda, tenéis Mi Gracia, tenéis a Mi Madre, La Siempre Virgen María, que os cuida también, junto con Mi Padre, el Señor San José, pero tenéis que tener Fe y confianza plena en vuestra misión, y sobre todo, en que, a pesar de que veáis que todo se vuelve obscuro a vuestro alrededor y tenéis ataques de diferentes formas, en las que satanás os quiere destruir, os he prometido que, estando Conmigo, y si habéis sido, ya, marcados por Mí, no os tocará.

Son tiempos difíciles, pero a la vez, son tiempos de cambio. Así como le ayudé al pueblo judío a salir de Egipto, ciertamente, fue un cambio muy fuerte dejar su vida, parte de su vida en Egipto y salir a nuevas tierras. Ahí hubo mucha Fe, pero, después, también, hubo desconfianza por parte del pueblo. Y eso es lo que también os puede suceder a vosotros: al principio tenéis Fe, aceptáis lo que se os pide, vivís de acuerdo a lo que Yo os pido, pero, luego, cuando no se dan las cosas como vosotros queréis, entráis en desconfianza, y muchos de vosotros Me dais la espalda.

Os debéis mantener siempre en Fe, y es una prueba fuerte que debéis pasar cada uno de vosotros, y mientras más demostréis esa Fe, más crecerán vuestras capacidades; sobre todo, de amor hacia Mí y de una confianza plena de saber que, lo que Yo prometo, lo cumplo. No así, satanás, que os promete tantas cosas y no las cumple, y además, destruye vuestra Fe, vuestra confianza en Mí; y vuestro amor, lo ponéis también en duda, vuestro amor, tan pequeño, hacia Mí, lo retiráis.

Tenéis que tener mucho cuidado, Mis pequeños, ya, en estos tiempos, os debéis cubrir, proteger, con todas las armas espirituales que se os han dado, especialmente la del rezo del Santo Rosario, y muy especialmente, la vida en la Gracia, para estar siempre unidos a Mí, a través de los Sacramentos, especialmente, la Eucaristía.

Venid, pues, Mis pequeños, con una Fe plena, una confianza plena y un amor pleno hacia Mí, vuestro Dios. Sólo aquellos que, realmente, pongan toda su confianza en Mí, vencerán y tendrán ese regalo inmenso. Que así como a los pobladores de Egipto, se les prometieron nuevas tierras, vosotros también las tendréis: Nuevas Tierras, Nuevos Cielos, y sobre todo, un nuevo amor que crecerá en vosotros, porque seréis tomados, transfigurados, purificados y empezaréis una nueva vida, que será en las Nuevas Tierras, que también serán purificadas, para que viváis plenos, plenos de Mi Gracia, plenos de Mi Amor, por haber confiado totalmente en Mis Promesas.

Yo Soy vuestro Dios, cumplo siempre lo que os prometo, manteneos en Mí, pase lo que pase a vuestro alrededor, Yo os protegeré, Yo Soy vuestro Dios.

Gracias, Mis pequeños.