Ene 04_2022 Este es el tiempo en que Mi Hijo, viene a recoger el trabajo que vosotros hayáis hecho a lo largo de vuestra existencia.

Rosario – Mensaje ÚNICO

.

=========================================

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V.

=========================================

.

Hablan Dios Padre, N. S. Jesucristo, y La Santísima Virgen María

Visión: Veo a la Santísima Virgen, sentada, el Niñito Jesús ha de tener un año, poco menos, Pequeñito, muy bonito.

La Santísima Virgen María.-

Hijitos Míos, he aquí, junto Conmigo a vuestro Salvador. El Verdadero Dios que ha venido a cuidaros, ha venido a darSe por vosotros. Ese es el gran Regalo que Nuestro Padre Dios le da a la humanidad de todos los tiempos. Mi Hijo, Mi Dios, y ahora hecho Hombre.

¡Qué gran felicidad tengo Yo!, y os lo digo para que también, vosotros, tengáis esa gran felicidad de que Mi Hijo, El Redentor, El que se va a Inmolar por todos vosotros, ya está aquí, gracias al Amor del Padre, de la Donación de Mi Hijo por vosotros.

Este es el tiempo de la siega, se os ha avisado ya, este es el tiempo en que Mi Hijo, viene a recoger el trabajo que vosotros hayáis hecho a lo largo de vuestra existencia. Se os dio el don de la vida, para producir amor y salvar almas, como se os ha dicho, y estando en el Amor de Nuestro Dios, vosotros no debierais tener ningún temor, porque también, así se os ha dicho: que en el Amor, no hay temor.

Pero, ¿por qué esta humanidad está sufriendo ahora? Esta es la gran prueba en la que vosotros podéis ver cómo está la humanidad tan apartada de la Vida de nuestro Dios.

La humanidad, la gran mayoría, está sufriendo, no miedo, sino pánico, ¿en dónde queda, entonces, lo que os acabo de decir, que en el Amor no hay temor? Eso quiere decir, que la humanidad, la gran mayoría, no vive en el Amor que os trajo Mi Hijo, que debierais estar cultivando y dándolo, primeramente, como primicia, a Nuestro Padre Dios, y luego, a Mi Hijo y a Mí, vuestra Madre.

¿Dónde está ese Amor? ¿Dónde está esa aceptación de la vida que a vosotros os tocó llevar? (Lenguas…)

Dios Padre.-

Vosotros, tenéis un gran compromiso Conmigo, vuestro Dios, y muchos de vosotros, no habéis pensado, siquiera, que la vida que se os dio era para un compromiso con vuestro Dios, y un compromiso, también grande, para con vosotros y para con vuestros hermanos.

Mi Hijo os dijo: Amaos los unos a los otros, y volvemos, otra vez a que Me preguntáis: ¿en dónde está el Amor? No hay amor, por más que vosotros digáis que sí tenéis amor.

Esto os lo digo, Mis pequeños, para que meditéis lo que le puede pasar a vuestra alma, si sois recogidos en cualquier momento de vuestra existencia, y os lo digo así: no estáis amándoos los unos a los otros. No Nos estáis amando a Nosotros, vuestro Dios en Nuestra Santísima Trinidad, y a Mi Hija, La Siempre Virgen María y al Señor San José, y al Cielo entero.

Y os vuelvo a repetir, estáis en un gran problema, la gran mayoría de vosotros, si en este momento murierais, ¿cuántos de vosotros iríais al Reino de los Cielos? No hay amor entre vosotros como para defenderos ante Mi Presencia Divina en el Juicio Particular que se os hará a cada uno de vosotros, al final de vuestra existencia.

No hay amor para Mí, vuestro Dios. Seguís buscando lo del mundo, le seguís dando mucho más importancia a lo que os hace felices de las cosas del mundo, comenzando con lo material, hasta los mismos vicios que os van destruyendo, física, psicológicamente y humanamente. Termináis hechos guiñapos humanos, sin ningún valor en vuestra alma ni en todo vuestro ser.

Os repito, ¿podréis salvaros, si en este momento, os llegara la muerte y tuvierais que ser juzgados personalmente? No, la gran mayoría, no se van a salvar.

