Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Dios Padre a J. V.
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Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, cuando vosotros construís vuestras casas, buscáis que los cimientos sean fuertes, que estén en tierra firme, para que puedan soportar los embates del clima y de la naturaleza contra vuestros hogares y estos no caigan.
Os he prometido que la Jerusalén Celestial bajará, será Mi Reino sobre la Tierra, y así como la Iglesia está sostenida por los Apóstoles, Mi Reino, todo lo que vendrá, será sostenido por almas, por las almas ya purificadas, ya acrisoladas y gozaréis, vosotros, el Nuevo Reino, Mi Reino sobre la Tierra.
Por eso, todo lo que está sucediendo ahora, esta purificación que se está dando, es para que queden estas almas que serán los cimientos del Nuevo Reino, Mi Reino sobre la Tierra, un Reino de Paz, de Amor, de Santidad, al menos, al principio de esta renovación que vendrá sobre la Tierra.
Las almas que han sido escogidas para sustentar, para sostener este regalo tan grande que les daré, se ha venido dando de algunos años para acá. Y esto os lo digo porque estáis viviendo momentos de tribulación inmensos y, sobre todo, una tribulación espiritual, como no la ha habido antes.
Las almas escogidas están creciendo en Virtudes y sobre todo en Amor, están protegiendo lo que es Mío contra las fuerzas de satanás. Sabéis que este enemigo vuestro, ha querido destruir todo lo que viene de Mí, desde que fue apartado de los Cielos. Y es mucho el tiempo en que el hombre ha sufrido por sus embates, y ahora es tiempo en que el hombre, los verdaderos hijos Míos, los que se han dado por Mí, los que han sufrido en el Amor, y lo digo así, porque al tener Mi Amor, habéis sufrido, porque Me amáis, porque amáis lo Mío, porque amáis lo que Mi Hijo hizo por vosotros, y ahora el Amor de Nuestra Santísima Trinidad, será vuestro premio, y será un premio inmenso, como no os lo imagináis.
Os daré un corazón ya purificado, transfigurado, que vivirá mi Amor en pleno, y por eso seréis transfigurados, porque es tan grande Mi Amor, tan Poderoso, que vuestro cuerpo no soportaría tanto, tanto de Mi Amor y tanta Potencia Divina en vosotros.
Seréis la nueva generación, seréis el soporte del Nuevo Mundo, de la Nueva Iglesia, de Mi Amor en pleno entre vosotros.
Actualmente, todo ha sido envenenado por la maldad de satanás. Mi Misma Iglesia sufre por su maldad, todos los pueblos de la Tierra sufren fuertemente ahora, porque los esbirros de satanás os están atacando de múltiples formas, pero Yo os sigo protegiendo. Protejo a los Míos, he protegido aún a aquellos que no han querido estar Conmigo, pero, como os dije hace ya unas pocas semanas, ya fue demasiado lo que os di, Y ya ha sido mucha también, vuestra traición y por eso, los que no estáis Conmigo, estáis ahora en manos de aquél al que habéis seguido.
Alegraos, pues, Mis pequeños, porque, a pesar de los dolores que padeceréis, gozaréis inmensamente todo lo que iréis viendo, porque veréis cómo, a vuestro alrededor, los embates del enemigo, manipulando las fuerzas de la naturaleza, no os tocarán, Yo os estaré protegiendo. Estoy protegiendo a Mi Nuevo pueblo, al pueblo escogido, porque sus actos, sus actos han ganado Mi Amor, y ahora viene la recompensa para las almas que verdaderamente, saben amar a Mi Amor.
Alegraos, pues, porque, a pesar, como os dije, de que sufráis, esto será para vuestra transfiguración, para vuestro acrisolamiento y para que al uniros a los Méritos de Mi Hijo, gocéis luego vuestra resurrección, resurrección espiritual. Ciertamente no moriréis, pero la transfiguración que tendréis, será de cuerpo y alma. Alegraos por esto, Mis pequeños, y orad, como os he pedido siempre, por aquellos que todavía pueden salvarse.
Os amo, Mis pequeños, inmensamente, porque habéis protegido lo que es Mío y que ahora es vuestro.
Gracias, Mis pequeños.