Rosario – Mensaje ÚNICO.
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Dialogo entre Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo.
Mensaje dado a J. V.
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Tercer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
(Lenguas…) Hijitos Míos, hace tiempo os dije que la Copa estaba ya rebozando, ahora ya, rebasó la Copa y Mi Sangre Divina y Preciosísima empieza a caer, vuelve a caer para vuestra salvación.
Ciertamente, Soy vuestro Dios Justo y Misericordioso. Os avisé también que el tiempo de Misericordia terminaba y empezó el tiempo de Justicia, pero Soy vuestro Dios y os amo, a pesar de vuestros pecados, a pesar de vuestras faltas, a pesar de vuestras traiciones, a pesar de todos los dolores que Me causáis, que Me seguís causando.
Vosotros mismos estáis provocando que Mi Pasión continúe. No veo en vosotros vuestra ayuda, no veo en vosotros la Presencia de Mi Madre, ni la de Juan, ni la de María Magdalena, ¿acaso ya no hay almas valientes que Me acompañen en el sufrimiento? Sigo sufriendo por vosotros y no os queréis dar cuenta de Mi sufrimiento y de lo que os va a causar el que Me sigáis trayendo a Mi Pasión nuevamente.
¡Padre! (Lenguas…) Aquí estoy, Me sigo dando por esta humanidad, ¡Padre!, perdónalos, porque no saben lo que hacen (Lenguas…) VeMe, estoy clavado en la Cruz, Me he dado por Tus hijos, he sido flagelado, el pueblo Me odia, prácticamente, no hay amor hacia Mí, de éstos, Tus hijos. Me he dado por su salvación, Te he obedecido en todo, Padre, pero no quieren responder.
Me estoy dando nuevamente por ellos, pero ahora les toca a ellos pasar su pasión. Se darán cuenta de Mis Dolores, se darán cuenta de lo que he sufrido por ellos. ¡DéjaMe acompañarlos, Padre! DéjaMe estar con ellos en este tiempo de sufrimiento, de purificación. Tómalos, Padre, tómalos, Mi Sangre puede limpiar sus pecados. ¡Soy todo Tuyo, Padre!, Yo estoy en Ti y Tú estás en Mí. Los has creado para alabarte, para agradecerte por tantos cuidados, por tanto Amor derramado por ellos.
El tiempo ya está sobre ellos y por eso, con mayor razón Me quiero dar por ellos, para que volteen a verMe, para que acudan a Mí, como a aquella serpiente que Le pediste a Moisés que construyeran, para que aquellos que vieran a la serpiente, se salvarían de las mordeduras de las víboras. Quiero que volteen a verMe en estos momentos de sufrimiento y de los que vendrán, todavía, después.
Me he dado por todos ellos, Padre, para su salvación. Permíteles que volteen a verMe y su corazón se arrepienta de toda la maldad que trae cada uno de ellos. Que volteen a verMe, para que Tu Misericordia les alcance y les perdones sus pecados.
¡Perdónalos, Padre!, Me he dado por ellos, Tú no quieres que Mi Sangre Redentora muera junto con sus pecados. Yo Soy Dios, también, y quiero su salvación.
¡Cuánto Amor! ¡Cuánto Amor se ha derramado por vosotros!, y no queréis entender que el mal que ahora os quiere destruir, vosotros mismos lo alimentasteis, no quisisteis detenerlo y lo alimentasteis. Y así es el mal, satanás es traidor, y ahora os está traicionando.
¡Padre!, escógelos, toma a los que pueden todavía servirTe y los que no, perdónalos; por Mi Sangre Preciosa, intercedo por ellos, aún por los más malos, Mi Sangre Redentora también a ellos les alcanza y les puede salvar.
¡Quiero que con su salvación, se den cuenta de Nuestro Amor hacia ellos, Padre! Les daMos un Bien inmenso por todo el mal que traen ellos en su corazón, que se den cuenta de cómo se les ha amado, a pesar de sus traiciones, de su desamor hacia Nosotros.
Habla Dios Padre:
Hijo, tendrán Mi Perdón, si ellos voltean hacia Mí, con un corazón contrito, llorando sus pecados y pidiendo Piedad y Perdón. Te los has ganado, Hijo, Te has dado por ellos, Te pedí Yo por ellos, y tendrán su salvación si vienen a Mí.
Gracias, Padre, gracias.