La Santísima Virgen María.-

Y éste es un dolor muy grande para Mi Dios y Señor.

Dios Padre.-

Se os ha dado el don de la vida para darMe Gloria, para darMe vuestro amor, para servirMe, para mover almas a regresar hacia Mí, vuestro Dios.

¿Dónde está ese Amor que Yo os di? ¿Dónde está ese Amor? ¡Me duele tanto ver que las esperanzas que puse en cada uno de vosotros, se han perdido! Ya no sois esos hijos Míos en quien confié, para que transmitierais Mis Enseñanzas y Mi Amor a vuestros hermanos.

¡Cuánto desamor entre vosotros! ¡Cuánto desamor! Vivís para el mundo, vivís para el pecado, vivís con preocupaciones, no hay paz en vuestra vida, no  hay paz en vuestro corazón. Os preocupáis de tantas cosas del mundo: enfermedades, dolores, diversos por falta de salud, económicos y aún de vuestras amistades. Estáis atentos a tantas cosas, pero no estáis atentos a servirMe a Mí, vuestro Dios.

Os estáis ganando el Infierno. Os estáis ganando la cárcel eterna para vuestra alma. ¡Cuánta maldad habéis usado para destruir almas! Y así como os he dicho que por cada alma que vosotros salvéis de las garras de satanás, vuestra alma está asegurada para el Reino de los Cielos, pero ¿cuánto habéis hecho por el bien de las almas de vuestros hermanos y por el bien de vuestra propia alma? Veos al espejo, ¿qué veis ahí  en el espejo? ¿Veis un alma triunfadora, un alma llena de Mí? ¿O veis un alma traicionera, un alma fracasada en la Gracia que Yo os he dado?, ¿un alma en la que no se puede confiar ya?, ¿un alma que ha perdido la confianza en Mi Amor, porque no ha querido buscar Mi Amor?

Yo os he dado todo, y tenéis Mi Amor, pero seguís buscando vosotros mismos, vuestra propia autodestrucción, por vivir en el pecado. Yo os sigo amando, pero no os puedo afectar a querer ir más allá por respetar vuestro libre albedrío. Os he dicho que quisiera Yo, presionaros, para que tuvierais ese cambio de vida y fueras nuevamente Míos, para vivir eternamente en el Reino de los Cielos.

¡Cuánto error habéis dejado entrar en vuestra alma y ese error os ha quitado la Fe y sin Fe, quedáis desnudos, y sin Fe, vuestra alma no conoce el camino correcto para llegar a Mí.

La Santísima Virgen María.-

¡Cuánto dolor, cuánto dolor Le causáis a Mi Hijo, Mis pequeños! Yo tuve un Gozo infinito al llevar a Mi Hijo en Mi Vientre y vosotros, no meditáis todas las Verdades y todo el Amor que se han derramado sobre vosotros. Vuestra maldad es inmensa, vuestros errores, mortales, porque os están llevando hacia el precipicio, y están cayendo muchas almas al Averno.

Os he dicho que os arrodilléis y pidáis perdón, Yo os ayudaré a que ganéis, nuevamente, el Reino de los Cielos, pero vuestra soberbia es mucha, ya no os dais por Nuestro Dios y Señor. Aunque ya no vivís en el Tiempo, porque el Tiempo se ha terminado, tenéis todavía la oportunidad de arrepentiros, y si venís a Mí, os regresaré al buen camino.

Nuestro Señor Jesucristo.-

Confiad en Mi Amor, confiad en Mi Presencia Viva en vosotros, Soy vuestro Dios, venid a Mí, a través de Mi Madre, María Santísima. Venid a Mí, hijos Míos, los que estáis ciegos por el pecado y por el mal. Venid a Mí y encenderé una Luz en vuestro camino, para que podáis discernir hacia dónde ir, y ese camino, os llevará hacia Mí, vuestro Dios.

Os espero, Mis pequeños, meditad vuestros errores y arrepentíos de ellos. Os espero, Mis pequeños, en vuestra conversión, y os daré el Perdón.

Gracias, Mis pequeños.